domingo, 30 de julio de 2017

Ensayo sobre ética aplicada a la medida del riesgo y seguro (6-1)

Capítulo  6 Intervinientes en la definición y medida del riesgo

6.1 Introducción

Los tres niveles de principios éticos: individual, social y global nos sirven para analizar el conflicto que emerge en el proceso de medida de un riesgo asegurable. En cada nivel ético, identificamos elementos que merecen conciliar los principios éticos con la ciencia del seguro privado.

Proponemos hacerlo, desde el papel que tiene asignado  cada actor que interviene en el proceso de aseguramiento, así explicitamos mejor la necesaria perspectiva ética de un territorio- el precio de un riesgo- que ha sido colonizado por la técnica estadística y computacional.  Así conseguiremos que la ciencia del seguro, recupere la capacidad de abstraer, pues incorporaremos el juicio crítico en las decisiones finales de la medida de la contingencia asegurable.

Nos encaminamos hacia un ecosistema del riesgo, donde disminuye de manera precipitada la incertidumbre, y como dice Diego Garrocho ( obra citada), si los modelos probabilísticos en proyecciones asintóticas  nos devolviernan certezas, entonces no habría  riesgo y sin riesgo no hay miedos y por lo tanto sería imposible la práctica actuarial

 6-2 El  tomador-asegurado

Identificamos tres elementos que debemos tener presente en el binomio ético-riesgo al  observar al asegurado que está sometido a un riesgo que ha decidido eludirlo mediante un contrato de seguro. Elementos como la asimetría de información y el riesgo moral forman parte de la cultura aseguradora clásica, veamos los tres elementos:

-El llamado comportamiento personal que hace diferenciar el concepto de riesgo del de incertidumbre, en este segundo caso se incorporan sesgos cognitivos personales donde el asegurado percibe el riesgo con mayor o menor intensidad. Esto supone los modelos de precios más actuales incorporen variables de comportamiento personal. En el capítulo de riesgo e incertidumbre ya hemos dado cuenta de este fenómeno.

-La conciencia moral individual en su condición de consumidor de seguros privados.

La educación o cultura en materia de protección de seguros incorporados en los programas de formación en edad escolar  o en su entorno familiar, contribuye al conocimiento de los riesgos, lo que permite que el individuo cuando quiere acceder al seguro privado tenga una percepción simétrica del riesgo de la que pueda tener el asegurador.

Este elemento de percepción sobre el riesgo guarda relación con lo que el matemático John Allen Paulos denomina como innumeracy (anumerismo) o incapacidad innata para comprender estadísticas y aplicar sutilezas matemáticas a la vida cotidiana, según refiere Sergio Parra en La probabilidad de la improbalidad: El riesgo de morir en una escalera. Jot Down El País número 11 Agosto 2016. En este artículo el autor advierte que los medios de comunicación pueden amplificar los miedos haciéndonos pensar que vivimos en un mundo inseguro. Pero la realidad numérica es la contraria, Marc Siegel de la Universidad de Nueva York en su libro False Alarm: The Truth About the Epidemic of Fear señala que: Estadísticamente el mundo industrializado nunca ha sido más seguro que ahora. Muchos de nosotros vivimos más y con menos incidentes que nunca. Sin embargo, vivimos los miedos del peor de los casos.

Llegados a este punto, aprovechamos para introducir un término como es el precio de la tranquilidad de conciencia, esto es, por mucho que la realidad objetiva de un riesgo disminuya y a esto contribuya la revolución tecnológica como veremos más adelante, siempre existirá en el sujeto que está expuesto al riesgo una percepción de que el seguro es necesario para su tranquilidad cotidiana. Incluso nos podemos atrever a afirmar que se le puede poner precio como  diferencia entre lo que el cliente cree que debe pagar por un riesgo y el precio de las condiciones objetivas sin sesgos de este riesgo.

