miércoles, 19 de enero de 2011

Alelos en los centenarios.

El artículo del blog "http://prevencioncolonia.blogspot.com" de Uruguay nos introduce en el campo de los Alelos como elemento propio de los centerarios.Es cierto que se encuentran componentes genéticos específicos en la población centenaria si bien no hay una opinión unánime acerca del peso que supone la genética en la explicación de la longevidad extrema.Recomiendo la lectura del artículo pues nos aopora datos interesantes de la población de Uruguay.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

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La longevidad está determinada conjuntamente por la genética del individuo y por factores externos que pueden incidir en su esperanza de vida. Debido a esto, aunque el genoma de un individuo indique cierta edad a la cual éste puede llegar, la injerencia de elementos ambientales negativos pueden frustrar tal meta. Mario Stoll, perteneciente al área de genética cardiovascular de la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular, sostiene que la actividad genética puede ser modificada con la medicación, la comida, el ejercicio.

Stoll señala que los cententarios tienen alelos, formas del gen, con estructura más moderna, lo que los hace más capaces de adaptarse a las situaciones que se viven en el mundo y convierte a “los más viejos en los más jóvenes, genéticamente hablando”. Asimismo, los longevos tienden a mantener los marcadores biológicos de presión arterial, glucosa en sangre, colesterol bueno y malo, en rangos adecuados. Estos alelos “modernos” son heredables y muestran una frecuencia de 2% en la población mundial.

El cambio del genoma humano es más lento que el cambio del entorno en el que se vive, por lo cual no todos los individuos poseen genes que estén adaptados a las nuevas coyunturas globales. Dicha inadaptación entre los genes y el ambiente conlleva a la propagación de cáncer, diabetes e hipertensión, enfermedades poligénicas y multifactoriales, en las que los factores genéticos se combinan con los ambientales, ya sean internos o externos al individuo. Debido a esto, conocer la historia familiar y la genómica individual es esencial para prevenir posibles padecimientos y disminuir el riesgo que el entorno y los hábitos propios pueden llegar a significar.