Reproduzco parcialmente el documento que se puede leer integramente en http://www.courant.com/noticias.
José Miguel Rodríguez-Pardo.
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Rochelle
SharpeEl Hartford Courant
November 12, 2012
Una de las tendencias más inquietantes en la salud
pública es que la longevidad de las mujeres está disminuyendo en muchas partes
de los Estados Unidos, mientras que en Connecticut, la longevidad de las
mujeres supera el promedio nacional.
Los investigadores recientemente descubrieron que la
longevidad de las mujeres tuvo una baja sin precedentes durante la última
década, con la esperanza de vida estancada en uno de cada cinco condados del
país.
El Condado de New
London en Connecticut, vio una caída en la longevidad,
mientras que los condados deFairfield y
Hartford vieron saltos significativos.
La última vez que cayó el término de vida para un gran
número de mujeres americanas fue en el 1918, debido a la gripe española.
Mientras que muchos científicos creen que el fumar y
la obesidad están impulsando la espiral descendente, un coro creciente de
expertos sostiene que el estrés crónico puede ser una clave culpable —
especialmente el estrés de manejar el trabajo y la familia.
“En este momento es una hipótesis, pero razonable y
plausible,” dijo James S. House, un profesor en el Instituto de Investigaciones
Sociales de la Universidad de Michigan. La mujer podría haber obtenido
oportunidades de trabajo en las últimas cuatro décadas, dijo, pero la sociedad
ha hecho relativamente poco para apoyar el aumento de las responsabilidades.
“Claramente, la obesidad y el tabaquismo son cosas que
contribuyen a la enfermedad crónica y la reducción del período de vida,” dijo
Carolyn Mazure, Directora de Investigación de la Salud de la Mujer en Yale, que
financia la investigación interdisciplinaria sobre las diferencias de género en
salud. “Realmente no hay duda en mi mente que el estrés juega un papel en ese
algoritmo, especialmente para las mujeres.”
Estudios de longevidad muestran que el proyectado
promedio de vida de las mujeres disminuyó o se estancó en 662 condados — más de
el 20% de los 3,198 condados en los Estados Unidos — entre el 1999 y el 2009.
Los mayores descensos son en partes del Sur, Apalaches y la parte sur del medio
oeste.
En Connecticut, la esperanza de vida de las mujeres es
de 82.6 años para las niñas nacidas en el año 2009, en comparación con 81.3
años en los Estados Unidos como un todo. En general, la esperanza de vida de la
mujer de Connecticut aumentó 1.5 años entre el 1999 y el 2009 — un poco menos
que el promedio de los Estados Unidos de 1.7 años.
Pero dentro del Estado, hay diferencias. La más alta
esperanza de vida es para las mujeres del Condado de Fairfield Connecticut —
83.7 años, que es una longevidad más larga que el promedio nacional y dos años
más largas que la del Condado de Windham (81
años).
La Directora del Centro para Estudios de la Población
y el Desarrollo de la Universidad de Harvard, Lisa Berkman, dice que
condiciones sociales desafiantes en los Estados Unidos han creado una “tormenta
perfecta” que puede afectar la salud de la mujer. Las mujeres no sólo inundaron
el mercado de trabajo en las últimas décadas, señala, pero que el número de madres
solteras aumento increíblemente. A pesar de estos grandes cambios, los Estados
Unidos han creado algunas políticas para ayudar a las madres solteras manejar
el cuidado de sus niños. Como resultado, hay “un estrés extremado incluso entre
aquellos relativamente favorecidos”, dijo.
Estrés en el trabajo puede ser particularmente dañino
para los empleados que ocupan puestos de trabajo con horas rígidas y exigentes,
como administrativo, clerical o trabajo de producción, los investigadores han
encontrado. Cuando Berkman estudió las mujeres afectadas por sus trabajos y
conflictos familiares, encontró que tenían más problemas médicos que otras
mujeres de trabajo. Ella observó a mujeres que trabajan en instalaciones de
cuidado de ancianos, comparándolas con las que tenían programas de trabajo
rígidos y flexibles.
Mujeres con horarios rígidos eran dos veces más
probables de tener al menos dos factores de riesgo de enfermedad
cardiovascular, como hipertensión arterial, colesterol elevado, sobrepeso o
fumar que las mujeres con más flexibilidad, según encontró Berkman.
Otro estudio, por el profesor de Harvard Albert de
Michelle, concluyó que las mujeres con todo tipo de trabajos exigentes eran el
38% más propensas a tener accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos o problemas
cardiovasculares, en comparación con las mujeres con trabajos menos
demandantes.
“El estrés crónico puede favorecer la aparición de
enfermedades crónicas mas tempranas,” dijo Elissa Epel, profesor asociado de
Psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco, que ayudó a
descubrir que tal estrés desgasta telómeros, las puntas protectoras de los
cromosomas, que han sido asociados con la longevidad. “El estrés crónico
acelera el reloj del envejecimiento”.
Las mujeres trabajan más horas tienen telómeros más
cortos, según muestran los estudios.