viernes, 5 de junio de 2009

De la sopa boba a la pastilla mágica para retrasar el envejecimiento

La búsqueda del elixir de la eterna juventud ha obsesionado a los humanos desde la Antigüedad. Pero, ¿y si la solución estuviera en una sencilla sopa de verduras, en una ensalada o en una infusión de té verde? Más cómodo aún sería disponer de una pastilla mágica que nos protegiese del paso del tiempo, y de sus estragos. Estas propuestas no son descabelladas, al menos es lo que se deduce de los estudios científicos.

Hace casi dos décadas que los investigadores identificaron en los radicales libres la mano negra que causa multitud de problemas al organismo humano, aunque todos ellos se pueden aglutinar bajo el paraguas del envejecimiento. Casi de forma paralela, encontraron la solución: los antioxidantes, capaces de prevenir el efecto de los radicales libres. La inmensa suerte es que la naturaleza ofrece un sinfín de fuentes de antioxidantes fácilmente accesibles: frutas, verduras, frutos secos, pescados... Desde entonces, el interés por estos compuestos no ha parado, como demuestra la infinidad de estudios que se están desarrollando para determinar su efecto exacto y los no menos negocios que han generado.

El catedrático de la Universidad CEU San Pablo y presidente de la Fundación Española de Nutrición, Gregorio Varela Moreiras, mantiene una actitud expectante sobre esta cuestión: “Los antioxidantes están de moda y la realidad nos demuestra que cuando algo está muy de moda, hay poca evidencia científica”.

Esta afirmación no implica que niegue los efectos positivos de los antioxidantes. “Los beneficios sobre la salud humana de estos compuestos presentes en muchos alimentos han sido demostrados en diversas investigaciones, pero los resultados se obtienen a partir de estudios in vitro, que son difíciles de reproducir en el contexto de una dieta normal”. La primera dificultad es conocer con precisión qué cantidad de determinados nutrientes incorporamos con la dieta y lo que asimilamos, ya que “esto varía de una persona a otra”.

Una ciencia joven
El experto subraya que la nutrición es una ciencia joven, que todavía no ha tenido tiempo para saber las dosis de nutrientes que hay que incorporar para prevenir enfermedades asociadas al envejecimiento, que comienzan a gestarse a partir de los 40 años pero que no se manifestarán hasta pasados los 70. También recuerda que en alimentación “hay muchos mitos”, y conviene no sacralizar ciertos alimentos, como el aceite de oliva, “cuyos beneficios están probados, pero limitados a unos pocos, ya que apenas el 5% de la población tiene acceso a esta grasa”. La mejor receta: dieta variada y equilibrada –de la que pueden formar parte alimentos fortificados con vitaminas y otros nutrientes– y ejercicio físico.

Tanta o más expectativa suscitan los antioxidantes en el terreno de la medicina antienvejecimiento. Jorge Planas, director médico de la Clínica Planas y miembro fundador de la Sociedad Europea de Antienvejecimiento añade que el envejecimiento depende de muchos factores y que hay más de 200 genes implicados en el proceso, pero concede un papel primordial a los antioxidantes, como demuestra el hecho de que “nuestra consulta antiaging incluye un análisis exhaustivo del nivel de antioxidantes”. Él mismo se ha elaborado su propio tratamiento, que incluye varias pastillas de diferentes antioxidantes, según aseguró durante el Expert Panel Antiox, organizado por Minute Maid en Barcelona. “Es un campo en expansión. Hay muchos recursos invertidos en I+D y biotecnología para desarrollar antioxidantes que protejan a la membrana celular de los efectos de los radicales libres”.

En el terreno de la estética, también son numerosos los tratamientos cosméticos que incorporan antioxidantes, aunque “todavía existe un gran desconocimiento”, reconoce Matilde Saurina, responsable del Instituto Saurina, de Barcelona. “Nuestros clientes están obsesionados con la salud, pero hay que saber envejecer con dignidad. Nuestra filosofía es un correcto diagnóstico del problema y llevar una vida saludable, con una dieta equilibrada, ejercicio y evitar tóxicos como el tabaco y la fuerte exposición a los rayos ultravioleta”.

EXPANSION.

Publicado el 18-05-2009 , por Ángeles Gómez. Madrid