8-2La
economía colaborativa y el seguro
Hemos analizado el principio ético de la
reciprocidad como garante de la mutualización de los riegos, y es precisamente
bajo este principio donde se construye la economía solidaria. Nos interesa
estudiar con detalle este fenómeno de la economía colaborativa, pues se ponen
de manifiesto muchos de los elementos nucleares del seguro en relación con
conflictos morales.
La
economía colaborativa, que de manera resumida se define por “ lo mío es tuyo”
tiene su origen en el conocido como consumo colaborativo, término acuñado por
Rachel Botsman y Roo Rodgers, está alcanzando niveles de penetración en la economía tradicional
notables, por citar un ejemplo, la alcaldesa
de París Anne Hidalgo, en declaraciones a El País, 25-9-2016, página 18,
afirma de en la ciudad de París el 10% del empleo está relacionada con la
economía social y solidaria, donde los jóvenes que han estudiado en las mejores
universidades quieren una vida ética y no se trata solo de ganar dinero.
Lo que hoy es una iniciativa incipiente, su
análisis, nos sirve para visibilizar cómo es posible gestionar riesgos de
manera colectiva sin intervención de terceros –aseguradoras- de alguna manera
es como volver a las sociedades colaborativas de la Edad Media antes de que el
seguro alcanzara la tecnificación actuarial que tiene hoy. Estamos hablando de
comunidades de confianza, donde subyace es un nueva forma de entender la vida (ecología,
compartir- relaciones interpersonales) de los ciudadanos, donde la economía
tradicional no les da adecuada respuesta. Se trata de sustituir el yo por
nosotros, y la competencia por la colaboración, y donde el elemento central es
el empoderamiento del ciudadano en sus relaciones comerciales. En definitiva es
una mirada hacia la mutualización en sus postulados más originales.
El siguiente
cuadro elaborado por Marina Gómez Corona en el Seguro dentro de la Economía Colaborativa TFM MCAF UC3M ,julio 2015.,
que toma a su vez como referencia el trabajo de Albert Cañigueral de Vivir mejor con menos , nos ilustra las
diferencias esenciales entre los dos modelos económicos
Algunas
iniciativas de economía colaborativa van más allá en el tiempo pasado, y se
configuran como propias del trueque primitivo con la participación del uso
intensivo de la tecnología para el intercambio de los bienes o servicios. Y es
que en esta nueva visión económica, subyace la premisa de que la propiedad no
es importante no es lo relevante sino el acceso a un servicio para cubrir una
necesidad concreta en un momento determinado, por citar un caso este sería el
carpooling, compartir el auto para un viaje determinado ( Blablacar) o
compartir o intercambio de vivienda a
turistas ( Airbnb) el Co-Working…, las iniciativas abarcan prácticamente a
todos los ámbitos de los productos y servicios, lo que es un indicador de que
la economía colaborativa puede comprometer la economía tradicional basada en la
propiedad, provocando una reacción vía
innovación y mejora en el precio del acceso a los productos o servicios.
Los
catedráticos del MIT Carlo Ratti y Richard Sennett de la LSE y la Universidad
de Nueva York, en un artículo publicado el 28-8-2016 en el País ( página 12)
titulado El drama de compartir,
sostienen que internet ha posibilitado que el hecho de compartir sea más
prestigioso porque se ha convertido en una experiencia comunicable. Los ámbitos
más fuertes de la economía colaborativa es la movilidad, en los Estados Unidos
los coches están aparcados sin utilizarse el 95% del tiempo. Al compartir un
coche se pueden quitar entre 10 y 30 vehículos privados en la calle, y si esto
se extendiera solo harían falta una quinta parte de los coches utilizados
actualmente.
Los
autores, advierten de las consecuencias de prescindir del consumo masivo de
productos, pues puede llegar a empobrecer a muchas capas sociales relacionadas
con el pequeño comercio.
La
literatura especialista en economía colaborativa, distinguen cuatros líneas de
actividad:
-Consumo
colaborativo, compartir, alquilar, cambiar o comerciar, normalmente bajo
plataformas P2P
-Movimiento Maker y cultura Do It
Yourself ( DIY)
-Conocimiento
abierto
-Finanzas
participativas.
Llamamos
la atención acerca de que cada iniciativa de economía colaborativa está
encontrando soluciones aseguradoras ajustadas al tipo de servicio, como es el
caso de Home protech, aseguradora en EEUU que cubre al inquilino de Airbnb. El
espectro de la economía colaborativa es tan amplio que podríamos desenfocar el
interés que tenemos en valorar la experiencia de esta nueva economía en las
comunidades de riesgos.
