lunes, 26 de diciembre de 2011

Modelos fenotípicos predictivos y seguro de vida.

La medicina predictiva ,esta llamada a sustituir a la medicina clínica,un elemento central de los nuevos tratamientos preventivos parten del tratamiento desde el genoma.

El reto consiste en comprender como afecta esta manejo desde la genética al fenotipo del individuo y predecir su comportamiento.Esto es,desde el conocimiento molecular del cada individuo se debe evaluar predictivamente la morbi-mortalidad de un individuo mediente su afectación al fenotipo concreto de este individuo particular.

Hasta la fecha,las enfermedades y la mortalidad se han estudiado desde estudios poblacionales,esta técnica se ha utilizado tradicionalmente en la industria del seguro para la determinación de la tarifa.

El desafío es evaluar la probabibilidad de fallecimiento o de padecimiento de una enfermedad desde el estudio del genotipo y su influencia en el fenotipo individual considernando su interacción con el medio ambiente,el estilo de vidad....y las potencialidades que aportan el desarrollo tanto la medicina predictiva como los tratamientos proporcionados por la medicina tradicional

El modelo predictivo actuarial es aun mas complejo si tenemos en consideranción el perfil epigenético que se refiere a un proceso por el cual los organismos regulan la expresión de sus genes en respuesta a factores ambientales, pero sin cambiar la secuencia de su ADN. La cromatina puede ser modificada de modo epigenético añadiendo o eliminando "etiquetas" químicas en histonas o en el propio ADN.

Se puede heredar de modo no genético la longevidad a lo largo de varias generaciones, la dieta o factores ambientales de nuestros bisabuelos pueden influir en nuestra longevidad.



José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

Causas de mortalidad según nivel renta poblacional.


El estudio realizado por la OMS nos habla de las diferencias en las principales causas de mortalidad según el nivel de ingresos de la población.

Estos análisis son de especial importancia en los estudios de mortalidad de la población a efectos de la determinación del princing de determinadas coberturas del seguro privado.

Además de lo anterior ,nos puede ser util esta información para que en un analisis por cohortes de edad ,modelizar la fragilidad de los individuos y a su vez modelar de manera precisa el riesgo de longevidad.

Por último tambien nos es de utilidad para evaluar con precisión el proceso de admisión de riesgos en los seguros de vida y salud.

10 causas de mortalidad entre población con bajos ingresos

1. Infección de las vías respiratorias inferiores.
2. Enfermedades diarreicas.
3. VIH/Sida.
4. Cardiopatía isquémica.
5. Malaria.
6. Ataque apopléjico y otras enfermedades cerebrovasculares.
7. Tuberculosis.
8. Prematuridad y bajo peso al nacer.
9. Asfixia/Trauma al nacer.
10. Trastornos neonatales.

10 causas de mortalidad entre población con ingresos medios

1. Cardiopatía isquémica.
2. Ataque apopléjico y otras enfermedades cerebrovasculares.
3. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
4. Infección de las vías respiratorias inferiores.
5. Enfermedades diarreicas.
6. VIH/Sida.
7. Accidentes de tránsito.
8. Tuberculosis.
9. Diabetes mellitus.
10. Enfermedad cardíaca hipertensiva.

10 causas de mortalidad entre población con ingresos altos

1. Cardiopatía isquémica.
2. Ataque apopléjico y otras enfermedades cerebrovasculares.
3. Cánceres de traquea, bronquios y pulmón.
4. Enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
5. Infección de las vías respiratorias inferiores.
6. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
7. Cánceres de colon y recto.
8. Diabetes mellitus.
9. Enfermedad cardíaca hipertensiva.
10. Cáncer de mama.

Los datos proceden de Doris Ma Fat, estadistica de la Organización Mundial de la Salud, publicado en http://noticias.terra.es/2011/mundo/1213 y http://www.bbc.co.uk

José Miguel Rodríguez -Pardo del Castillo.

Matrimonios de longevidad extrema.

En muy contadas ocasiones tenemos la oportunidad de comentar la longevidad extremas de parejas.En el ambito asegurador en el proceso de valoración para la suscripción de rentas de longevidad en algunos mercados se consideran el estatus matrimonial como una variable que determina la esperanza de vida de una persona,y así las personas que con mayor expectativa de vida son las que viven en pareja.

Incluso se ha llegado a hablar como causa de fallecimiento el llamado síndrome lonley heart,de hecho recientemente en octubre de 2011 (http://alonelyworld.com/ )investigadores del Johns Hopkins han descubierto que el estrés emocional repentino puede provocar debilidad muscular cardíaca severa pero reversible que imita un ataque al corazón clásico. Los pacientes con esta condición, llamada cardiomiopatía del estrés, pero conocida coloquialmente como síndrome del "corazón roto", a menudo se diagnostica con un ataque masivo al corazón cuando, en realidad, han sufrido un aumento de días de duración en la adrenalina (epinefrina) y otras hormonas del estrés que transitoriamente "aturdir" al corazón.

Dos noticias aprecidas este diciembre de 2011 nos hablas de dos casos extraordianrios de matrimonios con una longevidad extrema.El primero de ellos se ha publicado en http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad y nos habla de
un hombre de 109 años, Yang Shengzhong, y su esposa Jin Jifen, de 106 que han sido declarados oficialmente por la Sociedad Gerontológica de China como el matrimonio más longevo del país asiático.

Yang y Jin, casados desde hace 90 años y que viven en una pequeña localidad de la provincia de Guizhou (centro sur), una de las más pobres de China, tienen ya tataranietos y aseguran que su relación sigue siendo envidiable.

El segundo de ellos,es mas cercano y se ha publicado en http://www.publico.es/agencias/efe/413353/ y se refiere a el matrimonio formado por José Pascua y Antonia Patino, ambos vecinos de Hinojosa de Duero (Salamanca), que celebran el hito de que ambos han llegado a los 103 años de edad, el último en hacerlo el marido, cuyo cumpleaños fue el pasado 21 de diciembre.

Son 78 años los que lleva casados este matrimonio -ambos nacidos en 1908- y que en 2008 celebró las Bodas de Brillantes.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

La crisis económica expulsa a parte de la población del seguro privado.

La crisis económica, de origen financiero, que podemos decir que comenzó en septiembre de 2008 esta provocando que las capas de población más afectadas esten siendo expulsadas de la protección del seguro privado.

Esta situación provoca que a su vez los individuos y familias afectadas por esta crisis sean mas vulnerables ,pues en la medida que ya no estan protegidos por el seguro ,en caso de ocurrir un evento que afecte a su vida,salud o su patrimonio se verá incrementado su riesgo de exclusión social.

Analizaremos algunos elementos que refrendan este nuevo escenario del aseguramiento de la población española.

En primer lugar debemos recordar que el seguro de vida se comercializa preferentemente en el canal bancoasegurador,y es en este canal donde ya se ha producido una reducción de un 15% en el número de oficinas bancaraias-cajas desde septiembre de 2008 y las previsiones mas recientes anuncian como mínimo una reducción igual a la producida hasta la fecha.Cifras similares se observan con las fuerzas de ventas.Si nos atenemos a cifras concreto aportadas por el diario Cinco Días en el artículo de Ángeles Gonzalo 23/12/2011 "De momento, desde que se inició la reestructuración del sector en el tercer trimestre de 2008, las cajas han cerrado 3.897 oficinas hasta el pasado septiembre y han destruido 17.000 empleos. Han pasado así de las 25.052 sucursales a las 21.154 actuales, con un recorte del 15,56%. Mientras que el número de empleados ha descendido de 135.415 a 118.430, un 12,54% menos, y además 8.000 sucursales más han de cerrarse en las cajas según los grandes bancos. Estiman que la plantilla debe adelgazarse en 29.000 personas más".



En este escenario, el ciudadano verá como la proximidad de su oficina bancaria a su domicilio se aleja progresivamente y no debemos olvidar que el primer atributo para la elección de una entitad finaciera u otra es precisamente la proximidad al domicilio.Esta situación es muy similar a lo que sucedió en los años ochenta del siglo pasado en Gran Bretaña con ocasión de la privatización de las entidades equivalentes a las cajas de ahorro españoñas.En este sentido alguna entidad intervenida por el FROB reconoce que ya han abandonado alguna plaza.