Recordemos la famosa pirámide de "jerarquía de necesidades de Maslow " donde  se dice que después de satisfacer  las necesidades físicas,  la prioridad siguiente son las necesidades de seguridad, estas abarcan diferentes ámbitos de nuestra vida como: La seguridad personal, la seguridad financiera; la salud y  el bienestar.  Podríamos utilizar una expresión muy actual en ciencias sociales y de la salud, la de los estresores de la vida como vectores que determinan el aseguramiento de un ciudadano en las contingencias a las que está sometido.
 Un análisis complementario al anterior, es conocer  los factores que determinan la demanda del seguro  y así perfilar al  individuo que busca en el seguro privado transferir o al menos mitigar su percepción del riesgo.  Estos factores de demanda nos aportan también elementos, al menos indiciarios, de las variables que pueden conformar el precio del seguro. Algunos de estos factores pertenecen a la familia de los elementos calificados como de comportamiento que se diferencian de las variables que en sentido estricto son considerados como de riesgo. Estos modelos econométricos que han demostrado su robustez en los resultados propuestos en todas las modalidades de seguros y para los principales mercados aseguradores, los analizaremos en el capítulo de nuevas variables y modelos del riesgo.

Una visión muy acertada sobre el riesgo personal,  la realizó en un artículo titulado  acerca del miedo escrito  a sus  56 años de edad por la  escritora barcelonesa Laura Freixas ( Freixas, L. El miedo, Jot Down ,septiembre 2016, nª12) es un magnífico ejemplo de cómo se puede percibir el riesgo desde una posición personal, dice así: Ahora mis miedos son miedos burgueses estándar, previsibles, los miedos de todo el mundo. En forma de círculos concéntricos. En el más interior estas los miedos a cosas que nos puedan suceder por azar, directamente el cáncer, el accidente de coche, el incendio, el alzheimer…que podrían sobrevenirme a mí, a mi familia, a mis amistades más cercanas, u círculo de unas pocas decenas de personas. El segundo círculo, intermedio, es una zona de miedos muy amortiguados; la zona en la que caen aviones cuyos pasajeros yo podía conocer a alguno, pero a la hora de la verdad no los conozco. Y después, están los grandes miedos vagos. Que se desate una inflación galopante que nos arruine a todos. Que el cambio climático nos inunde, nos mate de sed o de calor. Y sobre todo un miedo histórico, la llegada de los bárbaros.  Y continua más adelante es su artículo: La incertidumbre, que genera angustia no suele llegar a término. Cuando la incertidumbre es total solo se puede vivir el momento presente.

El artículo, es una descripción magnífica de cómo el incertidumbre influye en la percepción del riesgo, y recuerda, en su última referencia, al ensayo de John Marinal Keynes titulado Las posibilidades económicas de nuestros nietos (1930)   (Keynes J.M. Ensayos de persuasión, Barcelona, 1988. Ed  Crítica) se dice  que: La avaricia es un vicio, que la práctica de la usura es un delito y el amor al dinero es detestable, que aquellos que siguen verdaderamente los caminos de la virtud y la sana sabiduría son los que menos piensan en el mañana. Una vez más debemos valorar los fines por encima de los medios y preferir lo que es bueno a lo que es útil. Honraremos a todos cuantos puedan enseñarnos cómo podemos aprovechar bien y virtuosamente la hora y el día, la gente deliciosa que es capaz de disfrutar directamente de las cosas, los lirios del campo que no trabajan ni hilan.

Entre ambas reflexiones encontramos un elemento común, la despreocupación por el mañana bien porque la incertidumbre es total, bien porque es un camino virtuoso, y en ambos casos un desapego al dinero, podemos refrendar que la percepción de proximidad al daño está condicionada a la realidad  vital de cada individuo en cada momento del tiempo. Esta visión de desapego  pudiera ser consecuencia también de un proceso de aseguramiento, aunque fuera sobrevenido.

Podríamos incluir en este epígrafe la información publicada en las distintas redes sociales, donde el individuo de manera voluntaria incorpora datos de naturaleza personal. En este contexto las técnicas de análisis de datos conocidas como big data construyen algoritmos que son utilizadas para medir el riesgo de un evento asegurable, capturando lo que se ha dado a conocer como la identificación de la  huella digital del usuario. El análisis de la información que el individuo aporta en foros, blogs, grupos de discusión y apoyo, permite conocer las percepciones,  comportamientos, miedos y actitudes frente a un riesgo y modelarlo cuantitativamente.

