A pesar de que los avances de la ciencia permitirían cerrar las investigaciones con embriones, la polémica persiste. Los problemas que resolverían las células madre embrionarias pueden resolverse con células madre adultas. Además de su eficacia, la otra cuestión es que con células madre adultas no se mata a embriones, es decir, a personas.
El último asalto para favorecer el uso de las células madre embrionarias se ha dado en Uruguay. La Iglesia ha salido en defensa de la dignidad humana. En ocasiones, pareciera que el objetivo es precisamente presentar a la Iglesia como opositora a los avances de la ciencia. Por eso, tal y como cuenta Zenit, el padre Pastorino tuvo que explicar lo evidente: “la Iglesia no está en contra del uso de células madre para la investigación, pues se ha demostrado que puede tener muchos beneficios para la salud, pero sí se opone a la utilización de embriones (humanos) con ese fin”.