La experimentación biomédica en humanos es una etapa especialmente delicada en el desarrollo de una innovación científica, ya que puede poner en riesgo la vida de los participantes. Por esta razón, debe ejercerse un control adecuado de parte de las autoridades públicas, evitando la comisión de abusos y daños que pueden resultar gravísimos.
En nuestro país, esos controles no siempre han sido los adecuados, aunque en el presente se están realizando mejoras a fin de prevenir riesgos y cumplir estándares bioéticos internacionales. En este sentido, se ha anunciado la intención oficial de aumentar la supervisión estatal de las experimentaciones médicas, la mejora del modelo de inspección, el establecimiento de comités de bioética en cada centro de investigación y, entre otras medidas, la actualización de las guías para la intervención de los investigadores.
Además, como consecuencia de una investigación de este diario, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ha impuesto la mayor sanción que se registre en el país por irregularidades detectadas en pruebas de una vacuna experimental concretadas en chicos de Santiago del Estero, Mendoza y San Juan. La nota publicada hace un año y medio expuso los cuestionamientos formulados a la manera de captación de los menores expuestos a las pruebas. Es indispensable, por lo tanto, construir un sistema de supervisión que impida la comisión de abusos en experimentos científicos.
La experimentación científica puede poner el riesgo la vida de personas, como surge de las irregularidades advertidas en las pruebas de una vacuna experimental.
