martes, 13 de septiembre de 2011

José Miguel Rodríguez Pardo, en 'Todos Seguros' de Punto Radio


BDS -- Envío de 13 de septiembre


José Miguel Rodríguez Pardo, profesor de la Universidad Carlos III y de ICEA, además de exdirector general de BBVA SEGUROS, acude hoy invitado al programa 'Todos Seguros', en la cadena Punto Radio. Con él, se repasarán distintos aspectos de su libro La incertidumbre bioactuarial en el riesgo de longevidad: Reflexiones bioéticas.

'Todos Seguros' está producido y dirigido por Miguel Benito, periodista y asesor editorial de INESE, la División de Seguros de Reed Business Information. Se emite en directo, en más de 44 emisoras de Punto Radio, los martes entre las 19:30 y las 20:00 horas, y los jueves y viernes entre las 19:00 y las 20:00 horas, con espacios aproximados de 15 minutos.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Descubren la relación genética entre la obesidad mórbida y el peso bajo.

Europa Press, 01 de septiembre de 2011.
Investigadores del Hospital Regional de Lausana, en Suiza, han asociado una región del cromosoma 16 a la tendencia a sufrir tanto obesidad mórbida como peso bajo, según informa en su último número la revista 'Nature'. En dicho estudio han participado científicos del grupo de investigación de Psiquiatría y Salud Mental del IDIBELL y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn).

Los autores ya habían publicado en un trabajo anterior que la supresión de la región 16p11.2, del cromosoma 16, incrementa en 43 veces la probabilidad de padecer obesidad mórbida. En esta ocasión, los investigadores han comprobado que la duplicación de esta región provoca el efecto contrario: los portadores de esta alteración genética tienen más de ocho veces más probabilidad de sufrir bajo peso.

Los bebés que nacen con esta alteración genética tienen un peso significativamente más bajo de lo normal, problemas de crecimiento, un tamaño de la cabeza más reducido y una mayor probabilidad de sufrir trastornos neurocognitivos y psicológicos.

Otros estudios ya habían vinculado alteraciones en la misma posición del cromosoma 16 en varios desórdenes cognitivos, como el autismo (supresión de la región) y la esquizofrenia (duplicación).

En esta ocasión, la investigación ha incluido a más de 95.000 personas y ha contado con la colaboración de más de cien centros de investigación de todo el mundo, entre ellos cinco españoles: el Instituto de Investigación Biomédica de Girona, el Centro de Regulación Genómica, la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y el citado IDIBELL.

De los individuos estudiados, los investigadores identificaron 132 con la duplicación de la región 16p11.2, muchos de ellos con un índice de masa corporal bajo (inferior a 18,5 kg/m2) y con trastornos de la conducta alimentaria.

Las conclusiones del estudio son importantes porque relacionan situaciones extremas de peso (anorexia nerviosa y obesidad mórbida), que tradicionalmente se han tratado como trastornos diferentes.

De este modo, y como asegura el coordinador de la Unidad de Trastornos de la Alimentación del Hospital Universitario de Bellvitge, Fernando Fernández-Aranda, en declaraciones al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), el trabajo "podrá contribuir a detectar dianas terapéuticas y factores implicados en situaciones extremas de peso".

Desde el punto de vista clínico, la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria están relacionados. Como explica el doctor Fernández Aranda, que ha participado en el estudio, "los dos trastornos tienen en común problemas con la dieta, impulsividad, baja autoestima y pérdida de control".

Por otra parte, "la obesidad está presente en el 24% de los pacientes con bulimia nerviosa y en el 90% de quienes sufren trastorno por atracón". En muchos casos, explica el investigador, "la obesidad es consecuencia u origen del trastorno alimentario". Fernández-Aranda también destaca que hasta la mitad de las personas que sufren un trastorno alimentario tienen antecedentes de obesidad en la familia.


http://www.periodistadigital.com

¿Una amazona de 120 años es la mujer más longeva del mundo?


María Luciar Pereira cumplirá 121 años el sábado. Según la ONG Survival International, se trataría de la mujer con más años de vida sobre la Tierra. Comer alimentos naturales de la selva y sin sal serían las principales razones de su longevidad.
Según la organización defensora de los pueblos indígenas Survival International, una indígena kaxinawá podría ser la mujer más vieja del mundo, ya que próximamente cumplirá 121 años. María Lucimar Pereira, quien vive al oeste de la amazonia brasileña, cumplirá la mencionada edad el 3 de setiembre, fecha que celebrará junto a su familia.

Stephen Corry, director de la organización, afirmó al diario digital 20minutos.es que la cercanía con sus familiares, así como nutrirse de alimentos naturales de la selva, como carne a la brasa, mono, pescado, mandioca y gachas de plátano y no tomar sal, azúcar o alimentos procesados, han contribuido a su larga vida.

“A menudo somos testigos de los efectos perniciosos del cambio de hábitos alimenticios. Es necesario notar los beneficios de vivir en una comunidad que ha mantenido sus códigos, sobre todo los de pueblos como los indígenas. María tiene un fuerte vínculo con su territorio ancestral y disfruta de los innegables beneficios de este hecho”, declaró Corry.

El comunicado de Survival International precisa que el certificado de nacimiento de Lucimar Pereira fue aprobado en 1985 e indica que nació en 1890. Otro dato que se conoce es que la longevidad no es muy extraña en la comunidad de la mujer, ya que, según un indígena de nombre Carlos, de los 80 habitantes, cuatro han superado los 90 años de edad.

http://www.fmimpacto107.com.a

La delgadez y la obesidad extremas son genéticas.

Una mutación en el cromosoma 16 explica el bajo peso y la falta de apetito. Lo determinó un estudio realizado por el mismo equipo que un año atrás identificó el factor genético en algunos casos de gordura exagerada

Los genes situados en una región del cromosoma 16 explican la masa corporal. Normalmente, se presentan en pares. Si son tres, provocan delgadez; si hay uno solo, obesidad.



