La frase
atribuida al Filósofo José Ortega y Gasset refleja a la perfección la situación
económica en estos primeros días del año 2016. Los economistas no coinciden en
identificar las causas que expliquen la
incertidumbre, el análisis más simplista
es atribuirla al precio del petróleo, estancamiento de la economía global con
China como actor principal y la desconfianza del consumidor; otros creen que el
origen de la situación viene de la
famosa frase y decisión de Mario Dragui (26-6-2012) " Whatever it takes to save the Euro...", y los hay incluso
quienes piensan que estamos a las puertas de una crisis semejante o de mayor
intensidad de la de 2008.
Si los
analistas no llegan a explicar lo que nos pasa, difícilmente la industria financiera ,entre la que se
encuentra el seguro, puede determinar las líneas de productos de ahorro o incluso la propia
estrategia empresarial. Y es que el entorno económico ha propiciado un ambiente de tipos de interés negativo que es calificado como tóxico por Michael Burry , el norteamericano que se hizo millonario en
la crisis de 2008, y cuya historia ha sido llevado al cine en la película The Big Short.
Un artículo
del pasado mes de diciembre sobre Michael Burry
publicado en New York Magacine con el título Michael Burry, Real-Life Market Genius FromThe Big Short, Thinks Another
Financial Crisis Is Looming http://nymag.com/daily/intelligencer/2015/12/big-short-genius-says-another-crisis-is-coming.html,
ha tenido mucho eco entre
los expertos en mercados financieros y economistas por su visión de los orígenes
de la crisis anterior y sugiere ciertos elementos para entender la actual, así nos dice: parece
que el mundo se dirige hacia las tasas de interés reales negativas a escala
global. Esto es tóxico. Las tasas de interés se utilizan para medir el precio
del riesgo, por lo que en el entorno actual, el mecanismo de valoración del
riesgo se ha roto. Eso no es saludable para una economía. Estamos construyendo
tensiones terribles en el sistema.
Reiteramos la sentencia de Burry, el
mecanismo de valoración del riesgo se ha roto. En otras palabras, los modelos financieros ya no sirven para
entender y fijar el precio de un activo. Un entorno financiero donde el bono a
dos años alcanzó, por primera vez en la historia de España, tipo de interés
negativo a principio de febrero, el de tres años rozando cero y el de bono a 10 años oscilando alrededor del 1,50%
que impide comercializar seguros de rentas vitalicias si se quiere remunerar al
capital según los requerimientos que establece en el recién estrenado marco de Solvencia II.
En este marco
de tipos reales negativos, el
asegurador que comercializa productos de ahorro sea cual sea la modalidad y plazo en el que pretenda
garantizar tipo de interés se ve imposibilitado en cumplir ,digamos así, su
objeto social. Es verdad que se puede iniciar una línea de productos en los que
asegurado asuma el riesgo de inversión como lo son los productos unit linked o
rentas variables.
Pero la
situación tiene mayor alcance, nos referimos a las carteras de planes de
jubilación de primas periódicas que garantizan tipos de interés, que pueden
llegar al 4-5% en casos de seguros que estén llegando a su vencimiento y las
situaciones de reinversión de flujos por situaciones por descalce de
activo-pasivo, originados por resultados biométricos, estos nuevos compromisos
no pueden alcanzar los tipos garantizados.
El potencial
cliente que quiera planificar su jubilación o colocar su ahorro en entidades
seguros, no encontrarán oferta, lo que deriva en que se posicione en productos
de líquidez, monetarios a corto plazo o
simplemente decide consumir como bien dice el economista Daniel Lacalle.
Este escenario no es alentador para el seguro de vida. Si la inflación
prevista para este año 2016 es del 0,3%, un seguro de vida-ahorro a un año no
puede aportar valores positivo en términos de ganancia real, situación que se
repite para un horizonte de dos años.
No son buenas
noticias para el ahorro, los tipos de interés negativos ya están presentes en
el 23% del PIB mundial y el panorama parece asentado.
JMR-P