Los modelos resultantes del uso de estos datos de la red, suponen en sí mismo un reto ético, pero además suponen una homogeneización de modelos y resultados lo que deriva en la profundización hacia la cosificación del asegurado o reducción del la persona a un mero índice estadístico. El uso generalizado de algoritmos de comportamientos con datos de la red, está planteando dudas sobre la interpretación de los resultados, pues al categorizar a las personas según comportamientos homogéneos resulta la oferta de productos, servicios sobre modelos predictivos se uniformizan lo que contribuye a una pérdida de diversidad consustancial con el ser humano, y por otro lado comportamientos fuera de la categorización de los modelos, es considerada no favorable y por tanto queda fuera de la oferta comercial de productos.

-Comportamiento de manada

Este comportamiento es más explícito en el negocio bancario que en el seguro, en ocasiones el consumidor de servicios financieros adopta comportamientos grupales ante un evento. El efecto contagio, no tanto de riesgos, sino de comportamientos podría aflorar en situaciones de estrés financiero en producto de ahorro de seguros de vida, en rescates masivos o en situaciones de falta de liquidez donde el asegurado tuviera garantías de anticipo  (préstamo sobre la póliza) en aquellos mercados donde hay cultura de uso de este valor garantizado incluido en la póliza.

Algunos pensadores como López Ibor sostienen que  es difícil en verdad que en el hombre masa crezcan valores éticos, en el comportamiento que llamamos manada, no es tanto un comportamiento no moral sino más un efecto contagio no racional, y es que el ser humano tiende hacia la mimetización por observación de las conductas personales, utilizando una expresión inglesa go with the flow, esto es, dejarse llevar por la corriente dominante. El mismo Pareto sostenía que muchas veces la gente no tomaría individualmente decisiones que colectivamente no le importa tomar.

La medida del riesgo tradicionalmente ha adoptado una visión nominalista, es decir, le confiere realidad observable del riesgo al individuo y no a sus a las relaciones y al conjunto., esta aproximación le ha resultado útil, pues  ha aportado resultados técnicos razonables a lo largo de la historia, y además como  desde la ética se considera al individuo como depositario de la vida moral, no ha habido conflicto en tal sentido.

La  ciencia actuarial y la antropología están mirando hacia los comportamientos grupales, donde el cuerpo social, como dice Celia Amorós en la Aventura de la moralidad, puede ser el sujeto de la vida moral o por el contrario son las partes orgánicas que componen el todo. Mientras se resuelve este nuevo dilema,  es cierto que hay avances prometedores para ver la realidad grupal del riesgo observable desde la posición actuarial donde se requiere una nueva hermenéutica  del riesgo.

 Algunos  de los elementos que propician cambios en el comportamiento del consumidor en su relación con el seguro.

