jueves, 31 de diciembre de 2015

LA EDAD BIOLÓGICA

publicado en   http://www.agers.es/blog/la-edad-biologica-2/


Comencemos por la definición de la edad biológica, para ello, acudimos al profesor Antonio López Farré de la facultad de medicina de la Universidad Complutense de Madrid, quien dice es la que se corresponde con el estado funcional de nuestros órganos comparados con patrones estándar para una edad. Es un concepto fisiológico del estado del envejecimiento de nuestro organismo. La edad biológica es una medida diferente a la edad cronológica, que es la que corresponde al tiempo vivido por un individuo.
En la definición encontramos la función principal de esta unidad de medida, que no es otra que la de manera precisa el grado de envejecimiento personal. La relevancia de la edad biológica es debida a que la investigación biomédica se postula un cambio del paradigma acerca de la relación enfermedad -envejecimiento. El nuevo marco con el que se trabaja es aquel por el que en el envejecimiento está en el origen de la enfermedad. La doctora María Blasco directora del CNIO piensa que el aging es la causa del cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas …..,en términos generales las enfermedades no aparecen cuando el individuo es joven.
Esta nueva visión, supone un nuevo abordaje en el tratamiento preventivo de las enfermedades, pues al retrasar el proceso de envejecimiento se retrasan las enfermedades más graves.
Sabemos que los individuos envejecen a distintas velocidades, esto es, la edad biológica difiere para la misma edad cronológica y por ello que cada persona deberá acometer de manera distinta el proceso para ralentizar su vejez.
La propia María Blasco identifica las rutas moleculares del envejecimiento:
- Telómeros-causa primaria
-Inestabilidad genómica
-Senescencia celular
-Disfunción mitocondrial
-Epigenética
Desde la biología molecular se proponen además de los anteriores otros marcadores que han demostrado la capacidad predictiva, como es el metabolismo basal, la funcionalidad de los vasos sanguíneos. En todos los algoritmos se debe incorporar variables de estilo de vida que han demostrado su influencia en el envejecimiento humano.
Los distintos modelos de edad biológica que han sido elaborados por la ciencia biomédica deben servir como medida para la nueva medicina conocida como 4P que resulta de la conjunción de cuatro elementos:
- Personalizada
- Predictiva
- Preventiva
- Participativa
Nos encontramos ante una nuevo modo de entender la difusa frontera entre salud y enfermedad , pues bajo las 4P, la medicina actúa antes de que los primeros síntomas de una enfermedad se hayan manifestado, aunque el proceso biológico haya comenzado. Es más, bajo el conocimiento que nos aporta el genoma humano se pueden establecer terapias preventivas para evitar o al menos retrasar enfermedades cuyo origen esté en el ADN. Y es aquí donde el algoritmo de edad biológica aporta su valor pues para una misma edad cronológica el nivel de envejecimiento puede llegar a diferir hasta en mas menos 15 años.
La medida de la edad biológica se está asentando en la propia medicina clínica tradicional para el diagnostico y el tratamiento, y además para que tenga plena validez en el área de la salud, el algoritmo de edad biológica debe servir de predictor de la esperanza de vida.
Trasladar el uso de la edad biológica a la medida del riesgo de mortalidad o morbilidad que el sector asegurador utiliza para el cálculo de la prima, requiere realizar varias consideraciones.
La primera de orden técnico y es que esta unidad medida cumpla con los requisitos que se le exigen a una variable para ser incorporada en el cálculo del precio, como son de representatividad, suficiencia estadística…en este sentido no se aprecia reticencia alguna.
El segundo requisito, es más de orden ético, y está relacionado con la no discriminación de la variable, el principio de proporcionalidad, la pertinencia clínica y la capacidad predictiva de los biomarcadores que componen el algoritmo de edad vital.
Superados estos dos requisitos, estaríamos en disposición de incorporar al modelo actuarial de precios la medida de la edad biológica. En el ecosistema del riesgo actual se están desarrollando modelos de gamificación incorporados en la APP´S de salud, donde el asegurado puede adoptar por pautas de vida saludables si sigue las recomendaciones de aplicación inalámbrica. Pues bien , las mejores prácticas internacionales que han demostrado tanto éxito empresarial como en la mejora del riesgo, toman como base la edad vital, y sobre ella se miden los años vida saludable ganados al seguir las recomendaciones del aplicativo de salud.
El gerente del riesgo debe acompasar los resultados anteriores con el precio del seguro, para ello la armonización vendrá dada por la incorporación de la edad biológica.