El seguro de vida que es un producto de oferta y no demanda, dejará de ser un producto que sea ofrecido a aquellos ciudadanos que se encuentren en poblaciones o barrios "no rentables" bancariamente.Podríamos pensar que el producto se ofrecerá en canales alternativos con el teléfono o internet,en este sentido conviene recordar que el seguro de vida es un producto intangible de compra infrecuente y que hasta la fecha los intentos de comercialización por estos nuevos canales no han tenido éxito alguno.

Así las cosas ,considernado que aquellos ciudadanos afectados por la crisis que han tenido que renunciar a la cobertura del seguro de vida y el nuevo escenrario de alejamiento de la fuerza de venta a los ciudadanos potenciales compradores del producto,nos permite visulizar un panorama en el que el seguro de vida sea un producto de segmentos poblaciones privilegiados economicamente.

La deriva de este nuevo marco es la contraria al propio origen del seguro de vida, que recordamos, se remonta a las cofradías y las hermandades de socorro en la Edad Media.Esto es, las capas sociales mas desfavorecidas se unian para mutualizar el riesgo de fallecimiento o salud.

Por tanto en lo que al seguro de vida se refiere, en su modalidad de riesgo no vinculado a operaciones crediticas, será un producto de una clase social concreta que es la que no ha sufrido la crisis y reside en una zona "de interés financiero". El clásico teorema de Hegel por el que la cantidad de renta destinada al seguro crece mas que lo que crece el nivel de renta se hará bueno.

Si nos referimos a los seguros hogar y de autos ,la sitaución que se viene observando es de alguna manera similar,esto es,se esta produciendo una progresiva reducción de la prima media originada por un doble efecto el menor margen unitario requerido a cada contrato ,pero en mayor medida a un efecto de "descoberturización"de los productos bien asegurado a terceros con franquicias en cao de autos y con menor número de cobertura contradas en caso de hogar.

En este último caso la tendencia apunta a asegurar riesgos de mucha intensidad y bajas frecuencia,como sería el caso de incendio, prescindiendo de coberturas mas expuestas a la frecuencia y así comenzamos a ver produtos de 120€, cuando la prima media de hogar se sitúa sobre los 200€.

A modo de conclusión,la crisis económica ha derivado en una exclusión social de capas de población en la protección que el seguro privado poroporciona.Este escenario provoca mayor riesgo de exposición a la pobreza en la medida que ocurra un evento dañoso que solo puede ser atendido con el patrimonio personal.

Las diferencias sociales se verán acusadas en los próximos años al perder el seguro el papel de mecanismo de cohesión social que propicia en la sociedad.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

"LA EDAD BIOLÓGICA, MEDIDA REAL DEL RIESGO DEL SEGURO DE VIDA".



Inauguración del curso académico 2011/2012 de la Facultad de Ciencias del Seguro, Jurídicas y de la Empresa

El 14 de octubre se celebró en el Salón de Actos de FUNDACIÓN MAPFRE la ceremonia de graduación y el acto de apertura del curso académico 2011/2012 de la Facultad de Ciencias del Seguro, Jurídicas y de la Empresa de la Universidad Pontificia de Salamanca, gestionada por FUNDACIÓN MAPFRE.

El acto estuvo presidido por Ángel Garrido, Rector de la Universidad Pontifica de Salamanca; Filomeno Mira, Presidente del Instituto de Ciencias del Seguro de FUNDACIÓN MAPFRE; María José Albert, Decana de la Facultad de Ciencias del Seguro, Jurídicas y de la Empresa, y Antonio Sánchez, Vicerrector de Investigación, Innovación y Nuevas Tecnologías de la Universidad Pontificia de Salamanca, entre otras personalidades.

La lección inaugural del acto, La edad biológica, medida real del riesgo del seguro de vida, corrió a cargo de José Miguel Rodríguez-Pardo, Doctor en Ciencias Económicas y Biomedicina, quien desde un punto de vista teleológico disertó sobre los elementos ontológicos del precio del seguro, como son la edad y el tiempo, y expuso cómo los conceptos de salud y enfermedad se encuentran en un proceso de reformulación continua; por ello, el seguro de vida será también reformulado.

El Doctor Rodríguez-Pardo indicó que parece claro que la personalización del tratamiento, cosustancial con la medicina preventiva, nos conduce a la hipersegmentación de la tarifa del seguro. Asimismo, constató que se antoja difícil constituir la homogeneización del riesgo, elemento necesario y esencial del negocio asegurador. (…) La novedad es la incertidumbre de realizar el análisis actuarial de riesgos heterogéneos en el proceso de admisión que se verán necesariamente homogeneizados en las edades de fallecimiento. El reto para la industria del seguro es identificar los biomarcadores individualmente o correlacionados entre sí que permitan construir modelos actuariales que midan con precisión la edad biológica de un individuo y, consecuentemente, el riesgo de fallecimiento.

Durante el acto se hizo entrega de los títulos a los alumnos que finalizaron sus estudios en el curso académico 2010/2011: Graduado Superior Universitario en Ciencias del Seguro, Diplomatura en Ciencias Empresariales, Licenciatura en Administración y dirección de empresas, Licenciatura en Ciencias Actuariales y Financieras, Doctorado en Ciencias del Seguro, Máster Universitario en Seguros y Gerencia de Riesgos y Máster Universitario en Gestión y Técnica de Seguros.

Además se procedió a la entrega del Premio al Mejor Trabajo de Fin de Carrera a la alumna Ana Belén Herrero por su trabajo Riesgo operacional en el marco de Solvencia II.
Ceremonia de graduación y el acto de apertura del curso académico 2011/2012





LECCIÓN INAUGURAL DEL CURSO 2011 / 2012


"LA EDAD BIOLÓGICA, MEDIDA REAL DEL RIESGO DEL SEGURO DE VIDA".

PROF. DR. JOSÉ MIGUEL RODRÍGUEZ-PARDO DEL CASTILLO.




Madrid, 14 de Octubre de 2011.










Excmo y Magfco Sr. Rector de la Universidad Pontificia de Salamanca
Excmo. Sr. Presidente del Instituto de Ciencias del Seguro
Excmo. Sr. Vicerrector
Illma Sra. Decana de la Facultad de Ciencias del Seguro
Ilustrísimas Autoridades
Sras y Sres. Profesores
Sras. y Sres alumnos
Señoras y señores:

Gracias.

Introducción.

El 26 de junio de 2000, Francis Collins y Graig Venter leían en la Casa Blanca, sendos discursos en los que anunciaban públicamente la secuenciación completa del genoma humano. Este hecho, fue calificado como un punto histórico en los cien mil años de humanidad.
En el proyecto se habían invertido 300 millones de dólares, años de investigación de varios centenares de científicos y fueron necesarios así mismo más de 100.000 ordenadores funcionando a la vez.

El año 2009, la secuenciación completa del genoma se consiguió con un coste de 49.000 dólares y con tan solo 3 científicos y 4 ordenadores secuenciando a la vez.

Las ultimas previsiones sitúan en 2015 el año en que el genoma de una persona se podrá obtener por 1000 dólares con tan solo un técnico, un ordenador y disponible en tan solo treinta minutos y se habrán secuenciado a esta fecha el genoma de 50 millones de personas cuando el año 2011 terminará con 50.000 secuenciaciones.

El vertiginoso incremento del conocimiento adquirido en la genómica cuyo conocimiento se duplica cada dos años, nos debe llevar a plantearnos como queda afectado el seguro de vida.

Como muy acertadamente nos dice el jurista uruguayo Gross Espiel “¿Qué va a pasar cuando las investigaciones sobre el genoma permitan reducir el margen de lo desconocido y aumenten el margen de lo relativamente cierto? Esto es lo que me permite afirmar que se ha producido una revolución no solamente científica sino también moral, ética, jurídica y filosófica sobre el carácter y los límites de la vida humana”

Esta revolución en el ámbito de actuación del seguro de vida, verá como quedan alterados los fundamentos esenciales de un riesgo que es inherente a la naturaleza humana y cuya medida central es la edad cronológica en un espacio temporal limitado al límite biológico de la especie humana.

