Oriol Domingo | 27/05/2009 - 18:38 horas
La vida es cuestión humana. El nasciturus y el aborto también. Tratar sobre estos asuntos se convierte en un pim pam pum. Muchos son responsables de tan frívola situación. El primero es el Gobierno y su presidente. Deberían llevar estas cuestiones a la plaza pública con suma delicadeza. Deberían gobernar con aquel talante de que se hizo gala hace ya muchos años pero que se ha vaciado de contenido. Y ahora, la ciudadanía se encuentra con el aborto sin talante.
Uno de los puntos a esclarecer es… ¿Cuándo comienza la vida humana personal? La respuesta no está en los libros sagrados, políticos o jurídicos. La respuesta es científica, biológica. Los campos deberían haber quedado deslindados para siempre desde Galileo cuando se debatía el movimiento de los astros. La Biblia no explica de qué materia están hechos el cielo, la tierra y los seres humanos. La Biblia explica que el cielo es Dios que ama a los seres humanos y al mundo.
"Si me preguntan por el comienzo de una vida humana individual, contestaré que no antes de la implantación del preembrión en el útero materno y no después, como máximo, de la novena semana". Así responde el jesuita Juan Masiá, profesor de Bioética en la Universidad Católica de Osaka, Japón, al periodista Juan G. Bedoya.
El escolapio Ramon M. Nogués, catedrático de Biologia en la Universidad Autónoma de Barcelona, explica: "No se puede hablar de individuo humano personal al menos hasta el momento de la implantación completa del embrión en el útero materno. Esto se produce en torno al día 14 después de la fecundación". La jurista Núria Terribas, directora del Institut Borja de Bioética, afirma: "No podemos hablar de aborto referido a otra cosa que no sea como mínimo del embrión implantado".
Los comentarios de Nogués y Terribas constan en los artículos que el mensual "Foc Nou" dedica al aborto. Su director Jordi Llisterri precisa el debate: "Si crees en conciencia que abortar es acabar con una vida humana, ¿Cómo se ha de regular en una sociedad secular para las personas que también en conciencia está convencidas de que no es así?". Y formula una petición: "Hay algo que no se tendría que hacer nunca: utilizar al aborto como una cortina de humo para esconder otros problemas o como un elemento para erosionar el adversario político".
http://www.lavanguardia.es