San José (elpais.cr) - Los magistrados de Corte Plena se pronunciaron porque la Defensa Pública debería solo ser un órgano de apoyo en temas jurídicos y defensa técnica para las personas con discapacidad.
Resaltaron que la Defensa no debe integrar el Sistema Nacional para la promoción de Autonomía Personal ni el Consejo Nacional de Sistema, tal como lo plantea el proyecto de ley denominado “Autonomía de las personas con discapacidad” expediente #17.305.
Esas son algunas de las observaciones que los magistrados y magistradas de la Corte Plena hicieron al emitir el criterio solicitado por Comisión Permanente de Asuntos Sociales de la Asamblea Legislativa al proyecto de ley que tramitan los disputados, con el fin de eliminar las acciones discriminantes para esta población.
El criterio emitido por la magistrada Eva Camacho Vargas, integrante de la Sala Segunda, a quien el correspondió instruir la consulta, detalla otras observaciones con relación a aclarar la ilegalidad del despido para personas con discapacidad.
Y es que según el criterio emitido por la Corte “Del artículo 40 se desprende que el plazo máximo de otorgamiento de la licencia debe ser de seis meses, lo cual se estima razonable, ya que el establecimiento de un término mayor traería graves perjuicios para los fondos que administra la Caja Costarricense de Seguro Social, institución a la cual, según el proyecto, le corresponde cubrir el costo de esas licencias”.
Respecto a las reformas que se proponen al Código de Familia, se destaca la modificación propuesta para que sea cualquiera de los conyuges quien pueda demandar la nulidad del matrimonio en los casos que haya habido ausencia de capacidad volitiva o cognoscitiva, eliminando la posibilidad de que la solicitud la hagan los padres o el curador de la persona afectada.
http://www.elpais.cr/articulos.php?id=33094
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Corte Plena apoya proyecto contra discriminación de personas con discapacidad
Corte Plena apoya proyecto contra discriminación de personas con discapacidad
2010-09-29T18:26:00+02:00
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martes, 28 de septiembre de 2010
Nestlé crea una división para desarrollar la salud nutricional
27.09.2010 Ana Medina 0
La multinacional de alimentación Nestlé ha anunciado hoy la creación de Nestlé Health Science, una nueva división a medio camino entre la alimentación y la industria farmacéutica, centrada en la salud nutricional.
Al frente de este negocio estará Luis Cantarell (Barcelona, 1952), un ejecutivo que llegó a ser vicepresidente para Europa del grupo y que dejará su actual cargo de responsable de toda América para dirigir esta área, que comenzará su actividad a principios del próximo año e intentará aprovechar el rentable negocio de la salud y el bienestar en los países desarrollados.
Su objetivo, según Nestlé, será desarrollar el sector de "la nutrición personalizada para evitar y tratar problemas de salud como la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la enfermedad de Alzheimer, de fuertes repercusiones en los sistemas de salud mundiales”.
La nueva Nestlé Health Science (Nestlé Ciencias de la Salud), incluirá las actividades de la división HealthCare Nutrition de la multinacional, cuyo volumen de negocios ascendió a 1.600 millones de francos suizos (1.100 millones de euros) en 2009.
Nestlé ya participa en Innéov, una sociedad conjunta creada en 2003 con su socio francés L’Oréal para entrar en el mercado de los complementos nutricionales con fines cosméticos, los conocidos como nutricosméticos, de venta en farmacias y parafarmacias. Este segmento ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años y hoy incluye productos especializados en el cuidado solar, de la piel, tratamiento capilar y adelgazamiento.
Paralelamente a Nestlé Health Science, la multinacional pondrá en marcha Nestlé Institute of Health, donde planea invertir "cientos de miles de francos suizos en los próximos diez años para construir un Instituto de ciencias de la salud de clase mundial, que llevará a cabo trabajos de investigación en el terreno de las ciencias biomédicas con el objetivo de mejorar la salud y la longevidad", señaló en un comunicado. Este Instituto estará situado en una de las instituciones científicas más prestigiosas de Europa, la Escuela Politécnica Federal de Lausana.
La multinacional de alimentación Nestlé ha anunciado hoy la creación de Nestlé Health Science, una nueva división a medio camino entre la alimentación y la industria farmacéutica, centrada en la salud nutricional.
Al frente de este negocio estará Luis Cantarell (Barcelona, 1952), un ejecutivo que llegó a ser vicepresidente para Europa del grupo y que dejará su actual cargo de responsable de toda América para dirigir esta área, que comenzará su actividad a principios del próximo año e intentará aprovechar el rentable negocio de la salud y el bienestar en los países desarrollados.
Su objetivo, según Nestlé, será desarrollar el sector de "la nutrición personalizada para evitar y tratar problemas de salud como la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la enfermedad de Alzheimer, de fuertes repercusiones en los sistemas de salud mundiales”.
La nueva Nestlé Health Science (Nestlé Ciencias de la Salud), incluirá las actividades de la división HealthCare Nutrition de la multinacional, cuyo volumen de negocios ascendió a 1.600 millones de francos suizos (1.100 millones de euros) en 2009.
Nestlé ya participa en Innéov, una sociedad conjunta creada en 2003 con su socio francés L’Oréal para entrar en el mercado de los complementos nutricionales con fines cosméticos, los conocidos como nutricosméticos, de venta en farmacias y parafarmacias. Este segmento ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años y hoy incluye productos especializados en el cuidado solar, de la piel, tratamiento capilar y adelgazamiento.
Paralelamente a Nestlé Health Science, la multinacional pondrá en marcha Nestlé Institute of Health, donde planea invertir "cientos de miles de francos suizos en los próximos diez años para construir un Instituto de ciencias de la salud de clase mundial, que llevará a cabo trabajos de investigación en el terreno de las ciencias biomédicas con el objetivo de mejorar la salud y la longevidad", señaló en un comunicado. Este Instituto estará situado en una de las instituciones científicas más prestigiosas de Europa, la Escuela Politécnica Federal de Lausana.
Nestlé crea una división para desarrollar la salud nutricional
2010-09-28T05:39:00+02:00
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Un experto afirma que en 2050 Italia y España serán los países más envejecidos del mundo
El problema, asevera el profesor de la Complutense, es que la "crisis de occidente es distinta a la del resto del mundo". Y para ello recurrió a una metáfora con las crisis que una persona vive a lo largo de su vida, según la cual "occidente está viviendo una crisis de madurez". "El crack del 29 fue una crisis aún peor que esta, pero era de juventud". Esta crisis, en las personas, se caracteriza porque "se tiene el futuro abierto". Se es joven y todas las posibilidades están abiertas. De hecho, cuando se solucione, llegará lo bueno. "Tras esta crisis, llega el trabajo, la retribución económica, el estatus social, formar familia...", comenta Enrique Gil.
Sin embargo, Occidente está en una crisis de madurez. Siguiendo la misma metáfora, una persona se enfrenta a esta encrucijada cuando "llega al cénit de su vida, cuando se toca techo". Así, lo que espera tras superar esta crisis es peor, una decadencia continua y prolongada. "No ganarás más dinero, sino menos; pierdes, además, vitalidad, status...", reflexiona el sociólogo.
Y éste es precisamente el problema de Occidente. "Éramos los amos del mundo y ahora no pintamos nada", afirma el experto. De esta forma, según la visión de Gil, el panorama internacional presenta un Occidente en declive frente a un nuevo sistema de países emergentes que han atravesado su crisis de juventud y van a más. "Y la sociedad no está preparada para una crisis de madurez", advierte Gil. Consecuencia: "Aumento de la xenofobia (chivo expiatorio), miedo y rechazo al futuro". Un futuro que, previsiblemente, será peor.
Una sociedad envejecida Para más inri, la sociedad occidental se enfrenta ahora a un "envejecimiento de la población que está dando la vuelta a la pirámide poblacional". España e Italia, por ejemplo, serán los países más envejecidos del mundo en el año 2050. "Ni con la entrada de inmigrantes se ha conseguido dar la vuelta al envejecimiento", señala Gil, y añade que "del 18% de jubilados en la sociedad actual vamos a pasar al 25% en tan solo 20 años".
La pregunta parece, pues, clara: ¿Es el panorama futuro tan negro como parece? ¿Está condenado occidente al declive y a ceder su protagonismo a las potencias emergentes? La respuesta, en este caso, es no. El secreto, según Enrique Gil, consiste en "la longevidad".
"Actualmente se tiene miedo a la jubilación. Lo que te espera es envejecer, perder tu status social, ya no eres médico, periodista o abogado... eres tan sólo un jubilado. Se temen también las enfermedades y, en definitiva, el convertirte en un ciudadano de segunda. Con menos derechos y convertido en una carga para la sociedad", explica el sociólogo. Sin embargo, la clave está en que "las personas mayores del futuro no serán como las de ahora". La tercera edad de hoy día "no tiene estudios y se siente inferior a los jóvenes y por eso se deja marginar", relata Gil.
La nueva tercera edad Pero esto cambiará "cuando las nuevas generaciones con estudios y muy bien preparadas lleguen a la jubilación. Se encontrarán con que tendrán muchos años de vida por delante y mucho que hacer. No se dejarán pisotear y exigirán sus derechos. De hecho, serán mayoría y la Democracia es la tiranía de la mayoría, por lo que los políticos se volverán a ellos y les ofrecerán lo que pidan". En definitiva, añade este experto, "la tercera edad será combativa" y, sobre todo, "serán la mayoría dominante en la Democracia".
Por lo tanto, estas personas habrán "superado la crisis de madurez y podrán convertirse en líderes. Lo que será necesario, añade Gil, "es encontrar una función en la sociedad a los jubilados", lo que supondrá un "aumento del empleo del sector servicios" en un doble sentido, porque llegará una edad en la que definitivamente los jubilados no estén en condiciones de trabajar y "los servicios sociales para las personas mayores aumentarán". De hecho, "ahora mismo en España se pueden crear seiscientos mil puestos de trabajo para atender bien a los mayores, pero la crisis no lo permite".
Lo que no está claro es qué sociedad será más competente, si una compuesta mayoritariamente por jóvenes, o la nueva sociedad occidental más envejecida. El propio Enrique Gil pone el ejemplo de China, un gigante que crece a ritmo vertiginoso y mayoritariamente joven, "pero dirigido por una élite envejecida". "Todo depende de lo que hagamos los ciudadanos", concluye.
http://www.noticiasdenavarra.com/2010/09/27/sociedad/navarra/un-experto-afirma-que-en-2050-italia-y-espana-seran-los-paises-mas-envejecidos-del-mundo
Sin embargo, Occidente está en una crisis de madurez. Siguiendo la misma metáfora, una persona se enfrenta a esta encrucijada cuando "llega al cénit de su vida, cuando se toca techo". Así, lo que espera tras superar esta crisis es peor, una decadencia continua y prolongada. "No ganarás más dinero, sino menos; pierdes, además, vitalidad, status...", reflexiona el sociólogo.
Y éste es precisamente el problema de Occidente. "Éramos los amos del mundo y ahora no pintamos nada", afirma el experto. De esta forma, según la visión de Gil, el panorama internacional presenta un Occidente en declive frente a un nuevo sistema de países emergentes que han atravesado su crisis de juventud y van a más. "Y la sociedad no está preparada para una crisis de madurez", advierte Gil. Consecuencia: "Aumento de la xenofobia (chivo expiatorio), miedo y rechazo al futuro". Un futuro que, previsiblemente, será peor.
Una sociedad envejecida Para más inri, la sociedad occidental se enfrenta ahora a un "envejecimiento de la población que está dando la vuelta a la pirámide poblacional". España e Italia, por ejemplo, serán los países más envejecidos del mundo en el año 2050. "Ni con la entrada de inmigrantes se ha conseguido dar la vuelta al envejecimiento", señala Gil, y añade que "del 18% de jubilados en la sociedad actual vamos a pasar al 25% en tan solo 20 años".
La pregunta parece, pues, clara: ¿Es el panorama futuro tan negro como parece? ¿Está condenado occidente al declive y a ceder su protagonismo a las potencias emergentes? La respuesta, en este caso, es no. El secreto, según Enrique Gil, consiste en "la longevidad".
"Actualmente se tiene miedo a la jubilación. Lo que te espera es envejecer, perder tu status social, ya no eres médico, periodista o abogado... eres tan sólo un jubilado. Se temen también las enfermedades y, en definitiva, el convertirte en un ciudadano de segunda. Con menos derechos y convertido en una carga para la sociedad", explica el sociólogo. Sin embargo, la clave está en que "las personas mayores del futuro no serán como las de ahora". La tercera edad de hoy día "no tiene estudios y se siente inferior a los jóvenes y por eso se deja marginar", relata Gil.
La nueva tercera edad Pero esto cambiará "cuando las nuevas generaciones con estudios y muy bien preparadas lleguen a la jubilación. Se encontrarán con que tendrán muchos años de vida por delante y mucho que hacer. No se dejarán pisotear y exigirán sus derechos. De hecho, serán mayoría y la Democracia es la tiranía de la mayoría, por lo que los políticos se volverán a ellos y les ofrecerán lo que pidan". En definitiva, añade este experto, "la tercera edad será combativa" y, sobre todo, "serán la mayoría dominante en la Democracia".
Por lo tanto, estas personas habrán "superado la crisis de madurez y podrán convertirse en líderes. Lo que será necesario, añade Gil, "es encontrar una función en la sociedad a los jubilados", lo que supondrá un "aumento del empleo del sector servicios" en un doble sentido, porque llegará una edad en la que definitivamente los jubilados no estén en condiciones de trabajar y "los servicios sociales para las personas mayores aumentarán". De hecho, "ahora mismo en España se pueden crear seiscientos mil puestos de trabajo para atender bien a los mayores, pero la crisis no lo permite".
Lo que no está claro es qué sociedad será más competente, si una compuesta mayoritariamente por jóvenes, o la nueva sociedad occidental más envejecida. El propio Enrique Gil pone el ejemplo de China, un gigante que crece a ritmo vertiginoso y mayoritariamente joven, "pero dirigido por una élite envejecida". "Todo depende de lo que hagamos los ciudadanos", concluye.
http://www.noticiasdenavarra.com/2010/09/27/sociedad/navarra/un-experto-afirma-que-en-2050-italia-y-espana-seran-los-paises-mas-envejecidos-del-mundo
Un experto afirma que en 2050 Italia y España serán los países más envejecidos del mundo
2010-09-28T05:32:00+02:00
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lunes, 27 de septiembre de 2010
¿La longevidad es genética?
Para las personas que viven cuidandose y haciendo ejercicio todos los dias, esta debe ser una noticida devastadora, o quizas no. La Universidad y el Centro Médico de Boston, EEUU, relizó una investigacion ayudada por 2322 personas. Estos cientificos analizaron el genoma humano de 1055 personas, las cuales tenían mas de 100 años, y el de 1267 personas de edad normal. En el analisis, estos especialistas concluyeron en que, en las personas de mas de 100 años, habian marcadores genéticos en común que podrian marcar la longevidad de ésta.
De ahí que los investigadores concluyeron que tener una vida larga no depende tanto de la predisposición hereditaria a contraer enfermedades, sino de tener las combinaciones genéticas asociadas a la longevidad, así como que los malos hábitos y estilos de vida no saludables impiden una mayor sobrevida.
Dado que son muchos los genes involucrados en el envejecimiento, los científicos desarrollaron además un modelo matemático para computar quienes tienen mayor probabilidad de alcanzar una edad bien avanzada. Basándose en 150 marcadores genéticos, pudieron predecir, con un 77 por ciento de exactitud, que persona viviría más de 100 años.
Además, estos resultados aumentan la posibilidad de que algún día sea posible conocer por adelantado quien tiene el potencial de celebrar un siglo de edad.
http://principadodeasturiasparaisonatural.blogspot.com/2010/09/la-longevidad-es-genetica.html
De ahí que los investigadores concluyeron que tener una vida larga no depende tanto de la predisposición hereditaria a contraer enfermedades, sino de tener las combinaciones genéticas asociadas a la longevidad, así como que los malos hábitos y estilos de vida no saludables impiden una mayor sobrevida.
Dado que son muchos los genes involucrados en el envejecimiento, los científicos desarrollaron además un modelo matemático para computar quienes tienen mayor probabilidad de alcanzar una edad bien avanzada. Basándose en 150 marcadores genéticos, pudieron predecir, con un 77 por ciento de exactitud, que persona viviría más de 100 años.
Además, estos resultados aumentan la posibilidad de que algún día sea posible conocer por adelantado quien tiene el potencial de celebrar un siglo de edad.
http://principadodeasturiasparaisonatural.blogspot.com/2010/09/la-longevidad-es-genetica.html
¿La longevidad es genética?
2010-09-27T06:43:00+02:00
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miércoles, 22 de septiembre de 2010
Equilibrio en una pierna y fuerza en la mano como indicadores de esperanza de vida
La revista británica British Medical Journal, publicó los resultados de un estudio reciente sobre la longevidad
De acuerdo a lo concluido tras estudiar a más de cincuenta mil personas, si eres capaz de levantarte con rapidez y apoyarte en una sola pierna sin perder el equilibrio, se estima que tienes un 33% más de esperanza de vida que aquellos que no lo pueden hacer. Adicionalmente, si al darle un apretón de manos a alguien lo haces con fuerza, es también un buen indicativo de longevidad.
La velocidad al caminar y el equilibrio en general que una persona tiene, son también factores que ahora se toman en cuenta para saber cuán longeva una persona puede llegar a ser. Ahora, es posible saber o tener pista de quién morirá antes en una comunidad.
http://www.mundocuriosidad.com/equilibrio-en-una-pierna-y-fuerza-en-la-mano-como-indicadores-de-esperanza-de-vida/
De acuerdo a lo concluido tras estudiar a más de cincuenta mil personas, si eres capaz de levantarte con rapidez y apoyarte en una sola pierna sin perder el equilibrio, se estima que tienes un 33% más de esperanza de vida que aquellos que no lo pueden hacer. Adicionalmente, si al darle un apretón de manos a alguien lo haces con fuerza, es también un buen indicativo de longevidad.
La velocidad al caminar y el equilibrio en general que una persona tiene, son también factores que ahora se toman en cuenta para saber cuán longeva una persona puede llegar a ser. Ahora, es posible saber o tener pista de quién morirá antes en una comunidad.
http://www.mundocuriosidad.com/equilibrio-en-una-pierna-y-fuerza-en-la-mano-como-indicadores-de-esperanza-de-vida/
Equilibrio en una pierna y fuerza en la mano como indicadores de esperanza de vida
2010-09-22T21:08:00+02:00
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El hombre más viejo del mundo festeja sus 114 años
Un residente de Montana considerado el hombre más viejo del mundo celebró el martes su 114 cumpleaños en un hogar de ancianos.
Walter Breuning nació el 21 de septiembre de 1896 en Melrose, Minnesota, y en 1918 se mudó a Montana, donde trabajó como empleado administrativo para el Great Northern Railway durante 50 años.
Se esposa, Agnes, telegrafista del ferrocarril, murió en 1957. La pareja no tuvo hijos. Breuning heredó la distinción de ser el hombre más viejo del mundo en julio del 2009, cuando el británico Henry Allingham murió a los 113 años.
Allingham había dicho en broma que el secreto para su longevidad eran "cigarrillos, whisky y mujeres alocadas, y un buen sentido del humor", de acuerdo con Guinness World Records.
Breuning pronunciaría un discurso en una fiesta en la comunidad de ancianos Rainbow, en el centro de Great Falls, donde vive. Entre los invitados estaban el gobernador de Montana, Brian Schweitzer, y representantes de Guinness World Records.
Breuning es toda una celebridad en el hogar de ancianos, al cual acuden visitantes que hacen fila para verle, dijo Ray Milversted, de 92 años, en declaraciones al diario The Great Falls Tribune.
Tina Bundtrock, directora ejecutiva de Rainbow, dijo que la institución ha adoptado la política de programar las visitas a Breuning por cita, para que éste no se agote por la cantidad de gente que le visita.
Gavin Seeberger recordó cómo su padre, el ex banquero de Great Falls John Seeberger, trató de persuadir a Breuning a mediados de la década de 1990 a que comprase un certificado de depósito a dos años, en lugar de a cinco años. Breuning había acudido al banco para aprovechar una tasa especial en los certificados de depósito a cinco años e insistió en que estaría allí para recolectarlo en persona a los 105 años de edad.
Y así fue, le dijo Gavin Seeberger al diario de Great Falls. "Eso es tener seguridad en uno mismo", afirmó.
http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/el-hombre-mas-viejo-del-mundo-festeja-sus-114-anos
Walter Breuning nació el 21 de septiembre de 1896 en Melrose, Minnesota, y en 1918 se mudó a Montana, donde trabajó como empleado administrativo para el Great Northern Railway durante 50 años.
Se esposa, Agnes, telegrafista del ferrocarril, murió en 1957. La pareja no tuvo hijos. Breuning heredó la distinción de ser el hombre más viejo del mundo en julio del 2009, cuando el británico Henry Allingham murió a los 113 años.
Allingham había dicho en broma que el secreto para su longevidad eran "cigarrillos, whisky y mujeres alocadas, y un buen sentido del humor", de acuerdo con Guinness World Records.
Breuning pronunciaría un discurso en una fiesta en la comunidad de ancianos Rainbow, en el centro de Great Falls, donde vive. Entre los invitados estaban el gobernador de Montana, Brian Schweitzer, y representantes de Guinness World Records.
Breuning es toda una celebridad en el hogar de ancianos, al cual acuden visitantes que hacen fila para verle, dijo Ray Milversted, de 92 años, en declaraciones al diario The Great Falls Tribune.
Tina Bundtrock, directora ejecutiva de Rainbow, dijo que la institución ha adoptado la política de programar las visitas a Breuning por cita, para que éste no se agote por la cantidad de gente que le visita.