José Miguel Rodríguez-Pardo

El riesgo de modelo en la industria bancaria y aseguradora: Propuestas para su evaluación, control y mitigación (CONCRECIÓN EN EL RIESGO DE LONGEVIDAD)


http://ieaf.es/new/analisis-financiero/version-espanola/numeros-publicados/item/2174-n%C2%BA-129-tercer-cuatrimestre-2015.html





lunes, 28 de diciembre de 2015

Nulidad de seguro de vida por falta de riesgo asegurado y carencia de técnica actuarial

Publica el profesor Dr. Félix Benito Osma en la Revista Cuadernos Civitas de Jurisprudencia Civil, número 99 de septiembre-diciembre de 2015, un artículo en el que comenta la Sentencia del Tribunal Supremo de 12 de marzo de 2015 en la que declara la nulidad de contrato de seguro de vida por falta de riesgo asegurado y carencia de técnica actuarial.
Desde la visión del derecho del seguro, el trabajo debería servir de referencia  para los profesionales del seguro y de lectura obligada a los estudiantes de Ciencias Actuariales ya que sienta las bases de la relación jurídica de la técnica actuarial con el contrato del seguro.
Y es que la nulidad del contrato de seguro de vida por carecer de técnica actuarial ha sido objeto de controversia en el pasado y creo que lo seguirá siendo en el futuro.
Repasemos, los principales conflictos que se han producido acerca de la naturaleza aseguradora de un producto de seguro de vida cuando la técnica actuarial no queda muy explícita en la formación del precio del contrato y por lo tanto se necesita cierta hermenéutica actuarial. Vamos a tomar el papel de Pío Baroja como Sembrador de dudas en las certezas que se fijan en el artículo.
En el caso de los seguros de vida de ahorro, prestación en caso de supervivencia, que incluyen una contingencia de riesgo, prestación en caso de fallecimiento, el asegurador utiliza las tablas biométricas para componer el precio de cada contingencia y al integrarlas al ser sucesos de naturaleza contraria se produce lo que se denomina neteo de posiciones biométricas, también conocido como inmunización actuarial. Según sean los pesos asignados a cada cobertura, se puede llegar a que la apariencia de biometría haya desaparecido, pues viva o muera el asegurado la contingencia, incluso el rescate puede llegar a ser la misma. Es decir desaparece el cuanto de la aleatoriedad pero no el cuándo del riesgo.
Recordemos que el seguro de vida riesgo, en un seguro en el que solo está presente uno de los dos elementos esenciales del riesgo, en este caso el cuándo y no el cuánto pues está predeterminado en el contrato.
Al realizar la inmunización actuarial, desaparece el  conocido como arrastre de mortalidad (mortality drag) es decir la sobrerrentabilidad que el asegurado consigue por encima de la tasa de tipo de interés técnico y cuyo origen viene explicado por la aplicación de una tabla de supervivencia.
La base actuarial en este caso es inequívoca y es aquí donde empieza el conflicto acerca de la posición jurídica o fiscal para calificar el contrato como nulo por carecer de técnica actuarial. Y así, en efecto, este tipo de contratos han sido calificados como negocios simulados, rentas vitalicias impropias o pseudo-depósitos en seguros de vida a corto plazo.
El segundo conflicto se refiere a los llamados productos de vida universal o unit linked en los que el componente principal del precio del seguro se refiere a la inversión no relacionada con la aplicación de tablas biométricas y tan solo una parte del precio del contrato se destina a una cobertura de riesgo en caso de fallecimiento.
En los dos conflictos  la naturaleza aseguradora, de calificación fiscal o de naturaleza contable  la confiere las normas que establecen el componente mínimo de riesgo. Esta posición legal resuelve el conflicto jurídico, pero no significa que la esencia actuarial  deba ser la misma.
Un tercer elemento de conflicto, se refiere a si las operaciones de capitalización en sentido estricto son operaciones contempladas en el marco de actuación de la ciencia actuarial, aquí encontramos también diversidad de opiniones desde la técnica actuarial y jurídica. Por aclarar la controversia, la rentabilidad financiero-actuarial es un caso particular de la rentabilidad financiera, si esto es así, cualquier operación que solo actualice la masa de capital con el tipo de interés pertenece al ecosistema actuarial de riesgo.
Y por último, nos referimos a la necesidad de la existencia en el precio del precio del elemento del tipo de interés técnico que se combina con la aplicación de la tabla de supervivencia. Un análisis crítico de esta condición necesaria pero no suficiente para que el seguro de vida quede explícita la técnica actuarial, nos dice que en los seguros de vida de riesgo a un año, en muchas ocasiones no contemplan descuentos temporales con tipo de interés alguno y no por ello se cuestiona su técnica actuarial. En segundo lugar, en un seguro de ahorro, la no existencia de tipo de interés técnico, por ejemplo tipo cero, no supone que desparece la garantía financiera del capital final entregable a la fecha de vencimiento.
Recurro al libro Matemática del Seguro de Antonio Lasheras- Sanz, que ya en 1948 decía en su página 3 “Es necesaria una armonización de la Matemática y del Derecho”. Comprobamos que el conflicto entre el alcance de la ciencia actuarial y el marco jurídico establecido a esta ciencia dentro del contrato del seguro de vida, no se ha sido resuelto.