Sobre los elementos ontológicos del precio del seguro como son la edad y el tiempo es de lo que vamos a reflexionar, tratando de dar una visión teleológica. Hace falta cierta Kénosis, en el sentido de vaciamiento o abandono del conocimiento técnico adquirido para entender el nuevo paradigma al que nos enfrentamos.


Pero debemos hacer una consideración preliminar, el estado de la investigación de la ciencias biomédicas se encuentra en mi opinión en una fase de transición hacia una modelo de atención de la salud que no tiene antecedentes en la historia, pues como dice el profesor Diego Gracia, la medicina ha avanzado en los últimos 25 años lo mismo que en los últimos 25 siglos.



Los conceptos de salud y enfermedad se encuentran en un proceso de reformulación continua y por ello el seguro de vida será también reformulado.

En esta tarea de cambio de paradigma es necesaria la aportación de todos los intervinientes de la industria, desde el derecho, la ciencia actuarial, la medicina y la propia gerencia del riesgo y en el que la Universidad, cuya misión es mover la frontera de conocimiento, se antoja como parte esencial en este proceso, que requerirá mucha hermenéutica, pues en el dialogo interdisciplinar que es necesario construir bajo la bóveda de la bioética y el derecho, los asegurados deben ser especialmente protegidos, en sus aspectos esencialmente de no discriminación, el derecho a la intimidad, la protección de datos especialmente sensibles como son los relativos a la salud.

Edad y tiempo.

Comencemos por definir el término edad como la duración de la existencia individual medida en unidad de tiempo. Nos encontramos ya con una primera incertidumbre que debemos reflexionar y es la propia definición del tiempo.
Tal vez en esta Universidad Pontifica se ha debatido la célebre reflexión de San Agustín en el libro XI de las “Confesiones”: “¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo a quien me lo pregunta, no lo sé”
El filósofo Javier Sabada nos dice que “el tiempo huye, estamos tejidos de tiempo“, esta cita nos permite adentrarnos en la problemática que emerge para el seguro de vida el proceso del envejecimiento de las sociedades occidentales y su rectangularización, que esta propiciando que la edad cronológica de un individuo no sea del todo relevante como variable explicativa de la probabilidad de fallecimiento de una persona.

¿Podemos preguntarnos si se va a cumplir el sueño de Dorian Grey, que pretendía ser siempre joven?

El proceso que algunos denominan “enlentecer el paso del tiempo” es necesario estudiarlo con mucho detalle pues no conviene olvidar que la materia prima con la que trabaja el asegurador es el tiempo.

Vivimos más años: la juventud dura hasta lo que en otras épocas era la madurez y la madurez hasta lo que era antes la vejez, nos dice Ángeles Duran catedrática de Sociología y profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en el fondo negamos el paso del tiempo.

Desde la medicina es habitual medir diferentes atributos individuales en relación con la edad cronológica de un individuo para medir la edad alcanzada, así es habitual hablar de edad funcional como la combinación de la edad:

-Cronológica o calendario.

-Fisiológica o física, anatómica, ósea…

-Cognitiva.

-Emocional.



Para cada una de las edades anteriores, la biomedicina debe ser capaz de predecir la aparición de determinadas enfermedades independientemente de la edad cronológica, pues los individuos envejecen a diferente velocidad en el espacio del tiempo calendario.

Así podemos afirmar que la edad cronológica no es el único factor determinante de los procesos de desarrollo, estabilidad y declive, sino que la edad interacciona con circunstancias socio-históricas, sociales y personales. (Lehr U.A. Challenge for Pyscologits.1st European Congress of Pycology.Amsterdam 1989) y por tanto lo que va a ocurrir no es del todo predecible pero esta limitado por una gama de posibilidades y siguiendo al teólogo y físico John Polkinghorne, el sistema se despliega con una especie de desorden ordenado (John Polkinghorne, La obra del amor. La creación como Kénosis, pág. 138, ed. EVD, 2008, Navarra). Por esto, el reto de la matemática del seguro será una vez descubierto el patrón genético que ha estado oculto y que en cierta medida sigue un patrón determinista, como califica Henri Poincaré al universo, pueda modelar la métrica de la vida humana cuyo sustrato es ahora una estructura parcialmente previsible con el desorden que produce el devenir biográfico de cada individuo.
En este nuevo paradigma que podemos calificar como nueva verdad revelada, la ciencia sustituirá la especulación y le dotará de un carácter transcendente al acercarnos al entendimiento de la arquitectura biológica y biográfica del ser humano.

Edad Cronológica

Los continuos avances en la esperanza de vida habidos desde los últimos ciento cincuenta años han propiciado que la llamada curva de supervivencia adquiera una forma que se denomina rectangularización o comprensión de la mortalidad, esto es, la mortalidad de los individuos se mantiene constante hasta una edad donde se concentran la mayoría de los fallecimientos. De hecho más del 75% de las muertes se producen en individuos por encima de los 75 años de edad en los países desarrollados, en cierto modo se cumple la enseñaba de Zaratustra “¡muere a tiempo!”.

Esta edad modal de fallecimiento que Fries (Fries JF,y Crapo IM Vitality and Aging ,Freeman and Co.San Franscisco 1981) en los años ochenta del pasado siglo, estimó que correspondía a los 85 años, aunque ha sido ya superada por la población femenina japonesa, si estamos en condiciones de afirmar de que el proceso de rectangularización se esta produciendo y es razonable pensar que finalmente la edad en la que se concentren los fallecimientos será alrededor de los 95 años, edad que por otra parte se considera con la del límite de la frontera vital (life span) media de la especia humana. Para reafirmar este argumento se estima que en 2030 el 50% de los fallecimientos corresponderán a personas de más de 90 años de edad.

Siguiendo a Kirkwood, la frontera vital en condiciones ambientales óptimas, debido a los mecanismos intrínsecos de la senescencia, dificulta llegar a los 100 años de edad. (Kirkwood TBL,Holliday R. The evolution of aging and longevity Proc R Soc London 1979, 205; 551-76).
Este escenario se conseguirá cuando se eliminen las principales causas de mortalidad de la población, en cuyo caso veremos aumentar la esperanza de vida 15 años.

La sociedad actual comienza a vivir en circunstancias que se denominan como amortalidad, término acuñado en 2009 por Catherine Mayer, columnista de Time. “La característica definitoria de la amortalidad es vivir de la misma forma, en el mismo tono, haciendo y consumiendo casi las mismas cosas desde que es adolescente hasta la muerte”.

Por otra parte los recientes estudios realizados sobre la población centenaria y supercentenaria concluyen de una manera contraintuitiva que en las edades extremas de la vida, la probabilidad de supervivencia se mantiene constante, este fenómeno singular calificado por algún demógrafo como de aberración estadística, solo se puede explicar por la extraordinaria fortaleza, tal vez genética, de los casos excepcionales de longevidad extrema habidos en la historia de la humanidad, de hecho tan solo una persona hay datada fehacientemente que haya superado los 120 años de edad de los 110 mil millones de habitantes que han habitado la tierra hasta nuestros días.

Es importante considerar que este fenómeno de la comprensión de la mortalidad no esta relacionado con la extensión del límite máximo de la vida humana y sobre el cual parece que hay un cierto consenso que lo sitúa en 120 años.

Debemos advertir que el desarrollo de la biomedicina, en el que se incluyen la terapias génicas, puede llevarnos a superar ampliamente el límite de 120 de edad y hacer tal vez bueno el aforismo de Miguel de Unamuno que en su obra casi ya centenaria, El Sentimiento Trágico de la Vida, decía: Los seres humanos sentimos un "ansia de no morir", un "hambre de inmortalidad", un "anhelo de eternidad".

Pero es verdad que la inmortalidad hoy por hoy solo se conseguiría con conductas heterodoxas tales como un pacto con el diablo. (A. Cano Sánchez, L. Salvador-Corulla, J. R. Cabo-Soler. Introducción, pág. 4 al libro Longevidad: Tratado integral sobre la salud en la segunda mitad de la vida. Ed. Médica Panamericana, Madrid 2004). Por ello quizá sea mejor recordar lo que decía Pindaro “No anheléis la inmortalidad, pero agotad los límites de lo posible”.

Sabemos que el riesgo de fallecimiento tiene dos componentes diferenciados, uno que es independiente de la edad, como son los accidentes, eventos de la naturaleza, riesgos antropomórficos y epidemias, y el otro factor se considera dependiente de la edad.

