Al estimularse las sirtuinas se obtienen beneficios celulares.
Al parecer, el proceso de envejecimiento podría producirse debido a una excesiva desregularización. Así lo postulan científicos de la Universidad de Harvard quienes descubrieron que al dañarse el ADN, decae la habilidad de las células de regular qué genes se activan o desactivan en determinados entornos. Este mecanismo sería el culpable de los signos visibles que dejan los años.
Los investigadores han identificado a las sirtuinas, que conforman un grupo de genes implicados en el proceso de envejecimiento. Éstos, al ser estimulados por el resveratrol presentes en el vino tinto o en la restricción calórica, aparentemente tienen un efecto positivo tanto en la salud como en su capacidad de revertir el declive celular. Luego de un tiempo, descubrieron que el rol primario de la sirtuina en los mamíferos era supervisar que genes se activaban y cuáles no.
Esto cobra importancia, ya que sólo algunos necesitan tener actividad en determinado momento de lo contrario, pueden generar daño a determinados órganos.
Como una medida de protección, las sirtuinas vigilan a los genes que deben permanecer inactivos. Para ello, ayudan a preservar el empaque molecular, conocido como cromatin.
De esta forma, regulan qué genes deben permanecer activos para proporcionar el buen funcionamiento y cuáles se deben mantener al margen para evitar el proceso de envejecimiento.
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
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