José Miguel Rodríguez-Pardo

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Predictividad, Test genéticos y Seguros en el Consejo de Europa

Se ha celebrado en Estrasburgo la sesión número 84 del Comité de Derechos Humanos del Consejo de Europa ( Conocida por siglas en inglés como CDDH) el pasado 11 de diciembre de 2015. 
En su punto quinto, la Comisión recomendó por unanimidad aprobar el documento de la Comisión de Bioética ( DH-BIO)  sobre el  tratamiento a efectos del seguro de las pruebas genéticas  y presentarlo al Consejo de Ministros del Consejo de  Europa para su aprobación.
Recordemos que la decisión que adopte el Consejo de Europa es un instrumento jurídico  no vinculante para los estados miembros de este organismo internacional. Pero no es menos cierto que tiene mucha relevancia como  marco de actuación para las legislaciones nacionales.
El trabajo de Genética y Seguro en el seno del Consejo de Europa se inició con un seminario celebrado los días 3 y 4 de diciembre de 2007. El Comité de Bioética de ha estado trabajando sobre un borrador que ha sido sometido a consulta a los intervinientes interesados entre los que se encuentra el sector asegurador cuya posición vía Insurance Europe  quedó fijada en el documento de fecha 27 de abril de 2012  http://www.insuranceeurope.eu/council-europe-consultation-predictivity-genetic-testing-and-insurance
La Comisión de Bioética el 28 de noviembre de 2013, acordó preparar el documento que finalmente en la reunión de diciembre de CDDH se someterá al Comité  de Ministros del Consejo de Europa.


 Recordemos que el Consejo de Europa, es una organización internacional de ámbito regional destinada a promover, mediante la cooperación de los estados de Europa, la configuración de un espacio político y jurídico común en el continente, sustentado sobre los valores de la democracia, los derechos humanos y el Imperio de la ley.


 En total participan 47 estados y sus decisiones afectan a 820 millones de ciudadanos.

El recorrido del trabajo Predictividad, Test genéticos y Seguros llevará  casi 10 años hasta que finalmente se haga realidad, veremos su contenido y evaluar el impacto que supondrá para el seguro de vida de salud.  Debemos destacar y reconocer  la labor del profesor Carlos Romea Catedrático titular de la Cátedra Interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano de la Universidad de Deusto - UPV y  Director de Asuntos Jurídicos de la Comisión de Bioética del Consejo de Europa desde 2006.

