sábado, 24 de noviembre de 2012

La longitud de los telómeros predice la esperanza de vida mejor que la edad cronológica.


Un artículo más de los publicados este año, en el que se relaciona la longitud de los telómeros
y  su acortamiento con la esperanza de vida.
En este caso la aportación se refiere a el estudio longitudinal de un animal en un entrono salvaje sin riesgo de ser depredado.
Este estudio reafirma los informes anteriores que se realizaron bien  aves o con ratones.

José Miguel Rodríguez-Pardo.

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«Encontramos que los telómeros están enlazados a la condición corporal, y reflejan la historia del estrés oxidativo que ocurre dentro de la vida de un individuo».
Investigadores de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) han encontrado que la edad biológica y la esperanza de vida pueden ser predecidas a través de la medición de un ADN individual. Estudiaron la longitud de los extremos de los cromosomas, conocidos como telómeros, en una población de currucas salvajes de las Seychelles, en una pequeña isla aislada.

Publicada hoy 20 de noviembre en la revista Molecular Ecology, su investigación muestra que los invididuos difieren radicalmente en cómo de rápido sus telómeros se acortan con la edad, y que tener telómeros más cortos a cierta edad está asociado con riesgo creciente de muerte. La longitud de los telómeros es un mejor indicador de la futura esperanza de vida que la edad actual, puede ser un indicador de la edad biológica.

Este proyecto investigador de 20 años de duración es el primero de su clase en medir los telómeros durante la vida de cierto número de individuos de una población salvaje.

Los telómeros se encuentran en los extremos de los cromosomas. Actúan como una capa protectora para detener la degeneración de los genes.

El doctor David S. Richardson, principal investigador de este estudio, afirma que "Con el tiempo, esos telómeros se descomponen y se acortan. Cuando alcanzan una longitud corta crítica causan un parón en el funcionamiento de las células que están en sus proximidades. Este mecanismo previene que las células se repliquen sin control y se conviertan en cancerosas. Sin embargo, la otra cara de este procedimiento es que esas células moribundas se acumulan en nuestros órganos y los conducen hacia la degeneración, consecuentemente nos llevan a padecer problemas de salud y eventualmente nos causan la muerte. Los telómeros nos salvan del cáncer pero nos envejecen".

Los investigadores estudiaron a las currucas de Cousin Island, extrayéndoles sangre dos veces al año y analizando la longitud de sus telómeros. "Queríamos comprender qué sucede durante una vida completa, así que la curruca salvaje de las Seychelles es un sujeto ideal para esto. Están confinadas de manera natural en una isla tropical aislada, sin predadores, así que podemos seguir a los individuos durante toda su vida, hasta la vejez."

"Hemos investigado si, a cualquier edad dada, la longitud de sus telómeros podría predecir la muerte inminente. Encontramos que los telómeros cortos o que se habían acortado de forma rápida eran buenos indicadores de que el pájaro moriría tras un año. Los individuos con telómeros más largos tenían mayores esperanzas de vida".

"Antes se creía que los telómeros se acortaban de forma constante en los individuos, y que podría ser una buena forma de medir la edad cronológica de los organismos salvajes. Sin embargo, mientras los telómeros se acortan con la edad cronológica, la velocidad a la que lo hacen difiere en invidivuos con la misma edad. Esto se debe a que los individuos pasan por distintos grados de estrés biológico debido a los retos a los que se enfrentan en sus vidas. La longitud de los telómeros  es una buena forma de medir la candidad de daño que ha recibido un individuo durante su vida".

"Vimos cómo la longitud de los telómeros es un mejor indicador de la esperanza de vida que la edad cronológica, así que midiendo esa longitud tenemos una forma de estimar la edad biológica de un individuo, cuánto de su vida ha agotado".

Aunque estas ideas se habían estudiado en el laboratorio, nunca se habían probado en una población salvaje.

"Sería virtualmente imposible hacer este estudio en humanos", asegura el doctor Richardson. "Por un lado, nos llevaría mucho tiempo estudiar una vida humana completa. Y en los humanos, deberíamos intervenir en caso de enfermedad, con lo que no podría ser un estudio natural".

"Entontramos que los telómeros están enlazados a la condición corporal, y reflejan la historia del estrés oxidativo que ocurre dentro de la vida de un individuo. Cuanto más saludable eres, o has sido, mejores telómeros tienes. Pero es difícil saber si es una consecuencia de esa salud, o una causa. Los oxidantes atacan a los telómeros, así que cosas como fumar, comer alimentos que te perjudican, o situar a tu cuerpo en grave estrés físico o mental acorta los telómeros. Todo eso daña nuestros cuerpos", concluye.