Gavin Seeberger recordó cómo su padre, el ex banquero de Great Falls John Seeberger, trató de persuadir a Breuning a mediados de la década de 1990 a que comprase un certificado de depósito a dos años, en lugar de a cinco años. Breuning había acudido al banco para aprovechar una tasa especial en los certificados de depósito a cinco años e insistió en que estaría allí para recolectarlo en persona a los 105 años de edad.
Y así fue, le dijo Gavin Seeberger al diario de Great Falls. "Eso es tener seguridad en uno mismo", afirmó.
http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/el-hombre-mas-viejo-del-mundo-festeja-sus-114-anos
El hombre más viejo del mundo festeja sus 114 años
2010-09-22T21:05:00+02:00
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sábado, 18 de septiembre de 2010
Dicen que ser positivo ayuda a vivir mejor
Gabriela Gasparini
Hace un tiempo apareció un trabajo realizado en la Universidad de Pittsburg donde se analizaba la relación entre el optimismo y la manifestación de enfermedades sólo en mujeres. Después de estudiar 95.000 casos de damas que iban de los 50 a los 79 años, concluyeron que sí, que la actitud influye en la salud, y que redunda en menor riesgo de desarrollar problemas coronarios y hasta muertes; además de reducir la incidencia de trastornos vinculados con el estado de ánimo como el enojo, el estrés y la depresión.
Quienes presentaron un alto grado de irritabilidad, angustia, resentimiento y hostilidad fueron un 16 por ciento más propensas a morir que las alegres y positivas, que también presentaban menor riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión, colesterol alto, depresión, o de caer en conductas adictivas. Ni siquiera las monjas quedaron afuera del tema, la Universidad de Kentucky analizó la longevidad de un grupo de ellas, llegando a la conclusión de que la única variable eran las emociones positivas en relatos escritos antes de ser ordenadas.
Las que reflejaban estos sentimientos gozaban de mejor salud y vivían un promedio de diez años más que las que no los expresaron. El 90% de las monjas del grupo más alegre seguía viviendo a los 85 años, en contraste con el 34% del grupo menos alegre.
El profesor Martin Seligman, ex presidente de la Asociación Norteamericana de Psicología, fue el creador de la psicología positiva, disciplina centrada en la capacidad humana para enfrentar, sobreponerse y salir fortalecido de experiencias adversas. Esta rama de la psicología busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen a las cualidades y emociones positivas; estudia las bases del bienestar psicológico y de la felicidad, así como de las fortalezas y virtudes humanas. Tradicionalmente, la psicología estudiaba los aspectos negativos y patológicos del ser humano, a veces dejando de lado aspectos como la creatividad, la inteligencia emocional, el humor, la sabiduría, la felicidad. El estilo emocional positivo comprende también una mejor socialización y el desarrollo de lazos sociales más satisfactorios.
Sintetizando, para enfrentar mejor la vida hay que incrementar en cantidad y calidad las relaciones interpersonales. Buscar actividades que permitan obtener la relajación. Realizar actividades placenteras. Identificar las fortalezas personales. Cultivar el agradecimiento, el optimismo y la esperanza.
Y por qué no, adherir a lo que escribió Hanif Kureishi, en su libro "Intimidad", ser infieles una vez por día, no como están pensando, y sacarnos los lastres de encima, claro que él lo dijo más poéticamente: "Si uno no dejase nunca nada ni a nadie, no tendría espacio para lo nuevo. Sin duda, evolucionar constituye una infidelidad... a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo. Tal vez cada día debería contener al menos una infidelidad esencial o una traición necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro... una afirmación de que las cosas pueden ser no sólo diferentes, sino mejores".
18 de septiembre de 2010
http://www.rosario3.com/ocio/mujer/noticias.aspx?idNot=77978
Hace un tiempo apareció un trabajo realizado en la Universidad de Pittsburg donde se analizaba la relación entre el optimismo y la manifestación de enfermedades sólo en mujeres. Después de estudiar 95.000 casos de damas que iban de los 50 a los 79 años, concluyeron que sí, que la actitud influye en la salud, y que redunda en menor riesgo de desarrollar problemas coronarios y hasta muertes; además de reducir la incidencia de trastornos vinculados con el estado de ánimo como el enojo, el estrés y la depresión.
Quienes presentaron un alto grado de irritabilidad, angustia, resentimiento y hostilidad fueron un 16 por ciento más propensas a morir que las alegres y positivas, que también presentaban menor riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión, colesterol alto, depresión, o de caer en conductas adictivas. Ni siquiera las monjas quedaron afuera del tema, la Universidad de Kentucky analizó la longevidad de un grupo de ellas, llegando a la conclusión de que la única variable eran las emociones positivas en relatos escritos antes de ser ordenadas.
Las que reflejaban estos sentimientos gozaban de mejor salud y vivían un promedio de diez años más que las que no los expresaron. El 90% de las monjas del grupo más alegre seguía viviendo a los 85 años, en contraste con el 34% del grupo menos alegre.
El profesor Martin Seligman, ex presidente de la Asociación Norteamericana de Psicología, fue el creador de la psicología positiva, disciplina centrada en la capacidad humana para enfrentar, sobreponerse y salir fortalecido de experiencias adversas. Esta rama de la psicología busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen a las cualidades y emociones positivas; estudia las bases del bienestar psicológico y de la felicidad, así como de las fortalezas y virtudes humanas. Tradicionalmente, la psicología estudiaba los aspectos negativos y patológicos del ser humano, a veces dejando de lado aspectos como la creatividad, la inteligencia emocional, el humor, la sabiduría, la felicidad. El estilo emocional positivo comprende también una mejor socialización y el desarrollo de lazos sociales más satisfactorios.
Sintetizando, para enfrentar mejor la vida hay que incrementar en cantidad y calidad las relaciones interpersonales. Buscar actividades que permitan obtener la relajación. Realizar actividades placenteras. Identificar las fortalezas personales. Cultivar el agradecimiento, el optimismo y la esperanza.
Y por qué no, adherir a lo que escribió Hanif Kureishi, en su libro "Intimidad", ser infieles una vez por día, no como están pensando, y sacarnos los lastres de encima, claro que él lo dijo más poéticamente: "Si uno no dejase nunca nada ni a nadie, no tendría espacio para lo nuevo. Sin duda, evolucionar constituye una infidelidad... a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo. Tal vez cada día debería contener al menos una infidelidad esencial o una traición necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro... una afirmación de que las cosas pueden ser no sólo diferentes, sino mejores".
18 de septiembre de 2010
http://www.rosario3.com/ocio/mujer/noticias.aspx?idNot=77978
Dicen que ser positivo ayuda a vivir mejor
2010-09-18T20:55:00+02:00
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La clave de la longevidad humana podría estar en la levadura
YAIZA MARTÍNEZ. 17.09.2010 - 13.28 h Un equipo de investigadores de la Universidad Concordia de Canadá ha descubierto que un ácido biliar llamado ácido litocólico (LCA) puede aumentar el tiempo de vida útil de la levadura, según recoge Tendencias 21.
Se denomina levadura a cualquiera de los diversos hongos microscópicos unicelulares que son importantes por su capacidad para realizar la descomposición mediante fermentación de diversos cuerpos orgánicos, principalmente los azúcares o hidratos de carbono, produciendo distintas sustancias.
Según publica la Universidad Concordia en un comunicado, este descubrimiento podría tener importantes implicaciones para la salud y la longevidad de las personas, dado que la levadura y el ser humano comparten algunos elementos comunes.
La levadura comparte, en concreto, muchas de las características de las células de los mamíferos y sus células, al igual que las células humanas, presentan ciclos de crecimiento y división. Por otro lado, los genes que regulan dichos ciclos en la levadura son prácticamente idénticos a los nuestros.
Además, algunos de los genes humanos pueden ser sustituidos por genes de levadura equivalentes. Este sorprendente hecho fue demostrado en 1985 por científicos del Laboratorio Cold Spring Harbor de Estados Unidos.
Efecto relevante en humanos
Estos investigadores aplicaron un gen humano a una célula de la levadura que carecía de un gen esencial para su desarrollo, logrando de esta manera que la célula recuperase su secuencia normal de ADN y, también, su función biológica específica.
En lo que se refiere al ácido litocólico, según explica uno de los autores de la investigación, el profesor del Departamento de Biología de la Universidad Concordia, Vladimir Titorenko, a pesar de que se ha descubierto que dicho ácido extiende en gran medida la longevidad de la levadura, ésta no sintetiza el LCA ni ningún otro ácido biliar presente en mamíferos.
Esto podría deberse a que la levadura ha evolucionado para detectar los ácidos biliares como moléculas medianamente tóxicas, y para responder a ellas mediante la experimentación de cambios en la extensión de su vida. Titorenko señala que es concebible que este mismo efecto del LCA en la levadura resulte relevante también en humanos.
En su estudio, los científicos analizaron más de 19.000 moléculas para probar la capacidad de éstas de prolongar la vida de la levadura. Bajo condiciones normales y bajo condiciones de estrés, el LCA tuvo un impacto importante en el hongo estudiado.
Dos mecanismos
La extensión del tiempo de vida de la levadura se debió a dos mecanismos distintos, explican los investigadores. El primero de ellos se produjo independientemente del número de calorías y de proteínas empleadas en el experimento. El segundo mecanismo se dio durante una restricción calórica e implicó a proteínas que funcionaron como factores estresantes.
En ambos casos, el LCA ralentizó el proceso de envejecimiento del hongo de diversas maneras: suprimiendo la necrosis inducida por lípidos, atenuando la fragmentación mitocondrial, aumentando la resistencia al estrés oxidativo y térmico o aumentando la estabilidad del ADN mitocondrial, entre otras, publican los científicos en un artículo de la revista Aging.
Envejecer con salud
Titorenko señala que aunque se tiene una idea general sobre cómo el LCA aumenta la longevidad de la levadura, aún queda por determinar si este mismo efecto puede darse también en otras especies.
Por estudios anteriores se sabe, sin embargo, que los ácidos biliares son beneficiosos para la salud y la longevidad de los organismos vivos. Por ejemplo, en ratones, se ha demostrado que la acumulación de dichos ácidos en el suero sanguíneo mejora la función pancreática y del hígado.
Los resultados obtenidos hasta ahora en el estudio de los ácidos biliares hacen pensar que éstos podrían ayudar a tratar ciertas enfermedades, como la diabetes, la obesidad, así como diversos trastornos metabólicos, todos ellos relacionados con la edad y el envejecimiento. Por tanto, cabría la posibilidad de que los ácidos biliares pudieran ayudar a envejecer con salud a los individuos de nuestra especie.
Ciencia y longevidad
Desde el año 1840, la esperanza de vida del ser humano no ha dejado de aumentar, y nada parece indicar que esta tendencia vaya a detenerse. La causa de este aumento radica, en gran parte, en los avances científicos.
En un artículo publicado en 2005 por la revista Physiological and Biochemical Zoology, un equipo de biólogos de la Universidad de California en Irvine señalaban que las mejoras médicas y de la calidad de vida de los seres humanos han aumentado las expectativas vitales de las personas y evitado defunciones “prematuras”, programadas por la naturaleza.
Esta madurez ha surgido después de que las fuerzas de la selección natural, que afectan tanto a la fertilidad como a la mortalidad, hayan dejado de tener un impacto determinante sobre nuestra especie. En los últimos años, además, se han hecho diversos descubrimientos que podrían propiciar la aparición de métodos para la prolongación de la vida.
Así, por ejemplo, se ha identificado un gen llamado cloto capaz de alargar la vida en un 30%; se ha hallado una proteína, que puede prolongar en un tercio la vida de las moscas; y se ha comprobado que la manipulación genética podría ampliar la longevidad hasta un 20% provocando cambios en una enzima denominada catalasa
http://www.20minutos.es/noticia/816926/0/
Se denomina levadura a cualquiera de los diversos hongos microscópicos unicelulares que son importantes por su capacidad para realizar la descomposición mediante fermentación de diversos cuerpos orgánicos, principalmente los azúcares o hidratos de carbono, produciendo distintas sustancias.
Según publica la Universidad Concordia en un comunicado, este descubrimiento podría tener importantes implicaciones para la salud y la longevidad de las personas, dado que la levadura y el ser humano comparten algunos elementos comunes.
La levadura comparte, en concreto, muchas de las características de las células de los mamíferos y sus células, al igual que las células humanas, presentan ciclos de crecimiento y división. Por otro lado, los genes que regulan dichos ciclos en la levadura son prácticamente idénticos a los nuestros.
Además, algunos de los genes humanos pueden ser sustituidos por genes de levadura equivalentes. Este sorprendente hecho fue demostrado en 1985 por científicos del Laboratorio Cold Spring Harbor de Estados Unidos.
Efecto relevante en humanos
Estos investigadores aplicaron un gen humano a una célula de la levadura que carecía de un gen esencial para su desarrollo, logrando de esta manera que la célula recuperase su secuencia normal de ADN y, también, su función biológica específica.
En lo que se refiere al ácido litocólico, según explica uno de los autores de la investigación, el profesor del Departamento de Biología de la Universidad Concordia, Vladimir Titorenko, a pesar de que se ha descubierto que dicho ácido extiende en gran medida la longevidad de la levadura, ésta no sintetiza el LCA ni ningún otro ácido biliar presente en mamíferos.
Esto podría deberse a que la levadura ha evolucionado para detectar los ácidos biliares como moléculas medianamente tóxicas, y para responder a ellas mediante la experimentación de cambios en la extensión de su vida. Titorenko señala que es concebible que este mismo efecto del LCA en la levadura resulte relevante también en humanos.
En su estudio, los científicos analizaron más de 19.000 moléculas para probar la capacidad de éstas de prolongar la vida de la levadura. Bajo condiciones normales y bajo condiciones de estrés, el LCA tuvo un impacto importante en el hongo estudiado.
Dos mecanismos
La extensión del tiempo de vida de la levadura se debió a dos mecanismos distintos, explican los investigadores. El primero de ellos se produjo independientemente del número de calorías y de proteínas empleadas en el experimento. El segundo mecanismo se dio durante una restricción calórica e implicó a proteínas que funcionaron como factores estresantes.
En ambos casos, el LCA ralentizó el proceso de envejecimiento del hongo de diversas maneras: suprimiendo la necrosis inducida por lípidos, atenuando la fragmentación mitocondrial, aumentando la resistencia al estrés oxidativo y térmico o aumentando la estabilidad del ADN mitocondrial, entre otras, publican los científicos en un artículo de la revista Aging.
Envejecer con salud
Titorenko señala que aunque se tiene una idea general sobre cómo el LCA aumenta la longevidad de la levadura, aún queda por determinar si este mismo efecto puede darse también en otras especies.
Por estudios anteriores se sabe, sin embargo, que los ácidos biliares son beneficiosos para la salud y la longevidad de los organismos vivos. Por ejemplo, en ratones, se ha demostrado que la acumulación de dichos ácidos en el suero sanguíneo mejora la función pancreática y del hígado.
Los resultados obtenidos hasta ahora en el estudio de los ácidos biliares hacen pensar que éstos podrían ayudar a tratar ciertas enfermedades, como la diabetes, la obesidad, así como diversos trastornos metabólicos, todos ellos relacionados con la edad y el envejecimiento. Por tanto, cabría la posibilidad de que los ácidos biliares pudieran ayudar a envejecer con salud a los individuos de nuestra especie.
Ciencia y longevidad
Desde el año 1840, la esperanza de vida del ser humano no ha dejado de aumentar, y nada parece indicar que esta tendencia vaya a detenerse. La causa de este aumento radica, en gran parte, en los avances científicos.
En un artículo publicado en 2005 por la revista Physiological and Biochemical Zoology, un equipo de biólogos de la Universidad de California en Irvine señalaban que las mejoras médicas y de la calidad de vida de los seres humanos han aumentado las expectativas vitales de las personas y evitado defunciones “prematuras”, programadas por la naturaleza.
Esta madurez ha surgido después de que las fuerzas de la selección natural, que afectan tanto a la fertilidad como a la mortalidad, hayan dejado de tener un impacto determinante sobre nuestra especie. En los últimos años, además, se han hecho diversos descubrimientos que podrían propiciar la aparición de métodos para la prolongación de la vida.
Así, por ejemplo, se ha identificado un gen llamado cloto capaz de alargar la vida en un 30%; se ha hallado una proteína, que puede prolongar en un tercio la vida de las moscas; y se ha comprobado que la manipulación genética podría ampliar la longevidad hasta un 20% provocando cambios en una enzima denominada catalasa
http://www.20minutos.es/noticia/816926/0/
La clave de la longevidad humana podría estar en la levadura
2010-09-18T15:37:00+02:00
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viernes, 17 de septiembre de 2010
EN JAPÓN FALLECIÓ LA MUJER MÁS ANCIANA DEL MUNDO
La mujer más longeva del mundo, Kama Chinen, falleció a la edad de 114 años en Okinawa, Japón. Así, no logró cumplir los 115 este 10 de mayo.
Chinen resultó ser la vigésimo quinta mujer con más edad de toda la historia. Desde el año 2008 se movía solo en silla de ruedas por problemas de movilidad.
Ella tuvo la suerte de vivir en 3 siglos y consiguió fama de ser la persona más anciana del mundo después de que en Los Ángeles falleciera Gertrude Bains a la edad de 115 años.
Ahora, la persona más vieja del mundo es Eugénie Blanchard, una mujer francesa que nació en 1896.
Según informa APTN, ni siquiera en Japón se dieron todos los detalles de la muerte de Kama Chinen debido a la voluntad de sus familiares que no quisieron llamar mucha atención con lo sucedido.
A Japón le corresponde un gran porcentaje de centenarios del mundo, muchos de ellos procedentes de la región de Okinawa.
APTN informa que ahora hay más de 40 mil japoneses que superaron los 100 años y 85% de ellos son mujeres.
Asimismo, se estima que el número de japoneses centenarios alcanzará cerca de un millón de personas para el año 2050.
http://actualidad.rt.com/TiempoLibre/Curiosidades/issue_8079.html
Chinen resultó ser la vigésimo quinta mujer con más edad de toda la historia. Desde el año 2008 se movía solo en silla de ruedas por problemas de movilidad.
Ella tuvo la suerte de vivir en 3 siglos y consiguió fama de ser la persona más anciana del mundo después de que en Los Ángeles falleciera Gertrude Bains a la edad de 115 años.
Ahora, la persona más vieja del mundo es Eugénie Blanchard, una mujer francesa que nació en 1896.
Según informa APTN, ni siquiera en Japón se dieron todos los detalles de la muerte de Kama Chinen debido a la voluntad de sus familiares que no quisieron llamar mucha atención con lo sucedido.
A Japón le corresponde un gran porcentaje de centenarios del mundo, muchos de ellos procedentes de la región de Okinawa.
APTN informa que ahora hay más de 40 mil japoneses que superaron los 100 años y 85% de ellos son mujeres.
Asimismo, se estima que el número de japoneses centenarios alcanzará cerca de un millón de personas para el año 2050.
http://actualidad.rt.com/TiempoLibre/Curiosidades/issue_8079.html
EN JAPÓN FALLECIÓ LA MUJER MÁS ANCIANA DEL MUNDO
2010-09-17T17:38:00+02:00
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LA MUJER MÁS LONGEVA DEL MUNDO ES GEORGIANA
La georgiana Antisa Jvichava es la persona más vieja del mundo, hoy cumplió 130 años, sin embargo el récord oficial lo tiene la californiana Gertrude Baines de 120 años.
Antisa nació el 8 de julio de 1880 y es solamente unos meses menor que el georgiano más famoso internacionalmente, Iósif Stalin (1879-1953). La anciana vive en la aldea Sáchino en el oeste de Georgia junto con sus hijos, nietos y bisnietos. Antisa se encuentra bien, le encantan los juegos de mesa y se permite de vez en cuanto tomar unos vasitos de vodka.
Actualmente, según el Libro Guinness de los Récords, la persona más anciana del planeta es Gertrude Baines, quien vive en California, EE. UU. y tiene 120 años.
Según Vajtang Tsjaday, vicegobernador de la región de Samegrelo-Zemo Svaneti, donde se ubica la aldea de Sáchino (en el este de Georgia), ahí siempre ha habido un gran número de personas longevas. Señaló además que el hecho de que allí viva la persona más anciana del mundo otra vez demuestra la peculiaridad del “gen georgiano”.
http://actualidad.rt.com/TiempoLibre/Curiosidades/issue_10928.html
Antisa nació el 8 de julio de 1880 y es solamente unos meses menor que el georgiano más famoso internacionalmente, Iósif Stalin (1879-1953). La anciana vive en la aldea Sáchino en el oeste de Georgia junto con sus hijos, nietos y bisnietos. Antisa se encuentra bien, le encantan los juegos de mesa y se permite de vez en cuanto tomar unos vasitos de vodka.
Actualmente, según el Libro Guinness de los Récords, la persona más anciana del planeta es Gertrude Baines, quien vive en California, EE. UU. y tiene 120 años.
Según Vajtang Tsjaday, vicegobernador de la región de Samegrelo-Zemo Svaneti, donde se ubica la aldea de Sáchino (en el este de Georgia), ahí siempre ha habido un gran número de personas longevas. Señaló además que el hecho de que allí viva la persona más anciana del mundo otra vez demuestra la peculiaridad del “gen georgiano”.
http://actualidad.rt.com/TiempoLibre/Curiosidades/issue_10928.html
LA MUJER MÁS LONGEVA DEL MUNDO ES GEORGIANA
2010-09-17T17:35:00+02:00
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EL SECRETO DE LA LARGA VIDA DE LOS ANCIANOS CAUCÁSICOS
Trata a la gente como quieres que te traten a ti. Profesando ese principio, durante toda su vida un anciano del Cáucaso Norte ruso ha logrado superar el siglo de vida. Sin embargo, las relaciones humanas no son el único fundamento de una larga vida.
