miércoles, 14 de diciembre de 2011

TELÓMEROS VARIABLE BIOACTUARIAL DEL SEGURO DE VIDA.


En el ámbito de la biomedicina se ha extendido la tesis de que la longitud de los telómeros es el verdadero marcador de la edad biológica de un individuo, sustituyendo a la edad cronológica como medida del envejecimiento. Estudios recientes sitúan esta influencia en un 70-80% , ahora el reto es identificar las causas restantes y poder extrapolar en el tiempo el efecto de los telómeros como marcapasos biológico.

En la ciencia actuarial para poder considerar este biomarcador como base para predecir la esperanza de vida , es necesario conocer la dinámica de variación de los telómeros en el tiempo, circunstancia que se antoja complicada pues factores exógenos como la variación del estilo de vida o la activación de la enzima de la telomerasa pueden hacer variar el tamaño de los telómeros.

Un estudio realizado en ratones, sugiere que el envejecimiento prematuro puede revertirse reactivando a la enzima que protege los extremos de los cromosomas.
Los ratones genéticamente diseñados sin la enzima telomerasa envejecían prematuramente pero recuperaron la salud cuando la enzima se reemplazó. La investigación indica que algunos trastornos caracterizados por el envejecimiento precoz podrían tratarse estimulando la actividad de esta enzima.El papel de la telomerasa, la enzima encargada de "alargar" los telómeros ante el cáncer. "Se observado que la vida de los ratones con genes supresores del cáncer y mayor cantidad de telomeras, como gen de la juventud, aumentaba en un 40%", ha explicado la doctora Blasco al tiempo que apuntado a la telomerasa "como diana terapéutica contra el cáncer, además de para la prevención de enfermedades asociadas al envejecimiento".

En estudios in vitro han demostrado que una vez que se alcanza la longitud crítica del telómero, las células dejan de dividirse y entran en un estado de senescencia replicativa, que puede ser seguido por apoptosis (Blackburn, 1991; Blasco 2007). Por lo tanto, se ha sugerido que la longitud de los telómeros juega un papel crucial en el funcionamiento de tejidos y, por extensión, en la esperanza de vida de todo el organismo (Blackburn, 1991; Blasco 2007).
A pesar de la evidencia acumulada de estudios in vitro que la senescencia celular está vinculada a la dinámica de los telómeros, cómo se relaciona con la senescencia de todo el organismo y la longevidad es poco conocida y polémica.
El estudio Telomere dynamics rather tan age predict life expentancy in the wild de Pierre Bize et al del Department of Ecology and Evolution, Biophore, University of Lausanne ,Switzerland publicado en 2009 http://rspb.royalsocietypublishing.org, nos aporta conclusiones por primera vez en seres vivos en estado salvaje, sobre un estudio .longitudinal realizado en vencejos alpinos en el periodo 2001-2006.

Es importante destacar, advierten los autores , que debido a la dinámica de los telómeros, más que la edad cronológica, para predecir la esperanza de vida, nuestro estudio proporciona una buena evidencia de un vínculo mecánico entre la erosión de los telómeros y la longevidad del organismo que se redujo en condiciones naturales, la edad cronológica en sí, posiblemente no se convierta en un factor de predicción significativo hasta edades muy avanzadas más allá de los datos en nuestra muestra.

Se demuestra por primera vez, a nuestro entender dicen los autores del estudio, que tanto la longitud de los telómeros y la tasa de erosión de los telómeros explican la esperanza de vida en la naturaleza, con la lenta erosión de los telómeros relativamente largo se asocia con las probabilidades de supervivencia más altas.
Este estudio también demuestra que la longitud de los telómeros no supone que actúan como un reloj, proporcionando una medida de la edad cronológica.

Podemos referenciar la relación entre la longitud de los telómeros y el cancer de mama,en efecto, un equipo español del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) determinó que los telómeros cortos son representativos para los cánceres de mama hereditarios pero no para los esporádicos. También se encontró a un grupo de familias BRCAX con telómeros cortos, proponiendo que los genes para el mantenimiento de los telómeros pueden ser estructuras de susceptibilidad para el cáncer de mama. Los autores, finalmente, señalan que el acortamiento progresivo del telómero se asoció con la aparición temprana del cáncer de mama en sucesivas generaciones de familias afectadas ,publicado en http://www.saval.cl/link.cg.

En conclusión, los presentes resultados proporcionan evidencia que la menor longitud de los telómeros está relacionada con la aparición del cáncer a una edad más temprana, sugiriendo ser un mecanismo de anticipación genética en el cáncer de mama hereditario.