José Miguel Rodríguez-Pardo

III JORNADA DE INVESTIGACIÓN ACTUARIAL Y FINANCIERA


lunes, 14 de diciembre de 2015

La obligación de información de la prima del año anterior en la renovación del contrato del seguro.

Publica la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido ( FCA) el 3 de diciembre de 2015 en http://fca.org.uk/news/insurance-firms-required-to-publish-last-year's-premium, el propósito de exigir a las entidades de seguros generales la publicación de los detalles de la prima del año anterior en el proceso de comunicación de la renovación del contrato de seguros.
Desde  1 de abril de 2013, la FCA es  el responsable de la supervisión de la conducta de todas las empresas financieras reguladas y tiene como objetivo estratégico global la  de asegurar que  los mercados  funcionan de manera adecuada. Para ello, se establecen tres objetivos operativos: Asegurar un nivel adecuado de protección de los consumidores,  proteger y mejorar la integridad del sistema financiero del Reino Unido, y  promover la competencia efectiva en los intereses de los consumidores.
Esta propuesta, según la FCA, tiene por objeto hacer frente a las preocupaciones de que algunos consumidores pagan precios más altos si se quedan con el mismo asegurador, sobre todo durante un largo período de tiempo ( a partir de cuatro años). La FCA ha encontrado evidencias de bajos niveles de participación de los consumidores y la falta de competencia cuando se renuevan algunos tipos de pólizas de seguro.
Christopher Woolard, director de estrategia y la competencia en la FCA, ha afirmado que con esta propuesta  espera que el consumidor compre  el mejor producto y además sostiene que es importante que las aseguradoras dan a sus clientes la información que necesitan  para cumplir con este propósito  y asegurarse de que están tratando a sus clientes de manera justa.
El año pasado la FCA realizó un estudio  aleatorio con más de 300.000 consumidores de todo el Reino Unido y concluyó  que al informar de la  prima del año anterior en avisos de renovación del contrato impulsó a entre el  11% y 18% de  personas a cambiar de proveedor o  a  negociar un mejor trato cuando los precios aumentaron significativamente, según se informa en el último número de la Revista The Actuary  de 4 de diciembre de 2015 http://www.theactuary.com/news/2015/12/fca-proposes-publication-of-last-years-insurance-premiums/?utm_source=Adestra&utm_medium=email&utm_term=
Huw Evans, director general de la Asociación de Aseguradores Británicos, dijo que esta iniciativa  mejora la participación de los clientes, pero advirtió que tomará tiempo para implementar el cambio en toda la industria y que "Vamos a trabajar estrechamente con la FCA para asegurar esta reforma de bienvenida se entrega en un plazo de tiempo realista"
El periodo de consulta de la propuesta se extiende hasta el 4 de marzo de 2016.

José Miguel Rodríguez-Pardo


domingo, 6 de diciembre de 2015

Últimos avances en la graduación de la supervivencia de los centenarios

Una de las mayores dificultades a la que se enfrenta el actuario a la hora de graduar el riesgo de longevidad, es modelar la supervivencia humana más allá de los 100 años de edad y determinar la edad límite de supervivencia humana, tradicionalmente fijada en los 120 años de edad.
El origen de esta dificultad, reside en la ausencia de datos poblaciones para poder graduar sobre la experiencia, esto hace que haya que extrapolar y ajustar tasas de mortalidad sobre tasas de mortalidad de edades inferiores, y para que los modelos sean biológicamente robustos, estos deben considerar el llamado "plateau" de la mortalidad en edades extremas, es decir, a partir de edades muy altas ( 105 ó 110 años) la mortalidad se mantiene a tasas constantes. El Dr. Fahy, Director del Organ Cryopreservation Laboratory at the American Red Cross Jerome Holland Laboratory in Rockville, confirma el plateau al decir “La existencia de una meseta de la mortalidad tardía de la vida para los seres humanos y otras especies implica que se detiene el envejecimiento por encima de una cierta edad.”.
 La relevancia de esta hipótesis llevó a los profesores Gavrilov y Gavrilova de la Universidad de Chicago a afirmar  que no hay límite superior en la longevidad. En efecto, estos profesores, al observar el comportamiento biológico de determinados seres vivos en los que se puede observar toda la supervivencia por su corta vida, comprobaron que en la mortalidad en la última parte de la vida probable se produce una desaceleración del incremento de las tasas de mortalidad, llegando a mantenerse constante, es decir no hay desgaste biológico del ser vivo.