La
economía colaborativa aplicada a banca y
seguros es un fenómeno que debe ser analizado con interés, solo por el volumen
de actividad de estas iniciativas que el 2015 alcanzó la cifra de 26 mil
millones de dólares y la estimación para 2025 de 335 mil millones de dólares,
según estimaciones de Price Waterhouse Cooper ( PWC, The Sharing Economy
wwwpwc.com) justificaría el análisis.
La
visión económica de Do It Yourself ( DIY), el conocimiento abierto, la
comunicación bidireccional y el acceso a
la información son elementos relevantes
en la economía colaborativa que hemos censados y observamos que están presenten en las iniciativas en el
sector financiero- banca y seguros.
Lo
relevante es que para el seguro tradicional, la economía colaborativa de formas
de compartir riesgos entre miembros de una comunidad, sin intervención de una
entidad de seguros, es una iniciativa que puede comprometer sus cuentas de
resultados si llegará a tener éxito, pero para que tenga un desarrollo adecuado, es necesario como sostiene Chomsky
en su obra Esencial para que tenga éxito
debe crearse una base cultural e institucional que la haga posible.
A
ello contribuye, llevar al ámbito académico la economía colaborativa como
tuvimos la oportunidad en el Máster de Ciencias Actuariales en la UC3M, en el
trabajo fin de Máster de Gómez Corona en 2015 titulado El seguro dentro de la
economía colaborativa ( Gómez Corona, M. El seguro dentro de la economía
colaborativa, TFM Máster en Ciencias Actuariales UC3M 2015) donde analizó esta
iniciativa empresarial.
Nos
interesa, analizar la forma de afrontar el riesgo de estos colectivos, en
cierto modo es como hacer arqueología del riesgo, y comprender cómo funcionaban
en la Edad Media las cofradías, gildas o cualquier otra comunidad de riesgos.
El alcance o definición genérica del seguro colaborativo nos lleva a las
similitudes con estas instituciones medievales, pues en el seguro colaborativo
se conforma un grupo de personas con un mismo interés, comparten una prima de
un “seguro” para apoyarse económicamente en el caso de que un miembro del grupo
sufriera la contingencia por la que se cubren mancomunadamente, si los daños
del grupo no superan las primas grupales aportadas se reduce las primas de
renovación.
En
general estas iniciativas suelen orbitar sobre la personalización de los
productos, con técnicas de hiper-segmentación donde ser conforman lo que se conoce
como los “critical risk group” que posibilitan el cálculo actuarial del riesgo.
La diferencia con el seguro tradicional, es que cada grupo está constituido por
afinidades comunes, incluso de relación personal, de aquí surge un compromiso
moral de sus miembros que disminuye el fraude por selección adversa o por
comunicación de siniestros inexistentes de manera considerable. Se podría decir
que estas plataformas se centran en el aseguramiento de riesgos seleccionados.
Encontramos
el elemento diferencial, soslayando el debate de competencia desleal de estas
iniciativas, por situarse cuanto menos en un limbo regulatorio, que es
precisamente lo apuntado, “el compromiso moral de sus miembros”, que no supone
presumir que los asegurados en el seguro tradicional no esté presente, pero si
necesita que este compromiso alcance a todos los miembros de grupo. Destacamos que las técnicas de conformación del precio mutualizado es
idéntico en ambos modos de aseguramiento, como hemos podido comprobar en
trabajos académicos,
Podemos
diferenciar tres modalidades de economía colaborativa para la gestión
compartida del riesgo.
-Modelo
de riesgo compartido, donde los miembros de la comunidad aportan las primas y
garantizan los siniestros del resto del colectivo, cada asegurado tiene interés
en prevenir los siniestros, es un miembro activo del colectivo.
El caso de más éxito es de Guevara en seguros
de autos, entidad nacida en 2013 en Gran Bretaña, como dato sorprendente decir
que consiguió 100.000 libras en primas en sus primeros dos días de
funcionamiento.
Las
base del negocio se fundamenta en:
-Evaluar
el perfil del riesgo de cada persona y sobre este perfil se determina la prima
-Cada
asegurado se incluye en un grupo de riesgo con perfil similar.
-La
prima que paga el asegurado, llamada prima base, tiene dos partes, una que va
dirigida al grupo individual ( Depósito de Protección) y el resto a un fondo
común ( Comisiones de Seguro) de todos los asegurados de todos los grupos,que
crea el que denominan Fondo Waterloo
El
importe de la Comisión depende de los miembros del grupo, oscila entre el 80%
cuando el grupo es de menos de 10 y del 50% cuando el grupo es de más de 100
miembros.