En el acto de entrega del premio de la Cátedra UEM-ASISA, la Dra. Blasco ha explicado recientemente que las enfermedades cardiovasculares o degenerativas no sólo están relacionadas con la edad física, sino con la longitud de los telómeros, extremos de los cromosomas, que se van perdiendo cuando las células se replican. De esta manera, los telómeros son un marcador del grado de envejecimiento de las células del organismo, por lo que podría permitir conocer su edad biológica.

El contínuo avance en la investigación bioméica de los telómeros ha llegado hasta psiquiatría y así en un reciente estudió publicado en psiquiatría.com -Investigation of telomere length and psychological stress in rape victims- concluye "La asociación significativa entre la longitud relativa a los leucocitos de los telómeros y el trastorno de estrés postraumático sugiere que una longitud relativa a los leucocitos de los telómeros más corta podría haber actuado como un factor predisponerte en el desarrollo del estrés postraumático después de un evento muy traumático. Los resultados de este estudio indican que el acortamiento de los telómeros puede ser un importante marcador de riesgo de trastorno de estrés postraumático, con implicaciones para la intervención precoz y el tratamiento oportuno, y como la replicación del orden de este tipo en una cohorte más amplia".

Por tanto disponemos de una vía de investigación interesante y prometedora para la ciencia actuarial, en el propósito de medir el riesgo de supervivencia de un individuo con un biomarcador que aglutine el estado de envejecimiento biológico de una persona y que como ya se ha comprobado este marcapasos biológico recoge las alteraciones en el tiempo de puedan producirse en la longitud de los telómeros, por ello, su valor predictivo viene asociado por la mecánica de la longitud y la tasa de erosión.

El consejero delegado de Life Length, Stephen J. Matlin ha afirmado (http://www.europapress.es) que "Los telómeros son la mejor medida conocida de la edad biológica y un excelente indicador del estado de salud del organismo y existen evidencias científicas sobre la estrecha relación entre un alto porcentaje de telómeros cortos y el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas al envejecimiento. Estoy convencido de que nuestro test se convertirá en un estándar en los chequeos regulares y en la medicina preventiva. Los médicos de los EE.UU. podrán, a partir de ahora, incorporar este test de forma sencilla en sus prácticas",


Todavía tenemos que disponer de datos poblaciones sobre longitud de telómeros y su variación en el tiempo, al ser una técnica en fase de implantación generalizada, es cierto que un futuro cercano se podrán elaborar modelos logísticos predictivos actuariales sobre esta variable central.



Todo parece indicarnos por tanto que los telómeros en el proceso de envejecimiento y cáncer es "como indicador del estado de salud de una persona y del riesgo de padecer algunas enfermedades". Para poder comparar casos concretos se ha estudiado la longitud telomérica normal de la población española y que hay una gran variabilidad en la longitud media de los telómeros en personas de una misma edad.

Interesante es conocer la pérdida de telómeros y en el “encendido” del gen p53 que afecta a muchos otros genes relacionados con el crecimiento celular y la función mitocondrial.El estudio deDr. Barry Starr, la Universidad de Stanford publicado en http://www.thetech.org/genetics/news nos advierte de Los daños por envejecimiento del ADN, pero de una manera diferente – a través del acortamiento progresivo de los telómeros en el extremo de los cromosomas. Una vez que los telómeros se acortan bastante, p53 entra en acción frenando la célula para su reparación, excepto que la célula no pueda reparar los telómeros. En ese caso, la célula termina en la senescencia , vieja y moribunda.
El gen p53 afecta a otros genes también apaga a dos genes PGC-1 en determinadas células.

la directora del CNIO afirma (http://noticias.universia.es) que no sólo la genética influye en la largura de los telómeros, sino también los hábitos de vida. Así, mientras fumar acelera la velocidad del acortamiento telomérico, el ejercicio es un factor positivo para alargarlos, lo que disminuye el riesgo de enfermedades asociadas al envejecimiento. Sin embargo, matiza que todavía “no hay estudios que demuestren que el cambio en los hábitos de vida tengan efecto sobre la longitud de los telómeros”.



Pero antes de avanzar en este campo de investigación en el ámbito actuarial se hace necesario previamente disponer de un marco legislativo adecuado que asegure que la utilización de este biomaracor predictivo no vulnera los derechos de los solicitantes a una operación de seguros en materia de discrminación por su patrimonio genético.

Los trabajos que se estan concluyendo en el seno del Consejo de Europa sobre esta materia de predictividad y seguro ,nos darán pautas para poder trabajar con la seguridad jurídica necesaria en un campo que requiere mucha atención a la protección de los derechos de los asegurados.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.