jueves, 26 de marzo de 2015

JORNADA TÉCNICA: EL RIESGO DE LONGEVIDAD Y SU APLICACIÓN PRÁCTICA A SOLVENCIA II.

La Jornada Técnica se ha celebrado organizada conjuntamente por Fundación Mapfre y el Instituto de Actuarios Españoles y tuvo lugar en el salón de actos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Las diferentes exposiciones de los autores de trabajo premiado en la VII edición del Premio Internacional de Seguros Julio Castelo trataron con detalle los aspectos de mayor interés para la industria del seguro relacionados con el riesgo de supervivencia. Dentro del contexto del escenario de gran incertidumbre en el que el actuario trata de medir la longevidad , emerge un subriesgo ,el de tendencia, que es el que merece más atención por la dificultad que supone proyectar valores actuarialmente consistente. Y es por ello que las mejores prácticas de mercado y la literatura actuarial, han desarrollado modelos complejos estadísticos que cumplen con el propósito de capturar adecuadamente las tendencias biométricas. De la aplicación de cuatro de estos modelos a la población española en una serie histórica de cubre el periodo 1960-2009 se ha podido construir factores de mejora proyectados hasta el año 2020. Mediante el cálculo de la mediana de estos cuatro modelos aplicados a cada género y edad nos permite mitigar el llamado riesgo de modelo, y construir así Spanish Longevity Index (SLI). La aplicación del SLI en la industria, cumple tres propósitos, reevaluar los pasivos actuariales, construir modelos internos y servir como referencia en el mercado para operaciones de cesión de riesgo de biométrico de supervivencia hacia el reaseguro. Tomando como base este índice SLI y aplicado como modelo interno permite aflorar ventajas evidentes en relación con la fórmula estándar y así en efecto tomando con base de cálculo una cartera replicante a la de los pasivos de la Seguridad Social de España, el efecto promedio supone reducir el estrés del 20% de la llamada fórmula estándar al 8%. Es decir el ahorro de consumo de capital es muy significativo y permite por otra parte ganar ventajas competitiva simplemente por el uso del SLI. La gestión moderna del riesgo, aconseja incorporar nuevas métricas como son el EVA o el RORAC ,estas nuevas técnicas aplicadas a la gestión del riesgo de longevidad permite al gerente experto en el manejo del riesgo tomar decisiones prudenciales de mitigación y evaluar su impacto la rentabilidad ajustada al riesgo. Las diferentes palancas de mitigación del riesgo que están a disposición del actuario deben ser conocidas si se quiere una gestión óptima del mismo, y destaca por su especial relevancia las operaciones del reaseguro en su modalidad longevity Swap. Llama la atención que de todos los riesgos que asumen una entidad de seguros en el mercado español el único que no encuentra oferta de reaseguro es precisamente el del riesgo de longevidad. Dos son las causas de esta ausencia de oferta una la fala de referencia de un modelo actuarial que sirva para establecer el precio y la segunda la dificultad en entender el mecanismo de transferencia de riesgo con este tipo de instrumentos. El SLI viene a cumplir esta ausencia de referencia y por otra parte la metodología del Swap junto con los instrumentos que de métricas de gestión óptima de reaseguro desarrolladas facilitaran el desarrollo de este tipo de operaciones, eliminando esta singular anomalía del mercado asegurador. Debemos destacar el interés mostrado por el trabajo por la Comisión Europa, las autoridades europeas de seguros (EIOPA) así como por la OCDE y por ello que desde Fundación Mapfre en colaboración con los autores del trabajo se está preparando una separata en inglés para extender el conocimiento del trabajo con la propuesta de elaborar el ELI ( Euopean Longevity Index) si fuera estadísticamente posible. Como conclusión final, creemos firmemente que el riesgo de longevidad por muy complejo que sea extrapolar tendencia actuariales consistentes, puede y debe ser una línea de negocio rentable de manera sostenible en el tiempo. Para cumplir con este propósito es necesario de disponer de métricas adecuadas y, no menos importante, actualizar los valores que intervienen en la elaboración de los modelos con los datos más recientes disponibles. Los autores del trabajo queremos agradecer de manera especial a Fundación Mapfre representada por Mercedes Sanz , al presidente del Instituto de Actuarios de España Luis María Sáez de Jáuregui y a la Dirección General de Seguros por promover y facilitar la organización del evento y no queremos olvidarnos de los asistentes por el interés mostrado.
José Miguel Rodríguez-Pardo