El responsable del laboratorio de Biología Molecular y Tecnológica del Instituto Científico San Rafael de Milán señaló que muy seguramente los primeros genes que se tocarán son aquellos que regulan la longevidad.
Sáb, 20/12/2008 - 09:40
Un investifador aseguró que el hombre es genéticamente idéntico desde hace 150 mil años. ArchivoMadrid.- La manipulación de algunos genes permitirá a los seres humanos llegar a vivir 200 ó 300 años y eso dará un vuelco al mundo, por lo que la discusión sobre el tema debe iniciarse ya, advirtió el genetista italiano Edoardo Boncinelli.
En una entrevista en el diario El Mundo, el responsable del laboratorio de Biología Molecular y Tecnológica del Instituto Científico San Rafael de Milán señaló que muy seguramente los primeros genes que se tocarán son aquellos que regulan la longevidad.
'Tocando algunos genes podremos vivir 200 o 300 años, y cuando eso suceda, seguramente el mundo dará un vuelco. Para mí habría que comenzar a discutir el tema ya hoy, pero el hombre nunca discute antes, sino que primero hace las cosas, y después las discute', dijo.
Boncinelli, quien ha publicado cerca de 22 libros científicos, fue cuestionado sobre si esa manipulación de genes podría hacer al hombre moralmente mejor.
Al responder de manera científica expuso que 'todos los caracteres complejos, como la inteligencia, la docilidad, la bondad y la voluntad no son controlados por un solo gen, ni tampoco por cientos o por mil, sino probablemente por miles de millones'.
Recalcó que estas características del hombre son ampliamente genéticas, 'pero no podemos esperar que cambiando uno o diez genes obtengamos grandes resultados. Es decir, el problema técnico es hacer las cosas justamente progresivamente'.
El también miembro de la organización Europea de Biología Molecular (EMBO) aseguró que el hombre es genéticamente idéntico desde hace exactamente 150 mil años. 'Lo importante del genoma no ha cambiado, ni el cerebro humano', recalcó.
Añadió que 'todo lo que se diga al respecto son pamplinas, y debemos agradecerle a Dios que el cerebro no haya cambiado'.
'Piense si no lo que ocurriría si alguno creciera en una familia equivocada, de personas que razonan mal desde hace generaciones: se convertiría también en alguien equivocado, pero cuando nacemos estamos limpios, vírgenes, puros', sostuvo.
El genetista consideró 'maravilloso' lo anterior ya que mientras los animales sólo tienen una evolución biológica, y por lo tanto una adaptación lentísima, el hombre además tiene una evolución cultural, que va rapidísima, quizá demasiado.
Sin embargo, anotó que esto puede explicarse porque los hombres son los animales que nacen con el cerebro más inmaduro.
'Cuando llegamos a este mundo nuestro cerebro es pequeño y está vacío, es como si yo comprara una computadora cuyo hardware no está terminado, sino que se perfecciona mientras funciona', añadió.
Milenio.com