sábado, 25 de abril de 2009

El CSIC presenta su cápsula de la juventud

Actualizado jueves 16/04/2009 20:23 (CET)
ELMUNDO.ES | EFE
MADRID.- Las civilizaciones más antiguas lo han buscado sin descanso y la simple sospecha de su existencia ha inspirado varios guiones cinematográficos, pero han sido dos investigadores españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) los que, al parecer, han dado con la ansiada fórmula del 'elixir de la eterna juventud'. Al menos, así es como han presentado una nueva pastilla de resveratrol, una sustancia antioxidante de la uva que ayuda a la supervivencia celular, y que tendría los beneficios de ingerir 45 kilos de uva o el equivalente a 45 botellas de vino. Una fórmula que también están investigando en otros países.

Los efectos de estas cápsulas rojas, denominadas Revidox, se consiguen gracias a la aplicación de un método descubierto "por casualidad" por los científicos Juan Carlos Espín y Francisco Tomás cuando trataban de mejorar la calidad de las frutas y hortalizas. La técnica se basa en la luz ultravioleta e incrementa hasta 2.000 veces los beneficios del resveratrol. El funcionamiento es el siguiente: la exposición de las uvas cosechadas a rayos de luz ultravioleta hace que éstas respondan produciendo más cantidades de resveratrol, como harían de forma natural para defenderse de cualquier agresión, pues dicha sustancia la fabrican como mecanismo de defensa.

El resveratrol es capaz de estimular la acción de unas proteínas -sirtuinas- que están íntimamente relacionadas con la supervivencia celular. Según han explicado en rueda de prensa los investigadores, "la prolongación de esta vida celular repercute no sólo en el rejuvenecimiento de la piel, sino en la regeneración de todos los órganos, incluyendo el cerebro, el hígado, el sistema cardiovascular o el aparato digestivo".

Espín ha afirmado que "hemos hecho pruebas con roedores y hemos visto que los genes de la longevidad se activan por tres y que mejora la salud en general. Ahora estamos haciendo un estudio con cerdos y un ensayo clínico con 150 personas que tienen un riesgo cardiovascular evidente", informa Rosa M. Tristán.

El producto, que ya comercializa el laboratorio farmacéutico Actafarma, cuyo portavoz Pedro Tocabens ha acompañado a los investigadores en la rueda de prensa, se ha presentado como un complemento alimenticio natural y no como un medicamento, lo que quiere decir que los controles que pasan no son los mismos. No obstante, los investigadores señalan que "el producto sí ha pasado infinidad de controles por parte de la comunidad científica y de las autoridades sanitarias".

¿Cuánto hay que tomar para lograr la juventud? Pues, según los científicos del CSIC, hay que tomar a diario y durante toda la vida una pastilla, cada una de las cuales tiene un precio algo superior al euro y se venden en cajas de 30. Un negocio, en principio, prometedor, ya que según los descubridores "carece de efectos secundarios y no está contraindicado su consumo por parte de ningún sector de la sociedad, aunque se aconseja que se evite en segmentos de la población más sensibles como lactantes, niños o embarazadas".

Una dosis polémica
Las propiedades rejuvenecedoras del resveratrol son bien conocidas desde hace tiempo por la comunidad médica y científica. De hecho, otros compuestos basados en este ingrediente están siendo probados en humanos. Uno de estos trabajos está coordinado por los científicos Leonard Guarente y David Sinclair, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) de EEUU y la Universidad de Harvard, respectivamente. ¿La principal diferencia con el producto presentado por el CSIC? Pues que según los investigadores estadounidenses, la dosis terapéutica necesaria para un humano equivaldría a 10.000 botellas de vino tinto. El Revidox equivale a 45 botellas. No obstante, los científicos del CSIC han hecho hincapié en que su producto no tiene un objetivo terapéutico sino preventivo.

Guarente y Sinclair fueron los que identificaron el grupo de genes -bautizados con el nombre de SIRT- aunque más conocidos como genes de la longevidad, que son los que codificaban las proteínas sirtuinas. Y, pese a todo su potencial, también encontraron un peligro ante la posibilidad de manipular estos genes, pues alguno de ellos también está implicado en el desarrollo tumoral.

Lo que está claro es que las moléculas relacionadas con la longevidad parecen un negocio futuro, ya que tanto Sinclair como Guarente se decidieron a crear compañías farmacéuticas para, en caso de lograr el codiciado 'elixir de la juventud' poder comercializarlo también. Una de ellas, Sirtris Phramaceutical, de Sinclair, fue comprada posteriormente por el gigante farmacéutico GlaxoSmithKline por unos 450 millones de euros

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