Se puede pensar que las personas que alcanzan la centena de años son muy pocas y por tanto el riesgo de insuficiencia actuarial es muy bajo si se infraestima las tasas de supervivencia en edades de 100 años y mayores. Si observamos el siguiente gráfico, que proyecta la evolución de los centenarios en el mundo hasta mediados de este siglo, entendemos la necesidad de modelar correctamente este último tramo de la vida. Hay opiniones que dicen que este siglo será el de los centenarios.



Los primeros modelos de graduación de supervivencia en edades extremas, son relativamente recientes, el artículo que escribí en la revista Gerencia de Riesgos y Seguros con el título El riesgo de longevidad en personas centenarias (http://www.mapfre.com/fundacion/html/revistas/gerencia/n111/estudio-1.html)
se recogían el estado de la investigación en 2011 en este campo. Recordemos que la primera tabla actuarial que contemplaba estos fenómenos fue la Canadian Annuitant Mortality Table de 2005. Desde entonces, se ha ido construyendo desde distintas aportaciones académicas y de experiencia reales en colectivos de rentistas, un criterio doctrinal que tendente a modelar este riesgo y que de manera razonable deberá ser de aplicación en todos los modelos actuariales.
En este sentido, la reciente publicación por parte del Continuous Mortality Investigation Limited del working paper número 85 Initial report on the features of high age mortality
de octubre de 2015, file:///C:/Users/User/Downloads/cmiwp85-readinglist.pdf aúna toda la investigación actuarial de los centenarios y que desde los distintos modelos estadísticos se proponen graduaciones que de alguna manera presentan grados de convergencia interesantes. El trabajo nos reproduce los ajustes realizados por las tablas de 2014, de experiencia Canadiense, de Estados Unidos y de Inglaterra.
El gráfico siguiente ( página 23 del trabajo) recoge alguna de esas modelizaciones,


Los elementos en discusión, se centran en  determinar la edad a la que comienza de la desaceleración de las tasas de mortalidad, además fijar la tasa en la que esta tasa se mantiene constante ( 105  ó 110), los valores que toma en esa edad extrema y no menos importante determinar el mejor método de ajuste o suavizado desde los 90 años de edad.
Las aportaciones de este trabajo, contribuyen sin duda alguna, a fijar criterios para la graduación de tablas actuariales poblacionales, de experiencia de asegurados o incluso para modelos internos.

JM R-P.

ACTUALIZACIÓN DE LOS VALORES DEL RIESGO SISTEMÁTICO DE LONGEVIDAD EN ESPAÑA.

El riesgo sistemático de longevidad no se refiere tanto a que la esperanza de vida continúe aumentando, sino que esta aumente más rápido de los previsto. Este sería el caso de un descubrimiento contra el cáncer que hiciera disminuir la mortalidad de manera súbita.
 A este riesgo de mejora súbita, se le suele asignar una probabilidad muy baja y es por lo que el actuario centra sus esfuerzos en modelar las mejoras de la longevidad sobre valores pasados procurando que no se produzcan insuficiencias por errores en la "inclinación" de la tendencia.
Si desde 1980 la esperanza de vida a los 65 años ha aumentado de media 1,5 año por década, lo que trata de medir el actuario es si este incremento será mayor en el futuro. Este riesgo calificado como sistemático no puede ser diversificado con la puesta en común de los asegurados expuestos ( pool de riesgos) ya que afectan a todos los individuos de la misma cohorte poblacional.
La incertidumbre de la medida del riesgo sistemático es una de las razones de las limitaciones de la oferta de los aseguradores de productos de rentas, a esto se une  al escenario actual de rendimientos muy bajos en las inversiones, y la posición del reaseguro que no es activa en el mercado en relación con la transferencia del riesgo suscrito.
Solo desde una visión rigurosa  aportada desde la técnica estadística actuarial que mitigue, con suficientes garantías, el riesgo sistemático, se podrá eliminar la tradicional falta de confianza o apetito al negocio de riesgo de longevidad.
Los esfuerzos desde la academia y de instituciones para cumplir con este propósito han sido recogidos en  el documento Longevity Seminar -Mortality Assumptions and Longevity Risk presentado por Pablo Antolin, presentado por la OCDE en Chicago en febrero de 2015, que ha modelizado el riesgo de tendencia por edad, con varias de las mejores  metodologías actuariales , modelo Lee Carter , el CBD, P-splines y el CMI , comparando los resultados de las proyecciones de las tablas poblacionales con la base de datos HMD y con los valores contemplados en los factores de mejora de las tablas regulatorias de supervivencia españolas PERMP para el género masculino.
 El resultado del trabajo nos dice que en términos generales los factores de mejoras de las tablas PERM parecen que son insuficientes para capturar a medio y largo plazo el riesgo de tendencia, lo que hace emerger el riesgo sistemático.