"Siempre quise trabajar sobre la delgadez para entender la obesidad", dice el profesor Philippe Froguel, responsable del estudio que permitió el descubrimiento de la primera causa genética del bajo peso. Froguel es director del laboratorio de Enfermedades metabólicas del Centro Nacional de Investigación y Ciencia (CNRS, por sus siglas en francés) de Lille, Francia. El trabajo se hizo en colaboración con un equipo de la Universidad de Lausanna (Suiza), dirigido por Jacques Beckmann.



Los científicos descubieron que esa sección del cromosoma 16 está sujeta a fluctuaciones del número de copias de sus genes, es decir, a una mutación genética. La mayoría de los individuos tienen dos ejemplares de cada gen en esa región: uno heredado de la madre y otro del padre. Pero alrededor de una de cada 2.500 personas tiene una sola copia y una de cada 2000 tiene tres.



Este mismo equipo había descubierto en el año 2010 que el hecho de tener una sola copia de ese fragmento del cromosoma 16 podía ser la causa de la obesidad severa, es decir, de las personas cuya masa corporal se ubica entre 40 y 80 (el índice normal es de 18 a 25).



Ahora, los mismos especialistas demostraron que tener más de un par de genes en esa región provoca en la persona una gran delgadez. "Nos dijimos que, si había personas que presentaban una ausencia del gen implicado en esta obesidad genética, debía haber posiblemente gente que por el contrario tuviera más copias de las normales", explicó Froguel.



Esa presunción lo llevó a lanzar el estudio que permitió identificar esta mutación del cromosoma 16 en 138 individuos sobre una muestra total de 100.000 personas analizadas. En un tercio de los casos, la mutación era espontánea, es decir, no estaba presente en los padres. En el resto, era hereditaria.



El trabajo, publicado por la revista Nature, prueba por lo tanto que cuando algunos genes de una misma zona están triplicados o cuando faltan (hay uno solo), eso puede llevar, a través de un "efecto espejo" a consecuencias patológicas inversas, es decir, el bajo peso o la obesidad, respectivamente.



En concreto, los adultos que tienen triple copia del sector en cuestión del cromosoma 16, tienen hasta 20 veces más riesgo que los demás de tener una masa corporal (que se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado) inferior a 18. La explicación sería que esa presencia excesiva de genes incrementa la sensación de saciedad.



Quedó establecida así una causa genética para un tipo de delgadez que hasta ahora se creía patológica. Para Froguel, las consecuencias de este descubrimiento son "muy importantes". Lo ejemplifica así: "Cuando vemos gente extremadamente delgada, siempre pensamos que están enfermos (cáncer, alcoholismo, sida, tubercuolosis) o que sufren de anorexia. Se hace un examen general y, si no se encuentra nada, se los manda al psiquiatra. Y cuando el bajo peso coincierne a los niños, los servicios sociales pueden acusar a los padres por maltrato. Con nuestro estudio, podremos al menos explicar por qué algunas personas no tienen apetito". Las personas con inapetencia genética, podrían por ejemplo consultar con un nutricionista para saber qué alimentos les proveerán mayor energía y concentrar en ellos su baja ingesta.



"Ahora que hemos identificado una causa que permite explicar por qué algunas personas no engordan, podremos practicar un test muy simple y barato para identficar a los portadores de esta anomalía genética", dice el científico francés.



Los próximos pasos del estudio estarán enfocados a determinar cuál de esos genes es el responsable de este efecto en el apetito y en el peso. La zona en la cual se presenta esta mutación abarca a unos 15 de los 28 pares genéticos.

http://america.infobae.com

CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA EN LAS PRINCIPALES CIUDADES DE EEUU.



Un gráfico de The Washington Post

Por Victor Perez en EEUU.

En la pasada década, los blancos han dejado de ser la mayoría en Memphis, Modesto (California), Las Vegas, Jackson (Mississippi), San Diego, Washington, D.C.; Oxnard (California), y el área de la ciudad de Nueva York, de acuerdo con el análisis del Post.

Igualmente, en un plano más amplio, los blancos se han convertido en la minoría en 22 de las 100 zonas urbanas más grandes de EEUU en los últimos 10 años, según el análisis del Post.


El rotativo capitalino señala que este cambio demográfico refleja el envejecimiento de la población blanca y la relativa juventud de las poblaciones hispana y asiática que están impulsando la mayoría del crecimiento poblacional.

“Lo que ha sucedido es esencial”, dijo al Post William Frey, demógrafo de Brookings Institution quien realizó el análisis.

“Las grandes zonas metropolitanas serán los laboratorios del cambio. Las medidas que tomen para ayudar a las minorías en su asimilación y ser parte de la fuerza laboral serán estudiadas por otras partes del país que son más blancas y que no han sido tocadas tanto por el cambio”, agregó.

Stephen Fuller, director del centro de análisis regional de George Mason University, dijo al Post que a medida que la población envejece, cerca del 60% de los vacantes de trabajo creadas serán llenadas por foráneos.

“Supongamos que estamos en el 2020, cuando hayamos salido del estancamiento económico en el que hoy estamos, vamos a necesitar más trabajadores que residentes”, dijo Fuller al diario capitalino.

“Veo este influjo de foráneos, independientemente que vengan acá de California o que recién hayan desembarcado de otro país, como una fuente importante de trabajadores que permitirá hacer crecer la economía”, agregó.

Explicó que la mitad de los trabajos requerirán título universitaria y que el resto consistirá de empleos como jardineros, meseros, cajeros, puestos que a menudo son llenados por inmigrantes.

“Hay una enorme cantidad de trabajos que no son los grandes trabajos”, dijo al Post Fuller. “No sé quién va a hacer los trabajos que tienen que hacerse al menos que la gente tenga que hacerlo porque son recién llegados”.