-En
caso de siniestro, primero atiende el fondo del Depósito de Protección y si
este se agota lo atiende el Fondo Waterloo. Guevara tiene reasegurado el exceso
de 100% del ratio de siniestralidad golbal ,es decir que se vaciara el Fondo
Waterloo.
-En
la renovación, el asegurado debe aportar la cantidad necesaria para rellenar el
depósito del seguro, que en caso de no siniestro del grupo puede llegar a un
100% de ahorro, pagando solo la prima de las Comisiones del Seguro. Con datos
de 2015, el 90% de los usuarios de Guevara han visto reducir sus primas y según
la entidad si la siniestralidad es baja es asegurado puede ver reducir su prima
un 50%
El
caso de Lemonade, merece también la atención, esta empresa que afirma ser la
primera P2P del mundo, nace en Nueva York donde tiene licencia para operar como
asegurador, posibilita que un grupo de asegurados paguen primas a un pool para
después atender a siniestros. Al final del contrato si hay fondos se reembolsa
a los asegurados y parte a causas sociales. El público objetivo son las clases
más desfavorecidas, y contó con una ronda inicial de financiación de 13
millones de dólares.
-Modelo
de riesgo limitado, la diferencia con el modelo anterior es que la comunidad de
riesgos es solo para siniestros de pequeña cuantía donde el colectivo responde
de manera solidaria, en caso de siniestros de alto importe es donde entra en
funcionamiento el contrato de seguro privado, que cada individuo ha contratado.
En este modelo el individuo abona dos primas una para la comunidad de riesgo de
pequeña cuantía y otra para el resto de siniestros que abonará a las aseguradora,
que actúa como franquicia de la comunidad colaborativa.
En este modelo la experiencia de Friendsurance
es la referencia de más éxito, entidad nacida en 2010 opera en Alemania y
colabora con 50 aseguradoras, presenta crecimientos mensuales del orden del
20%. Desde 2011 opera en tres ramos de seguro, hogar, responsabilidad civil y
protección jurídica.
El
perfil del asegurado es de menores de 45 años, el ahorro estimado en los costes
de las primas tradicionales fue del 33% de la prima en un 94% de los clientes.
El nivel de fraude reducido se estima en una 33%
El
funcionamiento se basa en clasificar a los clientes según perfiles de riesgos
homogéneos lo que estimula un sentimiento de pertenencia. Cuando un asegurado
presenta un siniestro este se atiende por la prima aportada al grupo, este
apoyo no puede ser superior a la prima de cada individuo. En caso de que
superara el importe, este es atendido por una póliza de seguro tradicional que
actúa como seguro con franquicia. Si no hubiera siniestros, los asegurados
puede recibir reembolsos de hasta el 40% de la prima del ejercicio.
-Modelo
de compra colectiva de seguros, con el fin de obtener un mejor precio en el
seguro del que obtendría el asegurado de manera individual, podemos citar el
caso de Bought by Many.
La
experiencia en este tipo de iniciativas de economía colaborativa aplicada al
seguro, ha demostrado algunos beneficios que merecen ser destacados:
-El
nivel de fraude es menor que en el seguro tradicional, debido a los vínculos
personales entre los miembros del colectivo asegurado.
-Menores
costes de gestión y de comercialización, así como no hay necesidad de márgenes
de beneficios incorporados en el precio del seguro
-Mejor
selección de riesgos al reducirse la antiselección en la admisión justificada
por los vínculos de amistad de los asegurados. En ética podríamos contrastar
este efecto con lo que se ha dado a conocer como los afectos morales, el propio
Kant desarrolla en la Crítica de la razón práctica un conjunto de consideraciones
acerca del aprecio, sentimiento que
recoge el juicio hacia lo debido y desprecio
en caso contrario. Tal vez por estas consideraciones tradicionalmente el riesgo
de anti selección es conocido como riesgo moral.
-Si
al final del contrato no hay siniestros, el fondo se puede utilizar para la
invertir en activos líquidos a corto plazo.
La
economía colaborativa aplicada al seguro, al margen de las consideraciones más
nucleares, en relación con la fórmula tradicional, ofrece ventajas en el precio
del asegurado, la primera de ellas tiene su origen por ser un “seguro en la sombra” por lo que
los costes de capital asociados al riesgo no están presentes en un seguro
colaborativo, la otra ventaja si es propia de este modelo, y el menor “riesgo
moral” de sus miembros. La primera de ellas no
será sostenible en el tiempo en la medida que el seguro colaborativo se
integre en la economía organizada.
Otros
iniciativas que se están constituyendo
de P2P en diferentes mercados son según el IIA diversas como,
Darwinsurance (Italia), Inspeer (Francia), PeerCover (Nueva Zelanda) y
PeersMutual Protection (China), todas ellas permiten construir pools de
riesgos de afinidad y con baja
siniestralidad.
