lunes, 9 de febrero de 2015

Avance en la medida de la Edad Biológica.

En el webimar celebrado el pasado año en Fundación Mapfre dedicado a la Genética y el Seguro abordé la oportunidad y necesidad de medir el riesgo de supervivencia mediante la edad biológica en detrimento de la tradicional edad cronológica que es la métrica tradicional en los seguros ligados a personas. Desde la biomedicina se proponen distintos biomarcadores que tienen como propósito medir el grado de envejecimiento funcional del cuerpo humano. El estudio Marioni RE, et al. DNA methylation age of blood predicts all-cause mortality in later life. publicado por la Universidad de Edimburgo en colaboración con científicos de los Estados Unidos ( Universidad de Harvard) y de Australia ( Universidad de Queensland) permite determinar el "reloj biológico" y es capaz de medir lo que va vivir una persona. La técnica utilizada se basa en comparar la edad cronológica con la edad biológica, medida esta mediante los cambios químicos en el ADN conocido como metilación (adición de un grupo metilo, -CH3, al nucleótido citosina ) obtenido a través de un análisis genético. Si la edad biológica es mayor que la cronológica la propensión a fallecer es mayor, es decir es un indicio de muerte prematura. En este caso el biomarcador elegido se encuadra dentro de lo que se conoce como epigenética, es decir, estos procesos no alteran la secuencia del ADN pero sí influyen en el proceso de encendido y apagado de los genes. El estudio se ha llevado a cabo mediante la observación de más de 4.500 personas mayores de 14 años a los que se les ha tomado muestras de sangre durante un periodo prolongado de tiempo. El trabajo ha permitido concluir que cuando la diferencia de edades biológica y cronológica era mayor de 5 años, el riesgo de mortalidad aumentaba en un 21%. Además, después de calibrar los valores en función de la educación, clase social, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, consumo de tabaco o variantes del gen APOE el riesgo de mortalidad seguía siendo más alto, en un 16%. El trabajo ha medido por otra parte la heredabilidad, o contribución genética a la variabilidad de un rasgo, concluyendo que el 40% de las diferencias en la población para el valor que compara ambas edades, biológica y cronológica, es debido a la variación genética. Riccardo Marioni, del Centro para el Envejecimiento Cognitivo y Epidemiología Cognitiva de la Universidad de Edimburgo ha declarado que "De momento no está claro si el estilo de vida o factores genéticos influyen en la edad biológica de una persona" y que "Los mismos resultados en cuatro estudios indican un vínculo entre el reloj biológico y las muertes". Según Ian Drey investigador principal de este trabajo : "Esta nueva investigación aumenta nuestra comprensión de la longevidad y el envejecimiento saludable. Es emocionante, ya que ha identificado un nuevo indicador de envejecimiento, que mejora la predicción de la vida útil por encima de la contribución de factores tales como el fumar, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares". El trabajo que ha sido publicado el pasado 30 de enero de 2015 por la Revista Genome Biology se encuentra disponible en http://genomebiology.com/2015/16/1/25/abstract El resultado de esta investigación nos aporta un biomarcador epigenético de longevidad muy prometedor que unido a otros de tipo genético o no genético, permite enriquecer el algoritmo de cálculo de edad biológica que aporta mayor precisión a la hora de determinar el riesgo de mortalidad de un individuo que la mera observación de la edad cronológica. José Miguel Rodríguez-Pardo