Del subriesgo dependiente de la edad, los modelos fenotípicos (Evaluation of mortality trajectories in evolutionary biodemography de Stephan B. Munch, and Marc Mangel PNAS published online Oct 23, 2006) se subdividen en dos riesgos de trayectorias inversas. El modelo fenotípico propuesto por Marc Mangel en 2006 nos revela que las trayectorias de mortalidad están compuestas por dos variables que dependen del fenotipo, una dependiente del tamaño y otra del daño.
En nuestro campo del conocimiento, la hipótesis central del comportamiento de la longevidad se basa en los postulados de Benjamin Gompertz que formuló en 1825 su teoría con el siguiente principio “La intensidad de la mortalidad podría tenerse por constante. Sí no hubiera otras enfermedades, la vida tendría en todas la edades el mismo valor y tanto el número de sobrevivientes como la edad de los muertos, decrecería con la edad en progresión geométrica, mientras que las edades crecerían en progresión aritmética”

Este postulado elevado a principio categórico por la ciencia actuarial durante de casi 200 años, debe ser cuestionado con el conocimiento actual de la dinámica poblacional y por tanto debe ser reformulado.
Y es por ello que la unidad básica de medida en nuestro negocio que es la edad cronológica aisladamente considerada no mide adecuadamente el riesgo de fallecimiento de un individuo en un tiempo determinado, y más aún, si la valoración se refiere al riesgo de longevidad vitalicio la incertidumbre actuarial nos obliga a repensar el valor predictivo de la edad cronológica.

Por ello analizaremos la edad biológica como propuesta alternativa o al menos complementaria a la mera edad cronológica, pues si como dice Robin Dumbar psicólogo de Oxford “somos máquinas de supervivencia”, será la edad del organismo biológico la que mida el envejecimiento de la misma.


Edad Biológica o bio-edad.

El tiempo biológico o funcional está determinado por los cambios anatómicos y bioquímicos que ocurren en el organismo durante el envejecimiento y lógicamente condicionado y relacionado con la interacción con el ambiente en el que vive el individuo.

El envejecimiento se define en función del grado de deterioro (intelectual, sensorial, motor, etc.) de cada persona, aumentando de esta forma la vulnerabilidad del organismo e incrementando el riesgo de enfermedad y muerte, por ello la edad biológica es la que nos mide el grado de envejecimiento de las células.
El proceso de envejecimiento se inicia en torno a los 30 años, momento en el que se ha alcanzado la plenitud, y a partir de esa edad comienza la pérdida de los mecanismos de reserva del organismo –vitalidad- lo que aumenta la vulnerabilidad ante cualquier agresión. (J. M. Ribera Casado, 2004)

En la actualidad son varias las teorías biogerontológicas que explican el envejecimiento de los seres vivos, destacaremos algunas de las expuestas por el profesor Tresguerres en su discurso en la Real Académica de Medicina en el año 2009.

-La del proceso de estrés oxidativo acumulando daños originados por los radicales libres, propuesta por Harman en los años 50 (Harman, 1956). Según esta hipótesis, el envejecimiento se debería a la acumulación de daño intracelular inducido por moléculas altamente reactivas que contienen un electrón desapareado generado en el transcurso de diversas reacciones químicas que tienen lugar como consecuencia de los procesos metabólicos celulares.

-Disminución hormonal con la edad, como son las hormonas sexuales, la hormona del crecimiento y la melatonina. El profesor Tresguerres destaca la importancia de la melatonina en su papel como regulador de los ciclos biológicos. Se constituye así en uno de los sincronizadores internos más importantes, parece ser el “marcapasos central” o “reloj biológico” y cabe especular que uno de los factores por los que los individuos viejos presentan un mayor daño oxidativo podría ser la disminución de la producción de melatonina inducida por la edad (Reiter y Cols 2002).

-La muerte celular programada o apoptosis; en esta teoría se encuentra la teoría del tamaño de los telómeros. Los telómeros son unas estructuras situadas en los extremos de los cromosomas que previenen su degradación y fusión con otros cromosomas. Estas estructuras se acortan con cada división celular, y cuando han alcanzado una longitud mínima, la célula deja de dividirse.

-Teoría molecular de la acumulación de productos de desecho relacionada con la teoría de la “tasa metabólica”, por la que la longevidad máxima de un organismo dependería de la velocidad de su consumo de oxígeno (tasa metabólica) y de la cantidad total de energía que consume durante su vida adulta, que por otra parte estaría genéticamente determinada (potencial metabólico).

Uno de los referentes en la socibiología E.O.Wilson, sostiene que “Toda conducta animal es un producto de la herencia, el estimulo ambiental, las experiencias, el libre albedrío es una ilusión. La conducta biológica es la cadena genética que tira de nosotros”.

En lo que al ser humano se refiere, no estoy seguro que este determinismo sea del todo acertado, pues es sabido que nuestra longevidad esta explicada en un 25- 30 % por nuestra genética y el resto corresponde mayoritariamente al estilo de vida y en menor medida el sistema sanitario y el medio ambiente. La suma de genes no constituyen por sí solo anatomías o conductas concretas, esta es la falacia del etiquetaje genético.

En el devenir biológico del ser humano en el que se suman contingencia y necesidad, el hombre elige su modo de existencia, esa es la respuesta a la libertad, y aunque Richard Dawkins nos diga que el gen es egoísta, no lo es en tanta medida como para poder afirmar que nuestra esperanza de vida esté codificada en los genes.

Antes de iniciar el análisis de las métricas de la edad biológica, no podemos pasar por alto que el estilo de vida saludable puede llegar a explicar hasta 10 años de esperanza de vida adicional, es verdad, por otra parte, que la mayoría de la población no traslada a la vida cotidiana el conocimiento que por parte de la medicina se tiene de los principales factores de riesgo asociados a las causas principales de mortalidad. En este contexto, la edad cronológica debe ser modificada también por el estilo de vida pues este influye de manera directa en el proceso biológico del envejecimiento.

El hombre según su genética y estilo de vida pretende ser el propio arquitecto de su evolución, como afirma E.O.Wilson en On human Nature. El hombre, por tanto, podrá moldear su propia historia personal en términos biológicistas. La naturaleza tal y como la conocemos hoy será modificada por la biomedicina, en una transformación continua que obligará a redefinir de una manera también continua el concepto de una parte de la humanidad que busca la inmortalidad no trascendente y la perfección sin sufrimiento.

Por todo ello sabiendo que la edad cronológica no será exclusivamente determinante en el proceso de envejecimiento, podemos hacer buena la frase de Maurice Chevalier “hacerse viejo no es tan malo cuando consideras la alternativa”.

Cuestionado, mejor, matizado, un principio esencial de la teoría del envejecimiento, el de que la mortalidad aumenta con la edad, podemos también interrogarnos sobre la validez de otro de los principios definitorios de la longevidad, el referido a si es posible parar el reloj biológico o incluso revertir el tiempo biológico.

El profesor Michel Klentze nos ayuda a responder este interrogante al afirmar que las intervenciones encaminadas a eliminar el daño somático acumulado a lo largo de la vida podrían contrarrestar alguno de los efectos adversos.

Veamos que tipo de intervenciones se proponen.

Biomarcadores.
Desde la biomedicina se están desarrollado determinados biomarcadores que tratan de medir la edad biológica de un individuo.
A través de los biomarcadores se podrá determinar el riesgo de padecer una enfermedad en pacientes que hoy son asintomáticos; estas bioseñales nos permitirán conocer el pronóstico de vida de un candidato a un seguro, al combinar la genómica, la nanomedicina, la farmacogenética, la nutrigenómica y el estilo de vida del individuo. De esta manera se podrá realizar un abordaje integral de los equilibrios perdidos en el organismo.

Sin ánimo de ser exhaustivo, citaremos los más relevantes de ellos.

Telómeros.

Gen Foxo.

Sirutina-Resveratrol.

Mitocondrias y el estrés oxidativo.

Hormona de crecimiento. DHEA, IGF-1,progesterona,testosterona…

Índice de melatonina, serotonina...

Hipertensión.

Colesterol.

Coenzyma-Q10.

Tasa de metabolismo basal. VO2 max.

Ejercicio físico.

Dieta.


Medicina predictiva.