Similares conclusiones se aportaron en el trabajo El riesgo de longevidad y su aplicación práctica a solvencia II https://www.fundacionmapfre.org/documentacion/publico/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1080482 donde aplicando metodología actuarial similar, pero no idéntica, se pudo  elaborar un índice español de longevidad (SLI) con el fin último de  mitigar el riesgo sistemático con robustez suficiente.

Los resultados de ambos trabajos  difieren en parte a  que se utilizan para las proyecciones, diferentes periodos de observación, esta cuestión se sigue debatiendo en los foros actuariales y todavía no hay consenso sobre ello.
Pongamos un ejemplo de los distintos resultados, para una edad de la cohorte 75- 79 años, si la PERM -P considera un factor de mejora del 1,5%,  la media de los cuatro modelos del trabajo de la OCDE es de 1,9% y  en modelo SLI del libro de referencia  el valor es de 2,14%.
Concluimos con tres consideraciones:
-Desde dos aproximaciones distintas, en cuanto a  modelos utilizados y periodos de observación distintos ,llegamos a la misma conclusión,  el factor de mejora de la PERM-P necesita ser reevaluado si queremos no incurrir en riesgo sistemático
-Los modelos más avanzados y robustos, surgidos muchos de ellos con posterioridad a la fecha de elaboración de las tablas PERM-P, reducen de manera significativa la incertidumbre del riesgo sistémico, principal barrera de la oferta del seguro de rentas vitalicias.
- La revisitar el riesgo con mayor periodicidad, permite reducir las desviaciones que se observen. Es recomendable reevaluar al menos cada cinco años.

José Miguel Rodríguez-Pardo

¿ Ha llegado la hora de actualizar las tablas PERM/F-2000?

Para responder a esta pregunta, en primer lugar conviene recordar algunas consideraciones acerca de las tablas PERM/F 2000 cartera y produccion. Recientemente se han cumplido 15 años desde la resolución de 3 de octubre de 2000 del Ministerio de Economía publicado en el Boletín Oficial del Estado de fecha 11 de octubre de 2000 http://www.boe.es/boe/dias/2000/10/11/pdfs/A34882-34895.pdf
Los datos poblaciones base para la elaboración de las tablas  corresponden a España en el año 1990 y  se proyectaron hacia la mortalidad inicial en el año 2000, de aqui nace la controversia de la tabla, de que si en sentido estricto han superado el periodo de observación de 20 que media desde la fecha de valoración y la de proyección como exige la legislación en materia de uso de tablas actuariales.
El ajuste de población asegurada vs población general se realizó tomando en consideración la experiencia Suiza en base a los datos de población suiza asegurada de 1981 a 1994 sobre población de Suiza 1978/83- 1960-1990. Las tablas son generacionales y además se distinguen por género.
Las pólizas suscritas con anterioridad a noviembre de 2000 deben ser provisionadas con las tablas de cartera y las contratadas con posterioridad  sus compromisos deben ser evaluados con la tablas denominadas como de nueva producción. Estas tablas sustituyeron a las utilizadas en España en esas fechas como las GRM/F 80 ,GRM/F 80-2 y las GRM-95 todas ellas de origen suizo.