Dormir la siesta y comer todo lo que te dé la gana. Ésta es la receta de longevidad dada por Mujadin Murtazov, un anciano que vive en una aldea del Cáucaso ruso, y que acaba de cumplir 108 años.
“Hay que vivir con tranquilidad, no discutir con nadie, trabajar día y noche, rezar a Alá y no hacer nada malo a otra gente. Eso es lo que yo considero que es la felicidad”, cuenta Mujadin cuando se le pregunta por el secreto de su larga vida.
Mujadin nació a principios del siglo pasado y vivió todos los giros que dio la historia rusa en más de cien años, incluyendo la Revolución socialista y las Guerras Mundiales. Sin embargo, él no está sólo cuando quiere adentrarse en los recuerdos: en su pueblo viven otras 15 personas que superan los 90 años y 6 que tienen ya más de 100.
Una de ellas es Aishat, que siempre ha vivido en este pueblo montañoso. Durante sus 104 años ha visto la muerte de muchos amigos, familiares y algunos de sus hijos. A pesar de todas las peripecias de la vida, nunca perdió su energía y vitalidad.
Los vecinos de esta aldea caucásica viven según las tradiciones, y esto les hace sentirse muy unidos. La mayoría de la gente profesa el Islam y la mezquita les sirve como punto de encuentro diario tanto con Alá como con sus amigos.
Entre las costumbres más arraigadas de la población de Kabardino-Balkaria está la de brindar una atención especial a las personas de la tercera edad. Faltar el respeto a la gente mayor es un acto vergonzoso. Los jóvenes suelen pedirles consejo a los mayores. No saber los nombres de los parientes de las últimas siete generaciones es una deshonra y una falta de aprecio a los antepasados.
El pueblo está situado en un lugar envidiable: mientras en las aldeas vecinas llueve, aquí puede hacer un día soleado. Pero no son sólo las condiciones climáticas las que hacen vivir a la gente más años, aquí más que en otros sitios, las cálidas relaciones humanas se convierten en el mejor terreno para que siga siendo una aldea de longevos.
http://actualidad.rt.com/TiempoLibre/sociedad/issue_13955.html?rc=1
Dormir la siesta y comer todo lo que te dé la gana. Ésta es la receta de longevidad dada por Mujadin Murtazov, un anciano que vive en una aldea del Cáucaso ruso, y que acaba de cumplir 108 años.
“Hay que vivir con tranquilidad, no discutir con nadie, trabajar día y noche, rezar a Alá y no hacer nada malo a otra gente. Eso es lo que yo considero que es la felicidad”, cuenta Mujadin cuando se le pregunta por el secreto de su larga vida.
Mujadin nació a principios del siglo pasado y vivió todos los giros que dio la historia rusa en más de cien años, incluyendo la Revolución socialista y las Guerras Mundiales. Sin embargo, él no está sólo cuando quiere adentrarse en los recuerdos: en su pueblo viven otras 15 personas que superan los 90 años y 6 que tienen ya más de 100.
Una de ellas es Aishat, que siempre ha vivido en este pueblo montañoso. Durante sus 104 años ha visto la muerte de muchos amigos, familiares y algunos de sus hijos. A pesar de todas las peripecias de la vida, nunca perdió su energía y vitalidad.
Los vecinos de esta aldea caucásica viven según las tradiciones, y esto les hace sentirse muy unidos. La mayoría de la gente profesa el Islam y la mezquita les sirve como punto de encuentro diario tanto con Alá como con sus amigos.
Entre las costumbres más arraigadas de la población de Kabardino-Balkaria está la de brindar una atención especial a las personas de la tercera edad. Faltar el respeto a la gente mayor es un acto vergonzoso. Los jóvenes suelen pedirles consejo a los mayores. No saber los nombres de los parientes de las últimas siete generaciones es una deshonra y una falta de aprecio a los antepasados.
El pueblo está situado en un lugar envidiable: mientras en las aldeas vecinas llueve, aquí puede hacer un día soleado. Pero no son sólo las condiciones climáticas las que hacen vivir a la gente más años, aquí más que en otros sitios, las cálidas relaciones humanas se convierten en el mejor terreno para que siga siendo una aldea de longevos.
http://actualidad.rt.com/TiempoLibre/sociedad/issue_13955.html?rc=1
EL SECRETO DE LA LARGA VIDA DE LOS ANCIANOS CAUCÁSICOS
2010-09-17T17:30:00+02:00
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Ciudad más longeva de China tiene 255 habitantes mayores de cien años
Rugao, ciudad china famosa por la longevidad de sus residentes, cuenta ahora con 255 personas de más de 100 años de edad, según estadísticas difundidas hoy jueves por las autoridades locales.
Con una población de 1,45 millones de personas y ubicada en la provincia oriental china de Jiangsu, Rugao tiene más de 4.000 residentes de edades superiores a los 90 años y otros 40.000 mayores de 80, según el buró de asuntos civiales de la ciudad.
El promedio de vida de los ciudadanos de Rugao es de 75,59 años, es decir 4,59 y 9,59 años superior a la media de China y del mundo, respectivamente.
China cuenta con seis "ciudades longevas", pero Rugao es la única que cuenta con una economía desarrollada y que está situada en una región de baja altitud.
Se cree que los sanos hábitos de alimentación y de sueño regular de sus residentes sean los motivos de la larga esperanza de vida deb los residentes de Rugao, a lo que se suman las favorables condiciones ambientales de la localidad. Un estudio llevado a cabo por el Instituto Provincial de Investigación Geológica de Jiangsu demostró que cada kilogramo de suelo de la ciudad contiene un promedio de 3,3 miligramos de yodo, 57,3 miligramos de zinc y 0,047 miligramos de selenio, cifras superiores a las de otras regiones en general.
Según expertos del instituto, el selenio desempeña un importante papel en la prevención de cáncer, mientras que el zinc es un elemento alto en proteínas y el yodo es necesario en la formación de la hormona tiróidea.
Gracias al continuo crecimiento de la esperanza de vida, el número de centenarios podrá seguir aumentando. Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud, hasta 2009, el promedio de vida en China fue de 73,05 años, un ascenso con respecto a los 71,4 años de 2000 y los 72 años de 2006.
http://espanol.cri.cn/782/2010/09/16/1s204613.htm
Con una población de 1,45 millones de personas y ubicada en la provincia oriental china de Jiangsu, Rugao tiene más de 4.000 residentes de edades superiores a los 90 años y otros 40.000 mayores de 80, según el buró de asuntos civiales de la ciudad.
El promedio de vida de los ciudadanos de Rugao es de 75,59 años, es decir 4,59 y 9,59 años superior a la media de China y del mundo, respectivamente.
China cuenta con seis "ciudades longevas", pero Rugao es la única que cuenta con una economía desarrollada y que está situada en una región de baja altitud.
Se cree que los sanos hábitos de alimentación y de sueño regular de sus residentes sean los motivos de la larga esperanza de vida deb los residentes de Rugao, a lo que se suman las favorables condiciones ambientales de la localidad. Un estudio llevado a cabo por el Instituto Provincial de Investigación Geológica de Jiangsu demostró que cada kilogramo de suelo de la ciudad contiene un promedio de 3,3 miligramos de yodo, 57,3 miligramos de zinc y 0,047 miligramos de selenio, cifras superiores a las de otras regiones en general.
Según expertos del instituto, el selenio desempeña un importante papel en la prevención de cáncer, mientras que el zinc es un elemento alto en proteínas y el yodo es necesario en la formación de la hormona tiróidea.
Gracias al continuo crecimiento de la esperanza de vida, el número de centenarios podrá seguir aumentando. Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud, hasta 2009, el promedio de vida en China fue de 73,05 años, un ascenso con respecto a los 71,4 años de 2000 y los 72 años de 2006.
http://espanol.cri.cn/782/2010/09/16/1s204613.htm
Ciudad más longeva de China tiene 255 habitantes mayores de cien años
2010-09-17T16:39:00+02:00
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La longevidad y los cambios sociales aumentan la dejadez y mala atención
08.09.10 - RAQUEL SUÁREZ
La OMS denuncia que el 35% de los ancianos sufren violencia doméstica por parte de sus cuidadores
Unos ancianos beben agua en una residencia de la tercera edad. :: archivo LV
El 35% de las personas mayores sufre algún tipo de maltrato, según los datos de la Organización Mundial de la Salud que recoge el protocolo contra el maltrato de la gente mayor. Se trata además, de una situación oculta ya que, según las cifras de la OMS, el 80% de los casos no se denuncian.
El aumento de la longevidad y los cambios del modelo social, con una merma de los valores atribuidos a la ancianidad, están en el origen de una situación cada vez más hostil hacia la figura del mayor y que, según un informe realizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, Semergen, se revela en forma de aislamiento social, soledad, maltrato y abandono.
La negligencia es, en un 28% de los casos, la causa más común de maltrato a las personas mayores, seguido del expolio económico y la negación de recibir ayuda para cubrir sus gastos básicos. También es relativamente frecuente la restricción de las visitas que los nietos hacen a sus abuelos, mientras que existe un 13% de casos originados por temas relativos a la vivienda y un 5% por actos jurídicos vinculados a herencias. De este modo, según Semergen, tras el maltrato por negligencia el más frecuente es el emocional, seguido del financiero, el físico, el abandono y, por último, el sexual.
Entre los autores de estos abusos, la OMS señala a miembros de la propia familia como causantes de esta situación en un 17% -el 57% según otros estudios-. El 10% son trabajadores de servicios sociales y el 8% son amigos o vecinos. Aunque el maltrato a los mayores afecta a cualquier nivel económico los informes realizados concluyen que es más frecuente en los estratos sociales más desfavorecidos.
Por otra parte, se da la circunstancia de que los principales afectados son los mayores que viven en residencias o instituciones de ancianos -un 35% frente al 4% de los que viven en comunidad-.Los profesionales de la Sanidad denuncian que apenas se detecta uno de cada seis casos, en la mayor parte de las ocasiones gracias a la labor del trabajador social y de los enfermeros que lo atienden.
Problemas
Los motivos del maltrato en los mayores son de distinta índole si bien se considera que la mayor parte de las veces se debe al estrés o cansancio del cuidador, especialmente cuando el anciano sufre situación de dependencia, o también a la psicopatología del maltratador que puede sufrir trastornos de personalidad o consumir sustancias tóxicas.
El aislamiento, tanto del mayor como del cuidador de su entorno y actividad habitual, hasta el punto de pasar las 24 horas del día junto al anciano pueden predisponer a actitudes violentas, por lo que los especialistas recomiendan mantener una relación regular con otros miembros de la familia, vecinos y amigos. En general, según apunta Semergen en su informe sobre el maltrato, el germen del maltrato se encuentra en la dependencia del mayor unida a la falta de recursos económicos, sociales y familiares.
Para los médicos de Atención Primaria, la clave de la lucha contra esta situación está en la detección temprana. Se trata, sin embargo, de una misión complicada ya que habitualmente el maltrato se ejerce en la intimidad del ámbito doméstico y, además, existe una fuerte vinculación emocional entre el maltratador y maltratado lo que dificulta la denuncia.
Eso, sin tener en cuenta que, con frecuencia, es el profesional que lo atiende quien ejerce la violencia contra el anciano.
http://salud.laverdad.es/otras-especialidades/geriatria/1827-la-longevidad-y-los-cambios-sociales-aumentan-la-dejadez-y-mala-atencion
La OMS denuncia que el 35% de los ancianos sufren violencia doméstica por parte de sus cuidadores
Unos ancianos beben agua en una residencia de la tercera edad. :: archivo LV
El 35% de las personas mayores sufre algún tipo de maltrato, según los datos de la Organización Mundial de la Salud que recoge el protocolo contra el maltrato de la gente mayor. Se trata además, de una situación oculta ya que, según las cifras de la OMS, el 80% de los casos no se denuncian.
El aumento de la longevidad y los cambios del modelo social, con una merma de los valores atribuidos a la ancianidad, están en el origen de una situación cada vez más hostil hacia la figura del mayor y que, según un informe realizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, Semergen, se revela en forma de aislamiento social, soledad, maltrato y abandono.
La negligencia es, en un 28% de los casos, la causa más común de maltrato a las personas mayores, seguido del expolio económico y la negación de recibir ayuda para cubrir sus gastos básicos. También es relativamente frecuente la restricción de las visitas que los nietos hacen a sus abuelos, mientras que existe un 13% de casos originados por temas relativos a la vivienda y un 5% por actos jurídicos vinculados a herencias. De este modo, según Semergen, tras el maltrato por negligencia el más frecuente es el emocional, seguido del financiero, el físico, el abandono y, por último, el sexual.
Entre los autores de estos abusos, la OMS señala a miembros de la propia familia como causantes de esta situación en un 17% -el 57% según otros estudios-. El 10% son trabajadores de servicios sociales y el 8% son amigos o vecinos. Aunque el maltrato a los mayores afecta a cualquier nivel económico los informes realizados concluyen que es más frecuente en los estratos sociales más desfavorecidos.
Por otra parte, se da la circunstancia de que los principales afectados son los mayores que viven en residencias o instituciones de ancianos -un 35% frente al 4% de los que viven en comunidad-.Los profesionales de la Sanidad denuncian que apenas se detecta uno de cada seis casos, en la mayor parte de las ocasiones gracias a la labor del trabajador social y de los enfermeros que lo atienden.
Problemas
Los motivos del maltrato en los mayores son de distinta índole si bien se considera que la mayor parte de las veces se debe al estrés o cansancio del cuidador, especialmente cuando el anciano sufre situación de dependencia, o también a la psicopatología del maltratador que puede sufrir trastornos de personalidad o consumir sustancias tóxicas.
El aislamiento, tanto del mayor como del cuidador de su entorno y actividad habitual, hasta el punto de pasar las 24 horas del día junto al anciano pueden predisponer a actitudes violentas, por lo que los especialistas recomiendan mantener una relación regular con otros miembros de la familia, vecinos y amigos. En general, según apunta Semergen en su informe sobre el maltrato, el germen del maltrato se encuentra en la dependencia del mayor unida a la falta de recursos económicos, sociales y familiares.
Para los médicos de Atención Primaria, la clave de la lucha contra esta situación está en la detección temprana. Se trata, sin embargo, de una misión complicada ya que habitualmente el maltrato se ejerce en la intimidad del ámbito doméstico y, además, existe una fuerte vinculación emocional entre el maltratador y maltratado lo que dificulta la denuncia.
Eso, sin tener en cuenta que, con frecuencia, es el profesional que lo atiende quien ejerce la violencia contra el anciano.
http://salud.laverdad.es/otras-especialidades/geriatria/1827-la-longevidad-y-los-cambios-sociales-aumentan-la-dejadez-y-mala-atencion
La longevidad y los cambios sociales aumentan la dejadez y mala atención
2010-09-17T16:30:00+02:00
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"En 30 años no viviremos más que ahora, pero sí podremos apurar nuestra longevidad"
Elizabeth Blackburn es la descubridora de los telómeros (las células que protegen la vida de los cromosomas, algo así como los plásticos que protegen la punta de los cordones para que no se deshilachen). En esta entrevista exclusiva a La Vanguardia,la doctora australiana afincada en California explica cómo una buena dieta, ejercicio y un control del estrés protegen los telómeros y abren la posibilidad a "maximizar nuestra longevidad". Su trabajo reciente gira en torno a la manera en que el estrés psicológico crónico afecta al tamaño de los telómeros. Sí, hemos demostrado esa relación, que es sólida y que tiene su lógica. Hemos visto cómo afecta en las personas ese estrés psicológico y cómo las personas responden a él con los mecanismos cerebrales. Al final no es algo sorprendente si se piensa que, cuando existe ansiedad, el corazón late más fuerte, el estómago trabaja más de la cuenta, al igual que el cerebro. Todo eso supone cambios. Una vez que hemos descubierto la relación tenemos que pensar cómo actuamos, pero no hay una respuesta única. ...
http://www.lavanguardia.es/free/edicionimpresa/res/2010090
http://www.lavanguardia.es/free/edicionimpresa/res/2010090
"En 30 años no viviremos más que ahora, pero sí podremos apurar nuestra longevidad"
2010-09-17T16:28:00+02:00
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La explosión de la longevidad
El ser humano vive cada vez más tiempo. La ciencia ha logrado elevar la esperanza de vida 30 años. Sin embargo esa prodigiosa hazaña ha despertado temores, reservas y un sinnúmero de oscuros vaticinios sobre la escasez de recursos.
Es cierto que el mundo deberá prepararse para un desafío inédito: una gran cantidad de personas superará los cien años de edad. A la vez, la disminución de la fecundidad y de la mortalidad, presentarán un mundo envejecido que clamará por una intensa transformación en las políticas públicas.
La respuesta de las distintas disciplinas ante la preocupación que genera el fenómeno demográfico, no ha logrado hasta el momento un modelo global de gestión de las múltiples cuestiones asociadas a la longevidad, que contemple el espectro de situaciones. El Estado del Bienestar ha desempeñado un rol de protección hasta el presente, con el desarrollo de sistemas de salud y seguridad social inherentes a una franja importante de las necesidades de este particular segmento de la población. Pero las crisis dejan sus huellas. La inviabilidad del desarrollo continuo, el desempleo, el desequilibrio entre la cantidad de aportantes activos y la cantidad de beneficiarios, impulsa una limitación de las prestaciones para mantener los servicios básicos.
Esto refleja una distorsión en la comprensión de las demandas sociales por parte de los gobiernos, y una seria limitación en la arquitectura de los sistemas y modelos instrumentados hasta el presente para responder a las nuevas realidades. Históricamente, las políticas sociales han abordado la salud de manera estrechamente unida a la idea de enfermedad, como si curar enfermos fuera el camino para lograr una población sana. Pero ya en 1974, Marc Lalonde, Ministro de Salud Pública de Canadá, planteó un modelo abarcativo de la salud que contempla cuatro dominios del proceso social: biológico, ambiental, conductual y asistencial. Su análisis constató que los recursos no se empleaban de acuerdo a las causas determinantes de la salud de la población. Estudios posteriores en los Estados Unidos establecieron que entre los factores de reducción de la mortalidad, el conductual (estilo de vida) incidía en un 43%, el biológico en un 27%, el ambiental en un 19 % y el asistencial en un 11%. Sin embargo, la distribución de los recursos de la salud registraba un 90% aplicado a los sistemas asistenciales. Ha transcurrido mucho tiempo, sin que se hayan registrado cambios significativos en el modelo. Es posible que el fenómeno demográfico nos obligue a reconocer la necesidad de optimizar la asignación de los recursos.
Para migrar desde el rígido esquema financiador de patologías hacia la producción social de la salud en un panorama de envejecimiento creciente, hay que admitir en primer lugar que la longevidad no es el problema. Los viejos están sometidos a una falsa identificación con la obsolescencia. Pero en su gran mayoría pueden disfrutar de un buen estado de salud si desempeñan un rol social activo hasta bien entrada la vejez. Entonces el centro de gravedad del estado de salud es el mantenimiento de la capacidad funcional real. Y eso no se logra construyendo más hospitales ni aumentando la asistencia. Y menos aún concentrando los cuidados y la preocupación de las políticas públicas en el fragmento de la vida que está al final del camino.
Las acciones que crean ambientes de ayuda y que fomentan opciones saludables son importantes en todas las etapas de la vida. A medida que envejecen las personas, las enfermedades no transmisibles (ENT) se convierten en las principales causas de morbilidad, discapacidad y mortalidad en todas las regiones del mundo. Estas patologías son costosas para las personas, las familias y el Estado. Pero muchas de ellas pueden prevenirse o retrasarse. La falta de prevención genera enormes costos humanos y sociales.
El hábitat, es una de las formas de asegurar una saludable protección del cuerpo y el espíritu. La mala condición de las viviendas, su precariedad o ausencia, son las armas más hostiles de la sociedad, y la cara más oscura del desamparo a las personas vulnerables. El hábitat incluye el acceso a servicios básicos como el agua potable.
La marginación del mundo laboral en razón de la edad crea una disminución de la autoestima, con todas las derivaciones nocivas de la inactividad para el ser humano y para la familia, sino que deja de lado una importante fuente de productividad, conocimientos y contribución al sistema de seguridad social. Y agrava el desequilibrio entre aportantes y pasivos.
Comprender esto, abarca inculcar nuevas responsabilidades al individuo y al sistema, educar a las personas en el autocuidado desde muy temprana edad, incentivar las políticas de promoción y prevención, ampliar el marco de comprensión de lo que significa salud integral: estar sano es mucho más que permanecer libre de enfermedad. De nada sirve un complejo sistema de atención implantado en un páramo de gente sin vivienda, sin educación, sin trabajo.
La explosión de la longevidad nos reclama algo muy distinto a cuidar la vejez: cuidar la vida.
http://www.cronista.com/notas/243299-la-explosion-la-longevidad
Es cierto que el mundo deberá prepararse para un desafío inédito: una gran cantidad de personas superará los cien años de edad. A la vez, la disminución de la fecundidad y de la mortalidad, presentarán un mundo envejecido que clamará por una intensa transformación en las políticas públicas.
La respuesta de las distintas disciplinas ante la preocupación que genera el fenómeno demográfico, no ha logrado hasta el momento un modelo global de gestión de las múltiples cuestiones asociadas a la longevidad, que contemple el espectro de situaciones. El Estado del Bienestar ha desempeñado un rol de protección hasta el presente, con el desarrollo de sistemas de salud y seguridad social inherentes a una franja importante de las necesidades de este particular segmento de la población. Pero las crisis dejan sus huellas. La inviabilidad del desarrollo continuo, el desempleo, el desequilibrio entre la cantidad de aportantes activos y la cantidad de beneficiarios, impulsa una limitación de las prestaciones para mantener los servicios básicos.