El descubrimiento del genoma humano esta cambiando el conocimiento de la vida humana pues permite evaluar las posibilidades de que un ser humano desarrolle enfermedades en un determinado tiempo. Esto se puede ya determinar casi con precisión y modificar ciertamente el rumbo de la humanidad. En la medicina predictiva encontramos acomodo a Heidegger cuando dice “la posibilidad es superior a la realidad”. La genética al ser ya una práctica asequible puede desvelar los secretos imprecisos que todavía hoy existen para poder sustituir de una manera definitiva la edad cronológica por la edad biológica. Ésta será la métrica de la aventura de la vida en la que el individuo lucha contra la enfermedad, el dolor y cualquier tipo de amenaza.

Integrando toda la información disponible se podrá elaborar el perfil vital del individuo, diseñando acciones que permitan enlentecer el envejecimiento actuando sobre las áreas más frágiles del perfil vital, esta será el reto de la medicina del siglo XXI (A.Cano Sanchez,L.Salvador-Corulla, J. R. Cabo-Soler. Introducción, pág. 5 al libro Longevidad: Tratado integral sobre la salud en la segunda mitad de la vida. Ed. Médica Panamericana, Madrid 2004).


Si la medicina tradicional se ocupa de las personas solo cuando han desarrollado una enfermedad y nos consideramos sanos si somos asintomáticos, en la medicina predictiva la enfermedad ya no es aleatoria, ni es inevitable y es por ello que la responsabilidad de la aparición de una enfermedad se deberá a una conjunción de factores genéticos, de elección personal, al menos en parte, del estilo de vida y de factores ambientales.
Esta medicina preventiva con terapias personalizadas en España tan solo es asumida por el 1% de la población, sin embargo en los Estados Unidos ya es considerada por el 20% de sus ciudadanos.
El primer paso para establecer un programa antiaging es determinar la edad biológica -capacidad funcional y estado de salud- mediante un conjunto biomarcadores que abarcan pruebas físicas, composición corporal, inmunológicas y psicológicas.
De esta manera equipos interdisciplinares de endocrinos, psicólogos y médicos especialistas en medicina deportiva y en Nutrición analizan los bioparámetros como identificados en tres áreas: pruebas físicas (función respiratoria, composición corporal, medición de la fuerza de manos, espalda y piernas, prueba de esfuerzo, etc.), estudio cerebral (memoria, capacidad de entender y expresión) y pruebas bioquímicas en sangre y orina (medidas hormonales y de antioxidantes, variables genéticas, pruebas inmunológicas…).

El concepto mismo del diagnóstico aplicado a personas con síntomas de una enfermedad, queda cuestionado y así ¿podemos considerar enfermo o sano a una persona que tiene un 60% de padecer cáncer de colón?.

Algunos autores hablan de pre-enfermedad y por tanto se trata de identificar los precursores precoces y a largo plazo, tanto biológicos como sociales y psicológicos de la enfermedad. (National Research Council, 2001. Prioridades temáticas para integrar las ciencias sociales, comportamentales y biológicos en los Institutos Nacionales de Salud de EEUU).

La medicina predictiva se puede definir, como nos dice el profesor Fernando Bandrés de la facultad de medicina de la UCM, como “el diseño y aplicaciones de intervenciones de predicción, diagnóstico y tratamiento más adaptadas al sustrato genético de cada paciente y al perfil molecular de cada enfermedad” “Fitting the treatment to patients”

El catedrático de fisiología de la Universidad Complutense de Madrid Tresguerres nos aporta la estrategia de la medicina predictiva, al afirmar que se trataría de “añadir vida a los años, en lugar de años a la vida”, lo verdaderamente importante es aumentar la calidad de vida y la consiguiente independencia. Este fenómeno se relaciona como ya hemos comentado anteriormente con la morbilidad comprimida que pretende extender la esperanza de vida promedio pero no aumentar la frontera vital de la especie humana.
Es decir, una mayor proporción de la población alcanzará edades avanzadas con buen funcionamiento, presentando después un rápido final. En definitiva se trata de revertir o al menos retardar los procesos de la edad cronológica.


En este escenario incipiente, el elemento primario de la medicina es el análisis genético pues permite identificar factores de riesgo que propicien la aparición de determinadas enfermedades. Por lo tanto, el elemento central de la medicina predictiva es el dato genético sobre el cual como acertadamente nos dice la profesora Pilar Nicolás, de la Cátedra Derecho y Genoma, los individuos quedan clasificados por su perfil genético.
El dato genético se ha definido en la Ley de Investigación Biomédica 14/ 2007 en su artículo 3-g como “La información sobre las características hereditarias de una persona, identificada o identificable obtenida por el análisis de ácidos nucleicos u otros análisis científicos”.


Un gen deletéreo -defectuoso- provoca en la mayoría de los casos una predisposición a una enfermedad que no se debe confundir con una predeterminación a la enfermedad, este fenómeno se conoce como penetrancia incompleta, así por ejemplo, la mutación del gen BRAC1 supone un riesgo para la mujeres de padecer cáncer de mama a lo largo de su vida de un 80% y de cáncer de ovario de una 50%.

El estado actual de la predictivilidad del riesgo genético se basa en la regla “riesgo-carga-intervención” como nos dice uno de los responsables de la codificación del genoma humano Francis Collins en su libro El lenguaje de la vida:
-Riesgo es la medición de los genes deletéreos en relación con la media poblacional. El riesgo relativo total es la multiplicación de los resultados individuales de cada gen deletéreo.
-Carga, es la importancia de una enfermedad en cuanto a si puede llegar a ser mortal o puede llegar a producir trastornos graves.
-Intervención, es decir el conjunto de acciones preventivas que puede hacer un individuo para “evitar” contraer la enfermedad.
La citada prevención se articula sobre el mantenimiento de estilos de vida saludables, como la dieta y el ejercicio, chequeos periódicos preventivos y medicación preventiva.

La ciencia necesita conocer mejor la influencia de los factores ambientales en el desarrollo de una enfermedad y evaluar cono interactúan los genes con el entorno.

Se ha llegado a decir que ahora conocemos el rostro molecular del envejecimiento y comprendemos los riesgos individuales de sufrir enfermedades impulsoras de dicho proceso (JA Lozano, 2004), pero es verdad que nos queda por conocer con la precisión que necesita el asegurador las interrelaciones entre los procesos biológicos y ambientales.


El valor predictivo de cada factor riesgo es bajo en las enfermedades poligénicas que se desarrollarán solo cuando coincidan varios factores de riesgo en un entorno ambiental concreto.

Por este motivo no disponemos de una metodología científica que permita determinar la edad biológica exacta de un ser humano, si bien creo que no estamos lejos de este reto.
Cuando esto suceda la excepción de la especia humana sobre el resto de las especies en su proceso evolutivo se verá reforzada pues nuestra especie habrá triunfado en la lucha por la supervivencia. En este escenario pueden convivir teorías evolutivas neodarwinianas y religiosas, pues si recordamos las palabras de Juan Pablo II con ocasión del centenario de Mendel: “el hombre cuando modifica con sus intervenciones la naturaleza en la línea de la creación realiza el encargo recibido del Creador”.

El problema de la mutualización del riesgo

Es fácil intuir que las repercusiones para el mundo del seguro son evidentes pues la mutualización de riesgos homogéneos presentará muchas dificultades, tal es así que algunos autores como Murray ha denominado a la genética como la ciencia de la desigualdad (Murray. T., Genetics and the moral mission of health insurance, 1992.)

La diversidad que se explicita a través del conocimiento genético, -ya decían los filósofos griegos que la naturaleza gusta de la diversidad-, nos llevará a tratamientos personalizados, que propiciarán una homogeneización de las causas y edades modales de fallecimiento. Esta circunstancia singular histórica desde la óptica actuarial diluye la incertidumbre del “cuando” en un seguro de vida, recordemos que en el seguro de vida no existe la incertidumbre del “cuanto”.