Dijo que los cambios demográficos que han alterado a Washington, una de los ocho principales áreas metropolitanas donde las minorías se han convertido en la mayoría en el último decenio, es un adelanto de lo que sucederá en otras ciudades de EEUU.

“Tradicionalmente, (Washington) no es un imán para los inmigrantes”, dijo Feller al Post. “Hace 10 años, cuando uno pensaba en inmigrantes, uno pensaba en Los Angeles, Nueva York o San Francisco. Uno no pensaba en Washington. Ahora ha subido en el orden jerárquico”.

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OBESIDAD-SALUD Y MORTALIDAD.

El Confidencial.- 29/08/2011

Los gobiernos deberían adoptar medidas "más duras" para erradicar el problema que provoca la obesidad a los sistemas sanitarios de los países, según un grupo de expertos internacionales. En una serie de artículos que publica la revista científica The Lancet, un equipo de investigadores opina que ningún estado ha sabido afrontar todavía esta cuestión. Según el estudio, los cambios que experimenta la sociedad hacen que a las personas les resulte más difícil llevar una vida saludable. Este grupo de expertos considera que, sin la mediación de los Gobiernos, los sistemas sanitarios podrían llegar a verse saturados: las dolencias vinculadas con la obesidad, como la diabetes, suponen ahora entre el 2 y el 6% del coste sanitario de la mayoría de los países y, según uno de los artículos, es probable que esa situación empeore si las tendencias actuales se mantienen.

Los expertos desarrollaron proyecciones para EEUU y el Reino Unido, dos de los países desarrollados con las peores tasas de obesidad, y vaticinaron que esos índices aumentarían en un cuarto en el caso británico, hasta llegar al 40% para 2030. De cumplirse las previsiones, al Servicio Sanitario Nacional (NHS, en inglés) del Reino Unido le costaría otros 2.000 millones de libras al año, el equivalente al 2% del gasto en sanidad.

El incremento en los costes sanitarios sería incluso mayor para Estados Unidos, donde los índices de obesidad aumentarían de una de cada tres personas a una de cada dos.

Las autoridades deben tomar cartas en el asunto

Los expertos aceptaron que el conjunto de la sociedad tiene un papel que desempeñar para erradicar el problema e indicaron que los Gobiernos tienen que recurrir a la legislación y a la intervención directa para crear un entorno mejor. Según ellos, medidas como la restricción de los anuncios de publicidad de comida basura, tasar los alimentos no saludables, etiquetar la comida y promover los programas educativos en los colegios ahorrarían dinero a la vez que beneficiarían a la salud de los ciudadanos.

El experto Klim McPherson, profesor en la Universidad de Oxford, uno de los investigadores, indicó que "se trata de cambiar el entorno en el que vive la gente para que puedan tener opciones más saludables". McPherson instó a que en la próxima cumbre de la ONU sobre salud en septiembre se presione a los Gobiernos a actuar.

Doblar el riesgo de muerte

En paralelo, otros médicos han asegurado esta semana que los riesgos para la salud que ocasiona la obesidad han sido subestimados porque no se han medido de manera adecuada y consideran que conocer los años que vive como obesa una persona supone un factor fundamental para controlar su riesgo de muerte, según recoge la International Journal of Epidemiology.

Según la publicación, una cuarta parte de los adultos del Reino Unido tienen sobrepeso y uno de cada 10 niños menores de 11 años en ese país son obesos. El gobierno dice que si continúa la tasa actual de crecimiento, las tres cuartas partes de la población podrían sufrir los efectos nocivos del exceso de peso de 10 a 15 años.

Sin embargo, el doctor de la Monash University (Australia), Abdullah Asnawi, y sus compañeros de investigación creen que la cifra es aún más preocupante si se tiene en cuenta la duración de esa obesidad. El trabajo de Asnawi muestra que la duración de la obesidad o "los años como obeso" tienen un efecto directo sobre el riesgo de muerte, independientemente de otros factores como la edad o cómo de severo sea el exceso de peso es una persona.

El estudio examinó a 5.036 personas de Estados Unidos que estaban inscritas en el Estudio de la Cohorte de Framingham a las cuales se siguió su salud cada dos años en las últimas décadas. Entre los participantes, el riesgo de muerte aumentó un 7% por cada periodo de dos años que la persona era obesa (lo que supone un índice de masa corporal de 30 o más).

Así, ser obeso de entre 15 y 25 años, duplica el riesgo de muerte en comparación con aquellos que no lo son y se triplica para aquellos que son obesos durante más tiempo, por lo que los investigadores consideran que este factor ha de tenerse en cuenta al evaluar a pacientes con sobrepeso.

http://www.elconfidencial.com

El gen de la levadura NDT80 y longevidad.

8 Agosto 11 - Madrid - N. Molanes

Las últimas investigaciones acerca de la longitud de los telómeros (uno de los indicadores del envejecimiento de las células), el descubrimiento de un gen con el que han podido duplicar la vida de un organismo unicelular, y el reciente hallazgo del compuesto rapamicina en la isla de Pascua, podrían situarnos más cerca del ansiado secreto. Para la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, la prioridad de estos estudios dentro de la comunidad científica es «máxima». «Hay bastante consenso entre los biólogos moleculares y los genéticos de que el envejecimiento de las células es lo que causa la pérdida de las funciones normales y lo que contribuye a la aparición de distintas enfermedades, incluido el cáncer», explica. Las células de levadura han servido como base de estudio para los investigadores del MIT (Massachussets Institute of Technology) que, en un reciente trabajo, han conseguido localizar el gen NDT80, clave en el rejuvenecimiento durante la división celular (meiosis). Los científicos comprobaron que al activarlo en células que no se estaban reproduciendo, éstas vivían el doble de tiempo de lo normal. Para Juan Cardiñanos, este descubrimiento es «importante», aunque advierte: «abre una línea de investigación, pero hay que recorrer la distancia entre las células de levadura y las de un ser humano».