Esto refleja una distorsión en la comprensión de las demandas sociales por parte de los gobiernos, y una seria limitación en la arquitectura de los sistemas y modelos instrumentados hasta el presente para responder a las nuevas realidades. Históricamente, las políticas sociales han abordado la salud de manera estrechamente unida a la idea de enfermedad, como si curar enfermos fuera el camino para lograr una población sana. Pero ya en 1974, Marc Lalonde, Ministro de Salud Pública de Canadá, planteó un modelo abarcativo de la salud que contempla cuatro dominios del proceso social: biológico, ambiental, conductual y asistencial. Su análisis constató que los recursos no se empleaban de acuerdo a las causas determinantes de la salud de la población. Estudios posteriores en los Estados Unidos establecieron que entre los factores de reducción de la mortalidad, el conductual (estilo de vida) incidía en un 43%, el biológico en un 27%, el ambiental en un 19 % y el asistencial en un 11%. Sin embargo, la distribución de los recursos de la salud registraba un 90% aplicado a los sistemas asistenciales. Ha transcurrido mucho tiempo, sin que se hayan registrado cambios significativos en el modelo. Es posible que el fenómeno demográfico nos obligue a reconocer la necesidad de optimizar la asignación de los recursos.
Para migrar desde el rígido esquema financiador de patologías hacia la producción social de la salud en un panorama de envejecimiento creciente, hay que admitir en primer lugar que la longevidad no es el problema. Los viejos están sometidos a una falsa identificación con la obsolescencia. Pero en su gran mayoría pueden disfrutar de un buen estado de salud si desempeñan un rol social activo hasta bien entrada la vejez. Entonces el centro de gravedad del estado de salud es el mantenimiento de la capacidad funcional real. Y eso no se logra construyendo más hospitales ni aumentando la asistencia. Y menos aún concentrando los cuidados y la preocupación de las políticas públicas en el fragmento de la vida que está al final del camino.
Las acciones que crean ambientes de ayuda y que fomentan opciones saludables son importantes en todas las etapas de la vida. A medida que envejecen las personas, las enfermedades no transmisibles (ENT) se convierten en las principales causas de morbilidad, discapacidad y mortalidad en todas las regiones del mundo. Estas patologías son costosas para las personas, las familias y el Estado. Pero muchas de ellas pueden prevenirse o retrasarse. La falta de prevención genera enormes costos humanos y sociales.
El hábitat, es una de las formas de asegurar una saludable protección del cuerpo y el espíritu. La mala condición de las viviendas, su precariedad o ausencia, son las armas más hostiles de la sociedad, y la cara más oscura del desamparo a las personas vulnerables. El hábitat incluye el acceso a servicios básicos como el agua potable.
La marginación del mundo laboral en razón de la edad crea una disminución de la autoestima, con todas las derivaciones nocivas de la inactividad para el ser humano y para la familia, sino que deja de lado una importante fuente de productividad, conocimientos y contribución al sistema de seguridad social. Y agrava el desequilibrio entre aportantes y pasivos.
Comprender esto, abarca inculcar nuevas responsabilidades al individuo y al sistema, educar a las personas en el autocuidado desde muy temprana edad, incentivar las políticas de promoción y prevención, ampliar el marco de comprensión de lo que significa salud integral: estar sano es mucho más que permanecer libre de enfermedad. De nada sirve un complejo sistema de atención implantado en un páramo de gente sin vivienda, sin educación, sin trabajo.
La explosión de la longevidad nos reclama algo muy distinto a cuidar la vejez: cuidar la vida.
http://www.cronista.com/notas/243299-la-explosion-la-longevidad
La explosión de la longevidad
2010-09-17T06:26:00+02:00
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PROFESIONES SANITARIAS DEL FUTURO
Ya son bastantes los profesionales sanitarios (entre lo que me incluyo) que piensan (pensamos) que esta división entre Atención Primaria y atención especializada (hospitales, para simplficar, pero no únicamente hospitales) es una división obsoleta y que no da respuesta a los problemas reales de los pacientes. Los pefiles profesionales van a cambiar profundamente, aunque de momento se fundamenten a partir de las especialidades tradicionales.
Estos cambios pueden ser espectaculares. La Vanguardia de ayer publica un sugerente artículo titulado ¿De qué trabajaremos en el futuro? Este artículo se pregutna sobre las nuevas profesiones de los próximos 15-20 aós y se basa en un trabajo del gobierno británico The shape of jobs to come (2010), elaborado por Rohit Talwar, de Fast Future, y en una resolución de la Comisión Europea sobre la modernización de las universidades (2008).
En el informe de la Comisión Europea se hace émfasis en la formación. En las conclusiones, en el apartado Nuevas habilidades para nuevos empleos se hace un émfasis especial "a la reflexión de cómo pueden las universidades proporcionar el equilibrio justo entre habilidades y competencias para el mercado laboral". Tal como señala Lorenzo di Pietro, de Porta 22, en el futuro los estudios no se relacionaran directamente con el trabajo que se realiza, por lo que la formación permanente és imprescindible.
Pero, quizás lo más soprendente de este artículo es la definición que Fast Future hace de 21 nuevas profesiones sanitarias (algunas se definen por el títilo y en otras añado un breve comentario)
1.Genomics Developer / Architect / Baby Designer.
2.Body Part Maker (combina robótico, nuevos tejidos y plásticos para substituir partes del cuerpo dañadas).
3.Personal Enhancement Advisors. Profesionales que hacen una valoración global de las personas para aprovechar al máximo todos los elementos tecnológicos disponibles (mejorar la memoria o la performance física).
4.Nano-Medic.
5.Synthetic Life Designer / Scientist / Engineer. Reparación de tejidos, uso de bacterias para eliminar material orgánico o producir energía...
6.Chief In-Company Health Enhancement Officer. Diseñar programas para mejorar la salud de los empleados, para conseguir un mejor rendimiento y mejoras salariales (este trabajo me da un poco de miedo)
7.Telemedicine Technician.
8.Pharmer of Genetically Engineered Crops and Livestock. Los "neo-granjeros" producirán nuevas proteinas terapéuticas...
9.In-Company Gene Screener. Este trabajo todavía me da más miedo: se trata de identificar a los empleados que tienen riesgo de consumir drogas o que pueden tener algún problema que interfiera con el rendimiento.
10.Biometric Identification Specialist. Identificación de personas a través de las manos, los ojos o la voz (para controlar naturalmente)
11.Bioinformationists. Manejo de grandes volúmenes de información genética.
12.Geomicrobiologists. Uso de microorganismos para mejorar el medio ambiente.
13.Experimental Therapy Experts.
14.Old Age Wellness Manager / Consultant Specialists. Una especie de geriatras modernos que, además de la salud, se ocupan de la vida cotidiana.
15.Personal Body Weight / Obesity Consultant.
16.Memory Augmentation Surgeon.
17.‘New Science’ Ethicist. Va a tener mucho trabajo, lo que no sé es si se le va a hacer suficiente caso (especialmente los profesionales del grupo 6, 9 y 10).
18.Genetic Hacker. Buscan DNA para crear nuevos virus que mejoren alguna situación (cosechas...)
19.Longevity Providers. Especialistas que aconsejan, en función del genoma, la manera de incrementar la longevidad (!)
20.Cryonics Technicians. Se refieren a la hibernación.
21.End-of-Life Planner.
http://elforasterodelclavel.blogspot.com/2010/09/profesiones-sanitarias-del-futuro.html
Estos cambios pueden ser espectaculares. La Vanguardia de ayer publica un sugerente artículo titulado ¿De qué trabajaremos en el futuro? Este artículo se pregutna sobre las nuevas profesiones de los próximos 15-20 aós y se basa en un trabajo del gobierno británico The shape of jobs to come (2010), elaborado por Rohit Talwar, de Fast Future, y en una resolución de la Comisión Europea sobre la modernización de las universidades (2008).
En el informe de la Comisión Europea se hace émfasis en la formación. En las conclusiones, en el apartado Nuevas habilidades para nuevos empleos se hace un émfasis especial "a la reflexión de cómo pueden las universidades proporcionar el equilibrio justo entre habilidades y competencias para el mercado laboral". Tal como señala Lorenzo di Pietro, de Porta 22, en el futuro los estudios no se relacionaran directamente con el trabajo que se realiza, por lo que la formación permanente és imprescindible.
Pero, quizás lo más soprendente de este artículo es la definición que Fast Future hace de 21 nuevas profesiones sanitarias (algunas se definen por el títilo y en otras añado un breve comentario)
1.Genomics Developer / Architect / Baby Designer.
2.Body Part Maker (combina robótico, nuevos tejidos y plásticos para substituir partes del cuerpo dañadas).
3.Personal Enhancement Advisors. Profesionales que hacen una valoración global de las personas para aprovechar al máximo todos los elementos tecnológicos disponibles (mejorar la memoria o la performance física).
4.Nano-Medic.
5.Synthetic Life Designer / Scientist / Engineer. Reparación de tejidos, uso de bacterias para eliminar material orgánico o producir energía...
6.Chief In-Company Health Enhancement Officer. Diseñar programas para mejorar la salud de los empleados, para conseguir un mejor rendimiento y mejoras salariales (este trabajo me da un poco de miedo)
7.Telemedicine Technician.
8.Pharmer of Genetically Engineered Crops and Livestock. Los "neo-granjeros" producirán nuevas proteinas terapéuticas...
9.In-Company Gene Screener. Este trabajo todavía me da más miedo: se trata de identificar a los empleados que tienen riesgo de consumir drogas o que pueden tener algún problema que interfiera con el rendimiento.
10.Biometric Identification Specialist. Identificación de personas a través de las manos, los ojos o la voz (para controlar naturalmente)
11.Bioinformationists. Manejo de grandes volúmenes de información genética.
12.Geomicrobiologists. Uso de microorganismos para mejorar el medio ambiente.
13.Experimental Therapy Experts.
14.Old Age Wellness Manager / Consultant Specialists. Una especie de geriatras modernos que, además de la salud, se ocupan de la vida cotidiana.
15.Personal Body Weight / Obesity Consultant.
16.Memory Augmentation Surgeon.
17.‘New Science’ Ethicist. Va a tener mucho trabajo, lo que no sé es si se le va a hacer suficiente caso (especialmente los profesionales del grupo 6, 9 y 10).
18.Genetic Hacker. Buscan DNA para crear nuevos virus que mejoren alguna situación (cosechas...)
19.Longevity Providers. Especialistas que aconsejan, en función del genoma, la manera de incrementar la longevidad (!)
20.Cryonics Technicians. Se refieren a la hibernación.
21.End-of-Life Planner.
http://elforasterodelclavel.blogspot.com/2010/09/profesiones-sanitarias-del-futuro.html
PROFESIONES SANITARIAS DEL FUTURO
2010-09-17T06:17:00+02:00
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Si come menos, vivirá más
La propuesta de comer menos para vivir más puede parecer descabellada o fuera de lugar en un mundo como el nuestro en que buena parte de los humanos sufre inanición y no alcanza a cubrir sus necesidades básicas de nutrientes esenciales.
Pero la investigación en la cual se fundamenta la propuesta de "comer poco para tener una vida más longeva", realizada por científicos japoneses de la Universidad de Kyoto, no se refiere a estas situaciones extremas de hambre y deficiencia dietética en que viven sumidas algunos países en vías de desarrollo.
Necesidades básicas cubiertas
Su trabajo se refiere a un menor consumo de alimentos y calorías sensato y realista, compatible con las necesidades básicas de una persona, y encaminado a preservar su salud en vez de menguarla.
De acuerdo a los investigadores nipones, la restricción alimentaria es la intervención más eficaz y generalizada entre los mamíferos para elevar la longevidad y reducir los problemas de salud relacionados con el envejecimiento.
Su investigación —que indica que la cantidad de alimentos que se ingieren influye en la resistencia al estrés, la calidad de las proteínas y la dotación genética— se ha efectuado en gusanos, pero según sus autores es extrapolable a cualquier especie animal, incluyendo a los mamíferos en general, incluidos los seres humanos.
El estudio nipón, publicado en la prestigiosa revista Science, se realizó con una especie de gusanos de tierra, los Caenorhabditis elegans. Se centró en medir el efecto de una enzima denominada RHEB-1 sobre la duración de la vida de un ser vivo, y en la forma en que un componente de las proteínas se altera en función de la ingesta calórica de cada individuo.
Las enzimas son moléculas de proteínas que tienen la capacidad de facilitar y acelerar las reacciones químicas que tienen lugar en los tejidos vivos.
Efectos saludables
El estudio de una de ellas en concreto, la RHEB-1, a cargo de un equipo de la Universidad de Kyoto que realizó el estudio, dirigido por el profesor Eisuke Nishida, ha permitido constatar que "la restricción alimentaria es la intervención más eficaz y más reproducible para extender la esperanza de vida en especies completamente diferentes".
En los animales mamíferos existen dos formas de alimentarse que inciden con claridad a la hora de prolongar la vida y de reducir el número de problemas de salud relacionados con el envejecimiento, aseguran los investigadores de la Universidad de Kyoto.
El primero de esos dos regímenes es el denominado "ayuno intermitente" (IF, por sus siglas en inglés), que, de acuerdo con esta investigación, puede aumentar los años de vida incluso cuando la disminución de la ingesta (cantidad de sustancias o nutrientes ingeridos) de calorías sea escasa o incluso nula.
El otro régimen, llamado "restricción calórica crónica" (CCR, por sus siglas en inglés), implica una reducción constante y mantenida a lo largo del tiempo de los alimentos que se ingieren y también influye en la enzima RHEB-1, cuyo mecanismo subyacente de funcionamiento sigue siendo un enigma para los investigadores.
Los científicos de la Universidad de Kyoto comprobaron que los "Caenorhabditis elegans" que ayunaron durante dos días aumentaron en torno a un 50 por ciento su longevidad, mientras que aquellos gusanos que ayunaban cada dos días eran más resistentes a los procesos de "estrés oxidativo", el deterioro celular ocasionado por el oxígeno.
Los "gusanos ayunantes" también mostraron menos síntomas de declive físico relacionado con el envejecimiento, comparado con el de sus congéneres que comían cuanto querían.
En base a este fenómeno, los expertos japoneses han concluido que comer poco, ayunando ocasionalmente o reduciendo las calorías que se consumen, prolonga la vida por la influencia que ello ejerce en varios mecanismos fisiológicos como la resistencia del organismo al estrés, el control de la calidad de las proteínas y la integridad de la carga genómica (proporción de material genético presente en una célula).
ttp://www.impre.com/laopinion/vida-estilo/2010/9/5/
Pero la investigación en la cual se fundamenta la propuesta de "comer poco para tener una vida más longeva", realizada por científicos japoneses de la Universidad de Kyoto, no se refiere a estas situaciones extremas de hambre y deficiencia dietética en que viven sumidas algunos países en vías de desarrollo.
Necesidades básicas cubiertas
Su trabajo se refiere a un menor consumo de alimentos y calorías sensato y realista, compatible con las necesidades básicas de una persona, y encaminado a preservar su salud en vez de menguarla.
De acuerdo a los investigadores nipones, la restricción alimentaria es la intervención más eficaz y generalizada entre los mamíferos para elevar la longevidad y reducir los problemas de salud relacionados con el envejecimiento.
Su investigación —que indica que la cantidad de alimentos que se ingieren influye en la resistencia al estrés, la calidad de las proteínas y la dotación genética— se ha efectuado en gusanos, pero según sus autores es extrapolable a cualquier especie animal, incluyendo a los mamíferos en general, incluidos los seres humanos.
El estudio nipón, publicado en la prestigiosa revista Science, se realizó con una especie de gusanos de tierra, los Caenorhabditis elegans. Se centró en medir el efecto de una enzima denominada RHEB-1 sobre la duración de la vida de un ser vivo, y en la forma en que un componente de las proteínas se altera en función de la ingesta calórica de cada individuo.
Las enzimas son moléculas de proteínas que tienen la capacidad de facilitar y acelerar las reacciones químicas que tienen lugar en los tejidos vivos.
Efectos saludables
El estudio de una de ellas en concreto, la RHEB-1, a cargo de un equipo de la Universidad de Kyoto que realizó el estudio, dirigido por el profesor Eisuke Nishida, ha permitido constatar que "la restricción alimentaria es la intervención más eficaz y más reproducible para extender la esperanza de vida en especies completamente diferentes".
En los animales mamíferos existen dos formas de alimentarse que inciden con claridad a la hora de prolongar la vida y de reducir el número de problemas de salud relacionados con el envejecimiento, aseguran los investigadores de la Universidad de Kyoto.
El primero de esos dos regímenes es el denominado "ayuno intermitente" (IF, por sus siglas en inglés), que, de acuerdo con esta investigación, puede aumentar los años de vida incluso cuando la disminución de la ingesta (cantidad de sustancias o nutrientes ingeridos) de calorías sea escasa o incluso nula.
El otro régimen, llamado "restricción calórica crónica" (CCR, por sus siglas en inglés), implica una reducción constante y mantenida a lo largo del tiempo de los alimentos que se ingieren y también influye en la enzima RHEB-1, cuyo mecanismo subyacente de funcionamiento sigue siendo un enigma para los investigadores.
Los científicos de la Universidad de Kyoto comprobaron que los "Caenorhabditis elegans" que ayunaron durante dos días aumentaron en torno a un 50 por ciento su longevidad, mientras que aquellos gusanos que ayunaban cada dos días eran más resistentes a los procesos de "estrés oxidativo", el deterioro celular ocasionado por el oxígeno.
Los "gusanos ayunantes" también mostraron menos síntomas de declive físico relacionado con el envejecimiento, comparado con el de sus congéneres que comían cuanto querían.
En base a este fenómeno, los expertos japoneses han concluido que comer poco, ayunando ocasionalmente o reduciendo las calorías que se consumen, prolonga la vida por la influencia que ello ejerce en varios mecanismos fisiológicos como la resistencia del organismo al estrés, el control de la calidad de las proteínas y la integridad de la carga genómica (proporción de material genético presente en una célula).
ttp://www.impre.com/laopinion/vida-estilo/2010/9/5/
Si come menos, vivirá más
2010-09-17T06:09:00+02:00
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El grupo de Otín logra aumentar un 25% la longevidad de ratones envejecidos
El grupo de investigadores liderado por Carlos López Otín, catedrático de Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, ha descubierto que el factor de crecimiento insulínico -o IGF1- alarga la vida en un modelo animal de envejecimiento prematuro humano. El trabajo fue publicado ayer en la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences», de la Academia Americana de las Ciencias.
El tratamiento desarrollado por los investigadores asturianos permite alargar en un 25 por ciento la longevidad de ratones con progeria. A juicio de sus autores, supone un importante avance hacia el conocimiento de los mecanismos implicados en el desarrollo de esta enfermedad. Además, plantea una nueva opción terapéutica para los pacientes afectados por síndromes de envejecimiento acelerado, quienes desarrollan durante los primeros años de vida síntomas característicos de edades avanzadas: osteoporosis, pérdida de grasa subcutánea y de pelo, y fallos cardiovasculares, entre otros.
La esperanza de vida de las personas que padecen la forma de progeria más común -el síndrome de Hutchinson-Gilford- es inferior a 20 años. Se trata de enfermedades muy poco frecuentes, pero devastadoras, según destaca la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (FICYT). Además de Otín, en el estudio han participado Guillermo Mariño, Alejandro Piñeiro, Álvaro Fernández, Fernando García Osorio, Antonio Fueyo y José María Pérez-Freije.
Los científicos emplearon ratones modificados genéticamente, creados previamente en su laboratorio. Y se encontraron con que los niveles de una hormona conocida como factor de crecimiento insulínico o IGF1 eran anormalmente bajos en estas patologías. Entonces, decidieron restablecer los niveles de la hormona, y el tratamiento con IGF1 condujo a una mejoría notable de diversas alteraciones presentes en estos ratones, incluyendo ganancia de peso, recuperación de grasa subcutánea y de la capacidad locomotora, disminución de la alopecia y un aumento significativo de su esperanza de vida.
Según Otín, esta contribución plantea una opción «para mejorar la situación clínica y extender la vida de los enfermos de envejecimiento prematuro». En trabajos publicados anteriormente en «Nature» y «Nature Medicine», los mismos investigadores de la Universidad de Oviedo describieron que el envejecimiento acelerado se asociaba con la activación anómala de mecanismos de protección frente al cáncer y diseñaron una estrategia farmacológica dirigida a bloquear la acumulación de la proteína responsable de esta enfermedad. Estos trabajos han conducido a un ensayo clínico internacional -actualmente en curso- para el tratamiento de los niños que padecen esta dramática enfermedad.
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2010/09/01/grupo-otin-abre-puerta-tratamiento-envejecimiento-prematuro/962065.html
El tratamiento desarrollado por los investigadores asturianos permite alargar en un 25 por ciento la longevidad de ratones con progeria. A juicio de sus autores, supone un importante avance hacia el conocimiento de los mecanismos implicados en el desarrollo de esta enfermedad. Además, plantea una nueva opción terapéutica para los pacientes afectados por síndromes de envejecimiento acelerado, quienes desarrollan durante los primeros años de vida síntomas característicos de edades avanzadas: osteoporosis, pérdida de grasa subcutánea y de pelo, y fallos cardiovasculares, entre otros.
La esperanza de vida de las personas que padecen la forma de progeria más común -el síndrome de Hutchinson-Gilford- es inferior a 20 años. Se trata de enfermedades muy poco frecuentes, pero devastadoras, según destaca la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (FICYT). Además de Otín, en el estudio han participado Guillermo Mariño, Alejandro Piñeiro, Álvaro Fernández, Fernando García Osorio, Antonio Fueyo y José María Pérez-Freije.
