viernes, 3 de abril de 2009

Los dilemas del hijo a la carta

El diagnóstico preimplantacional permite detectar durante el embarazo malformaciones y dolencias que dan a los padres la posibilidad de decidir si prefieren interrumpir la gestación.

El Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC)que analiza la frecuencia y evolución de las diferentes anomalías congénitas,entre 1976 y 1985,años previos a la legalización del aborto,la espina bífida y el síndrome de Down tenían frecuencias de 4.54% y 14.78% casos por cada 10.000 nacimientos respectivamnente.En el año 2007 las tasas de anomalías detectables en el diagnósticos prenatal han bajado a 1.07% en la espina bífida y al 8.09% en el caso de síndrome de Down.En términos generales el porcentaje de niños nacidos con malformaciones congénitas se ha reducido a la mitad.

María Luisa Martinez-Frias directora del ECEMC y del Centro de Investigación sobre Anomalías Congénitas (CIAC) del Instituto de Salud Carlos III,apunta que la interrupción del embarazo por defectos congénitos aumenta con el tiempo:Sin embargo cuando la ecografía o la amniocentesis dan un positivo,los padres siguen enfrentándose a disyuntivas difíciles y dolorosas.Estos niños que nacen con malformaciones congénitas no son considerados como enfermos crónicos con lo que el coste económico para las familias es muy elevado.