Eso sí, la comunidad científica esquiva caer en éxitos superficiales ya que se ha podido comprobar que la naturaleza, como las monedas, tiene dos caras: si bien en algunas investigaciones se han conseguido recuperar funciones sensoriales perdidas por la vejez, no se ha podido evitar que esto implique un aumento del riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades asociadas. De hecho, el gen de la levadura NDT80 es análogo a un gen presente en los ratones y en el ser humano, el P63. Y como explica Cardiñanos, este gen, a su vez, viene a ser «primo» del P53, uno de los supresores tumorales más importantes de nuestro organismo. Controlar el efecto adverso es el gran desafío, pero ya hay estudios que están más cerca de conseguirlo. María Antonia Blasco es experta en investigaciones sobre la telomerasa (una especie de máquina que fabrica los telómeros y los extiende) y ha conseguido mejorar la vida de los ratones sin que aumente la evidencia de cáncer. «Lo que hicimos fue aumentar la telomerasa a la vez que aumentamos la cantidad de los “genes supresores de tumores”. Esto fue necesario porque estábamos aumentando la telomerasa a niveles muy altos (similares a los de una célula tumoral) y durante toda la vida de los ratones».



Recetas para la juventud
Algo que aunque sienta un precedente, como la propia Blasco explica, debería cambiar a la hora de aplicarse a los seres humanos. «Si algún día tenemos fármacos que activen la telomerasa en el organismo de manera eficiente se usarían de forma temporal, el tiempo suficiente para re-alargar los telómeros cortos y evitar la aparición de ciertas enfermedades. Creo que de este modo el posible efecto de estos activadores en favorecer el cáncer sería mínimo». Asimismo añade que «no debemos olvidar que el cáncer ocurre porque nuestras células envejecen y pierden fitness, si las células de nuestro organismo se mantuviesen jóvenes durante más tiempo quizás cabría esperar que también se retrasara la aparición de la enfermedad».

A la espera de que las investigaciones científicas en este terreno comiencen a dar sus frutos, muchos miran con recelo los rostros de algunas celebridades que parecen inmunes al paso del tiempo. Aunque no son muchos, son suficientes para despertar la envidia del común de los mortales. Su preparación física, una dieta saludable, el cuidado cosmético y, cómo no, su propia genética hacen que para ellos, como en la canción de Gardel, veinte años no signifiquen nada. Al menos, así lo demuestra Halle Berry que, a sus recién cunplidos 45 años, parece la misma veinteañera que se prendó de Eddie Murphy en la película «Boomerang: el príncipe de las mujeres» (1992).

Eso sí, para los especialistas todo tiene un límite y ni la chica Bond, ni las modelos deben perderlo de vista. Como explica la estilista Ángela Navarro, «Claudia Schiffer tiene 41 años, pero si sigue igual a los 60, me parecería inadecuado. Yo defiendo la disciplina y una estética creíble». La que ya ha rebasado el medio siglo y mantiene la seducción de sus mejores tiempos es Sharon Stone. A sus 53 años, la protagonista de Instinto Básico destaca por su rostro luminoso y esa sonrisa delatora, único elemento capaz de hacer evidentes sus arrugas de expresión. Los estilistas evitan el tópico de que «la arruga es bella», pero confiesan que los propios clientes «huyen de las exageraciones y de esa estética disfraz». Como confiesa Navarro, «veo joven a todo el mundo que se sabe cuidar y mantiene su filosofía y su mirada, su gesto». Con estas premisas, reconoce que «no se puede dar una receta que funcione a todo el mundo», pero sí hay muchos factores que favorecen un aspecto juvenil. Para Jesús Cicero, experto en moda de la revista «GQ» «una cana es a veces más bonita que un teñido feo». El estilista comenta que a las mujeres de cierta edad les sientan mejor los looks con cabellos cortos.

«Un pelo largo en una mujer de 60 puede parecer excesivo», explica. En cuanto a los hombres, lo tiene claro: «cuanto más sencillos vayan, más jóvenes parecen. En su día a día tienen que apostar por estilos “soft”, y cómodos. Asimismo, deben evitar los colores estridentes, los trajes y el encorsetamiento». Cicero recomienda «desestructurar» la ropa formal y combinar. Su apuesta es por vaqueros y camisetas de cuello redondo. Además, una de sus directrices más importantes es evitar que los hombres se apliquen botox. «Ellos no pueden recurrir al maquillaje como las mujeres para añadir color y expresión, quedan muy artificiales», comenta.

Y para demostrar que los pactos con el diablo no son sólo cosas de mujeres, Cicero habla de hombres por los que los efectos del paso del tiempo parecen resbalar. «Brad Pitt es estupendo. En verano apuesta por looks sueltos y telas favorecedoras como el lino», explica. Uno de los ejemplos patrios de conservación masculina podemos encontrarlo en Francisco Rivera, aunque el experto comenta que «es el eterno joven porque hace deporte y entrena. Pero viste como un señor desde los 18 años, si no cambia su look, la juventud no le va a acompañar».




UN TESORO OCULTO EN LA ISLA DE PASCUA
Si ni la genética, ni el ejercicio, ni su alimentación facilitan su pequeño pacto con el diablo; y si tampoco su cartera juega a su favor, todavía tiene una esperanza. Investigadores de la Escuela Médica de Harvard han hallado por casualidad la bacteria «streptomyces hygroscopicus» en la isla de Pascua. A partir de este descubrimiento se ha desarrollado el compuesto rapamicina, que está llamado a convertirse en el elixir de la eterna jueventud ya que podría lograr que el contador del ADN diese marcha atrás. Este fármaco sería idóneo para combatir la enfermedad de Hutchinson-Gilford, que se caracteriza por producir un prematuro envejecimiento celular en los organismos.

http://www.larazon.es/noticia

viernes, 2 de septiembre de 2011

Cómo frenar el envejecimiento.

