Las aseguradoras británicas podrán exigir pruebas de ADN a sus clientes
Los análisis genéticos permitirán detectar el riesgo de padecer enfermedades
IRENE HDEZ. VELASCO. Corresponsal
LONDRES.- Gran Bretaña acaba de abrir la puerta, con todas las de la ley, a la discriminación por motivos genéticos. En breve, las compañías aseguradoras de este país podrán servirse de los exámenes de ADN para identificar a los clientes potencialmente capaces de desarrollar enfermedades hereditarias y, una vez detectados éstos, subirles las primas que pagan o, directamente, expulsarles de la compañía y dejarles sin cobertura.
El Gobierno anunciará hoy que autoriza a las compañías de seguros a dar semejante paso contra aquéllos que nazcan con la capacidad genética de desarrollar determinadas enfermedades, según anticipaba ayer la BBC. Gran Bretaña se convertirá así en el primer país del planeta en autorizar el uso comercial de la información genética por parte de las empresas aseguradoras.
Todo, por obra y gracia del Comité de Genética y Seguros, un organismo consultivo del Departamento de Sanidad que, tras meditarlo mucho, ha sentenciado que los exámenes genéticos para identificar el riesgo de padecer la enfermedad de Huntington (un trastorno neurodegenerativo de carácter hereditario contra el que ahora mismo no existe cura) son de absoluta confianza.
A partir de ahí, el Gobierno ha decidido que las aseguradoras tienen todo el derecho del mundo a utilizar esta información para subir la prima o dejar sin cobertura a los clientes que den positivo en los análisis del mal de Huntington. Porque, por ahora, esto sólo afecta a los potenciales enfermos de este trastorno neurodegenerativo. Pero en breve, la lista de padecimientos hereditarios, susceptibles de ser rechazados o encarecidos por parte de las compañías de seguros, irá en aumento.
Los análisis genéticos para detectar las posibilidades de desarrollar cáncer de mama o la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, ya están en la lista de espera, pendientes de obtener la autorización con la que el Gobierno ya ha bendecido a la enfermedad de Huntington.
El debate ético en torno a la cuestión ya ha comenzado a calentarse. Y son muchos los que se echan las manos a la cabeza, asegurando que la decisión de permitir a las compañías de seguros discriminar a sus clientes genéticamente imperfectos es una peligrosa maniobra.
Pero John Durant, presidente del Comité de Genética y Seguros, no lo ve así. El máximo responsable del organismo argumenta que los asegurados se pueden negar a dar a las compañías los detalles de su vida genética. «No es una maniobra para castigar a nadie», aseguraba ayer Durant en declaraciones a la BBC. «Al revés: esta decisión beneficiará a mucha gente en busca de seguro».
El razonamiento de Durant es sencillo: «Las únicas personas que se han hecho los análisis del mal de Huntington son aquéllas que tienen un historial familiar de esta enfermedad», explica. «Y muchas de esas personas han obtenido resultados que muestran que han sido lo suficientemente afortunadas como para no haber heredado el mal. Toda esa gente podrá tener a partir de ahora un seguro, mientras que hasta este momento lo tenían muy difícil».
Las compañías de seguros, como no podía ser de otra manera, están encantadas. Y tanto... La Asociación de Enfermos de Huntington se queja precisamente de que, a día de hoy, las compañías de seguros, a una persona con el 50% de posibilidades de desarrollar la enfermedad en cuestión, le piden un 300% más por una póliza.
El carro al que se van a subir muchos, como apunta el Consejo Nacional de Consumidores, va a ser el de la ignorancia total. Así, la gente se va a negar a hacerse análisis genéticos, movidos por la idea de que cuanto menos sepa uno, mejor. Las implicaciones que para el interesado puede tener el ponerse una venda en los ojos son enormes.
http://www.elmundo.es/2000/10/13.