Los científicos emplearon ratones modificados genéticamente, creados previamente en su laboratorio. Y se encontraron con que los niveles de una hormona conocida como factor de crecimiento insulínico o IGF1 eran anormalmente bajos en estas patologías. Entonces, decidieron restablecer los niveles de la hormona, y el tratamiento con IGF1 condujo a una mejoría notable de diversas alteraciones presentes en estos ratones, incluyendo ganancia de peso, recuperación de grasa subcutánea y de la capacidad locomotora, disminución de la alopecia y un aumento significativo de su esperanza de vida.
Según Otín, esta contribución plantea una opción «para mejorar la situación clínica y extender la vida de los enfermos de envejecimiento prematuro». En trabajos publicados anteriormente en «Nature» y «Nature Medicine», los mismos investigadores de la Universidad de Oviedo describieron que el envejecimiento acelerado se asociaba con la activación anómala de mecanismos de protección frente al cáncer y diseñaron una estrategia farmacológica dirigida a bloquear la acumulación de la proteína responsable de esta enfermedad. Estos trabajos han conducido a un ensayo clínico internacional -actualmente en curso- para el tratamiento de los niños que padecen esta dramática enfermedad.
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2010/09/01/grupo-otin-abre-puerta-tratamiento-envejecimiento-prematuro/962065.html
El grupo de Otín logra aumentar un 25% la longevidad de ratones envejecidos
2010-09-17T05:37:00+02:00
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Gene Associated With Kidney Disease Identified In African-American Population
Kidney disease is a growing public health problem, with approximately half a million individuals in the United States requiring dialysis treatments to replace the function of their failed kidneys. The problem is particularly acute among African Americans, whose rates of kidney disease are four times higher than those of European Americans.
Now, a scientific team led by investigators at Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) and the Universite Libre de Bruxelles, has discovered a genetic explanation - with evolutionary roots - for the higher incidence of kidney disease among African Americans.
As reported in the July 15 online issue of the journal Science, the study found that patients with focal segmental glomerulosclerosis (FSGS) and hypertension-attributed end-stage kidney disease (H-ESKD) harbored variants in the APOL1 gene that changed the APOL1 protein sequence. These variants are commonly found in individuals of recent African ancestry.
Furthermore, in a twist of evolutionary medicine, the disease-causing variants may have protected Africans against a lethal parasite, explaining why these genetic variants are so common in the population today.
"We found that the APOL1 risk genes for renal disease occur in more than 30 percent of African-American chromosomes," explains co-senior author Martin Pollak, MD, Chief of Nephrology at BIDMC and Associate Professor of Medicine at Harvard Medical School. "In fact, the increased risk of kidney disease in individuals who inherited two copies of these variant forms of APOL1 is reported to be approximately 10-fold."
FSGS is a form of injury to the kidney's filtering system, which causes proteins to be lost into the urine and gradually reduces kidney function. ESKD, or end-stage kidney disease, is defined by kidney failure that has progressed to the point that the patient requires dialysis or kidney transplantation.
In 2008, it was discovered that genetic variation near the MYH9 gene on chromosome 22 was associated with increased risk of kidney disease in African-Americans. But, because genome analyses had shown a strong signal of natural selection in the region containing both the MYH9 and APOL1 genes, the authors reasoned that the location of the disease-causing genetic variants was in a broader region. They also predicted that the frequency of these variants would be markedly different between European-Americans and Africans.
Using data from the 1000 Genomes Project DNA ata bank, the authors identified candidate genetic variants and tested for their presence in DNA sample sets. They found that two APOL1 variants - dubbed G1 and G2 - were associated with an increased risk of both FSGS and hypertension-attributed ESKD in African-Americans.
"G1 and G2 both changed the coding sequence of APOL1," explains Pollak. "Further analyses revealed that these very same genetic variants [G1 and G2] conferred human immunity against the parasite responsible for sleeping sickness."
African sleeping sickness is caused by an African trypanosome parasite, which is transmitted by the tsetse fly. The disease, which produces severe nervous system disorders that can ultimately lead to brain damage, coma and death, is estimated to affect tens of thousands of people, but is not found outside of Africa.
The APOL1 protein circulates in the blood and helps defend against trypanosomes, a finding initially discovered by co-senior author Etienne Pays, PhD, of the Universite Libre de Bruxelles, in Belgium. In the current study, Pays' laboratory found that the plasma from patients harboring the G1 and G2 variants inactivated the trypanosomes that cause the deadliest forms of African Sleeping Sickness, as did the APOL1 protein with these same variants inserted.
"We were excited that our findings appeared to relate kidney disease in the United States with human evolution and parasite infection in Africa," said Pollak. "While there are many details that remain to be clarified in future studies, we do know that sickle-cell disease is a well-established precedent for this model, in which one copy of the mutation confers protection against a parasitic infection but two copies of the mutation can cause severe disease."
As Pollak explains, when present in a single copy, certain hemoglobin mutations protect against malaria. But two copies cause sickle cell disease or thalassemia, severe red-blood cell diseases.
"It appears that we may have found a similar situation in APOL1," he adds. "Consequently, while these genetic variants protect against sleeping sickness, they also greatly increase a person's susceptibility to kidney disease. We hope that these new findings will not only lead us to a better understanding of the underlying mechanisms leading to kidney failure, but will also help us develop new ways to treat trypanosome infection and kidney disease."
In addition to Pollak and Pays, coauthors include Giulio Genovese and David Friedman (co-first authors) and Andrea Bernhardy of BIDMC's Department of Nephrology; Michael Ross and Andrea Uscinski Knob of Brigham and Women's Hospital, Boston; Laurence Lecordier, Pierrick Uzureau and Benoit Vanhollebeke of Universite Libre de Bruxelles, Belgium; Barry Freedman, Donald Bowden, Carl Langefeld, and Pamela Hicks of Wake Forest Baptist University Medical Center; Taras Oleksyk of the University of Puerto Rico at Mayaguez; George Nelson and Cheryl Winkler of the National Cancer Institute; and Jeffrey Kopp of the National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases.
Source:
Bonnie Prescott
Beth Israel Deaconess Medical Center
Article Date: 17 Jul 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/194928.php
Now, a scientific team led by investigators at Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) and the Universite Libre de Bruxelles, has discovered a genetic explanation - with evolutionary roots - for the higher incidence of kidney disease among African Americans.
As reported in the July 15 online issue of the journal Science, the study found that patients with focal segmental glomerulosclerosis (FSGS) and hypertension-attributed end-stage kidney disease (H-ESKD) harbored variants in the APOL1 gene that changed the APOL1 protein sequence. These variants are commonly found in individuals of recent African ancestry.
Furthermore, in a twist of evolutionary medicine, the disease-causing variants may have protected Africans against a lethal parasite, explaining why these genetic variants are so common in the population today.
"We found that the APOL1 risk genes for renal disease occur in more than 30 percent of African-American chromosomes," explains co-senior author Martin Pollak, MD, Chief of Nephrology at BIDMC and Associate Professor of Medicine at Harvard Medical School. "In fact, the increased risk of kidney disease in individuals who inherited two copies of these variant forms of APOL1 is reported to be approximately 10-fold."
FSGS is a form of injury to the kidney's filtering system, which causes proteins to be lost into the urine and gradually reduces kidney function. ESKD, or end-stage kidney disease, is defined by kidney failure that has progressed to the point that the patient requires dialysis or kidney transplantation.
In 2008, it was discovered that genetic variation near the MYH9 gene on chromosome 22 was associated with increased risk of kidney disease in African-Americans. But, because genome analyses had shown a strong signal of natural selection in the region containing both the MYH9 and APOL1 genes, the authors reasoned that the location of the disease-causing genetic variants was in a broader region. They also predicted that the frequency of these variants would be markedly different between European-Americans and Africans.
Using data from the 1000 Genomes Project DNA ata bank, the authors identified candidate genetic variants and tested for their presence in DNA sample sets. They found that two APOL1 variants - dubbed G1 and G2 - were associated with an increased risk of both FSGS and hypertension-attributed ESKD in African-Americans.
"G1 and G2 both changed the coding sequence of APOL1," explains Pollak. "Further analyses revealed that these very same genetic variants [G1 and G2] conferred human immunity against the parasite responsible for sleeping sickness."
African sleeping sickness is caused by an African trypanosome parasite, which is transmitted by the tsetse fly. The disease, which produces severe nervous system disorders that can ultimately lead to brain damage, coma and death, is estimated to affect tens of thousands of people, but is not found outside of Africa.
The APOL1 protein circulates in the blood and helps defend against trypanosomes, a finding initially discovered by co-senior author Etienne Pays, PhD, of the Universite Libre de Bruxelles, in Belgium. In the current study, Pays' laboratory found that the plasma from patients harboring the G1 and G2 variants inactivated the trypanosomes that cause the deadliest forms of African Sleeping Sickness, as did the APOL1 protein with these same variants inserted.
"We were excited that our findings appeared to relate kidney disease in the United States with human evolution and parasite infection in Africa," said Pollak. "While there are many details that remain to be clarified in future studies, we do know that sickle-cell disease is a well-established precedent for this model, in which one copy of the mutation confers protection against a parasitic infection but two copies of the mutation can cause severe disease."
As Pollak explains, when present in a single copy, certain hemoglobin mutations protect against malaria. But two copies cause sickle cell disease or thalassemia, severe red-blood cell diseases.
"It appears that we may have found a similar situation in APOL1," he adds. "Consequently, while these genetic variants protect against sleeping sickness, they also greatly increase a person's susceptibility to kidney disease. We hope that these new findings will not only lead us to a better understanding of the underlying mechanisms leading to kidney failure, but will also help us develop new ways to treat trypanosome infection and kidney disease."
In addition to Pollak and Pays, coauthors include Giulio Genovese and David Friedman (co-first authors) and Andrea Bernhardy of BIDMC's Department of Nephrology; Michael Ross and Andrea Uscinski Knob of Brigham and Women's Hospital, Boston; Laurence Lecordier, Pierrick Uzureau and Benoit Vanhollebeke of Universite Libre de Bruxelles, Belgium; Barry Freedman, Donald Bowden, Carl Langefeld, and Pamela Hicks of Wake Forest Baptist University Medical Center; Taras Oleksyk of the University of Puerto Rico at Mayaguez; George Nelson and Cheryl Winkler of the National Cancer Institute; and Jeffrey Kopp of the National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases.
Source:
Bonnie Prescott
Beth Israel Deaconess Medical Center
Article Date: 17 Jul 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/194928.php
Gene Associated With Kidney Disease Identified In African-American Population
2010-09-17T05:32:00+02:00
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miércoles, 15 de septiembre de 2010
¿Disminución de la actividad del tiroides un signo de la longevidad?
Viernes, 3 de septiembre de 2010
La disminución de la actividad de la tiroides sería un indicador de que se podría vivir más años, aunque los autores de un nuevo estudio señalan que eso no prueba que la alteración funcional sea la fuente de la juventud.
"En un estudio previo, el equipo había observado que los hijos de mediana edad de gemelos longevos tenían una menor función de la tiroides que un grupo control de la población general", explicó la doctora Diana van Heemst, del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Holanda.
"Ahora, evaluamos si en esos gemelos longevos, la reducción de la función de la tiroides estaba asociada con una mayor supervivencia que sus padres", expresó el autor.
El equipo de Van Heemst estudió a 859 gemelos de 421 familias longevas. Según publica Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, la edad promedio de 93 años excedía los 78 años de vida promedio en Estados unidos.
Tras elaborar una escala de longevidad de los padres de los gemelos, el equipo analizó los niveles de hormonas tiroideas en muestras de sangre de los gemelos.
Ambos valores estuvieron significativamente asociados, los que coincide con estudios previos sobre la herencia en la disminución de la actividad tiroidea y su relación con la longevidad.
La relación se mantuvo tras considerar enfermedades que alteran la función tiroidea.
Desde el cuello, la glándula produce hormonas que influyen en el metabolismo.
El equipo sugiere que la reducción de la actividad hormonal desviaría el gasto energético corporal del crecimiento y la proliferación al mantenimiento protector, lo que conservaría al cuerpo más sano por más tiempo. Pero otros factores también podrían estar asociados con el funcionamiento de la tiroides y la longevidad.
"Los resultados son sorpresivos, porque la reducción de la actividad de la tiroides suele estar entre los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular", dijo van Heemst. "Por lo tanto, la recomendación es tratar a los adultos mayores con baja actividad tiroidea mediante el uso de hormonas sintéticas", añadió.
Pero es muy pronto como para decir si eso priva a los mayores de años extra de vida.
"Los datos destacan la necesidad de realizar un ensayo clínico para conocer si el tratamiento (de reducciones leves de la función tiroidea) con hormona tiroidea es efectiva en los adultos mayores", concluyó Van Heemst.
http://www.analitica.com/va/medicinaysalud/opinion/4630752.asp
La disminución de la actividad de la tiroides sería un indicador de que se podría vivir más años, aunque los autores de un nuevo estudio señalan que eso no prueba que la alteración funcional sea la fuente de la juventud.
"En un estudio previo, el equipo había observado que los hijos de mediana edad de gemelos longevos tenían una menor función de la tiroides que un grupo control de la población general", explicó la doctora Diana van Heemst, del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Holanda.
"Ahora, evaluamos si en esos gemelos longevos, la reducción de la función de la tiroides estaba asociada con una mayor supervivencia que sus padres", expresó el autor.
El equipo de Van Heemst estudió a 859 gemelos de 421 familias longevas. Según publica Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, la edad promedio de 93 años excedía los 78 años de vida promedio en Estados unidos.
Tras elaborar una escala de longevidad de los padres de los gemelos, el equipo analizó los niveles de hormonas tiroideas en muestras de sangre de los gemelos.
Ambos valores estuvieron significativamente asociados, los que coincide con estudios previos sobre la herencia en la disminución de la actividad tiroidea y su relación con la longevidad.
La relación se mantuvo tras considerar enfermedades que alteran la función tiroidea.
Desde el cuello, la glándula produce hormonas que influyen en el metabolismo.
El equipo sugiere que la reducción de la actividad hormonal desviaría el gasto energético corporal del crecimiento y la proliferación al mantenimiento protector, lo que conservaría al cuerpo más sano por más tiempo. Pero otros factores también podrían estar asociados con el funcionamiento de la tiroides y la longevidad.
"Los resultados son sorpresivos, porque la reducción de la actividad de la tiroides suele estar entre los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular", dijo van Heemst. "Por lo tanto, la recomendación es tratar a los adultos mayores con baja actividad tiroidea mediante el uso de hormonas sintéticas", añadió.
Pero es muy pronto como para decir si eso priva a los mayores de años extra de vida.
"Los datos destacan la necesidad de realizar un ensayo clínico para conocer si el tratamiento (de reducciones leves de la función tiroidea) con hormona tiroidea es efectiva en los adultos mayores", concluyó Van Heemst.
http://www.analitica.com/va/medicinaysalud/opinion/4630752.asp
¿Disminución de la actividad del tiroides un signo de la longevidad?
2010-09-15T21:16:00+02:00
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A-BIOÉTICA Y MEDICINA DEL SEGURO DE VIDA|bioética envejecimiento y longevidad|
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bioética envejecimiento y longevidad
Las consecuencias del aumento de la esperanza de vida
Si usted ha tenido hijos a partir del año 2000 y vive en un país desarrollado, es muy probable que éstos lleguen a cumplir los 100 años y tengan más salud que las personas más mayores de las generaciones anteriores, según un reciente artículo de Lancet, una publicación del sector médico.
Las implicaciones son enormes en todas las áreas: para la planificación de la jubilación, los costes de salud, los nuevos modelos de trabajo y las estrategias innovadoras en el área de educación. Según dijo Olivia Mitchell, profesora del área de Seguros y Gestión de riesgo de Wharton: “Será una revolución demográfica incomparable a todo lo que hemos vivido antes”.
Si a esto le añadimos, que si los economistas tienen dificultad para prever cuánto será el PIB del cuarto trimestre, lo mismo les ocurrirá para predecir cómo será el mundo de aquí a algunas generaciones. Es evidente que esta última investigación crea desafíos inéditos para los gobiernos de todo el mundo. “Si las personas supieran que pueden vivir hasta los 100 años, tal vez organizarían su vida de otra manera”, observa James W. Vaupel, coautor del estudio de The Lancet y director-fundador del Instituto Max Planck de Investigación Demográfica de Rostock, en Alemania. “Significa hacer cambios radicales en las políticas públicas”.
Un ritmo de vida diferente
De acuerdo con los investigadores de The Lancet, haber ganado cerca de 30 años en la esperanza de vida en Europa Occidental, EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda —y, sobre todo, en Japón, España e Italia— “llama la atención por el hecho de ser una de las mayores hazañas del siglo XX”. Además, la mayor parte de los bebés nacidos a partir del año 2000 en esos países “van a celebrar su cien cumpleaños si el actual crecimiento anual de la esperanza de vida continúa al mismo ritmo en el siglo XXI”. Así lo creen los autores: “El progreso continuo de las longevidad en las poblaciones indica que aún no estamos cerca del límite, y que es probable que haya un nuevo aumento en la esperanza de vida”.
¿Ya que las personas, en la próxima década, tendrán que seguir activas hasta los 70 o 80 años, qué tipo de ambiente podrán esperar? “La buena noticia es que el mundo laboral está cambiando por sí mismo” de forma que será más receptivo a los empleados más longevos o ancianos, dice Peter Cappelli, director del Centro de Recursos Humanos de Wharton [Center for Human Resources]. “Ya es más fácil trabajar a distancia, online [...] Las exigencias físicas de muchas actividades están disminuyendo, las obligaciones son de más corto plazo, las subcontrataciones de todo tipo son cada vez más frecuentes y hay un volumen mayor de trabajo que se ejecuta por contrato. Todo eso simplifica la entrada y salida de las personas del lugar de trabajo, por lo menos en principio [...] Resta saber en qué medida los responsables de compañías serán receptivos con los trabajadores más viejos y adoptarán horarios de trabajo más flexibles, supervisarán menos y delegarán más”.
Una posible dificultad dice es que los trabajadores más mayores, a medida que permanecen más tiempo en el trabajo, acaban siendo supervisados por gerentes más jóvenes, dice Cappelli. Además de cultivar “una cierta discriminación tácita contra los trabajadores más mayores, los jóvenes también se preocupan de la manera en que deben gestionar a quién tiene más experiencia que ellos. Se trata de un desafío que mucha gente no sabe cómo afrontar de forma intuitiva”. Vaupel coincide con este punto de vista, añadiendo que, a medida que las personas trabajan más años en su vida, pero menos horas por semana, el lugar de trabajo tendrá que volverse más agradable y más receptivo para los trabajadores más mayores. Eso se podrá lograr, por ejemplo, adecuando su deseo de trabajar fuera, o próximo, de casa, o eliminando posibles actitudes hostiles entre los trabajadores más jóvenes con los más viejos. Diversos estudios demostraron que “en algunos lugares, los más jóvenes intentan forzar la salida de los más viejos. Eso tiene que cambiar”, dice Vaupel.
Los autores del artículo de The Lancet —titulado “El envejecimiento de la población: Los desafíos a los que hay que enfrentarse”, bajo la dirección de Kaare Christensen, profesora del Centro Danés de Investigaciones sobre el Envejecimiento de la Universidad del Sur de Dinamarca— sugieren otro posible cambio en el ambiente de trabajo y en el estilo de las personas. “La introducción de mejoras relacionadas con la salud y en el funcionamiento del lugar de trabajo, así como el cambio de un trabajo que exige esfuerzo a otro que exige conocimiento, significa que un porcentaje creciente de personas en la franja de los 60 y de los 70 años es capaz de contribuir a la economía. Como muchas de esas personas prefieren trabajar a tiempo parcial, todo indica que actividades que requieren 15, 20 o 25 horas de trabajo deberán aumentar”.
Si las personas más mayores optan, cada vez más, por trabajar a tiempo parcial, surgirá un número mayor de oportunidades para el trabajo a tiempo parcial también para los jóvenes. El siglo XX, dice el artículo, fue “el siglo de la redistribución de la renta. El siglo XXI podrá ser el siglo de la redistribución del trabajo”, en que el empleo se repartirá “de forma más ecuánime entre las diversas capas de la población y a lo largo de las edades de la vida. Las personas podrían combinar trabajo, educación, ocio y la crianza de los hijos en diferentes proporciones en diferentes edades”.
Gabrielle Doblhammer-Reiter, directora ejecutiva del Centro de Estudios de Cambios Demográficos de Rostock, en Alemania, y coautora del artículo junto con Christensen, Vaupel y Ronald Rau, encara esa posible redistribución del trabajo como un resultado positivo. “¿Si las personas más viejas trabajan a tiempo parcial, por qué no los jóvenes?”, se pregunta. “Si eso ocurre, será bueno, porque actualmente buena parte de la jornada laboral coincide con aquellos momentos en que tenemos tantas otras responsabilidades como, por ejemplo, cuidar de la familia”. Para Nancy Rothbard, profesora de Gestión de Wharton, las empresas ya permiten que sus trabajadores reorganicen los diferentes aspectos de su trabajo en horarios más convenientes, tal vez concentrándose en tareas o especialidades que ya no exijan el mismo conocimiento que era necesario antes. Otra posibilidad es volver a la universidad para reciclarse. Es extremadamente importante mantenerse al día en las habilidades tecnológicas exigidas en el trabajo o en la profesión escogida. Los trabajadores más mayores, dice ella, “tienen una rica experiencia y un vasto conocimiento que impresiona y puede ser de gran utilidad. Todo eso debe ser equilibrado con la necesidad de mantenerse actualizado”.
