y su acortamiento con la esperanza de vida.
En este caso la aportación se refiere a el estudio
longitudinal de un animal en un entrono salvaje sin riesgo de ser depredado.
Este estudio reafirma los informes anteriores que se
realizaron bien aves o con ratones.
José Miguel Rodríguez-Pardo.
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«Encontramos que los telómeros están enlazados a la
condición corporal, y reflejan la historia del estrés oxidativo que ocurre
dentro de la vida de un individuo».
Investigadores de la Universidad de East Anglia (Reino
Unido) han encontrado que la edad biológica y la esperanza de vida pueden ser
predecidas a través de la medición de un ADN individual. Estudiaron la longitud
de los extremos de los cromosomas, conocidos como telómeros, en una población
de currucas salvajes de las Seychelles, en una pequeña isla aislada.
Publicada hoy 20 de noviembre en la revista Molecular
Ecology, su investigación muestra que los invididuos difieren radicalmente en
cómo de rápido sus telómeros se acortan con la edad, y que tener telómeros más
cortos a cierta edad está asociado con riesgo creciente de muerte. La longitud
de los telómeros es un mejor indicador de la futura esperanza de vida que la
edad actual, puede ser un indicador de la edad biológica.
Este proyecto investigador de 20 años de duración es el
primero de su clase en medir los telómeros durante la vida de cierto número de
individuos de una población salvaje.
Los telómeros se encuentran en los extremos de los
cromosomas. Actúan como una capa protectora para detener la degeneración de los
genes.
El doctor David S. Richardson, principal investigador de
este estudio, afirma que "Con el tiempo, esos telómeros se descomponen y
se acortan. Cuando alcanzan una longitud corta crítica causan un parón en el
funcionamiento de las células que están en sus proximidades. Este mecanismo
previene que las células se repliquen sin control y se conviertan en
cancerosas. Sin embargo, la otra cara de este procedimiento es que esas células
moribundas se acumulan en nuestros órganos y los conducen hacia la
degeneración, consecuentemente nos llevan a padecer problemas de salud y
eventualmente nos causan la muerte. Los telómeros nos salvan del cáncer pero
nos envejecen".
Los investigadores estudiaron a las currucas de Cousin
Island, extrayéndoles sangre dos veces al año y analizando la longitud de sus
telómeros. "Queríamos comprender qué sucede durante una vida completa, así
que la curruca salvaje de las Seychelles es un sujeto ideal para esto. Están
confinadas de manera natural en una isla tropical aislada, sin predadores, así
que podemos seguir a los individuos durante toda su vida, hasta la vejez."
"Hemos investigado si, a cualquier edad dada, la
longitud de sus telómeros podría predecir la muerte inminente. Encontramos que
los telómeros cortos o que se habían acortado de forma rápida eran buenos
indicadores de que el pájaro moriría tras un año. Los individuos con telómeros
más largos tenían mayores esperanzas de vida".
"Antes se creía que los telómeros se acortaban de forma
constante en los individuos, y que podría ser una buena forma de medir la edad
cronológica de los organismos salvajes. Sin embargo, mientras los telómeros se
acortan con la edad cronológica, la velocidad a la que lo hacen difiere en
invidivuos con la misma edad. Esto se debe a que los individuos pasan por
distintos grados de estrés biológico debido a los retos a los que se enfrentan
en sus vidas. La longitud de los telómeros
es una buena forma de medir la candidad de daño que ha recibido un
individuo durante su vida".
"Vimos cómo la longitud de los telómeros es un mejor
indicador de la esperanza de vida que la edad cronológica, así que midiendo esa
longitud tenemos una forma de estimar la edad biológica de un individuo, cuánto
de su vida ha agotado".
Aunque estas ideas se habían estudiado en el laboratorio,
nunca se habían probado en una población salvaje.
"Sería virtualmente imposible hacer este estudio en
humanos", asegura el doctor Richardson. "Por un lado, nos llevaría mucho
tiempo estudiar una vida humana completa. Y en los humanos, deberíamos
intervenir en caso de enfermedad, con lo que no podría ser un estudio
natural".
"Entontramos que los telómeros están enlazados a la
condición corporal, y reflejan la historia del estrés oxidativo que ocurre
dentro de la vida de un individuo. Cuanto más saludable eres, o has sido,
mejores telómeros tienes. Pero es difícil saber si es una consecuencia de esa
salud, o una causa. Los oxidantes atacan a los telómeros, así que cosas como fumar,
comer alimentos que te perjudican, o situar a tu cuerpo en grave estrés físico
o mental acorta los telómeros. Todo eso daña nuestros cuerpos", concluye.