Los procesos de admisión y pricing en el seguro de vida van a sufrir una modificación profunda en parte impulsadas por las corrientes antidiscriminación en las que se propugna considerar todos los factores que explican la mortalidad de un individuo y no exclusivamente por las variables tradicionales de edad y género.
Veremos en un corto espacio de tiempo dos técnicas novedosas al menos para el seguro de vida:
Lifestyle Underwriting (suscripción por estilo de vida): corriente que defiende el estudio no sólo de la esperanza de vida por edad y género, sino el estudio de todas las características del asegurado que puedan influir en su perfil de riesgo (ingresos, historial médico, hábitos saludables, trabajo…), para ajustar así la clasificación de riesgo de cada asegurado y tarificar en base a ello.
Modelos Lineales Generalizados (GLM): se trata de un modelo predictivo, capaz de convertir en un resultado numérico un conjunto de factores de riesgo, que explican el comportamiento y los cambios en la variable que nos interesa, en función de los distintos niveles de dichos factores.Esta técnica que es comun para los profesionales actuarios de los seguros no-vida no lo es tanto para la industria del seguro de vida.
Mediante el estudio del estilo de vida y todos los factores que afectan al nivel de riesgo asumido por una persona, podemos extraer los factores necesarios para desarrollar sistemas de modelos lineales generalizados, obteniendo así unas tasas de riesgo (de mortalidad, de caídas, de rescates…) mucho más precisas, con lo que conseguiremos ajustar eficientemente las primas a los asegurados, obteniendo ventajas competitivas comerciales y reduciendo la siniestralidad de la compañía.
José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.