Las previsiones sobre el futuro del lugar de trabajo dependen de cada país. “EEUU difiere de Japón y de Europa porque los americanos tienen una fuerza de trabajo bastante joven. Esto se debe, en parte, a las tasas elevadas de natalidad y al gran número de inmigrantes”, dice Vaupel. “Pero tanto en Europa como en Japón habrá una escasez real de trabajadores en las próximas décadas. Esto significa que las empresas intentarán mantener a las personas más mayores en su fuerza de trabajo e incentivarán a los jubilados a que vuelvan. Los gerentes ya comienzan a pensar en una manera de garantizar una nueva reeducación para los trabajadores de más edad”, de la misma forma en que los jóvenes reciben entrenamiento en el trabajo para ayudarlos a perfeccionar las habilidades ya existentes y a adquirir nuevas.
Mitchell va más lejos. “El verdadero desafío de llegar a los 100 años consiste en introducir, de manera sistemática, clases de finanzas en los programas de la escuela primaria y del bachillerato”, dice ella. “Es preciso que las personas razonen de manera diferente en relación a invertir en sí mismas, en su capital humano. Las personas tendrán que adquirir pronto un conjunto de habilidades que no sólo les permita conseguir el primer empleo o que las prepare para la profesión que deberán ejercer en los próximos 20 años, sino que también las ayude a encontrar diferentes carreras de 20 años de duración cada una a lo largo de la vida”. Eso va a exigir un enfoque muy diferente en la educación, añade Mitchell, de tal modo que “las personas vuelvan periódicamente a la escuela para aprender como seguir aprendiendo, en vez de que trabajen con un conocimiento congelado” en un punto determinado de sus vidas.
La mayor preocupación en relación a las nuevas proyecciones sobre la mortalidad es “la dificultad que tiene el trabajador medio en comprender lo mínimo de economía, y mucho más acerca de los riesgos propios de la longevidad. La esperanza de vida ahora es de cerca de 80 años, sin embargo, menos del 20% de la población americana en la franja de los 50 años siquiera intentó elaborar un plan de jubilación. Si sumáramos 20 años más a esos 80, veremos que las personas necesitan aprender mucho sobre ahorrar e invertir para la jubilación”.
Elevar o eliminar la edad de jubilación
Si las personas llegaran a los 100 años, ¿de qué forma afectará al sistema de jubilación y al seguro de salud hoy existente y cuyo objetivo es ayudar a las personas en las últimas décadas de sus vidas?
Actualmente, diferentes países tienen diferentes políticas de jubilación. En EEUU, no hay jubilación obligatoria, con excepción de ciertas categorías profesionales, como los pilotos de aerolíneas comerciales, algunos jueces y determinados sectores de la alta dirección. En realidad, en la mayor parte de los trabajos, es ilegal obligar a las personas a jubilarse. Sin embargo, diversas señales funcionan “de hecho” como inductores de la jubilación, dice Mitchell. Por el sistema de seguridad social americano, por ejemplo, la edad “normal” para que alguien se jubile está estipulada en 65 años (pudiendo llegar a 67). El uso oficial del término “normal” tiene como objetivo indicar la edad en que alguien comenzaba a recibir beneficios no reducidos, pero con el tiempo se convirtió en una edad de referencia automáticamente asociada al fin de los años de trabajo. Otro ejemplo de eso es el hecho de que el sistema permite actualmente que el individuo reclame la concesión de beneficios ya a los 62 años (aunque los pagos sean reducidos). “Mi preocupación es que la concesión de los beneficios de la Seguridad Social a los 62 años acabe estipulando esa edad como un objetivo que hay que cumplir. El hecho es que el americano, en general, solicita esos beneficios a los 62 años, aunque muchos se verían más beneficiados si los pidieran con más edad”.
Los próximos años, Mitchell dice que “la edad para la jubilación tendrá que subir considerablemente, hasta los 70 años o más, para financiar la generación del baby boom, a medida que ésta vaya envejeciendo”. Cuando la Seguridad Social entró en vigor, en los años 30, dice ella, “la expectativa de vida era bastante menor. En realidad, nuestro concepto de edad ‘normal’ para jubilarse se basa en el sistema alemán, que fijó la edad de 65 años para la jubilación, ya que la mitad de la población de la época jamás alcanzaba esa edad. Se trataba, por lo tanto, de un sistema de seguro social que funcionaba, pues cubría sólo aquellos que sobrepasaban el límite de esperanza de vida de entonces”. Con el tiempo, dice Mitchell, “en EEUU dejaron de pensar en la Seguridad Social como un sistema de seguro para la longevidad y empezaron a utilizarlo como un programa de transferencia, que remunera las personas para que no trabajen durante 30 o 40 años. Con el aumento de la esperanza de vida y la disminución del número de jóvenes que paga impuestos, se vuelve cada vez más caro sostener ese programa.
Si quisiéramos financiar periodos de vida más largos, tendremos que actuar de forma más inteligente, trabajar más tiempo, ahorrar más para la jubilación y reestructurar la Seguridad Social, tal y como era la intención del programa de seguro de longevidad”. La jubilación, añade Mitchell, “no será algo tan atractivo para las futuras generaciones como lo fue para la generación de nuestros padres”.
De acuerdo con Kent Smetters, profesor del sector de Seguros y Gestión de riesgo de Wharton, los depositarios de la Seguridad Social y de Medicare ya incorporaron el aumento de la longevidad en el plan de pagos a los ciudadanos de más edad. “La cuestión es saber si esa incorporación se está haciendo al suficiente nivel del aumento”. La longevidad es una variable importante, dice él, porque por la ley actual, “la edad para la jubilación no está vinculada automáticamente a los aumentos de la longevidad”. Esto significa que una fracción cada vez mayor de la población va a jubilarse si siguen viviendo más sin tener un aumento en la edad de jubilación. “A fin de cuentas, la edad normal para jubilarse tendrá que ser más proporcional a la mayor extensión de la vida, tal vez 70 o 75 años de aquí a algunas décadas. Esa franja de edad puede parecernos ridícula hoy en día, pero dejará de serlo de aquí a 20 o 30 años. Quién quiera jubilarse a los 62 años, podrá hacerlo, sin embargo los beneficios concedidos serán muy reducidos, ya que la edad normal para jubilarse será de 70 o 75 años”.
Para Smetters, el aumento de la esperanza de vida de las personas es “un desarrollo positivo, con tal de que nosotros, como nación, sepamos lidiar con la presión creciente sobre los programas de beneficios. Pero el debate persiste. La Comisión de Seguridad Social de 2001 se encontró con la oposición pública de los líderes laborales y de algunos empleadores en lo que concierne a la elevación de la edad para la jubilación. Pero en declaraciones privadas, la mayoría concuerda que tal medida tal vez se vuelva necesaria. Sólo hay que hacer las cuentas”.
En cuanto a Medicare, “mientras las personas vivan más, tanto más gravado estará Medicare”, dice Smetters añadiendo, sin embargo, que Medicare es más no-lineal que la Seguridad Social, que es un beneficio en dinero que sigue remunerando. En Medicare, la mayor parte de los costes de salud del individuo se concentra en los últimos dos o tres años de vida. Por lo tanto, “al empujar esa parte específica de los gastos al futuro, se ahorra en valor presente”. Sin embargo, otra parte del dinero también se gasta antes de los años finales de vida: por lo tanto, al aumentar ese número de años, se aumentan los gastos. “El efecto neto de eso será el aumento de los costes de Medicare, lo que es un problema enorme, ya que las deficiencias del sistema ya son muy elevadas y el programa no tiene la financiación que debería tener. La crisis de Medicare explotará mucho antes que la crisis de la Seguridad social”.
Mark V. Pauly, profesor de Gestión sanitaria de Wharton, también cree que los años de más aumentados a la esperanza de vida son, por norma, de mejor calidad, “tanto que el valor actual descontado del individuo en el gasto de Medicare no sube mucho cuando sumamos la esperanza de vida, ya que buena parte del aumento sobre los costes de salud ocurre en los últimos años de vida. Todos pasan por esos últimos años, los cuales, es evidente, sólo ocurren en el futuro”. No se trata de un escenario garantizado, añade, porque los gastos por el mantenimiento de la salud, en los cuáles las personas incurren a medida que envejecen, pueden imponer presiones adicionales al sistema que son difíciles de anticipar hoy en día.
“Medicare”, dice Pauly, “está en una situación tan desesperada que cualquier problema que surja de la mayor longevidad se vuelven mínimos”. El sistema no está mejorando, dice él en referencia a las propuestas de reforma de la salud del Congreso y del Gobierno Obama, las cuales, según Pauly, están tomando dinero que debería ser usado en Medicare. “Existen medios de atenuar el colapso de Medicare, sin embargo han sido secuestrados por la reforma del sistema de salud”, dice citando una propuesta específica de retirar dinero de los planes privados de Medicare para financiar el seguro de salud de personas con menos de 65 años. “Todos tenemos ideas de lo que hay que hacer para salvar Medicare, sin embargo nuestro arsenal relativamente modesto de herramientas está siendo usado para costear la reforma del sistema sanitario”.
El escenario de la jubilación es diferente en Europa, “donde las edades para la jubilación son más rígidas”, observa Doblhammer-Reiter. “La edad es de 65 años y, en muchos países, aumentará los próximos años hasta 67. El hecho es que las personas se jubilan actualmente poco después de los 60 años. Nadie trabaja hasta los 65”, señala, en parte porque los trabajadores más mayores son más caros y menos flexibles. Esto significa que en épocas de desempleo elevado, son despedidos con más frecuencia que otros grupos de edad. En Europa, añade, “los países con esperanzas de vida más elevadas adoptan una franja de edad más precoz para la jubilación. Italia es un ejemplo de eso. Se trata de una situación insostenible. El sistema de pensiones no se puede financiar si no se cambia. No hay otra salida que recortar la concesión de las pensiones o hacer que las personas se jubilen más tarde”.
¿Cuál debería ser la edad de jubilación de las generaciones que podrán vivir hasta los 100 años? “Depende de la ocupación”, observa Doblhammer-Reiter, “lo que significa que tal vez necesitemos edades flexibles para la jubilación. Yo soy profesora. En Italia, los profesores trabajan hasta los 75 años. En Alemania, la edad obligatoria para jubilarse es de 65 años, aunque para mis compañeros sea de 67 [...] Pero estoy segura de que podría continuar trabajando hasta los 70 o 75 años”. Varios países europeos analizan actualmente el fin de la jubilación basada en la edad, resalta Vaupel. “El año pasado, Dinamarca tomó esa medida [...] Existe un movimiento en el sentido de hacer las pensiones más justas: si usted trabaja más años, debe recibir una pensión mayor. Las personas podrán decidir cuándo desean jubilarse. Creo que muchas van a preferir trabajar más tiempo”.
¿Un número mayor de personas en busca de menos empleos?
Aunque el estudio de The Lancet no haya analizado el mundo en desarrollo —en parte debido a la dificultad de obtener informaciones consistentes sobre salud y envejecimiento— esos países también han experimentado un aumento en la esperanza de vida. China e India tienen poblaciones relativamente jóvenes, señal de que están dispuestos a comprar los activos de jubilación de inversores más viejos de los países desarrollados en el transcurso de las próximas décadas.
Si las personas están viviendo más y disfrutan de más salud, y si prefieren trabajar por más tiempo, ¿habrá empleo suficiente para mantenerlas empleadas? “Nadie sabe”, dice Mitchell. “Lo que podemos hacer es analizar varios países con nivel de envejecimiento más rápido que el de EEUU, como Japón y Singapur. Sabemos que hay mucha presión sobre los empleadores para que introduzcan acuerdos de trabajo más flexibles, de modo que las personas puedan compartir el empleo que tienen. En Japón, la jubilación es obligatoria —generalmente a los 60 o 65 años—, sin embargo el individuo puede trabajar hasta el viernes, jubilarse, y volver el lunes a la misma empresa en una nueva posición ganando mitad de lo que ganaba antes. Por lo tanto, el salario que recibía y sus responsabilidades en el trabajo son renegociadas, lo que confiere al trabajador un papel muy diferente en la empresa. Él puede actuar como mentor o consultor, lo que le permite usar el conocimiento y la sabiduría que los trabajadores más mayores pueden ofrecer. Pero permite también a la nueva generación encontrar empleo y aprender a trabajar”.
De acuerdo con Andy Abel, profesor de Finanzas de Wharton, tres datos básicos determinan el número de personas en edad de trabajo: “En primer lugar, el número de nacimientos registrados en los últimos 20 años, que indica cuántos individuos de 20 años hay en la fuerza de trabajo; en segundo lugar, inmigración, tanto legal como ilegal, entre los grupos de todas las franjas de edad; y, en tercer lugar, las tasas de mortalidad”.
Puesto que el estudio de The Lancet muestra una reducción significativa en la tasa de mortalidad de las personas más viejas, ¿esto significa que un número mayor de personas va a trabajar más y buscar menos empleos disponibles? “No necesariamente”, dice Abel. “Ahí entra la macroeconomía: hay más personas por ahí exigiendo mayor atención a la salud, más centros recreativos y otros tipos de bienes y servicios. Por lo tanto, uno no se debe imaginar que haya un número fijo de empleos. La demanda generalizada de bienes va a aumentar, lo que ayudará a crear una demanda de empleos. El impacto sobre el salario dependerá de lo que subirá más: la oferta o la demanda de mano de obra”.
Smetters observa dos efectos en lo referente al crecimiento del empleo. “A medida que las personas viven más y se mantienen productivas, ellas simplemente extenderán los años de trabajo. Si un día nuestra expectativa de vida es de 150 años, está claro que nadie va a jubilarse a los 65 años. En segundo lugar, es verdad que si hubiera mucha gente compitiendo por los mismos empleos, los empleos se crearán simplemente porque hay una fuerza de trabajo experta y probablemente barata”. Si toda esa gente estuviera buscando empleo, eso puede también significar que los salarios serán más bajos: “No todos, sin embargo, estarán trabajando por dinero”, observa, añadiendo que personas más mayores volverán nuevamente a la fuerza de trabajo en busca de una vida social y para mantenerse activas”.
Mientras tanto, en Europa, a diferencia de EEUU, habrá un declive en la fuerza de trabajo. “En otras palabras, habrá empleos disponibles”, observa Doblhammer-Reiter. “Será preciso encontrar recursos. Las personas más mayores son un recurso disponible; otro recurso son las mujeres. En muchos países de Europa, las mujeres no trabajan cuando tienen familia. Un tercer recurso son los inmigrantes. Pero en vista de la discusión política en los países europeos, creo que será menos controvertida” la entrada en el mercado de trabajadores más viejos y mujeres que de inmigrantes. Vaupel cita otras diferencias entre EEUU y otros países. La tasa de natalidad en EEUU fue mucho más alta en las décadas anteriores que la tasa registrada en Japón y en Europa, dice él. Además de eso, el país tuvo un flujo mucho mayor de inmigrantes sumado a la poca “emigración”. Las personas que llegan a EEUU suelen hacerlo cuando aún están en edad de trabajo, lo que aumenta la oferta de mano de obra disponible. Otro detalle es que esos trabajadores, por norma, tienen buena preparación escolar.
Un nuevo enfoque holístico de la salud
Los investigadores de The Lancet analizaron también diversos estudios enfocados en las tendencias de salud entre las poblaciones más mayores. Del lado positivo, por ejemplo, “ha habido un rápido adelanto en la reducción de infartos y otras enfermedades cardiovasculares. Ha habido algún adelanto en el combate del cáncer, aunque lento, y hay indicaciones de que estamos comenzando a entender mejor el mal de Alzheimer”, dice. Doblhammer-Reiter cita también los avances en la tecnología médica y los cambios de estilo de vida —las personas son más activas y contrarias al tabaquismo— como señales positivas.
Lo que no está mejorando es la perspectiva de la obesidad y de la diabetes. “Son cosas que parecen estar empeorando en vez de mejorar con el tiempo, dice Doblhammer-Reiter. Los investigadores observan en el artículo que “la obesidad es un factor de riesgo ampliamente discutido que amenaza el adelanto de la salud y que viene aumentando en casi todas las poblaciones [...] La obesidad está relacionada con diversos problemas graves de salud, como el mayor riesgo de diabetes, artritis y derrame”. Mientras tanto, el número de casos de diabetes se duplicará en el mundo debido al envejecimiento de la población. La mayor parte de los casos tendrá lugar entre personas con 65 años o más.
El estudio también analiza los datos disponibles sobre discapacidades, movilidad, problemas de audición y otras enfermedades relacionadas con la edad, sin embargo destaca que “poco se sabe de las tendencias de la función cognitiva y demencia”, una área que Vaupel, entre otros, cree que se beneficiaría mucho de otras investigaciones. “Hay fuertes indicios de que estamos viviendo más tiempo y de forma más saludable en lo que se refiere a la función física, sin embargo los indicios son más controvertidos en lo referente a la función cognitiva”, explica. Son necesarios otros estudios para que se pueda descubrir “lo que las personas pueden hacer para mantener sus funciones cognitivas saludables a medida que envejecen”. Vaupel advierte también sobre la necesidad de más medicamentos geriátricos. “El sistema actual está organizado en torno a especialistas —cáncer, corazón, cerebro etc. —, sin embargo las personas de más edad, incluso aquellas relativamente saludables, padecen, en general, problemas diferentes. En el plan de las políticas públicas, es preciso que haya una mejor coordinación para garantizar que los médicos no estén recetando medicamentos que interfieran entre ellos. Tenemos que comenzar a tratar a las personas de forma holística.
Según Mitchell, “a los economistas les gusta decir que la salud es un componente de nuestro capital humano, que es la fuente de nuestra fuerza y versatilidad en relación al futuro”. No se trata “sólo de sentirse bien en la juventud o en la edad adulta, y sí de invertir en buena salud a lo largo de toda la vida, de modo que la persona se sienta bien también a los 100 años”. Mitchell y otros concluyeron recientemente un “Estudio sobre salud y jubilación” en que analizaron, en parte, las actitudes de personas con 50 años o más actualmente, en comparación con personas de 50 años o más hace 12 años. “Constatamos un gran cambio entre los dos grupos: los actuales baby boomers esperan una carrera más compleja en la segunda mitad de la vida. Muchos de ellos creen que continuarán trabajando de algún modo, tal vez no en el mismo empleo, posiblemente como consultores o abrirán un negocio propio —eso fue antes de la crisis financiera—, o utilizarán más tiempo para involucrarse en proyectos voluntarios. Hay que esperar que esa tendencia persista a medida que las personas vayan jubilándose cada vez más tarde”.
Publicado el: 13/01/2010
http://www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewArticle&ID=1824
Las implicaciones son enormes en todas las áreas: para la planificación de la jubilación, los costes de salud, los nuevos modelos de trabajo y las estrategias innovadoras en el área de educación. Según dijo Olivia Mitchell, profesora del área de Seguros y Gestión de riesgo de Wharton: “Será una revolución demográfica incomparable a todo lo que hemos vivido antes”.
Si a esto le añadimos, que si los economistas tienen dificultad para prever cuánto será el PIB del cuarto trimestre, lo mismo les ocurrirá para predecir cómo será el mundo de aquí a algunas generaciones. Es evidente que esta última investigación crea desafíos inéditos para los gobiernos de todo el mundo. “Si las personas supieran que pueden vivir hasta los 100 años, tal vez organizarían su vida de otra manera”, observa James W. Vaupel, coautor del estudio de The Lancet y director-fundador del Instituto Max Planck de Investigación Demográfica de Rostock, en Alemania. “Significa hacer cambios radicales en las políticas públicas”.
Un ritmo de vida diferente
De acuerdo con los investigadores de The Lancet, haber ganado cerca de 30 años en la esperanza de vida en Europa Occidental, EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda —y, sobre todo, en Japón, España e Italia— “llama la atención por el hecho de ser una de las mayores hazañas del siglo XX”. Además, la mayor parte de los bebés nacidos a partir del año 2000 en esos países “van a celebrar su cien cumpleaños si el actual crecimiento anual de la esperanza de vida continúa al mismo ritmo en el siglo XXI”. Así lo creen los autores: “El progreso continuo de las longevidad en las poblaciones indica que aún no estamos cerca del límite, y que es probable que haya un nuevo aumento en la esperanza de vida”.
¿Ya que las personas, en la próxima década, tendrán que seguir activas hasta los 70 o 80 años, qué tipo de ambiente podrán esperar? “La buena noticia es que el mundo laboral está cambiando por sí mismo” de forma que será más receptivo a los empleados más longevos o ancianos, dice Peter Cappelli, director del Centro de Recursos Humanos de Wharton [Center for Human Resources]. “Ya es más fácil trabajar a distancia, online [...] Las exigencias físicas de muchas actividades están disminuyendo, las obligaciones son de más corto plazo, las subcontrataciones de todo tipo son cada vez más frecuentes y hay un volumen mayor de trabajo que se ejecuta por contrato. Todo eso simplifica la entrada y salida de las personas del lugar de trabajo, por lo menos en principio [...] Resta saber en qué medida los responsables de compañías serán receptivos con los trabajadores más viejos y adoptarán horarios de trabajo más flexibles, supervisarán menos y delegarán más”.
Una posible dificultad dice es que los trabajadores más mayores, a medida que permanecen más tiempo en el trabajo, acaban siendo supervisados por gerentes más jóvenes, dice Cappelli. Además de cultivar “una cierta discriminación tácita contra los trabajadores más mayores, los jóvenes también se preocupan de la manera en que deben gestionar a quién tiene más experiencia que ellos. Se trata de un desafío que mucha gente no sabe cómo afrontar de forma intuitiva”. Vaupel coincide con este punto de vista, añadiendo que, a medida que las personas trabajan más años en su vida, pero menos horas por semana, el lugar de trabajo tendrá que volverse más agradable y más receptivo para los trabajadores más mayores. Eso se podrá lograr, por ejemplo, adecuando su deseo de trabajar fuera, o próximo, de casa, o eliminando posibles actitudes hostiles entre los trabajadores más jóvenes con los más viejos. Diversos estudios demostraron que “en algunos lugares, los más jóvenes intentan forzar la salida de los más viejos. Eso tiene que cambiar”, dice Vaupel.