Las investigaciones científicas más nuevas que buscan alargar la vida humana. El rol de la tecnología y de la manipulación genética.
Por Fabio Altman


Alguna vez se pensó que un ser humano con 100 años cumplidos era un descendiente del legendario Matusalem. Durante siglos, la expectativa de vida humana no superó los 40 años; y de pronto, en tan solo un siglo, la vida promedio en muchos países del mundo araña los 75 años. Si hace 50 años la fantasía se extraviaba ante la posibilidad de ser inmortales, ahora la promesa es otra.

No es la inmortalidad con decadencia, sino la salud, el vigor físico, mental y emocional en edades de la vida que antes eran sinónimo de decrepitud y enfermedades. “Vivimos un tiempo en el que sería óptimo ser inmortal”, dice el estadounidense Jonathan Winer, autor del libro “La extraña ciencia de la inmortalidad”, minucioso detalle de los avances hechos por la medicina en ese campo.

“Durante mucho tiempo tratamos el envejecimiento del mismo modo que a la Primera Guerra Mundial, una tragedia histórica sobre la cual hay innumerables teorías y argumentos. Ninguno de ellos puede ayudar a evitarla”, dice el genetista inglés Aubrey de Grey. En 1900, la expectativa de vida en los Estados Unidos era de 47 años y hoy es de 78. En un solo siglo, el XX, la ganancia fue de 30 años. Dado el ritmo actual de desarrollo de la medicina del metabolismo, no resulta tan raro pensar que, con el correr del siglo XXI, la sobrevivencia humana gozando de buena salud aumente en más de 60 años, lo que llevaría a una media de 100 años o más.

¿Es esto posible? Desde el punto puramente biológico existe un límite casi imposible de transponer para el horizonte final de la vida humana. Pero cuando se coloca en la ecuación la nanotecnología y la posibilidad real de transferir ciertos procesos bioquímicos del cuerpo humano hacia microscópicos dispositivos digitales implantables, aquel horizonte se pulveriza y abre fronteras hasta hace poco inimaginables.

¿Qué es lo posible hoy? Hay científicos que experimentan con su propio cuerpo cómo vivir más y estar sanos, y para eso buscan recrear lo que sucede con el único método comprobado que logra aumentar la expectativa de vida en los laboratorios: la privación calórica. Un método que consiste en comer menos, mucho menos que el mínimo exigido de calorías diarias.

Animales de laboratorio sometidos a este método lograron vivir con salud hasta un tercio más que los animales que se alimentaron de manera normal. En los seres humanos, ese abordaje teóricamente funciona. Quien ya puso en práctica este método asegura haberse librado de las enfermedades comúnmente asociadas al envejecimiento. En contrapartida, los cobayos humanos que siguen una dieta hipocalórica adelgazan mucho, sienten un frío constante en las extremidades, poca energía física y nada de ganas de tener relaciones sexuales. Hay quienes están logrando obtener los mismos beneficios de la dieta hipocalórica sin tales inconvenientes. En esta nota, dos de los principales exponentes de estas corrientes.

Manipulación biológica. Aubrey David Nicholas Jasper de Grey tiene 48 años y una idea fija en su cabeza: llegar a los mil años. Si no él mismo, por lo menos algunos de los seres humanos que andan caminando por el mundo actualmente. “La primera persona que vivirá mil años es probablemente apenas 10 años más joven que la primera en llegar a los 150 años”, comenta. De inmediato aclara: “Sinceramente creo que el primero en llegar a los mil años no solo nació ya, si no que ahora tiene entre 65 y 70 años”. Y agrega: “Tenemos un 50% de chances, con los avances que se están haciendo en torno a la degeneración de las células, de extender la vida humana hasta los 200 años antes del 2030-2040”.

De Grey trabaja 16 horas por día, come poco y duerme menos aún. Su vida está dedicada a quitar los obstáculos que, en su opinión nada modesta, son los dos mayores males de la humanidad: la vejez y la muerte. Para eso, el progreso exponencial de los cuidados con el organismo humano permitirá en breve “curar” la vejez, rebajándola de imperativo biológico incontrolable a mero inconveniente.

Según de Grey, “curar el envejecimiento” será tan simple, tecnológicamente hablando, como tratar una infección urinaria o una gripe.

El proceso de decadencia del cuerpo pasa por tres estadios, de acuerdo con de Grey. En primer lugar, hay un flujo de procesos químicos en el organismo (el metabolismo) que causa daños graduales a los 100 trillones de células que hay en el cuerpo humano. La segunda etapa es el deterioro de las células. Y la tercera, el desarrollo de enfermedades que ese deterioro promueve. Por eso, de Grey propone medidas para frenar los estragos hechos sobre las células y moléculas del cuerpo a lo largo de la vida.

Esto no significa, aclara el genetista, que la muerte vaya a ser abolida. “En el futuro moriremos también, pero no de neumonía o cáncer”, arriesga. “Y todos tendremos la apariencia física de una persona de entre 20 y 25 años”, se entusiasma.

Aubrey es autodidacta. Ex investigador de temas relacionados con la inteligencia artificial en la universidad de Cambridge (Inglaterra), se obsesionó con los estudios sobre envejecimiento en 1992, después de conocer a su mujer, 19 años más vieja que él. En 1997 de Grey publicó una tesis sobre la relación entre la destrucción de las moléculas de ADN en el interior de las mitocondrias y el envejecimiento humano. El trabajo impresionó tanto a los próceres de Cambridge, que en el año 2000 el hombre recibió un Ph.D en biología.

Periodista: A usted se lo ha llamado “el mercader de la inmortalidad”. ¿Eso lo incomoda?