8-3Internet
de las cosas ( IoT)
El
continuo incremento de los objetos conectados a internet ( Internet of things
(IoT) en los autos, hogares, salud y la monitorización del fitness deriva en un
replanteamiento de la naturaleza del riesgo asegurable, donde los productos
tradicionales construidos y vendidos como
commodities dejarán paso a servicios confeccionados a la medida del
cliente, esté será el verdadero motor de tracción de innovación y de
competitividad de la industria del seguro.
Este
tipo de tecnología reducen la dependencia de personal especializado, de equipos
e infraestructuras . como veremos en el campo de salud, los modelos se negocio
se están demostrando escalables, desde los primeros usuarios muy concienciados
con sus registros de actividad diaria ,los conocidos como auto-cuantificadores
hasta el público en general, donde ya están desarrollando sensores de
diagnóstico, o de seguimiento de enfermedades crónicas como es el caso de la
diabetes. Uno de los aspectos más relevantes en este modelo de negocio es el
nivel de adherencia de los usuarios para
conseguir tracción comercial que haga superar los impulsos iniciales y competir
en un mercado donde el nivel de granularidad de los productos es especialmente
elevado, solo así sobrevivirá el más apto, y sabiendo que en Europa a
diferencia de lo que sucede en los Estados Unidos este tipo de soluciones
tecnológicas se perciben como un servicio que debe ser gratuito, de aquí surge
la necesidad de diversificar las fuentes de ingresos, como pueden ser las
soluciones SaaS ( ingresos por los datos y su capacidad predicitva)
El
término Internet de las Cosas fue acuñado por Kevin Ashton en 1999, cuando
trabajaba en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para referirse a
la relación entre la tecnología RFID ( Radio Frequency Identification Device)
con Internet. Mario Tacón y Arantxa Coullaut ( obra citada) nos explican su
funcionamiento: Esta tecnología permite identificar mediante etiquetas
electrónicas (Tags) cualquier objeto, animal o persona de forma automática. Una
etiqueta electrónica es un chip de silicio portador de una antena de
radiofrecuencia y cuando entra en el área de cobertura de un lector, este envía
una señal para que el tag transmita la información almacenada en la memoria sin
necesidad de contacto físico o visual. En resumen El IoT es una red de nodos, o dispositivos,
que recopilan, monitorean y comparten datos de Internet. Estos dispositivos
conectados o "inteligentes", puede ser incluidos desde automóviles,
sistemas
de seguridad para el hogar, monitorización de la salud…
Las
cifras de dispositivos conectados previstos dan idea de la dimensión de IoT, de
los 10.000 millones de aparatos conectados en 2015, el año 2020 se estiman 50
mil millones de las cosas” conectadas,
la cifra alcanzará el billón en 2035, o lo que es lo mismo cada individuo se
relacionará con seis dispositivos a nivel mundial, datos que proceden de la
reaseguradora Munchener Re ( Munich Re, The internet of Things and Life/Living
Benefits Insurance)
Con
carácter preliminar, algunas inIciativas en este campo de aseguradoras y
bancos, merecen su atención, según informe de EFMA:
-Uso
de telemática para proporcionar un enfoque proactivo en el hogar, la salud y el
auto
-Asistentes
virtuales inteligentes con el uso de la geolocalización.
-Uso
de drones para evaluar los riesgos de daños en grandes estructuras.
En
la industria del seguro, convenimos en llamar Insurance Telematics (
Rodríguez-Pardo,J.M 2015, Gamificación y behavioral risks en seguros, webinar
de Fundación Mapfre .Mapfre), a la aplicación de la conexión entre cosas y
personas para reducir el precio del seguro a todas las áreas involucradas en el
proceso del seguro ( pricing, marketing, suscripción, siniestros…)
Es
en la nuevas generaciones donde el nivel de adhesión a estas iniciativas es
mayor, según el Informe Mundial de Seguros de 2016 de Capgemini y Efma,
advierte que hasta el 50% de los clientes más acomodados de la generación Y
utilizarían las innovaciones encuadradas en IoT y hasta el 47% estarían
dispuestos a contratar sus pólizas con nuevos competidores.
El
asegurado y asegurador entran en un nuevo escenario donde se hace realidad el
aforismo de todo lo que puede ser medido
puede ser mejorado. Pero tenemos que avanzar en los que Mario Tascón y
Arantxa Coullaut (obra citada) denominan dinamizadores no técnicos (
legislación) y técnicos ( cifrados de seguridad), para así garantizar la
privacidad, confidencialidad y seguridad de los datos de IoT.
José Miguel Rodríguez-Pardo