sábado, 1 de diciembre de 2012

Una prueba nos dirá la fecha de nuestra muerte.


Los telómeros son unas secuencias de ADN ubicadas en los extremos de los cromosomas. Presentes en plantas y animales desde que hay vida en la faz de la tierra, pronto dejarán de ser desconocidos para el gran público porque de ellos dependerán nuestras decisiones vitales más importantes, el estilo de vida y la forma en la que nos enfrentamos a los problemas de salud. De los telómeros se puede extraer información que ni el científico más optimista podría haber soñado hace tan solo una década: la esperanza de vida, el tipo de enfermedades que vamos a sufrir o la influencia de los hábitos alimenticios y de ocio en nuestra calidad de vida, entre muchas otras cuestiones.
Los padres de la técnica TAT (Tecnología de Análisis de Telómeros), que ha permitido extraer toda la información presente en esta microscópica región del ADN, son españoles y la empresa biotecnológica que ya ha comenzado a comercializar las pruebas también. Se llama Life Length y su irrupción está siendo un tsunami, tanto desde el punto de vista económico como sanitario, a pesar de contar con dos años escasos de vida. Su acelerado modelo de negocio y su capacidad para influir en el desarrollo de otras industrias ha hecho que algunos analistas la comparen con el gigante Apple.Uno de los problemas del sistema sanitario español es que no tiene una política de salud preventiva
El CEO Steve Matlin explica a El Confidencial el alcance que tendrá en nuestras vidas este hito científico llamado a revolucionar la medicina y nuestras propias vidas. “Cuando las pruebas, que consisten en un análisis de sangre, se popularicen para poder reducir así su coste actual, en torno a los 500 euros, dejarán de ser exclusivas de los sistemas de salud privados y se incorporarán a la sanidad pública porque la medicina preventiva es barata y eficaz. En unos cinco años estas pruebas se realizarán de forma rutinaria y serán tan comunes como la prueba del colesterol”. La compañía calcula que los costes se reducirán en un 20% cada año que pase.
“Lo ético es saber que la vida es corta para aprovecharla al máximo”
Como ha ocurrido a lo largo de la historia con los avances tecnológicos importantes para la humanidad, no han faltado las voces que plantean cuestiones éticas sobre la implantación de esta técnica. En este caso, el dilema gira en torno al hecho de que si es bueno o malo saber cuándo nos vamos a morir. Al margen de las aportaciones más banales, el filósofo inglés Julian Baggini, autor entre otras obras de The Ethics Toolkit: A Compendium of Ethical Concepts and Methods y Ethics: The Big Questions, ha contribuido a zanjar desde el punto de vista ético algunas de estas dudas, al menos en el Reino Unido.
En un artículo titulado Es mejor saber cuándo vamos a morir para centrarnos en lo que realmente es importante y publicado en el diario The Independent, Baggini defiende que tenemos derecho a conocer esta información “igual que cualquier enfermo terminal debe ser puesto al corriente de su situación por los médicos”. El filósofo moralista reconoce que la técnica TAT levanta ciertas suspicacias, pero estas tienen que ver con el pragmatismo de cada uno, “no con sus principios éticos”. Las dudas sobre este avance científico no deben resolverse desde la esfera pública, sino desde la personal: “Cada persona es dueña de su cuerpo y la decisión de someterse o no a estas pruebas tiene que residir en la voluntad individual”.La decisión de someterse o no a estas pruebas debe ceñirse a la voluntad de cada individuo, no es una cuestión política
La planificación de nuestras vidas, continúa el filósofo, será mejor si se conoce la esperanza de vida y los riesgos de sufrir enfermedades hereditarias. Así “podremos empezar a centrarnos en lo que realmente importante en esta vida antes de que sea demasiado tarde”. El fundador y editor de la influyente revista The Philosophers’ Magazine, concluye su análisis diciendo que “todos deberíamos hacer estas pruebas porque es necesario recordar la cruda realidad, la vida es corta, y será mejor asimilarlo antes de que sufrir una enfermedad”.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/11/29/