Aubrey de Grey: No de hecho. Encuentro irónico insistir siempre en eso, porque en definitiva nunca hablé de “inmortalidad”. Desde el inicio me interesé por el rejuvenecimiento y la reversión del envejecimiento. El alargamiento de la vida es una consecuencia.

Periodista: ¿Pero usted quiere ser inmortal?

de Grey: No necesariamente. Lo que realmente deseo es no enfermarme.

Periodista: ¿Las enfermedades no minarían nuestros esfuerzos por alargar la vida?

de Grey: Las biotecnologías propuestas llegan para solucionar problemas, como si se tratase del mantenimiento de un automóvil. Imagine un coche. La mayoría de ellos dura cinco, diez años. Pero hay autos que están en manos de coleccionistas y que tienen 80, 90 años y están en perfecto estado. Somos como máquinas y por lo tanto potencialmente arreglables, lo que es extraordinario.

Periodista: Algunos científicos dicen que eso es una utopía...

de Grey: Muchos se escudan detrás de la creencia arraigada de que envejecer es “natural” e “inevitable”. Yo me dí cuenta de que para intervenir en el proceso del envejecimiento no es necesario comprender la cadena entera de fenómenos relacionados con ella. Basta entender las lesiones celulares y moleculares que debilitan los tejidos del organismo.

“Las ideas de De Grey son científicamente absurdas y peligrosamente irresponsables”, opina mientras tanto el especialista en envejecimiento Tom Kirkwood, de la Universidad de Newcastle. En las últimas décadas, argumenta, el esfuerzo de los científicos y terapeutas fue entender el proceso de envejecimiento, brindar un aumento gradual en la cantidad de años de vida de las personas y mejorar paulatinamente la vida cotidiana de las personas de la tercera edad. De Grey estaría tratando de transformar la gerontología, que abandone estos logros y que vaya detrás de la promesa de una “actualización biológica”.

Tecnología en el cuerpo. Creyente fervoroso en la tecnología, el inventor Raymond Kurzweil cree que para el año 2045 la velocidad de los desarrollos en tecnología y computación será tal que ya no será posible distinguir las máquinas más avanzadas de los seres humanos. Las supercomputadoras serán capaces de hacer un número de cálculos similar a los que realiza el cerebro. “Vamos a trascender nuestras limitaciones biológicas”, dice. Morir será difícil, aunque inexorable. Los ciegos volverán a ver por medio de ojos biónicos; los amputados tendrán piernas artificiales que responderán a un comando colocado directamente en el cerebro; los genes que no le interesan a una persona, como los que originan obesidad y enfermedades degenerativas serán silenciados, mientras que otros serán reprogramados y activados. Nanorobots no mayores que un glóbulo, invisibles al ojo desnudo, viajarán por el cuerpo combatiendo enfermedades y haciendo microcirugías internas.

Aunque parezcan las afirmaciones de alguien que no está totalmente en sus cabales, quienes saben de estos temas opinan que conviene prestarle atención a Kurzweil. En sus estudios, premiados internacionalmente, anticipó la ubicuidad de internet y la victoria de las computadoras sobre el hombre en el ajedrez. Dueño de una enorme cantidad de patentes, desarrolló la primera máquina de lectura para deficientes visuales en el año 1970, cuyo cliente número uno fue el cantante y compositor Steve Wonder. Creó también un sistema automático para la clasificación del mercado financiero, herramienta usada por los especuladores que más dinero ganan en los Estados Unidos.

Bill Gates, el fundador de Microsoft, opina que Kurzweil es “la mejor persona que conozco en cuanto a la previsión del futuro de la inteligencia artificial”. Hace dos años, Kurzweil fundó en Mountain View, California, la Universidad de la Singularidad, destinada a “preparar a la humanidad para la aceleración de los cambios tecnológicos”. La SU está instalada dentro del mítico campus de tecnología de la Nasa y uno de sus principales financiadores es Google.

El método. Todo lo que quiere Ray Kurzweil es llegar vivo y sano al 2045, cuando cree que los desarrollos tecnoinformáticos serán tan elevados como para cambiar radicalmente la vida de la gente. Para ese entonces, él tendrá 97 años, y por eso está obsesionado por la salud.

Su rutina para mantenerse es intensa. En el desayuno come cereales endulzados con stevia. Para el almuerzo y la cena, proteínas con té verde (ocho copas diarias). Todo acompañado por un vaso de vino tinto por día, garantía de consumo de resveratrol, sustancia con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que está en la cáscara y en las semillas de las uvas negras.

Debido a la historia de enfermedades que hay en su familia, también recurre a chequeos médicos periódicos y a aplicaciones intravenosas de nutrientes en clínicas especializadas. “En los últimos 20 años envejecí dos”, dice con orgullo y exagerando.

De manera general, las recomendaciones de Kurzweil son un catálogo de clichés. La excepción es su fijación por los suplementos alimentarios. Ingiere muchas cápsulas, cada cual con un objetivo diferente.

Para reducir el colesterol y las grasas toma fosfatidilcolina. Para reponer energía, ubiquinol. La lista es inmensa, cerca de 230 cápsulas por día. Pero en todo ese paquete también hay cuestiones de salud y de ética. Y es que los suplementos deben ser tomados, recomiendan enfáticamente los especialistas, para suplir deficiencias del organismo, no hay razón para tomarlos si el paciente sigue una dieta balanceada. El tema ético queda al descubierto cuando se tiene en cuenta que Kurzweil abrió una empresa, en asociación con su médico personal, que vende por internet los suplementos que él mismo consume.

Periodista: ¿Cómo será la revolución que usted cree cambiará las vidas de los seres humanos?

Ray Kurzweil: Pensemos en la biología. El ADN prácticamente no tuvo cambios en los últimos milenios, a despecho de lo que ocurrió con nuestro estilo de vida. En breve podremos reescribir secuencias genéticas completas y sintetizar moléculas artificialmente, tal y como reprogramamos una computadora doméstica. Por eso digo que la medicina va hacia ser una ciencia de la tecnología y la información.