La metodologia aplicada en estas tablas actuariales supuso un avance, que podemos calificar como histórico, en la modelización del riesgo de longevidad en España, situando a la industria española como referencia internacional para la suscripción del negocio de rentas con riesgo biométrico. El marco actuarial fijado por las tablas ha permitido que se haya desarrollado un mercado de rentas, que es  más profundo en el negocio de la previsión social empresarial que en el negocio individual.

Pasados 15 años desde la publiación de las tablas, y 25 desde la fecha de valoración original de las tasas de mortalidad, conviene preguntarse si es oportuno reactualizar las tablas ,tanto en su riesgo base como en los factores de mejora.

Sabiendo que el riesgo base, solo puede verse contrastado con la experiencia de cada aseguradora, vamos a esudiiar el riesgo de tendencia e intentar visualizar si la tabla empieza a dar sintomas de insuficiencia.

Para responder a esta pregunta nos apoyamos en el documento Longevity Seminar -Mortality Assumptions and Longevity Risk presentado por Pablo Antolin, presentado por la OCDE en Chicago en febrero de 2015, donde  se evaluó para diferentes países, la suficiencia actuarial de las tablas de supervivencia , indicando por nivel de riesgo el potencial déficit de las provisiones para el pago de las pensiones o rentas, según las mejores metodologías actuariales internacionales.


En el caso español, se aprecia un riesgo moderado de déficit para las provisiones técnicas calculadas con la tabla PERM/F 2000 de cartera, y un riesgo calificado de "monitor" es decir para controlar y se observado para los compromisos de rentas evaluados con las tablas PERM/F 2000 de nueva producción. El cuadro siguiente refiere por nivel de riesgo la situación para diferentes mercados.

Profundizamos algo más en las potenciales insufiencias actuariales de origen biométrico, para ello acudimos al informe Mortality Assumptions and Longevity Risks: Implications for pension funds and annuity providers de la misma OCDE de 2014, donde nos ilustra según las dos tablas en vigor en España, por  género y por  edad los posibles déficits  de las provisiones técnicas. Reproducimos los gráficos que hacen referencia a las tablas PERM/F-C y PERM/F-NP

Haciendo un ejercicio de simulación de lo que podría ser una cartera tipo del mercado asegurador en España, compuesta por compromisos de rentas en un 70% sustentadas por tablas de PERM de producción y 30% con la tabla de cartera, y con un 70% de los compromisos sobre riesgos de varones y un 30% en mujeres , considerando una edad promedia de riesgos expuestos alrededor de los 75 años, el efecto final puede ser un deficit biométrico del sistema del 1,3%
Esta cifra que puede variar de una entidad a otra, pero en todo caso  el riesgo biométrico debe ser monitorizado, para que no escale de grado de riesgo hacia moderado. Para ello deben tomarse medidas de actualización de las tablas PERM 2000, antes de que se cumplan las estimaciones de algunos profesionales que sostienen que en los primeros años de la próxima década la tabla PERM 2000 P puede representar riesgo moderado.
El documento nos advierte del riesgo moderado en las tablas PERM 2000 cartera y que  para hombres de edades inferiores a 65 años el riesgo es calificado como significativo ,este riesgo en carteras expuestas no debe ser relevante teniendo en cuenta el tiempo transcurrido para el uso de esta tabla.
La revisión de las tablas de supervivencia  debe ser acometida por los intervinientes en el mercado ,visto los sintomas incipientes de insuficiencia actuarial en el subriesgo sistemático y evitar que el riesgo sea calificado de moderado ( 2%-5% de déficit de provisiones)

José Miguel Rodríguez-Pardo.

El seguro de rentas a menos de un mes de la entrada vigor de Solvencia II.

