viernes, 6 de marzo de 2015

La mujer más longeva del mundo cumple 117 años.

Misao Okawa cumple hoy 5 de marzo 117 años en la residencia geriátrica de Osaka ( Japón) . El alcalde de su distrito un día antes del cumpleaños le regaló flores y se hizo, fotos entre otros, con su hijo de 92 años. El secreto de su longevidad es dormir mucho, al menos ocho horas y en ocasiones la siesta, también considera importante aprender a relajarse. Enviudó hace 83 años y ha sido madre de tres hijos, tiene cuatro nietos y seis bisnietos. Misao come tres grandes platos cada día, su dieta está compuesta principalmente por arroz cocido al vapor, la caballa, y su comida favorita: el sushi y hacia ejercicio con regularidad, de hecho hasta los 102 años hacia sentadillas Misao, en junio de 2014 ya lideraba la lista de las 66 mujeres mayores de 111 años de edad vivas en el mundo. La longevidad de los centenarios desde la óptica de su modelización actuarial fue objeto de un artículo que escribí en la Revista Gerencia de Riesgos y Seguros en su número 111 del cuarto trimestre de 2011 (http://www.mapfre.com/fundacion/html/revistas/gerencia/n111/estudio-1.html) que trata de la especial atención que hay que tener a la hora de graduar el riesgo de supervivencia de aquellas personas que han superado los 100 años de edad. Los mejores actuarios y demográficos están tratando de modelar los límites de extensión de la vida para poder proyectar el comportamiento de la supervivencia humana, pero debido a los escasos registros existentes, no se ha conseguido construir dicho modelo de manera fiable. Los últimos modelos actuariales basados en lo que se conoce como metodología Kanisto-Tacher, constituyen las aportaciones más recientes para entender el comportamiento de las supervivencia humana en edades avanzadas y entender las leyes de mortalidad que rigen este proceso. Este modelo propone una desaceleración de la tasa de mortalidad a partir de los 110 años e incluso decrecientes en edades muy extremas y por último no se ha podido evidenciar a través de los modelos más avanzados que la edad límite de supervivencia sea los 120 años de edad. Al utilizar estos modelos matemáticos sobre poblaciones con los mejores registros de supervivencia, estos concluyen que la edad máxima alcanzable por el género masculino sería de 113 años y para el género femenino de 116 años. En las fechas en las que se realizó esta aplicación del modelo, el máximo registro de longevidad de un hombre le correspondía a John Evans que falleció a los 112,8 años de edad en el año 1990 y en mujeres corresponde a la señora Calment que falleció en 1997 a la edad de 122 años y 5 meses y en el caso que la Misao Okawa también se ha superado el límite establecido por la modelización de la supervivencia más moderna. Este caso, por mucho que hoy nos cuesta imaginar, dejará de ser noticia en un futuro no muy lejano. Estudios realizados a nivel mundial estiman que si bien hoy en día 300.000 personas han cumplido los 100 años de edad, a finales del siglo XXI esta cifra se multiplicará por diez, alcanzando por tanto los 3.000.000 de personas. El cuidado de estas personas no lo podrán hacer los hijos pues ya estarán envejecidos, planteándose un verdadero reto social. Parece que este grupo poblacional que ha superado el proceso de envejecimiento normal dejará de ser algo excepcional. Por todo lo anterior, es emergente que las mejores prácticas aseguradoras que gestionen sus carteras de riesgos vitalicios modelen de manera precisa la longevidad de los centenarios. José Miguel Rodríguez-Pardo