Periodista: ¿Vamos a ser inmortales?

Kurzweil: Siempre podemos ser atropellados por un ómnibus.

Periodista: ¿No cree que sus ideas son un poco utópicas?

Kurzweil: Analicemos la historia. En el año 1800, la expectativa de vida era de 37 años y abundaban las enfermedades de todo tipo, porque no había saneamiento ni método alguno de protección social. El hecho es que la expectativa de vida se haya duplicado, a pesar de las dificultades actuales, y que hoy día tenemos mucho más confort. Esas conquistas fueron alcanzadas tan solo con el avance de la medicina. A partir de ahora la ganancia será mucho más veloz, habrá herramientas infinitamente más poderosas.

Mientras los investigadores excéntricos tienen un discurso mezclado con la ciencia ficción, los más tradicionales siguen trabajando en sus laboratorios, manipulando moscas de la fruta y lombrices, y están logrando alargarles la vida. Pero mientras algo de todo esto llega a buen puerto, solo se trata de vivir... lo mejor posible.

LONGEVIDAD EN JAPÓN.

Alrededor de tres millones de ejecutivos japoneses, tradicionalmente adictos al trabajo, se ausentan una vez al año de sus oficinas para encerrarse durante uno o dos días en el hospital de primer nivel más cercano a su domicilio. Allí, se someten a un exhaustivo chequeo, que incluye la realización de diversos análisis, pruebas de diagnóstico por imagen y, sobre todo, una extensa entrevista con un médico sobre su estilo de vida y cómo este influye en su salud. Aunque no está demostrado que este sistema de vigilancia sea rentable, sirve para hacerse a la idea de la preocupación de los japoneses por su salud, uno de los rasgos que han aupado a este país asiático al primer puesto en la lista de países más longevos del mundo, con una esperanza de vida de 82,2 años.

Cuando se cumplen 50 años de la puesta en marcha del haihoken, la asistencia sanitaria universal nipona, la revista The Lancet ha publicado una serie de estudios para analizar las razones del milagro japonés. Los expertos coinciden en que no hay un único elemento que explique cómo un país devastado por la Segunda Guerra Mundial llegó, en apenas 30 años, a superar en parámetros de salud a la mayoría. Se trata de una combinación de factores que, debido a la occidentalización de la sociedad japonesa, podría empezar a estar en peligro y, con ello, su envidiado primer puesto como país más longevo.


En el artículo "¿Qué ha hecho sana a la población de Japón?", investigadores de la Universidad de Tokio apuntan a la higiene "en todos los aspectos de su vida diaria" como un hito clave en la larga vida del japonés medio. A esta higiene contribuye una compleja interacción de cultura, educación, clima, medio ambiente y tradiciones, como el shinto, que aboga por la purificación del cuerpo y la mente antes de juntarse con otras personas.

Además de su afición a la higiene, los autores consideran de vital importancia la propia conciencia que tienen los japoneses sobre la salud, que hace que los chequeos sean la norma ya desde el colegio.
La importancia de la dieta

La dieta de los japoneses, alejada por completo de la de los países occidentales, es también determinante para su esperanza de vida, aunque también es la causa de uno de los pocos problemas de salud fuera de control en el país: los infartos cerebrales asociados a la hipertensión y al alto consumo de sal, que provocan casi el 15% de las muertes y son la primera causa de fallecimientos.


Para el presidente de la Sociedad Española de Medicina General (Semergen), Julio Zarco, la esperanza de vida se basa en varios factores: el genético, los hábitos de vida y también las circunstancias sociales. Respecto a la genética, tradicionalmente se ha achacado a los japoneses un perfil lipídico favorable (no tienden a acumular grasas ni colesterol) y un buen metabolismo de la glucosa, aunque estudios realizados con japoneses de segunda generación nacidos en EEUU han cuestionado el papel de los genes, ya que los participantes mostraban un riesgo cardiovascular similar al de los habitantes de su país de acogida.

Zarco destaca su dieta con abundancia de verduras, cereales y proteínas de pescado, "dada por su condición de país marítimo". Pero cree que es igual de importante la mentalidad del pueblo japonés "muy distinta, por ejemplo, a la de la vecina China". Para el médico, la integración de la tradición con lo novedoso, una de las características del pueblo nipón, explica, además, que los japoneses no sólo vivan más, sino que lo hagan mejor.

En este sentido, Zarco destaca los programas de integración de los ancianos "tradicionalmente desechados en una sociedad de consumo como la de los países occidentales" que son contratados, por ejemplo, para ayudar en guarderías y colegios, donde se considera que su experiencia vital podrá aportar a los niños muchos beneficios, al tiempo que evitarán la exclusión social de los más mayores.


De ello se habla en otro de los artículos publicados en The Lancet, que destaca, por ejemplo, cómo la Seguridad Social nipona apuesta más por los servicios que por la ayuda económica para apoyar a las familias con mayores a su cargo. De hecho, los cuidadores de día son el servicio más demandado del seguro médico a largo plazo establecido en 2000, considerado uno de los más generosos de los que hay en el mundo.

A pesar de las características que hacen de Japón el país donde más se vive (y con buena calidad de vida), los especialistas advierten de que la bonanza económica puede no durar para siempre. El envejecimiento progresivo de la población, acompañado por una constante reducción en las tasas de natalidad, pueden terminar haciendo insostenible el sistema sanitario envidiado por todos.