Ernesto Sábato nos dice que” la vida engendra diferencias en todo lo que crea, y que la globalización como intento de uniformar la existencia sobre la tierra es siniestra y va de la mano de la clonación”. (Filosofía hoy, pág. 52, número 4-2011). Debemos pensar en ello, pues no le falta razón.
El poder de autodeterminación del individuo que propicia la diversidad humana se enfrenta a un escenario de homogeneización de la dinámica procesual del envejecimiento y muerte de la población.
Esto es una paradoja, la singularidad individual genética sinónimo de identidad, por razón de la medicina predictiva verá como los individuos en el proceso de degradación que conduce a la muerte se acelera en todos lo individuos de una misma manera.
El escenario que nos brinda la medicina preventiva invertirá el proceso de predictividad probabilístico de la ciencia del seguro de vida, pues si hoy es fácil homogeneizar los riesgos individuales para calcular la probabilidad de fallecimiento, muy heterogénea en el tiempo, el reto será realizar el análisis actuarial de signo contrario, es decir riesgos heterogéneos en el proceso de admisión se verán necesariamente homogeneizados en las edades de fallecimiento. Esta es la verdadera novedad de la incertidumbre a la que nos enfrentamos.

Y para este desafío, la técnica del seguro debe ser capaz de entender la especificidad de los individuos agrupando riesgos en grupos homogéneos, tarea que comienza a ser compleja y que requerirá mucho conocimiento interdisciplinar y a su vez colaboración entre los centros del conocimiento como es esta Universidad y la industria del seguro. Con carácter preferente deberán dialogar lo bio y lo actuarial, sin perder sus esencias, elaborando una categoría superior que podemos llamar bioactuarial.
La referencia al prefijo bio, podemos asignarle dos acepciones, la biomedicina y la bioética, pues solo desde el conocimiento de la nueva ciencia de salud, encauzada por los principios éticos estaremos en disposición de construir un cuerpo doctrinal encauzado por el derecho, que permita trabajar a la ciencia del seguro en la determinación del precio del seguro de un riesgo que tiene su fundamento en la vida humana situada en el espacio finito de tiempo.

De esta manera el asegurador podría trabajar con escenarios como los que ya sostienen algunos científicos que dicen “El envejecer es inevitable, la lucha contra la tendencia biológica de nuestros genes a envejecer ha pasado de imposible a infinitamente poco posible”.

Parece claro que la personalización del tratamiento consustancial con la medicina predictiva nos conduce a la hipersegmentación de la tarifa de seguro, y se antoja difícil constituir la homogeneización del riesgo necesaria para poder construir “la comunidad de suerte”, elemento esencial del negocio asegurador.

El reto para la industria del seguro es identificar aquellos biomarcadores individualmente o correlacionados entre sí que permitan construir modelos actuariales que midan con precisión la edad biológica de un individuo y consecuentemente el riesgo de fallecimiento.

Las legislaciones, tanto de índole internacional como nacional, tratan de protegen la eventual discriminación que se puede llegar a producir en el campo de la genética aplicada al seguro de vida.

Y es aquí donde se encuadra la problemática del sector asegurador en lo que se llama la asimetría de la información, pues el asegurador no dispone de toda la información que en materia de genética puede ser conocida por el solicitante del seguro, produciendo esta asimetría un efecto de selección adversa.

El debate se centra no tanto en la posibilidad de requerir test genéticos u otros biomarcadores a los solicitantes de seguros de vida como un requisito previo de contratación, sino a que un solicitante de un seguro conozca previamente su predisposición genética al padecimiento de una o varias enfermedades y que el asegurador por razón de lo establecido por ley en materia de no discriminación del patrimonio genético no pueda disponer de esta información, es en este punto donde se manifiesta la asimetría de la información.

No se han realizado muchos estudios sobre el impacto del efecto de la antiselección en el seguro de vida, el más relevante de estos estudios corresponde a Mc Donald en 2006 que concluyó que el impacto será mínimo. “The impact of multifactorial genetic disorders on critical illness insurance: a simulation study based on UK biobank”. Astin bulletin 36, 2006, págs. 342 y 343.

Pero es verdad que el avance de la medicina predictiva ha sido muy relevante en estos últimos años y aún será más en las décadas venideras aunque presumimos complejo evaluar este impacto.


El Consejo de Europa ha elaborado un borrador de Libro Blanco en junio de 2011 sobre genoma y seguro que va a someter a discusión a los intervinientes en el mercado de seguro antes de fin de año, con el propósito de recoger sugerencias y poder redactar un documento final que estará llamado a ser la guía de actuación en materia de medicina predictiva y genética de las entidades aseguradoras.

Reflexiones a los licenciados.

Bertrand Russel decía ”No te sientas seguro de nada”, está frase como hemos podido comprobar no puede ser más oportuna, aunque paradójica en la industria del seguro. El escenario de desarrollo científico al que nos enfrentamos nos obliga a repensar de manera continua los fundamentos de los elementos esenciales del negocio asegurador.

En este camino que vamos recorrer, liderado por el desarrollo de la biomedicina, debemos tener presente las palabras Benedicto XVI en el encuentro con la universidad en la pasada Jornada Mundial de la Juventud “el hombre deber ser el centro de la economía”, en efecto, tenemos la obligación de evitar caer en la cosificación del asegurado que dirían los abogados de seguro o convertir al asegurado en un mero número o índice estadístico como dirían los actuarios.

Me dirijo finalmente a los que vais a recibir la licenciatura en este acto académico, sabed que dentro de 25 años en vuestras boda plata tan solo el 10% del conocimiento de aquel momento tendrá como origen vuestro conocimiento de hoy, esto os obliga al estudio y la actualización permanente sea cual fuere vuestra especialidad profesional.

Pero en este porcentaje no se deben incluir los valores éticos que me consta habéis adquirido en esta Universidad, que os deben acompañar siempre, pues son inmutables.

He dicho.

Mucha suerte y muchas gracias.

TELÓMEROS VARIABLE BIOACTUARIAL DEL SEGURO DE VIDA.


En el ámbito de la biomedicina se ha extendido la tesis de que la longitud de los telómeros es el verdadero marcador de la edad biológica de un individuo, sustituyendo a la edad cronológica como medida del envejecimiento. Estudios recientes sitúan esta influencia en un 70-80% , ahora el reto es identificar las causas restantes y poder extrapolar en el tiempo el efecto de los telómeros como marcapasos biológico.

En la ciencia actuarial para poder considerar este biomarcador como base para predecir la esperanza de vida , es necesario conocer la dinámica de variación de los telómeros en el tiempo, circunstancia que se antoja complicada pues factores exógenos como la variación del estilo de vida o la activación de la enzima de la telomerasa pueden hacer variar el tamaño de los telómeros.

Un estudio realizado en ratones, sugiere que el envejecimiento prematuro puede revertirse reactivando a la enzima que protege los extremos de los cromosomas.
Los ratones genéticamente diseñados sin la enzima telomerasa envejecían prematuramente pero recuperaron la salud cuando la enzima se reemplazó. La investigación indica que algunos trastornos caracterizados por el envejecimiento precoz podrían tratarse estimulando la actividad de esta enzima.El papel de la telomerasa, la enzima encargada de "alargar" los telómeros ante el cáncer. "Se observado que la vida de los ratones con genes supresores del cáncer y mayor cantidad de telomeras, como gen de la juventud, aumentaba en un 40%", ha explicado la doctora Blasco al tiempo que apuntado a la telomerasa "como diana terapéutica contra el cáncer, además de para la prevención de enfermedades asociadas al envejecimiento".

En estudios in vitro han demostrado que una vez que se alcanza la longitud crítica del telómero, las células dejan de dividirse y entran en un estado de senescencia replicativa, que puede ser seguido por apoptosis (Blackburn, 1991; Blasco 2007). Por lo tanto, se ha sugerido que la longitud de los telómeros juega un papel crucial en el funcionamiento de tejidos y, por extensión, en la esperanza de vida de todo el organismo (Blackburn, 1991; Blasco 2007).
A pesar de la evidencia acumulada de estudios in vitro que la senescencia celular está vinculada a la dinámica de los telómeros, cómo se relaciona con la senescencia de todo el organismo y la longevidad es poco conocida y polémica.
El estudio Telomere dynamics rather tan age predict life expentancy in the wild de Pierre Bize et al del Department of Ecology and Evolution, Biophore, University of Lausanne ,Switzerland publicado en 2009 http://rspb.royalsocietypublishing.org, nos aporta conclusiones por primera vez en seres vivos en estado salvaje, sobre un estudio .longitudinal realizado en vencejos alpinos en el periodo 2001-2006.

