La progresiva
disminución de la rentabilidad de los activos de los mercados financieros donde
invierten las entidades de seguros de vida sus provisiones técnicas, tiene como
consecuencia que el tipo de interés garantizado de los productos de ahorros
puede situarse en estos momentos en cifras menores al 1%.
Tomemos como
referencia el bono español a 10 años, que cotiza en cifras mínimas históricas
día tras día, en la fecha de hoy la rentabilidad es de 1,69%. Sobre estas
cifras el asegurador debe detraer un margen para gastos de gestión y
comercialización, desviaciones de riesgos técnicos-financieros y de beneficio
empresarial. El conjunto de diferenciales anteriores hace que el tipo de
interés técnico garantizado del contrato se sitúe ya por debajo de la barrera
del 1%.
Esta
situación es inédita en la historia del seguro de vida en España, pero es más,
si continua este descenso en los tipos de referencia de las obligaciones del
Estado, podría llegar a darse la situación del que el tipo de interés
garantizado sea negativo.
Por mucho que
nos cueste imaginar este escenario, esta situación ya es un hecho real en los
depósitos que se aperturan en el Banco Nacional Suizo (BNS), donde se "cobra" un tipo del 0,25% desde el
pasado 18 de diciembre. Las bajas tasas de inflación, el precio del petróleo,
del rublo justifican que el franco Suizo se convierta en momentos de
inestabilidad en moneda refugio.
El escenario
macroeconómico español para 2015 donde se cree que el primer trimestre del año
el Banco Central Europeo compre deuda soberana de los estados mediante el
programa conocido como Quantitative Easing (QE) que trata de evitar el riesgo
de deflación e incentivar la economía europea.
Si esta
medida toma efecto, la prima de riesgo española bajará considerablemente de los
100 puntos básicos y el bono español recortará aún más la rentabilidad. En este
escenario pueda derivar en tipos de interés garantizados cercanos a cero o
incluso negativos en seguros de vida de ahorro o de rentas vitalicias.
La gestión
financiera-actuarial de un seguro con tipos de interés garantizados negativos,
genera un conjunto de incertidumbres que sería merecedora de una jornada en la
que deben intervenir expertos en la gestión activo-pasivo de un seguro donde el
asegurador en definitiva asume el riesgo de " la garantía del nominal
aportado".
La historia
del seguro de vida nos enseña que en escenarios de tipos de interés
extremadamente bajos los productos que se comercializan o bien trasladan el
riesgo de nominal y de interés al asegurado o bien se crean fórmulas de participación
en beneficios.
En los
próximos meses se despejarán estas incertidumbres y veremos si finalmente se
comercializarán productos de seguros de vida ahorro con tipos negativos.
José Miguel
Rodríguez-Pardo