los modelos bioactuariales,analizan la evolución de la senectud desde una óptica de la biología del envejecimiento.Las investigaciones mas recientes reconocen que el ser humano cuando alcanza una edad ,la mortalidad no crece exponencialmente como proponen los modelos actuariales tradicionales,sino que por el contrario se mantiene constante,este periodo conocido como meseta (plateau) ya se ha evidenciado en poblaciones muy longevas.
Investigaciones actuariales recientes tratan de incluir este efecto mediente la llamada teoría de la heterogeneidad no observable con la modelización de la fragilidad (frailty).
Algunos expertos incluso ya nos hablan de que cunado se alcanzan edades muy extremas,supercentenarios,la mortalidad incluso decrece.
El artículo que se reproduce,nos hablan de la velocidad del enjecimiento de determinadas especies.
José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.
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Utilizando datos de 10 grupos diferentes de animales, Baudisch clasificó el ritmo y la forma de envejecimiento de cada especie.
Algunos organismos viven poco tiempo, y otros mucho. Esto determina el ritmo de envejecimiento. Las especies poco longevas tienen un ritmo rápido de envejecimiento, y las especies de larga vida tienen un ritmo lento de envejecimiento. El ritmo de envejecimiento describe la rapidez con que avanza el reloj de la vida. Para los seres humanos avanza lentamente, para los animales pequeños avanza muy rápido.
Por el contrario, la forma de envejecimiento describe cómo la mortalidad (el riesgo de morir) cambia con la edad. Una manera de medir la forma de envejecimiento es el "factor de envejecimiento". Por ejemplo, el vencejo común tiene un factor de envejecimiento de 2, es decir, su mortalidad se duplica durante su vida adulta, en comparación con los humanos modernos, que tenemos un factor de envejecimiento de más de 2.000.
La esperanza de vida para las mujeres adultas suecas (es decir la esperanza de vida restante después de dejar atrás la pubertad) es de unos 70 años, mientras que la vida adulta de un petirrojo dura sólo 1,7 años. Pero en esa vida adulta, el envejecimiento es tan fuerte en el ser humano, que el factor de envejecimiento es de 2132, mientras que para el petirrojo es sólo de 2.
A la edad de 15 años, sólo 2 de cada 100.000 mujeres jóvenes mueren en Suecia, mientras que una de cada dos mujeres con 110 años muere. Esta gran diferencia en la mortalidad al principio y al final de la vida adulta significa que para los seres humanos la forma de envejecimiento es una pendiente muy pronunciada, mientras que en otras especies como el vencejo común, es casi una llanura. Y en algunas especies el riesgo de muerte puede incluso descender con la edad, hasta un límite, y los individuos mayores pueden tener durante gran parte del tiempo un menor riesgo de muerte que los individuos jóvenes. Este parece ser el caso de la tortuga del desierto, y de los cocodrilos.
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