La práctica del fútbol profesional produce cambios de grosor de la masa muscular del corazón que podrían confundirse con los observados en enfermedades del corazón, según un estudio en el que se ha analizado a jugadores de profesionales de equipos gaditanos.
El estudio, cuyos resultados se han presentado hoy, se realizó a treinta jugadores profesionales del Cádiz y del Xerez con la finalidad de detectar y prevenir posibles casos de muerte súbita.
Los doctores responsables del estudio, el radiólogo Antonio Luna, y el jefe de cardiología del hospital Quirón de Madrid José Ángel Cabrera han indicado que ante los cambios en la masa muscular cardiaca, las exploraciones cardiológicas habituales -electrocardiograma, ecocardiograma y resonancia magnética cardiaca- a las que se someten los futbolistas profesionales pueden generar dudas.
Cabrera ha explicado que la Sociedad Europea de cardiología reconoce el electrocardiograma como una exploración válida para los atletas de competición en general, pero el estudio realizado demuestra: "estos criterios no son válidos para los futbolistas en particular".
"Podríamos hablar del 'corazón de futbolista', y no del 'corazón de atleta; obtener una certeza diagnóstica sólo es posible con el estudio genético", dijo Cabrera.
En esta investigación se ha sometido a los jugadores a un chequeo con análisis de sangre, prueba de esfuerzo, electrocardiograma, resonancia y test genético para diversas enfermedades del corazón.
La causa más frecuente de muerte súbita en futbolistas es la miocardiopatía hipertrófica, que se produce por un engrosamiento de las paredes del corazón y se trata de una enfermedad genética que unida al ejercicio intenso puede generar arritmias ventriculares letales.
El estudio, el primero que se ha realizado a nivel mundial sobre muerte súbita en futbolistas, no ha detectado en ninguno de los casos analizados datos preocupantes que puedan significar riesgo de padecer muerte súbita.