Es importante destacar, advierten los autores , que debido a la dinámica de los telómeros, más que la edad cronológica, para predecir la esperanza de vida, nuestro estudio proporciona una buena evidencia de un vínculo mecánico entre la erosión de los telómeros y la longevidad del organismo que se redujo en condiciones naturales, la edad cronológica en sí, posiblemente no se convierta en un factor de predicción significativo hasta edades muy avanzadas más allá de los datos en nuestra muestra.

Se demuestra por primera vez, a nuestro entender dicen los autores del estudio, que tanto la longitud de los telómeros y la tasa de erosión de los telómeros explican la esperanza de vida en la naturaleza, con la lenta erosión de los telómeros relativamente largo se asocia con las probabilidades de supervivencia más altas.
Este estudio también demuestra que la longitud de los telómeros no supone que actúan como un reloj, proporcionando una medida de la edad cronológica.

Podemos referenciar la relación entre la longitud de los telómeros y el cancer de mama,en efecto, un equipo español del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) determinó que los telómeros cortos son representativos para los cánceres de mama hereditarios pero no para los esporádicos. También se encontró a un grupo de familias BRCAX con telómeros cortos, proponiendo que los genes para el mantenimiento de los telómeros pueden ser estructuras de susceptibilidad para el cáncer de mama. Los autores, finalmente, señalan que el acortamiento progresivo del telómero se asoció con la aparición temprana del cáncer de mama en sucesivas generaciones de familias afectadas ,publicado en http://www.saval.cl/link.cg.

En conclusión, los presentes resultados proporcionan evidencia que la menor longitud de los telómeros está relacionada con la aparición del cáncer a una edad más temprana, sugiriendo ser un mecanismo de anticipación genética en el cáncer de mama hereditario.

En el acto de entrega del premio de la Cátedra UEM-ASISA, la Dra. Blasco ha explicado recientemente que las enfermedades cardiovasculares o degenerativas no sólo están relacionadas con la edad física, sino con la longitud de los telómeros, extremos de los cromosomas, que se van perdiendo cuando las células se replican. De esta manera, los telómeros son un marcador del grado de envejecimiento de las células del organismo, por lo que podría permitir conocer su edad biológica.

El contínuo avance en la investigación bioméica de los telómeros ha llegado hasta psiquiatría y así en un reciente estudió publicado en psiquiatría.com -Investigation of telomere length and psychological stress in rape victims- concluye "La asociación significativa entre la longitud relativa a los leucocitos de los telómeros y el trastorno de estrés postraumático sugiere que una longitud relativa a los leucocitos de los telómeros más corta podría haber actuado como un factor predisponerte en el desarrollo del estrés postraumático después de un evento muy traumático. Los resultados de este estudio indican que el acortamiento de los telómeros puede ser un importante marcador de riesgo de trastorno de estrés postraumático, con implicaciones para la intervención precoz y el tratamiento oportuno, y como la replicación del orden de este tipo en una cohorte más amplia".

Por tanto disponemos de una vía de investigación interesante y prometedora para la ciencia actuarial, en el propósito de medir el riesgo de supervivencia de un individuo con un biomarcador que aglutine el estado de envejecimiento biológico de una persona y que como ya se ha comprobado este marcapasos biológico recoge las alteraciones en el tiempo de puedan producirse en la longitud de los telómeros, por ello, su valor predictivo viene asociado por la mecánica de la longitud y la tasa de erosión.

El consejero delegado de Life Length, Stephen J. Matlin ha afirmado (http://www.europapress.es) que "Los telómeros son la mejor medida conocida de la edad biológica y un excelente indicador del estado de salud del organismo y existen evidencias científicas sobre la estrecha relación entre un alto porcentaje de telómeros cortos y el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas al envejecimiento. Estoy convencido de que nuestro test se convertirá en un estándar en los chequeos regulares y en la medicina preventiva. Los médicos de los EE.UU. podrán, a partir de ahora, incorporar este test de forma sencilla en sus prácticas",


Todavía tenemos que disponer de datos poblaciones sobre longitud de telómeros y su variación en el tiempo, al ser una técnica en fase de implantación generalizada, es cierto que un futuro cercano se podrán elaborar modelos logísticos predictivos actuariales sobre esta variable central.



Todo parece indicarnos por tanto que los telómeros en el proceso de envejecimiento y cáncer es "como indicador del estado de salud de una persona y del riesgo de padecer algunas enfermedades". Para poder comparar casos concretos se ha estudiado la longitud telomérica normal de la población española y que hay una gran variabilidad en la longitud media de los telómeros en personas de una misma edad.

Interesante es conocer la pérdida de telómeros y en el “encendido” del gen p53 que afecta a muchos otros genes relacionados con el crecimiento celular y la función mitocondrial.El estudio deDr. Barry Starr, la Universidad de Stanford publicado en http://www.thetech.org/genetics/news nos advierte de Los daños por envejecimiento del ADN, pero de una manera diferente – a través del acortamiento progresivo de los telómeros en el extremo de los cromosomas. Una vez que los telómeros se acortan bastante, p53 entra en acción frenando la célula para su reparación, excepto que la célula no pueda reparar los telómeros. En ese caso, la célula termina en la senescencia , vieja y moribunda.
El gen p53 afecta a otros genes también apaga a dos genes PGC-1 en determinadas células.

la directora del CNIO afirma (http://noticias.universia.es) que no sólo la genética influye en la largura de los telómeros, sino también los hábitos de vida. Así, mientras fumar acelera la velocidad del acortamiento telomérico, el ejercicio es un factor positivo para alargarlos, lo que disminuye el riesgo de enfermedades asociadas al envejecimiento. Sin embargo, matiza que todavía “no hay estudios que demuestren que el cambio en los hábitos de vida tengan efecto sobre la longitud de los telómeros”.



Pero antes de avanzar en este campo de investigación en el ámbito actuarial se hace necesario previamente disponer de un marco legislativo adecuado que asegure que la utilización de este biomaracor predictivo no vulnera los derechos de los solicitantes a una operación de seguros en materia de discrminación por su patrimonio genético.

Los trabajos que se estan concluyendo en el seno del Consejo de Europa sobre esta materia de predictividad y seguro ,nos darán pautas para poder trabajar con la seguridad jurídica necesaria en un campo que requiere mucha atención a la protección de los derechos de los asegurados.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

jueves, 8 de diciembre de 2011

La dinámica de la longevidad y su efecto en el negocio de rentas vitalicias



Publico en el numero 116 de la revista Análisis Financiero un trabajo sobre "La dinámica de la longevidad y su efecto en el negocio de rentas vitalicias".

RESUMEN.

El aumento continuado de la esperanza de vida afecta a la carteras de rentas vitalicias de la compañías de seguro de vida, por ello el asegurador debe entender los riesgos que se presentan en su balance y como debe gestionarse.
Del conocimiento de las tendencias demográficas y los avances de la biomedicina, la ciencia actuarial debe elaborar modelos de supervivencia que sean suficientes en el tiempo y, que a la vez, sean utilizados para reevaluar las obligaciones adquiridas. Los modelos bioactuariales se constituyen como una respuesta adecuada a la incertidumbre de la modelización de la supervivencia humana.


The dynamics of longevity and its effect on the annuity business.

ABSTRACT
The continued increase in life expectancy affects the portfolios of annuities from life insurance companies, that is why
the insurer should understand the risks that arise in their balance and how to manage them.
Knowledge of demographic trends and advances in biomedical science must develop actuarial survival models that are
sufficient in time and which in turn are used to reassess the obligations undertaken.
Bioactuarial models are constituted as an appropriate response to uncertainty in the modeling of human survival.


José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

domingo, 4 de diciembre de 2011

FARMACOGENÉTICA ,MEDICINA PREDICTIVA Y SEGURO.

Una de las causas más importantes de la variabilidad interpersonal en la respuesta a los medicamentos, e incluso en el diagnóstico de las enfermedades, son los factores genéticos. A este respecto, cabe destacar que ante un mismo diagnóstico y tratamiento cada paciente responde de manera diferente.