Los autores del artículo de The Lancet —titulado “El envejecimiento de la población: Los desafíos a los que hay que enfrentarse”, bajo la dirección de Kaare Christensen, profesora del Centro Danés de Investigaciones sobre el Envejecimiento de la Universidad del Sur de Dinamarca— sugieren otro posible cambio en el ambiente de trabajo y en el estilo de las personas. “La introducción de mejoras relacionadas con la salud y en el funcionamiento del lugar de trabajo, así como el cambio de un trabajo que exige esfuerzo a otro que exige conocimiento, significa que un porcentaje creciente de personas en la franja de los 60 y de los 70 años es capaz de contribuir a la economía. Como muchas de esas personas prefieren trabajar a tiempo parcial, todo indica que actividades que requieren 15, 20 o 25 horas de trabajo deberán aumentar”.
Si las personas más mayores optan, cada vez más, por trabajar a tiempo parcial, surgirá un número mayor de oportunidades para el trabajo a tiempo parcial también para los jóvenes. El siglo XX, dice el artículo, fue “el siglo de la redistribución de la renta. El siglo XXI podrá ser el siglo de la redistribución del trabajo”, en que el empleo se repartirá “de forma más ecuánime entre las diversas capas de la población y a lo largo de las edades de la vida. Las personas podrían combinar trabajo, educación, ocio y la crianza de los hijos en diferentes proporciones en diferentes edades”.
Gabrielle Doblhammer-Reiter, directora ejecutiva del Centro de Estudios de Cambios Demográficos de Rostock, en Alemania, y coautora del artículo junto con Christensen, Vaupel y Ronald Rau, encara esa posible redistribución del trabajo como un resultado positivo. “¿Si las personas más viejas trabajan a tiempo parcial, por qué no los jóvenes?”, se pregunta. “Si eso ocurre, será bueno, porque actualmente buena parte de la jornada laboral coincide con aquellos momentos en que tenemos tantas otras responsabilidades como, por ejemplo, cuidar de la familia”. Para Nancy Rothbard, profesora de Gestión de Wharton, las empresas ya permiten que sus trabajadores reorganicen los diferentes aspectos de su trabajo en horarios más convenientes, tal vez concentrándose en tareas o especialidades que ya no exijan el mismo conocimiento que era necesario antes. Otra posibilidad es volver a la universidad para reciclarse. Es extremadamente importante mantenerse al día en las habilidades tecnológicas exigidas en el trabajo o en la profesión escogida. Los trabajadores más mayores, dice ella, “tienen una rica experiencia y un vasto conocimiento que impresiona y puede ser de gran utilidad. Todo eso debe ser equilibrado con la necesidad de mantenerse actualizado”.
Las previsiones sobre el futuro del lugar de trabajo dependen de cada país. “EEUU difiere de Japón y de Europa porque los americanos tienen una fuerza de trabajo bastante joven. Esto se debe, en parte, a las tasas elevadas de natalidad y al gran número de inmigrantes”, dice Vaupel. “Pero tanto en Europa como en Japón habrá una escasez real de trabajadores en las próximas décadas. Esto significa que las empresas intentarán mantener a las personas más mayores en su fuerza de trabajo e incentivarán a los jubilados a que vuelvan. Los gerentes ya comienzan a pensar en una manera de garantizar una nueva reeducación para los trabajadores de más edad”, de la misma forma en que los jóvenes reciben entrenamiento en el trabajo para ayudarlos a perfeccionar las habilidades ya existentes y a adquirir nuevas.
Mitchell va más lejos. “El verdadero desafío de llegar a los 100 años consiste en introducir, de manera sistemática, clases de finanzas en los programas de la escuela primaria y del bachillerato”, dice ella. “Es preciso que las personas razonen de manera diferente en relación a invertir en sí mismas, en su capital humano. Las personas tendrán que adquirir pronto un conjunto de habilidades que no sólo les permita conseguir el primer empleo o que las prepare para la profesión que deberán ejercer en los próximos 20 años, sino que también las ayude a encontrar diferentes carreras de 20 años de duración cada una a lo largo de la vida”. Eso va a exigir un enfoque muy diferente en la educación, añade Mitchell, de tal modo que “las personas vuelvan periódicamente a la escuela para aprender como seguir aprendiendo, en vez de que trabajen con un conocimiento congelado” en un punto determinado de sus vidas.
La mayor preocupación en relación a las nuevas proyecciones sobre la mortalidad es “la dificultad que tiene el trabajador medio en comprender lo mínimo de economía, y mucho más acerca de los riesgos propios de la longevidad. La esperanza de vida ahora es de cerca de 80 años, sin embargo, menos del 20% de la población americana en la franja de los 50 años siquiera intentó elaborar un plan de jubilación. Si sumáramos 20 años más a esos 80, veremos que las personas necesitan aprender mucho sobre ahorrar e invertir para la jubilación”.
Elevar o eliminar la edad de jubilación
Si las personas llegaran a los 100 años, ¿de qué forma afectará al sistema de jubilación y al seguro de salud hoy existente y cuyo objetivo es ayudar a las personas en las últimas décadas de sus vidas?
Actualmente, diferentes países tienen diferentes políticas de jubilación. En EEUU, no hay jubilación obligatoria, con excepción de ciertas categorías profesionales, como los pilotos de aerolíneas comerciales, algunos jueces y determinados sectores de la alta dirección. En realidad, en la mayor parte de los trabajos, es ilegal obligar a las personas a jubilarse. Sin embargo, diversas señales funcionan “de hecho” como inductores de la jubilación, dice Mitchell. Por el sistema de seguridad social americano, por ejemplo, la edad “normal” para que alguien se jubile está estipulada en 65 años (pudiendo llegar a 67). El uso oficial del término “normal” tiene como objetivo indicar la edad en que alguien comenzaba a recibir beneficios no reducidos, pero con el tiempo se convirtió en una edad de referencia automáticamente asociada al fin de los años de trabajo. Otro ejemplo de eso es el hecho de que el sistema permite actualmente que el individuo reclame la concesión de beneficios ya a los 62 años (aunque los pagos sean reducidos). “Mi preocupación es que la concesión de los beneficios de la Seguridad Social a los 62 años acabe estipulando esa edad como un objetivo que hay que cumplir. El hecho es que el americano, en general, solicita esos beneficios a los 62 años, aunque muchos se verían más beneficiados si los pidieran con más edad”.
Los próximos años, Mitchell dice que “la edad para la jubilación tendrá que subir considerablemente, hasta los 70 años o más, para financiar la generación del baby boom, a medida que ésta vaya envejeciendo”. Cuando la Seguridad Social entró en vigor, en los años 30, dice ella, “la expectativa de vida era bastante menor. En realidad, nuestro concepto de edad ‘normal’ para jubilarse se basa en el sistema alemán, que fijó la edad de 65 años para la jubilación, ya que la mitad de la población de la época jamás alcanzaba esa edad. Se trataba, por lo tanto, de un sistema de seguro social que funcionaba, pues cubría sólo aquellos que sobrepasaban el límite de esperanza de vida de entonces”. Con el tiempo, dice Mitchell, “en EEUU dejaron de pensar en la Seguridad Social como un sistema de seguro para la longevidad y empezaron a utilizarlo como un programa de transferencia, que remunera las personas para que no trabajen durante 30 o 40 años. Con el aumento de la esperanza de vida y la disminución del número de jóvenes que paga impuestos, se vuelve cada vez más caro sostener ese programa.
Si quisiéramos financiar periodos de vida más largos, tendremos que actuar de forma más inteligente, trabajar más tiempo, ahorrar más para la jubilación y reestructurar la Seguridad Social, tal y como era la intención del programa de seguro de longevidad”. La jubilación, añade Mitchell, “no será algo tan atractivo para las futuras generaciones como lo fue para la generación de nuestros padres”.
De acuerdo con Kent Smetters, profesor del sector de Seguros y Gestión de riesgo de Wharton, los depositarios de la Seguridad Social y de Medicare ya incorporaron el aumento de la longevidad en el plan de pagos a los ciudadanos de más edad. “La cuestión es saber si esa incorporación se está haciendo al suficiente nivel del aumento”. La longevidad es una variable importante, dice él, porque por la ley actual, “la edad para la jubilación no está vinculada automáticamente a los aumentos de la longevidad”. Esto significa que una fracción cada vez mayor de la población va a jubilarse si siguen viviendo más sin tener un aumento en la edad de jubilación. “A fin de cuentas, la edad normal para jubilarse tendrá que ser más proporcional a la mayor extensión de la vida, tal vez 70 o 75 años de aquí a algunas décadas. Esa franja de edad puede parecernos ridícula hoy en día, pero dejará de serlo de aquí a 20 o 30 años. Quién quiera jubilarse a los 62 años, podrá hacerlo, sin embargo los beneficios concedidos serán muy reducidos, ya que la edad normal para jubilarse será de 70 o 75 años”.
Para Smetters, el aumento de la esperanza de vida de las personas es “un desarrollo positivo, con tal de que nosotros, como nación, sepamos lidiar con la presión creciente sobre los programas de beneficios. Pero el debate persiste. La Comisión de Seguridad Social de 2001 se encontró con la oposición pública de los líderes laborales y de algunos empleadores en lo que concierne a la elevación de la edad para la jubilación. Pero en declaraciones privadas, la mayoría concuerda que tal medida tal vez se vuelva necesaria. Sólo hay que hacer las cuentas”.
En cuanto a Medicare, “mientras las personas vivan más, tanto más gravado estará Medicare”, dice Smetters añadiendo, sin embargo, que Medicare es más no-lineal que la Seguridad Social, que es un beneficio en dinero que sigue remunerando. En Medicare, la mayor parte de los costes de salud del individuo se concentra en los últimos dos o tres años de vida. Por lo tanto, “al empujar esa parte específica de los gastos al futuro, se ahorra en valor presente”. Sin embargo, otra parte del dinero también se gasta antes de los años finales de vida: por lo tanto, al aumentar ese número de años, se aumentan los gastos. “El efecto neto de eso será el aumento de los costes de Medicare, lo que es un problema enorme, ya que las deficiencias del sistema ya son muy elevadas y el programa no tiene la financiación que debería tener. La crisis de Medicare explotará mucho antes que la crisis de la Seguridad social”.
Mark V. Pauly, profesor de Gestión sanitaria de Wharton, también cree que los años de más aumentados a la esperanza de vida son, por norma, de mejor calidad, “tanto que el valor actual descontado del individuo en el gasto de Medicare no sube mucho cuando sumamos la esperanza de vida, ya que buena parte del aumento sobre los costes de salud ocurre en los últimos años de vida. Todos pasan por esos últimos años, los cuales, es evidente, sólo ocurren en el futuro”. No se trata de un escenario garantizado, añade, porque los gastos por el mantenimiento de la salud, en los cuáles las personas incurren a medida que envejecen, pueden imponer presiones adicionales al sistema que son difíciles de anticipar hoy en día.
“Medicare”, dice Pauly, “está en una situación tan desesperada que cualquier problema que surja de la mayor longevidad se vuelven mínimos”. El sistema no está mejorando, dice él en referencia a las propuestas de reforma de la salud del Congreso y del Gobierno Obama, las cuales, según Pauly, están tomando dinero que debería ser usado en Medicare. “Existen medios de atenuar el colapso de Medicare, sin embargo han sido secuestrados por la reforma del sistema de salud”, dice citando una propuesta específica de retirar dinero de los planes privados de Medicare para financiar el seguro de salud de personas con menos de 65 años. “Todos tenemos ideas de lo que hay que hacer para salvar Medicare, sin embargo nuestro arsenal relativamente modesto de herramientas está siendo usado para costear la reforma del sistema sanitario”.
El escenario de la jubilación es diferente en Europa, “donde las edades para la jubilación son más rígidas”, observa Doblhammer-Reiter. “La edad es de 65 años y, en muchos países, aumentará los próximos años hasta 67. El hecho es que las personas se jubilan actualmente poco después de los 60 años. Nadie trabaja hasta los 65”, señala, en parte porque los trabajadores más mayores son más caros y menos flexibles. Esto significa que en épocas de desempleo elevado, son despedidos con más frecuencia que otros grupos de edad. En Europa, añade, “los países con esperanzas de vida más elevadas adoptan una franja de edad más precoz para la jubilación. Italia es un ejemplo de eso. Se trata de una situación insostenible. El sistema de pensiones no se puede financiar si no se cambia. No hay otra salida que recortar la concesión de las pensiones o hacer que las personas se jubilen más tarde”.
¿Cuál debería ser la edad de jubilación de las generaciones que podrán vivir hasta los 100 años? “Depende de la ocupación”, observa Doblhammer-Reiter, “lo que significa que tal vez necesitemos edades flexibles para la jubilación. Yo soy profesora. En Italia, los profesores trabajan hasta los 75 años. En Alemania, la edad obligatoria para jubilarse es de 65 años, aunque para mis compañeros sea de 67 [...] Pero estoy segura de que podría continuar trabajando hasta los 70 o 75 años”. Varios países europeos analizan actualmente el fin de la jubilación basada en la edad, resalta Vaupel. “El año pasado, Dinamarca tomó esa medida [...] Existe un movimiento en el sentido de hacer las pensiones más justas: si usted trabaja más años, debe recibir una pensión mayor. Las personas podrán decidir cuándo desean jubilarse. Creo que muchas van a preferir trabajar más tiempo”.
¿Un número mayor de personas en busca de menos empleos?
Aunque el estudio de The Lancet no haya analizado el mundo en desarrollo —en parte debido a la dificultad de obtener informaciones consistentes sobre salud y envejecimiento— esos países también han experimentado un aumento en la esperanza de vida. China e India tienen poblaciones relativamente jóvenes, señal de que están dispuestos a comprar los activos de jubilación de inversores más viejos de los países desarrollados en el transcurso de las próximas décadas.
Si las personas están viviendo más y disfrutan de más salud, y si prefieren trabajar por más tiempo, ¿habrá empleo suficiente para mantenerlas empleadas? “Nadie sabe”, dice Mitchell. “Lo que podemos hacer es analizar varios países con nivel de envejecimiento más rápido que el de EEUU, como Japón y Singapur. Sabemos que hay mucha presión sobre los empleadores para que introduzcan acuerdos de trabajo más flexibles, de modo que las personas puedan compartir el empleo que tienen. En Japón, la jubilación es obligatoria —generalmente a los 60 o 65 años—, sin embargo el individuo puede trabajar hasta el viernes, jubilarse, y volver el lunes a la misma empresa en una nueva posición ganando mitad de lo que ganaba antes. Por lo tanto, el salario que recibía y sus responsabilidades en el trabajo son renegociadas, lo que confiere al trabajador un papel muy diferente en la empresa. Él puede actuar como mentor o consultor, lo que le permite usar el conocimiento y la sabiduría que los trabajadores más mayores pueden ofrecer. Pero permite también a la nueva generación encontrar empleo y aprender a trabajar”.
De acuerdo con Andy Abel, profesor de Finanzas de Wharton, tres datos básicos determinan el número de personas en edad de trabajo: “En primer lugar, el número de nacimientos registrados en los últimos 20 años, que indica cuántos individuos de 20 años hay en la fuerza de trabajo; en segundo lugar, inmigración, tanto legal como ilegal, entre los grupos de todas las franjas de edad; y, en tercer lugar, las tasas de mortalidad”.
Puesto que el estudio de The Lancet muestra una reducción significativa en la tasa de mortalidad de las personas más viejas, ¿esto significa que un número mayor de personas va a trabajar más y buscar menos empleos disponibles? “No necesariamente”, dice Abel. “Ahí entra la macroeconomía: hay más personas por ahí exigiendo mayor atención a la salud, más centros recreativos y otros tipos de bienes y servicios. Por lo tanto, uno no se debe imaginar que haya un número fijo de empleos. La demanda generalizada de bienes va a aumentar, lo que ayudará a crear una demanda de empleos. El impacto sobre el salario dependerá de lo que subirá más: la oferta o la demanda de mano de obra”.
Smetters observa dos efectos en lo referente al crecimiento del empleo. “A medida que las personas viven más y se mantienen productivas, ellas simplemente extenderán los años de trabajo. Si un día nuestra expectativa de vida es de 150 años, está claro que nadie va a jubilarse a los 65 años. En segundo lugar, es verdad que si hubiera mucha gente compitiendo por los mismos empleos, los empleos se crearán simplemente porque hay una fuerza de trabajo experta y probablemente barata”. Si toda esa gente estuviera buscando empleo, eso puede también significar que los salarios serán más bajos: “No todos, sin embargo, estarán trabajando por dinero”, observa, añadiendo que personas más mayores volverán nuevamente a la fuerza de trabajo en busca de una vida social y para mantenerse activas”.
Mientras tanto, en Europa, a diferencia de EEUU, habrá un declive en la fuerza de trabajo. “En otras palabras, habrá empleos disponibles”, observa Doblhammer-Reiter. “Será preciso encontrar recursos. Las personas más mayores son un recurso disponible; otro recurso son las mujeres. En muchos países de Europa, las mujeres no trabajan cuando tienen familia. Un tercer recurso son los inmigrantes. Pero en vista de la discusión política en los países europeos, creo que será menos controvertida” la entrada en el mercado de trabajadores más viejos y mujeres que de inmigrantes. Vaupel cita otras diferencias entre EEUU y otros países. La tasa de natalidad en EEUU fue mucho más alta en las décadas anteriores que la tasa registrada en Japón y en Europa, dice él. Además de eso, el país tuvo un flujo mucho mayor de inmigrantes sumado a la poca “emigración”. Las personas que llegan a EEUU suelen hacerlo cuando aún están en edad de trabajo, lo que aumenta la oferta de mano de obra disponible. Otro detalle es que esos trabajadores, por norma, tienen buena preparación escolar.
Un nuevo enfoque holístico de la salud
Los investigadores de The Lancet analizaron también diversos estudios enfocados en las tendencias de salud entre las poblaciones más mayores. Del lado positivo, por ejemplo, “ha habido un rápido adelanto en la reducción de infartos y otras enfermedades cardiovasculares. Ha habido algún adelanto en el combate del cáncer, aunque lento, y hay indicaciones de que estamos comenzando a entender mejor el mal de Alzheimer”, dice. Doblhammer-Reiter cita también los avances en la tecnología médica y los cambios de estilo de vida —las personas son más activas y contrarias al tabaquismo— como señales positivas.
Lo que no está mejorando es la perspectiva de la obesidad y de la diabetes. “Son cosas que parecen estar empeorando en vez de mejorar con el tiempo, dice Doblhammer-Reiter. Los investigadores observan en el artículo que “la obesidad es un factor de riesgo ampliamente discutido que amenaza el adelanto de la salud y que viene aumentando en casi todas las poblaciones [...] La obesidad está relacionada con diversos problemas graves de salud, como el mayor riesgo de diabetes, artritis y derrame”. Mientras tanto, el número de casos de diabetes se duplicará en el mundo debido al envejecimiento de la población. La mayor parte de los casos tendrá lugar entre personas con 65 años o más.
El estudio también analiza los datos disponibles sobre discapacidades, movilidad, problemas de audición y otras enfermedades relacionadas con la edad, sin embargo destaca que “poco se sabe de las tendencias de la función cognitiva y demencia”, una área que Vaupel, entre otros, cree que se beneficiaría mucho de otras investigaciones. “Hay fuertes indicios de que estamos viviendo más tiempo y de forma más saludable en lo que se refiere a la función física, sin embargo los indicios son más controvertidos en lo referente a la función cognitiva”, explica. Son necesarios otros estudios para que se pueda descubrir “lo que las personas pueden hacer para mantener sus funciones cognitivas saludables a medida que envejecen”. Vaupel advierte también sobre la necesidad de más medicamentos geriátricos. “El sistema actual está organizado en torno a especialistas —cáncer, corazón, cerebro etc. —, sin embargo las personas de más edad, incluso aquellas relativamente saludables, padecen, en general, problemas diferentes. En el plan de las políticas públicas, es preciso que haya una mejor coordinación para garantizar que los médicos no estén recetando medicamentos que interfieran entre ellos. Tenemos que comenzar a tratar a las personas de forma holística.
Según Mitchell, “a los economistas les gusta decir que la salud es un componente de nuestro capital humano, que es la fuente de nuestra fuerza y versatilidad en relación al futuro”. No se trata “sólo de sentirse bien en la juventud o en la edad adulta, y sí de invertir en buena salud a lo largo de toda la vida, de modo que la persona se sienta bien también a los 100 años”. Mitchell y otros concluyeron recientemente un “Estudio sobre salud y jubilación” en que analizaron, en parte, las actitudes de personas con 50 años o más actualmente, en comparación con personas de 50 años o más hace 12 años. “Constatamos un gran cambio entre los dos grupos: los actuales baby boomers esperan una carrera más compleja en la segunda mitad de la vida. Muchos de ellos creen que continuarán trabajando de algún modo, tal vez no en el mismo empleo, posiblemente como consultores o abrirán un negocio propio —eso fue antes de la crisis financiera—, o utilizarán más tiempo para involucrarse en proyectos voluntarios. Hay que esperar que esa tendencia persista a medida que las personas vayan jubilándose cada vez más tarde”.
Publicado el: 13/01/2010
http://www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewArticle&ID=1824
Las consecuencias del aumento de la esperanza de vida
2010-09-15T20:54:00+02:00
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El cáncer es la enfermedad más costosa
El cancer es la enfermedad que más le cuesta a las sociedades modernas en términos económicos. Un informe de la Asociación Americana del cancer que se ha dado a conocer coincidiendo con un congreso sobre esta enfermedad que se va a celebrar en China revela una carga que irá aumentando aún más en el futuro.