-La aversión al riesgo y a las pérdidas. Esta variable es la más intuitiva para entender la diferencia entre riesgo incurrido e incertidumbre percibida por el decisor que se acerca al seguro para obtener cobertura.
- La percepción del valor del producto comprado, que difiere del precio pagado por el mismo. El experimento  realizado por Payne  en el cual se planteaba la mortalidad de forma positiva (“Vivir hasta los X años”) y por otro lado de forma negativa (“Morir a los X años”) y encontró que las opiniones de la gente variaban en una media de 10 años según como hubiese sido ejecutada la pregunta. (JONH W. PAYNE; 2013. Life Expectancy as a Constructed Belief: Evidence of a Live-to or Die-by Framming Effect. Journal of Risk and Uncertainty).
- Impacto emocional, a la hora de la toma de la decision en relación con el contrato del seguro, de hecho empieza a ser habitual en los modelos predictivos más avanzados la incorporación de variables psicosociales.
- Incentivos de autocontrol, en el caso de los seguros de ahorro las penalizaciones que manera explícita se establecen en los contratos pueden servir de elemento regulador de la propensión a la caída, o el caso de franquicias, carencias, limitaciones en las coberturas...
 -  La reputación de la empresa, en este caso el efecto puede ser circulo de la muerte, es decir el mero hecho de que los clientes rescaten de manera masiva puede propiciar que la reputación de la empresa se vea perjudicada lo que a su vez deriva en mayores tasas de rescates....
-  La complejidad del producto y su nivel de entendimiento. El cliente tiende a la comparabilidad de productos de alguno similar y según sea el entendimiento objetivo o no del mismo así será el comportamiento del asegurado-consumidor.
- La contabilidad mental del consumidor que establece sus presupuestos personales económicos
- Los sesgos que provocan en los diferentes aspectos contractuales derivan en la asimetría de la información de la medida del riesgo y cabe preguntarse si este comportamiento es medible y por lo tanto objeto de cobertura y si este puede ser diversificado o mitigado. Con respecto a la posibilidad de la medida del comportamiento, muchas veces no racional, la ciencia estadística actuarial posee técnicas que mediante el uso intensivo de variables y  datos unidos a capacidad de computación permite crear algoritmos con suficiente capacidad predictiva como para ser incorporado en los procesos del negocio.
  En el caso de la propensión al rescate este riesgo es considerado como crítico por parte de la industria del seguro así lo acredita un estudio de la SOA ( Sociedad de Actuarios de América) en una encuesta realizada en 2012 y en Europa ,en el QuantitativeImpactStudy 5 (QIS5) para la nueva regulación de Solvencia II identificó el rescate como el mayor riesgo dentro de los riesgos de suscripción de vida( Antía Caamaño Alonso, Variable Annuities Concepto y modelización de las causas de rescates mediante regresión logística . TFM Máster en Ciencias Actuariales y Financieras ,julio 2015)
Es interesante conocer las conclusiones del estudio de la encuesta (ModelingofPolicyholderBehaviour for LifeInsurance and Annuity Products. A Survey and LiteratureReview. SOA y PwC)  elaborada por la SOA ( Sociedad de Actuarios de América) junto con actuarios de la consultora  PwC a aseguradoras americanas indica que:
·         El 60% de las compañías que respondieron la encuesta opinan que los tomadores actúan con una eficiencia financiera neutral
·         Otro 26% opina que actúan de manera muy eficiente
·         Un 8% no consideran para nada la racionalidad del consumidor a la hora de establecer hipótesis
·         Un 3% considera que no son para nada racionales
Es en los seguros de ahorro de vida donde  la industria del seguro  ha desarrollado el concepto de Comportamiento Dinámico del Tomador  que el terminología anglosajona se denomina Dynamic Policy Holder Behavior ( DPHB). Concepto muy a tener en cuenta de cara a la valoración de Opciones y Garantías (O&G)  y que son necesarios para evaluar probabilidades de rescates totales o parciales, cambios de fondos, incrementos de primas o incluso en las tasas de conversión de la opción de capital o rentas en aquellos productos donde así se contemple.
 La importancia de este elemento nos la aporta un estudio de estudio de la Universidad de St. Gallen (Suíza) revela que de 56 artículos de investigación sobre los rescates en pólizas de vida, 49 de ellos fueron escritos a partir del año 2000 ( Antía Caamaño Alonso, Variable Annuities Concepto y modelización de las causas de rescates mediante regresión logística . TFM Máster en Ciencias Actuariales y Financieras ,julio 2015).

Ciertamente tratar de identificar y modelar el comportamiento del consumidor no es una tarea sencilla si nos referimos a DPHP. Un estudio de SOA y PwC  interrogó a las aseguradoras sobre  los principales obstáculos que se han encontrado a la hora de intentar modelizar el DPHB y las  respuestas fueron las siguientes:


Fuente: SOA & PWC. Modeling of Policy Holder Behavior for LIfeInsurance  and Annuity Products
La ciencia actuarial comienza a distinguir entre dos tipos de rescates ,según sea la racionalidad o no de la toma de decisión de cancelación del contrato, así diferencia:
- Base lapses si el rescate se debe a un a aquéllos comportamiento irracional y
-Dynamic lapses en el caso de que la cancelación sea debido a  un comportamiento racional.

José Miguel Rodríguez-Pardo