En este sentido, esta variabilidad de la respuesta puede oscilar entre un 20 por ciento y un 70 por ciento. Terapias dirigidas y nuevos test ayudan a mejorar no solo el diagnóstico y tratamiento, ofreciendo beneficios clínicos a médicos y pacientes, sino que contribuyen también a un uso eficiente de los recursos sanitarios.

Estas conclusiones expuestas en la jornada científica sobre "Biomarcadores moleculares, Farmacogenética y marcadores de imagen", organizada por el Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital General Universitario Gregorio Marañón en colaboración con el Instituto Roche y recogidas en http://www.elglobal.net.

En el campo del seguro en la medida que la variabilidad de la respuesta al medicamento se reduzca ,supone que la homogeneización necesaria en la determinación de la prima se acentua ,y por ello se hace mas preciso el cáculo del precio del seguro.

Esto es,la singularidad genética que se evidencia con el conocimiento del genoma del individuo hace mas comlejo el proceso de mutualización del riesgo en el proceso de adimsión ,si bien por el contrario la terapias farmacogenéticas homogeneizaran la supervivencia de los individuos y por ello se facilita el cálculo del precio,es decirlos indivios son heterogeneos en la entrada al contrato y homogeneos en el proceso de salida del grupo asegurado por causa de fallecimiento.

Esta situación seá a la que nos enfrentemos en un futuro y es la inversa a la actual en el proveco de construcción de modelos de precios.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo

Discriminación por VIH en seguros.

Interesante artículo publicado en http://www.swissinfo.ch/ acerca de la discriminación en la prestación de seguros de salud de personas con VIH.

Se repoduce la parte del artículo relativa a este aspecto,y que debe hacer reflexionar a la industria del seguro si se producen situaciones similares de discriminación en el proceso de admisión y/o de prestación.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.
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Por Christian Raaflaub, swissinfo.ch

El diagnóstico del VIH ya no significa hoy una sentencia de muerte. Aproximadamente el 70% de los pacientes pueden seguir trabajando, la mayoría con un puesto a tiempo completo.

Sin embargo, la discriminación en el ámbito laboral es una realidad, como denuncia la organización ‘Ayuda Suiza contra el Sida’.

Michel Baudois tiene 49 años y es seropositivo desde 1996.


Sin ley contra la discriminación

Un problema que denuncia ‘Ayuda Suiza contra el Sida’ es que desde 2004 Suiza dispone de una ley de igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad que se aplica únicamente en la administración federal.

Consecuencia de ello es que corresponde al empleado demostrar con pruebas que se le ha discriminado. Por esta razón, ‘Ayuda Suiza contra el Sida’ y otras organizaciones luchan por que se promulgue una ley en la materia.

La falta de cobertura de seguro

Otro problema reside en que en el caso de los seropositivos las aseguradoras no contemplan un seguro que compense las pérdidas salariales en caso de enfermedad. Si se trata de una empresa sin convenio colectivo de trabajo, estas personas no están suficientemente cubiertas en caso de baja. Baudois, experto en seguros, entiende que “las aseguradoras no aceptan asegurar una enfermedad que el cliente ya padece en el momento de contraer una prima”.

No obstante, “lo que yo critico es que el sector no tiene suficientemente en cuenta los avances médicos”. Baudois recomienda a quienes se cambien de trabajo que conserven el seguro de compensación salarial del antiguo empleador a título individual. “Es mucho más caro, pero de esa manera la persona no tiene que someterse a un nuevo cuestionario sobre su estado de salud”.

En el futuro se podrá detectar el 80 por ciento de las patologías antes de sus síntomas.

La importancia de la medicina predictiva en relación con la genética es el tema que trata el artículo publicado en http://www.elimparcial.es, que recoge las declaraciones de doctor José Ignacio Lao, uno de los más prestigiosos genetistas.

En el ámbito de la industria del seguro de vida privado esta revolución modificará los procesos de admisión y la modelización actuarial en el marcoo legislarivo que finalamente se defina para la medicina predictiva y el contrato de seguro privado.

La relevancia de este aspecto se recoge en el artículo que se reproduce parcialemte.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

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En el futuro se podrá detectar el 80 por ciento de las patologías antes de sus síntomas. Ahora sirven para detectar enfermedades multifactoriales. Por ejemplo, riesgos para enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares no sólo desde los trastornos en el metabolismo de las grasas, que es lo con lo que más estamos familiarizados a través de los chequeos médicos, sino también desde el estado de las paredes de los vasos sanguíneos, que es en realidad el primer paso para que empiece a acumularse el colesterol en exceso. Quizás tengamos el colesterol elevado, pero si este no se oxida o no se acumula en las paredes de las arterias porque no existe el sustrato para que suceda, es posible que no importe tanto esa hipercolesteremia. También, el test genómico puede detectar la vulnerabilidad frente a la trombosis o la embolia: hay personas que tienen tendencia a tener la sangre más viscosa y formar trombos en las venas o arterias y el análisis genómico delimita quiénes son estas personas y cuáles son los factores presentes en cada una de ellas. En la osteoporosis también son de enorme utilidad, porque es una enfermedad en la que hay varios genes implicados que pueden provocar bien la desmineralización de los huesos o impedir la absorción del calcio. Otras enfermedades son todos los trastornos dependientes del metabolismo hormonal, que pueden ir desde tumoraciones benignas hasta el cáncer. Mediante la caracterización genómica podemos ver qué mujer tiene riesgo de tener estrógenos de efecto protumoral y darles un tratamiento que module la expresión de estos genes evitando de esta manera que esta vaya hacia los estrógenos negativos y aumentando la vía de los de efecto positivo o antitumoral. Luego está el tema de las reacciones adversas a los medicamentos. ¿Sabía que matan al año a más personas que los accidentes de tráfico?, ¿o que el 60 por ciento de la depresión resistente o de la epilepsia no lo es porque el paciente sea resistente a la droga, sino porque le damos al paciente una medicación inadecuada? En todo programa preventivo debe incluirse un test farmacogenético para evitar reacciones adversas, garantizar que el tratamiento cumpla su efecto y no caer en el ensayo-error al que estamos acostumbrados.

el 70% del envejecimiento está relacionado con la longitud de los telómeros.

El avance en el conocimiento de los telómeros sobre los efectos en el evenjecimiento,perimten determinar su influencia en términos porcentuales.

Estudios recientes situan esta influencia en un 70-80%,ahora el reto es identificar las causas restantes y poder extrapolar en el tiempo el efecto de los telómeros como marcapasos biológico.

En efecto, los cambios epigenético,el estilo de vida modifacble y la influencia de la medicina predictiva pueden modificar el tamaño de la longitud telomérica.Cada vez hay más evidencia científica de que los telómeros más cortos están relacionados con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y con el desarrollo de ciertos cánceres y enfermedades neurológicas como el Alzheimer.

Medicamentos que activen la enzima de la telomerasas modificarán la longitud de los telómeros.

Es por todo ello por lo que la ciencia actuarial esta cada vez mas cerca de poder modelizar el riesgo de supervivencia con la longitud telomérica como medida de la edad biológica.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

«La posibilidad de vivir hasta 120 años plantea un debate ético»

Publicada en el http://www.diariovasco.com una entrevista al investigador leonés Carlos Martínez (1950), expresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y ahora profesor de la institución en Centro Nacional de Biotecnología,en el que se reflexiona sobre los problemas éticos que surgirán al llegar el hombre al límite de su dotación biológica,120 años.

Este aspecto no ha sido habitualemte tratado en el campo de la bioética asociada a la longevidad extrema.

Reproduzco la parte de la entrevista que se refiere a esta reflexión.

-¿Qué pasaría si viviésemos 120 años?
- Plantearía profundas consecuencias sociales. Tendríamos que reorganizar la estructura de la sociedad actual. Además, el desarrollo de nuevas tecnologías puede ir asociado a cambios en los actuales planteamientos éticos.
-¿En qué tipo de situaciones se plantean las cuestiones éticas?
- La posibilidad de la manipulación genética de la línea germinal es una de ellas. Hoy sabemos que mediante la manipulación de los genes supresores se puede prevenir el desarrollo del cáncer. La incertidumbre es si se permitirá la utilización de este conocimiento en el futuro. La implementación de este conocimiento requiere un debate profundo. Desgraciadamente, estos avances sólo llegarán a una minoría de la población mundial y eso es un extraordinario debate ético.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.