En términos de productividad laboral, los tumores suponen una carga mayor de la que suman el sida, la malaria, la gripe y otras enfermedades infecciosas juntas. En 2008, el peso de esta enfermedad rondó los 900.000 millones de dólares (unos 700.000 millones de euros), lo que equivale al 1,5% del Producto Interior Bruto mundial. Y eso teniendo en cuenta sólo su efecto sobre la productividad y los años de vida perdidos, sin incluir lo que cuestan los tratamientos (cada vez más caros).
Precisamente, como destaca esta semana el diario 'The Washington Post', destacados oncólogos reclaman un movimiento internacional similar al que ya experimentó la financiación de la lucha contra el VIH en la década de los noventa para hacer frente al peso de los tumores en la economía mundial.
"No se trata de quitarle dinero a las enfermedades infecciosas", aclara Otis Brawley, director de dicha Sociedad (uno de los mayores agentes oncológicos sin ánimo de lucro del mundo); sino de dedicarle al cancer la atención que merece.
Según sus datos, las enfermedades crónicas (cáncer, diabetes, patología cardiaca...) provocan el 60% de la mortalidad mundial, pero sólo reciben el 3% de la financiación pública y privada global.
El problema, recuerda el informe de la ACS (realizado en colaboración con la fundación Livestrong del ciclista estadounidense Lance Armstrong), es que esta patología afecta a los individuos en etapas más tempranas de la vida que otras, como las cardiovasculares, lo que supone un duro golpe en la plenitud de su vida productiva.
http://www.doctorperu.com/articulo-1216-el-cancer-es-la-enfermedad-mas-costosa.php?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=feed%3a+doctorperu+%28doctorperu.com+-+noticias+m%c3%a9dicas+y+avances+en+salud%29
En términos de productividad laboral, los tumores suponen una carga mayor de la que suman el sida, la malaria, la gripe y otras enfermedades infecciosas juntas. En 2008, el peso de esta enfermedad rondó los 900.000 millones de dólares (unos 700.000 millones de euros), lo que equivale al 1,5% del Producto Interior Bruto mundial. Y eso teniendo en cuenta sólo su efecto sobre la productividad y los años de vida perdidos, sin incluir lo que cuestan los tratamientos (cada vez más caros).
Precisamente, como destaca esta semana el diario 'The Washington Post', destacados oncólogos reclaman un movimiento internacional similar al que ya experimentó la financiación de la lucha contra el VIH en la década de los noventa para hacer frente al peso de los tumores en la economía mundial.
"No se trata de quitarle dinero a las enfermedades infecciosas", aclara Otis Brawley, director de dicha Sociedad (uno de los mayores agentes oncológicos sin ánimo de lucro del mundo); sino de dedicarle al cancer la atención que merece.
Según sus datos, las enfermedades crónicas (cáncer, diabetes, patología cardiaca...) provocan el 60% de la mortalidad mundial, pero sólo reciben el 3% de la financiación pública y privada global.
El problema, recuerda el informe de la ACS (realizado en colaboración con la fundación Livestrong del ciclista estadounidense Lance Armstrong), es que esta patología afecta a los individuos en etapas más tempranas de la vida que otras, como las cardiovasculares, lo que supone un duro golpe en la plenitud de su vida productiva.
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El cáncer es la enfermedad más costosa
2010-09-15T06:52:00+02:00
bioeticayseguro
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Genetic Variant Linked To TB Susceptibility In Africans Identified By Genome Study
Scientists have identified a genetic variant which increases susceptibility to tuberculosis (TB) in African populations using a technique known as a genome-wide association (GWA) study. This is the first novel disease variant to be identified using this technique in Africans and demonstrates that such studies are viable in African populations, which have a high degree of genetic diversity.
Over the past few years, GWA studies, such as the Wellcome Trust Case Control Consortium, have been increasingly effective at identifying genetic variants which increase susceptibility to diseases. The studies involve analysing hundreds of thousands of genetic markers across the human genomes in search of variants found in patients ('cases') but not in healthy volunteers ('controls').
So far, over 150 different studies have successfully identified genetic variants using this technique, but the vast majority - between 95-98% - have been only in people of European ancestry. The genetic diversity of African populations makes GWA studies far more complicated and had even led some researchers to question whether these studies would work in such populations.
Researchers carried out a GWA study, and replicated their findings, using over 11,000 samples - 3,699 cases and 7,726 controls - from Ghana, The Gambia and Malawi as part of the African TB Genetics Consortium and the Wellcome Trust Case Control Consortium in search of genetic variants that increase susceptibility to TB.
TB is one of the world's most deadly diseases, caused by the bacterium Mycobacterium tuberculosis. One third of the world's population are believed to be infected with M. tuberculosis. Each year, at least nine million people are in need of treatment for TB, and more than two million people die from the disease.
The results of the study, led by Professor Adrian Hill from the University of Oxford, UK, and Professor Rolf Horstmann from the Bernhard Nocht Institute for Tropical Medicine in Hamburg, Germany, are published in the journal Nature Genetics.
Dr Fredrik Vannberg from the Wellcome Trust Centre for Human Genetics at the University of Oxford says: "Our challenges here were two-fold. We were looking for human genetic variants affecting susceptibility to a pathogen which itself differs genetically from region-to-region, and we were searching for these variants in African populations, which are genetically very diverse."
The researchers identified a genetic variant on chromosome 18, located in a 'gene desert', a region composed mainly of so-called 'junk DNA', which suggested that the variant itself was not a gene, but was possibly involved in gene regulation. The surrounding area appears to be highly conserved - in other words, it is relatively unchanged across a number of species - which implies that the region plays an important role in the body's function.
Article Date: 09 Aug 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/197226.php
Over the past few years, GWA studies, such as the Wellcome Trust Case Control Consortium, have been increasingly effective at identifying genetic variants which increase susceptibility to diseases. The studies involve analysing hundreds of thousands of genetic markers across the human genomes in search of variants found in patients ('cases') but not in healthy volunteers ('controls').
So far, over 150 different studies have successfully identified genetic variants using this technique, but the vast majority - between 95-98% - have been only in people of European ancestry. The genetic diversity of African populations makes GWA studies far more complicated and had even led some researchers to question whether these studies would work in such populations.
Researchers carried out a GWA study, and replicated their findings, using over 11,000 samples - 3,699 cases and 7,726 controls - from Ghana, The Gambia and Malawi as part of the African TB Genetics Consortium and the Wellcome Trust Case Control Consortium in search of genetic variants that increase susceptibility to TB.
TB is one of the world's most deadly diseases, caused by the bacterium Mycobacterium tuberculosis. One third of the world's population are believed to be infected with M. tuberculosis. Each year, at least nine million people are in need of treatment for TB, and more than two million people die from the disease.
The results of the study, led by Professor Adrian Hill from the University of Oxford, UK, and Professor Rolf Horstmann from the Bernhard Nocht Institute for Tropical Medicine in Hamburg, Germany, are published in the journal Nature Genetics.
Dr Fredrik Vannberg from the Wellcome Trust Centre for Human Genetics at the University of Oxford says: "Our challenges here were two-fold. We were looking for human genetic variants affecting susceptibility to a pathogen which itself differs genetically from region-to-region, and we were searching for these variants in African populations, which are genetically very diverse."
The researchers identified a genetic variant on chromosome 18, located in a 'gene desert', a region composed mainly of so-called 'junk DNA', which suggested that the variant itself was not a gene, but was possibly involved in gene regulation. The surrounding area appears to be highly conserved - in other words, it is relatively unchanged across a number of species - which implies that the region plays an important role in the body's function.
Article Date: 09 Aug 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/197226.php
Genetic Variant Linked To TB Susceptibility In Africans Identified By Genome Study
2010-09-15T06:47:00+02:00
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Research Breakthrough On The Question Of Life Expectancy
Why do we grow old and what can we do to stop it? This is the question asked by many, but it appears that we are now closer to an answer thanks to new research published by Monash University researcher Dr Damian Dowling.
According to the research published in the August edition of the prestigious journal, The American Naturalist, a small set of genes in mitochondria (a membrane-enclosed organelle found in most eukaryotic cells), passed only from mothers to offspring, plays a more dynamic role in predicting life expectancies than ever previously anticipated.
The research discovered that particular mitochondrial haplotypes were linked to the life expectancies of females in the beetle species Callosobruchus maculatus.
"What we found in these beetles that some combinations of mitochondrial and nuclear genomes confer long life in virgin females, but these are not the same combinations that result in long life in females that mate once, or in females that mate many times," Dr Dowling said.
"Clearly, the genetic determinants underlying life expectancies are complex.
"As we unravel this complexity, we draw closer to the day in which we might use the genetic information encoded in the mitochondria to assist in the development of therapies that slow the onset of ageing in humans," Dr Dowling said.
In animals, most of the genetic material that controls bodily functions is found inside the cell nucleus. This is the nuclear genome - it is passed on from generation to generation through both mothers and fathers, and it encodes somewhere between 14 thousand and 40 thousand proteins.
However, a separate genome exists that is found only within the energy-producing factories of our cells - the mitochondria. To put things in perspective, the mitochondrial genome is tiny, encoding just 13 proteins. Despite being so small, it can pack a punch when it comes to its ability to affect a range of fundamental biological processes.
Dr Dowling, a research fellow at Monash University's School of Biological Sciences led the research together with Goran Arnqvist of Uppsala University Sweden and their student, Tejashwari Meerupati, made the discovery.
"Our findings are part of a much broader research agenda in which we are elucidating the ways in which mitochondrial genomes have shaped our evolutionary past and present. What we are finding is that natural variation in this diminutive genome results in a huge range of effects on metabolism, mating behaviour and reproductive biology, including male fertility," Dr Dowling said.
"At the outset of our research program, we suspected that the evolutionary significance of the mitochondria had probably been underestimated by scientists that have come before us, but even we have been continually surprised by the magnitude and ubiquity of the effects that we have uncovered.
"We suspect that this genome still harbours many more secrets awaiting discovery," Dr Dowling said.
Source:
Megan Gidley
Monash University
Article Date: 07 Aug 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/197060.php
According to the research published in the August edition of the prestigious journal, The American Naturalist, a small set of genes in mitochondria (a membrane-enclosed organelle found in most eukaryotic cells), passed only from mothers to offspring, plays a more dynamic role in predicting life expectancies than ever previously anticipated.
The research discovered that particular mitochondrial haplotypes were linked to the life expectancies of females in the beetle species Callosobruchus maculatus.
"What we found in these beetles that some combinations of mitochondrial and nuclear genomes confer long life in virgin females, but these are not the same combinations that result in long life in females that mate once, or in females that mate many times," Dr Dowling said.
"Clearly, the genetic determinants underlying life expectancies are complex.
"As we unravel this complexity, we draw closer to the day in which we might use the genetic information encoded in the mitochondria to assist in the development of therapies that slow the onset of ageing in humans," Dr Dowling said.
In animals, most of the genetic material that controls bodily functions is found inside the cell nucleus. This is the nuclear genome - it is passed on from generation to generation through both mothers and fathers, and it encodes somewhere between 14 thousand and 40 thousand proteins.
However, a separate genome exists that is found only within the energy-producing factories of our cells - the mitochondria. To put things in perspective, the mitochondrial genome is tiny, encoding just 13 proteins. Despite being so small, it can pack a punch when it comes to its ability to affect a range of fundamental biological processes.
Dr Dowling, a research fellow at Monash University's School of Biological Sciences led the research together with Goran Arnqvist of Uppsala University Sweden and their student, Tejashwari Meerupati, made the discovery.
"Our findings are part of a much broader research agenda in which we are elucidating the ways in which mitochondrial genomes have shaped our evolutionary past and present. What we are finding is that natural variation in this diminutive genome results in a huge range of effects on metabolism, mating behaviour and reproductive biology, including male fertility," Dr Dowling said.
"At the outset of our research program, we suspected that the evolutionary significance of the mitochondria had probably been underestimated by scientists that have come before us, but even we have been continually surprised by the magnitude and ubiquity of the effects that we have uncovered.
"We suspect that this genome still harbours many more secrets awaiting discovery," Dr Dowling said.
Source:
Megan Gidley
Monash University
Article Date: 07 Aug 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/197060.php
Research Breakthrough On The Question Of Life Expectancy
2010-09-15T06:35:00+02:00
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biodemografía|bioética envejecimiento y longevidad|
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bioética envejecimiento y longevidad
Harder-To-Treat 'Triple Negative' Breast Cancer More Common In African, African-Americans
A new study finds that African ancestry is linked to triple-negative breast cancer, a more aggressive type of cancer that has fewer treatment options.
Researchers at the University of Michigan Comprehensive Cancer Center found that, among women with breast cancer, 82 percent of African women were triple negative, 26 percent of African-Americans were and 16 percent of white Americans were.
Triple negative breast cancer is negative for three specific markers that are used to determine treatment: the estrogen receptor, the progesterone receptor and HER-2/neu.
"The most significant recent advances in breast cancer treatment have involved targeting these three receptors. But these treatments do not help women with triple-negative breast cancer. Outcome disparities are therefore likely to increase, because fewer African-American women are candidates for these newer treatments," says study author Lisa A. Newman, M.D., M.P.H., director of the Breast Care Center at the U-M Comprehensive Cancer Center.
The study, published online in the journal Cancer, looked at 581 African American women and 1,008 white women diagnosed with breast cancer at the Henry Ford Health System in Detroit, plus 75 African women diagnosed at the Komfo Anokye Teaching Hospital in Ghana.
Researchers found that Ghanaian women were diagnosed at a younger age than American women, and with larger tumors and more advanced cancer. In addition, the Ghanaian women were more likely to test negative for each of the three markers.
Prior studies have shown that while African-American women are less likely than white women to develop breast cancer, those who are diagnosed are usually younger and are more likely to die from the disease. These characteristics, including the triple negative disease, are also more common among women with a known hereditary predisposition for breast cancer related to BRCA1 gene mutations. Other studies have also shown a hereditary breast cancer risk associated with racial-ethnic identity -- most commonly among Ashkenazi Jewish women.
"African ancestry might be associated with other links to hereditary predisposition for particular patterns of breast cancer. We hope that by studying breast cancer in African and African-American women we can identify biomarkers that might be useful for assessing risk or treating triple-negative breast cancer," says Newman, professor of surgery at the U-M Medical School.
Breast cancer statistics:
194,280 Americans will be diagnosed with breast cancer this year and 40,610 will die from the disease, according to the American Cancer Society
Additional authors:
From U-M: Celina Kleer, M.D.; Valerie Takyi, M.D.; Maria Braman, M.D.; and Max Wicha, M.D.; from Henry Ford Health System: Azadeh Stark, Ph.D.; and Richard Zarbo, M.D., D.M.D.; from University of Illinois: Iman Martin, M.P.H.; from Komfo Anokye Teaching Hospital: Baffour Awuah, M.D.; Anthony Nsiah-Asare, M.D.; and Solomon E. Quayson, FWACP
Funding:
None
Reference:
Cancer, published online July 13, 2010, DOI: 10.1002/cncr.25276
Source:
Nicole Fawcett
University of Michigan Health System
Article Date: 24 Jul 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/195719.php
Researchers at the University of Michigan Comprehensive Cancer Center found that, among women with breast cancer, 82 percent of African women were triple negative, 26 percent of African-Americans were and 16 percent of white Americans were.
Triple negative breast cancer is negative for three specific markers that are used to determine treatment: the estrogen receptor, the progesterone receptor and HER-2/neu.
"The most significant recent advances in breast cancer treatment have involved targeting these three receptors. But these treatments do not help women with triple-negative breast cancer. Outcome disparities are therefore likely to increase, because fewer African-American women are candidates for these newer treatments," says study author Lisa A. Newman, M.D., M.P.H., director of the Breast Care Center at the U-M Comprehensive Cancer Center.
The study, published online in the journal Cancer, looked at 581 African American women and 1,008 white women diagnosed with breast cancer at the Henry Ford Health System in Detroit, plus 75 African women diagnosed at the Komfo Anokye Teaching Hospital in Ghana.
Researchers found that Ghanaian women were diagnosed at a younger age than American women, and with larger tumors and more advanced cancer. In addition, the Ghanaian women were more likely to test negative for each of the three markers.
Prior studies have shown that while African-American women are less likely than white women to develop breast cancer, those who are diagnosed are usually younger and are more likely to die from the disease. These characteristics, including the triple negative disease, are also more common among women with a known hereditary predisposition for breast cancer related to BRCA1 gene mutations. Other studies have also shown a hereditary breast cancer risk associated with racial-ethnic identity -- most commonly among Ashkenazi Jewish women.
"African ancestry might be associated with other links to hereditary predisposition for particular patterns of breast cancer. We hope that by studying breast cancer in African and African-American women we can identify biomarkers that might be useful for assessing risk or treating triple-negative breast cancer," says Newman, professor of surgery at the U-M Medical School.
Breast cancer statistics:
194,280 Americans will be diagnosed with breast cancer this year and 40,610 will die from the disease, according to the American Cancer Society
Additional authors:
From U-M: Celina Kleer, M.D.; Valerie Takyi, M.D.; Maria Braman, M.D.; and Max Wicha, M.D.; from Henry Ford Health System: Azadeh Stark, Ph.D.; and Richard Zarbo, M.D., D.M.D.; from University of Illinois: Iman Martin, M.P.H.; from Komfo Anokye Teaching Hospital: Baffour Awuah, M.D.; Anthony Nsiah-Asare, M.D.; and Solomon E. Quayson, FWACP
Funding:
None
Reference:
Cancer, published online July 13, 2010, DOI: 10.1002/cncr.25276
Source:
Nicole Fawcett
University of Michigan Health System
Article Date: 24 Jul 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/195719.php
Harder-To-Treat 'Triple Negative' Breast Cancer More Common In African, African-Americans
2010-09-15T06:24:00+02:00
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Genes Predict Exceptional Longevity
US scientists studying the genes of a large group of centenarians found 150 unique DNA sequences predicted exceptional longevity with 77 per cent accuracy, and showed that 19 clusters of the sequences or "genetic signatures" had strong links with different age-related diseases: but perhaps most remarkably they found that these genetic signatures predicted longevity more strongly than the absence of disease-related variants. They hope their findings will be useful for developing better prevention and screening tools and personalized medicine.
The researchers also cautioned that the discovery that genes play such a strong part in exceptional longevity does not mean lifestyle factors such as following a healthy diet and exercising are ineffective; they still play an important role in helping humans live to a healthy old age, they stressed.
Drs Paola Sebastiani, a professor of biostatistics at the Boston University (BU) School of Public Health and Thomas Perls, associate professor of medicine at the BU School of Medicine and a geriatrician at Boston Medical Center, led the study, which is published in the 1 July online issue of Science.
While healthy aging appears to be influenced by environment and family history, it would appear from this study that genetic variants have a strong and complex influence on exceptional longevity.
As a first step, the researchers conducted a genome-wide association study in 1,055 centenarians and 1,267 controls. Centenarians are considered a model of healthy aging because they tend not to get many of the diseases of aging until they are well into the mid 90s.
From the genome data the researchers built a model based on 150 single-nucleotide polymorphisms (SNPs: unique sequences of DNA from inside or between genes).
Using the 150 SNP model the team found they could predict exceptional longevity (living to late 90s or more) with 77 per cent accuracy in a separate, independent group of centenarians and controls.
They also noted that 45 per cent of the oldest centenarians (110 years old or more), had the highest proportion of longevity- linked SNPs.
In a second analysis the researchers showed there were strong links between 19 clusters of SNPs, which they termed "genetic signatures", and the prevalence and onset of age-related diseases like dementia, high blood pressure and cardiovascular disease, in 90 per cent of the centenarians.
Although these genetic signatures had varying predictive value the team said they may help identify key subgroups of healthy aging.
Perls, who is founder and director of the New England Centenarian Study, told the press that the discovery of these genetic signatures is an important step towards the development of personalized and predictive medicine that takes into account the genetic make up of the patient.
Article Date: 02 Jul 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/193644.php
The researchers also cautioned that the discovery that genes play such a strong part in exceptional longevity does not mean lifestyle factors such as following a healthy diet and exercising are ineffective; they still play an important role in helping humans live to a healthy old age, they stressed.
Drs Paola Sebastiani, a professor of biostatistics at the Boston University (BU) School of Public Health and Thomas Perls, associate professor of medicine at the BU School of Medicine and a geriatrician at Boston Medical Center, led the study, which is published in the 1 July online issue of Science.
While healthy aging appears to be influenced by environment and family history, it would appear from this study that genetic variants have a strong and complex influence on exceptional longevity.
As a first step, the researchers conducted a genome-wide association study in 1,055 centenarians and 1,267 controls. Centenarians are considered a model of healthy aging because they tend not to get many of the diseases of aging until they are well into the mid 90s.
From the genome data the researchers built a model based on 150 single-nucleotide polymorphisms (SNPs: unique sequences of DNA from inside or between genes).
Using the 150 SNP model the team found they could predict exceptional longevity (living to late 90s or more) with 77 per cent accuracy in a separate, independent group of centenarians and controls.
They also noted that 45 per cent of the oldest centenarians (110 years old or more), had the highest proportion of longevity- linked SNPs.
In a second analysis the researchers showed there were strong links between 19 clusters of SNPs, which they termed "genetic signatures", and the prevalence and onset of age-related diseases like dementia, high blood pressure and cardiovascular disease, in 90 per cent of the centenarians.
Although these genetic signatures had varying predictive value the team said they may help identify key subgroups of healthy aging.
Perls, who is founder and director of the New England Centenarian Study, told the press that the discovery of these genetic signatures is an important step towards the development of personalized and predictive medicine that takes into account the genetic make up of the patient.
Article Date: 02 Jul 2010
http://www.medicalnewstoday.com/articles/193644.php
Genes Predict Exceptional Longevity
2010-09-15T06:17:00+02:00
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A-BIOÉTICA Y MEDICINA DEL SEGURO DE VIDA|bioética envejecimiento y longevidad|
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