Nos encontramos a escasos días para que entre en vigor la normativa conocida de Solvencia II cuyos efectos se materializarán desde el próximo 1 de enero de 2016.
La nueva forma de medir y gestionar el riesgo suscrito por las aseguradoras, condicionan la propia determinación del precio del contrato. De entre las líneas de negocio que se verán particularmente afectadas destaca el seguro de rentas vitalicias.
En el escenario denominado Solvencia I , los recursos exigidos para los seguros de vida en general, donde se encuadran las rentas vitalicias, son equivalentes al 4% de las provisiones técnicas. Para una rentabilidad esperada después de impuestos del 10% para un accionista que invierte en una entidad de seguros, los diferenciales necesarios técnicos-financieros para comercializar un seguro de rentas  se sitúan en la banda del 0,50%-0,60%. Este diferencial puede incrementarse en función del apetito al riesgo de cada aseguradora, pero nos sirve para el ejemplo.
Si tomamos como referencia el bono español a 10 años como activo adecuado para invertir  el pasivo actuarial de la rentas vitalicias para una edad media de 70-75 años, el tipo de interés técnico al cliente debe minorarse en los diferenciales anteriores. A lo largo de este cuarto trimestre, el bono a este plazo ha oscilado entre 1,5%-2%.
A partir del próximo 1 de enero, los requerimientos de capital de la nueva normativa aumentan considerablemente, y así en términos de SCR sobre BEL el consumo se podría elevar a un rango del 9-10%,en este porcentaje intervienen todos los riesgos de la entidad y la propia composición de los LOB´S (líneas de negocio) de la entidad, con lo que puede variar. Para poder comparar el efecto de este consumo con solvencia I, hacemos la conversión a requerimientos de capital sobre provisión matemática, en este caso los porcentajes resultantes se situarían entre 10,5%-11,6%.De este valor, la mayor carga de capital corresponde al subriesgo de longevidad con alrededor del 80% del peso de todos los riesgos, sin tener en cuenta los otros riesgos de suscripción o la propia diversificación.
Vemos que del 4% de solvencia I, en el nuevo marco el consumo de capital  se eleva al 11%. Estos valores suponen en términos de diferencial sobre el activo de referencia elevarlo desde el 0,55% de media anterior al 1,5%, con lo que no queda mucho recorrido para entregar al cliente un tipo de interés técnico positivo.
Visto el escenario, podemos llegar a pensar si podemos anticipar la fecha de fin de la comercialización de este tipo de productos. La respuesta la encontramos en los modelos internos de longevidad donde se mejoran sustancialmente las cargas de capital asignadas al riesgo de supervivencia, así como en una adecuada diversificación entre longevidad y mortalidad y macheo perfecto de cartera, todo este conjunto de herramientas de gestión del riesgo permiten mayores rentabilidades a los producto, compensando los reducidos  márgenes que estos dejan en el entorno actual.

 Para actuar sobre la principal palanca del riesgo de supervivencia,recordemos el trabajo( libro de premio Julio Castelo), donde proponíamos un modelo actuarial para graduar el subriesgo sistemático (  tendencia) dentro del riesgo de longevidad , que es el causante de los consumos tan elevados por la incertidumbre que genera. En el modelo propuesto en dicho trabajo, basado en el uso del SLI ( índice español de longevidad), se producían ahorros del 67,3% del consumo de capital ( página 183 del trabajo).
Siguiendo con los datos anteriores, esta reducción tendría como resultado que el consumo de capital se reduce desde el 11% hasta el 5,1%, es decir cifras similares a solvencia I.
La conclusión es meridiana, la gestión activa del riesgo, sobre la base del uso de modelos estadísticos avanzados nos aporta valor económico y permite en este caso poder comercializar productos de longevidad con unos requerimientos de capital similares a los actuales en vigor.
Advertimos que actualizar las tablas regulatorias, no corrigen el problema, por la propia metodología de solvencia II al determinarse el consumo de capital por diferenciales de estrés , se produce la paradoja siguiente: una tabla actuarial actualizada no reduce la carga de capital, un cálculo sencillo nos dice que disminuyendo la tabla regulatoria en un 10% en las probabilidades de fallecimiento, el SCR por subriesgo de longevidad, puede incrementarse un 0,5%.
Vemos que se abre un campo de trabajo de interés y que soluciones para disminuir la carga de capital para el negocio de rentas existen como proponemos en el libro de longevidad publicado en Fundación Mapfre.
José Miguel Rodríguez-Pardo.