Andalucía será la primera comunidad en llevar a cabo un trasplante de tejidos compuestos en estructuras faciales, una vez que el Comité regional de Ética e Investigación ha dado el visto bueno a los dos casos presentados. De esta forma, los trasplantes de cara se incorporan a la cartera básica de la asistencia sanitaria andaluza, aunque será cada hospital el que valore, caso por caso, la viabilidad científica y ética de su realización. Los expertos han recomendado además que este tipo de intervenciones se realicen siempre dentro del sistema público, para garantizar así que los pacientes puedan seguir el tratamiento médico que necesitarán de por vida.
Una vez conseguido el visto bueno del comité ético, ahora los equipos médicos se pondrán en contacto con los dos pacientes candidatos, a los que tras una evaluación psicológica para confirmar que su estado es óptimo, comunicarán que este trasplante es la única alternativa terapéutica a su deformación facial y les informarán de los riesgos y beneficios de la intervención, para que pueda tomar una correcta elección, siendo ellos quienes tengan la última palabra. Posteriormente, comenzará la búsqueda del donante de tejidos compuestos y se iniciará la preparación de enfermo.
La decisión del Comité de Ética se ha adoptado tras cuatro horas y media de reunión, en la que una veintena de especialistas -desde médicos hasta juristas han abordado todos los aspectos de ésta técnica médica y la situación de los pacientes candidatos. Durante el debate, los expertos han recomendado que este tipo de intervenciones, que sólo se llevará a cabo cuando hayan fallado otras técnicas y sea la «última alternativa terapéutica», sean realizadas únicamente dentro del sistema sanitario público. Así, todo el proceso estará «perfectamente controlado», desde la propia indicación clínica de la intervención hasta la posterior evolución y el seguimiento del tratamiento farmacológico inmunosupresor para evitar posibles rechazos. Para ello, las intervenciones se llevarán cabo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, que se convertirá en centro andaluz de referencia.
Además, han aconsejado sustituir la denominación 'trasplante de cara' por la de 'trasplante de tejidos compuestos en estructuras faciales', a fin de evitar «consideraciones peyorativas o generar expectativas no ajustadas a las indicaciones clínicas», según avanzó la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero.
Montero subrayó que no se trata de una «aprobación genérica de la técnica», sino que serán los comités de ética del hospital que vaya a realizar la operación quien analice caso por caso.
Posteriormente será la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) quien dé el visto bueno a la intervención.
Anonimato
La responsable andaluza de Salud, que reiteró que es una técnica dirigida a personas «con graves problemas de salud y funcionalidad, no un problema estético», subrayó que se garantizará la confidencialidad y el anonimato tanto del paciente como del donante.
Por su parte, el director de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados de este centro, Tomás Gómez Cía, abundó en la imposibilidad de reconocer en el receptor el rostro del donante, ya que el tejido o el hueso del donante que se implantan acaban adquiriendo los mismos rasgos faciales del receptor. Y recordó de nuevo la complejidad de encontrar un donante, ya que debe haber cierta similitud de textura y color para la piel y el pelo de ambos, así como de grosor y tamaño en el caso de los huesos.
Goméz Cía subrayó también que los pacientes que se someterán a estos trasplantes -y que ya están siendo tratados dentro del servicio de cirugía sanitaria-- «no lo necesitan para poder vivir», aunque sí sufren graves problemas de salud que les dificultan la respiración o la ingesta de comida.
Cecilia Cuerdo | Colpisa
Fecha de publicación:
22/5/2009
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