Un hábito mucho más común, el tabaco, puede también acabar con los números que hacen de Japón la envidia de todos aquellos preocupados por el envejecimiento saludable.

http://www.publico.es/

El XIX Congreso Antienvejecimiento aconseja el TA-65


En lo celular se impone el rejuvenecimiento a través de la activación de la telomerasa. El XIX Congreso Antienvejecimiento aconseja el TA-65

En Orlando, (Florida). La ciudad ha sido la sede del XIX Congreso Anual Mundial de Medicina Anti-Envejecimiento y Estética, que, de acuerdo a los tratamientos futuristas, abre una nueva era en tecnología anti-edad.


La teoría del sistema la explicaremos así: cada célula humana contiene los cromosomas que forman nuestro ADN, el modelo de cada característica y función en nuestro cuerpo. Al final de cada cromosoma los telomeros son 92. Son los responsables de mantener la calidad de nuestro ADN.

Los telómeros (del griego telos, "final" y meros, "parte"). Son regiones de ADN no codificante, altamente repetitivas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas en las células eucariotas, la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares. Además están involucradas en enfermedades tan importantes como el cáncer.

Sin embargo, cada vez que nuestras células se dividen y se reproducen, los telómeros se acortan tanto que la célula muere. Como las células mueren, el órgano que componen se deteriora y no pueden funcionar tan eficientemente, por lo tanto, aceleran el envejecimiento.

La velocidad de este proceso depende de los genes y el estilo de vida y, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de California, aquellos con telómeros cortos tienen tres veces más riesgo de morir de enfermedades cardíacas que aquellos con telómeros más largos.

Una enzima llamada telomerasa, ayuda a proteger los telómeros, lo que protege la célula. Hay que activarla. Y los médicos del Congreso recomiendan la TA-65 como un suplemento nutricional que se produce mediante la concentración de uno de los compuestos que se encuentran en la raíz del astrágalo, una hierba usada en la medicina china.

En diciembre 2010 un estudio realizado por la Harvard Medical School en ratones encontró que el TA-65 alarga los telómeros críticamente cortos, restaura el sistema inmunológico y aumenta la densidad ósea.

http://es.globedia.com

CRIOCONSERVACIÓN.


Una hasta ahora desconocida Asociación Iberoamericana de Criopreservación ha anunciado su intención de construir en la Comunidad de Madrid un laboratorio para conservar cadáveres en cápsulas con nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero hasta que su reanimación sea posible en el futuro gracias a los avances de la medicina. ¿Realidad o ciencia ficción? La técnica no es legal en nuestro país, según recordaba ayer a El Confidencial el portavoz de la Sociedad Española de Criogenización, Antonio Mingorance, pero en EEUU está permitida siempre que se aplique a pacientes legalmente fallecidos.

Según el Cryonics Institute de Michigan, uno de los pioneros en esta disciplina, que tiene actualmente almacenados 106 cadáveres criogenizados, "sería mejor enfriar a un paciente antes de que la enfermedad provoque tanto daño físico que desemboque en la muerte, pero la legislación estadounidense lo impide en la actualidad, incluso en personas con gran sufrimiento o que padezcan una enfermedad terminal. Confiamos en que algún día sea posible, siempre bajo condiciones de estricto control y una vez que la reanimación de un paciente criopreservado pueda ser demostrada científicamente".

La Alcor Life Extension Foundation, otro instituto precursor de la criogenización con sede en Scottsdale (Arizona), advierte que la ley obliga a que los pacientes criónicos estén legalmente muertos, "pero eso no significa que estén biológicamente muertos. El proceso de enfriamiento, en circunstancias ideales, debe empezar instantes después de que el corazón deje de latir. La circulación sanguínea y la respiración han de ser entonces artificialmente restablecidas, manteniendo las células del cerebro y el resto del cuerpo biológicamente vivos durante los primeros pasos de la criogenización".

'Almacén de cadáveres'

Los planes de la Asociación Iberoamericana de Criopreservación pasan por levantar un almacén de cadáveres -sus patrocinadores prefieren llamarlo "albergue de pacientes"- en la Comunidad de Madrid, con una inversión de entre 30 y 50 millones de euros. Francisco Roldán, uno de sus portavoces, explicó ayer a Europa Press que ya se han puesto en contacto con varios ayuntamientos, entre ellos el de El Escorial, para negociar la ubicación del laboratorio. Pero eludió referirse a los obstáculos legales y al precio de la criogenización.

El cálculo de la Alcor Foundation es de 200.000 dólares -unos 140.000 euros- por todo el proceso de criogenización, desde el fallecimiento del paciente hasta la eventual reanimación, pasando por la conservación del cuerpo durante un periodo indefinido de tiempo. En EEUU la mayoría de los pacientes incluye la criogenización en su seguro de vida, por lo que el coste final dependerá de la edad y el estado de salud del asegurado.

Según la Sociedad Española de Criogenización, "sería fraudulento garantizar la capacidad de reanimar humanos criopreservados. La reanimación no es posible hoy, y no hay garantía de que la futura tecnología pueda hacerlo. Las organizaciones criónicas sólo se comprometen a preservar el cerebro y el cuerpo con los mejores medios posibles y a hacer los mayores esfuerzos para la conservación de los pacientes a largo plazo frente a riesgos económicos, políticos y sociales. La tecnología de reanimación no está demostrada, pero existen buenos argumentos científicos para creer que estará disponible en el futuro".

El fundador del Cryonics Institute de Michigan, Robert Ettinger, fallecido el pasado 23 de julio, fue congelado inmediatamente después de su muerte. En su libro The prospect of immortality (Las posibilidades de la inmortalidad), escrito en 1964, Ettinger afirmaba: "Sólo tenemos que disponerlo todo para, después de morir, almacenar el cuerpo en refrigeradores adecuados hasta que la ciencia puede ser capaz de ayudarnos. No importa lo que nos mate, sea la vejez o la enfermedad. Y aunque las técnicas de congelación sean todavía demasiado rudimentarias, tarde o temprano nuestros amigos del futuro podrán revivirnos y curarnos".

http://www.elconfidencial.com/sociedad/2011/08/31