jueves, 19 de junio de 2014

BEHAVIORAL RISKS AND INSURANCE. La medida del precio del seguro a través de la incertidumbre vs riesgo

La evolución del proceso de determinación del precio del seguro,  está evolucionando de manera considerable. Las técnicas estadísticas más avanzadas están permitiendo que sean múltiples y diferentes las variables explicativas del riesgo.
Y es que los modelos predictivos están consolidándose entre las técnicas que la profesión actuarial para capturar el riesgo que se quiere medir. Este es un proceso gradual y que requiere tiempo para que sea generalizado su uso, pues las técnicas matemáticas que subyacen no son de manejo generalizado por todas las generaciones de actuarios que ejercen la profesión.
El pricing del futuro además incorporará nuevas tipologías de variables que en su mayoría vendrán de las redes sociales o de otra información que el ciudadano haya publicado en la red. Esta información que ya se conoce como el hombre transparente facilita el proceso de tarificación individualizada basada en la evidencia, lo que a su vez, contribuirá a la creación de productos-coberturas ajustadas al perfil personal del riesgo.
En este proceso de cambio profundo y disruptivo en las técnicas clásicas de pricing , que reiteramos que está en pleno cambio y que requiere una nueva generación de profesión de actuarios, surge un nuevo concepto que viene a violentar aún más al actuario o estadístico que intenta medir la pérdida esperada sobre el evento que se quiere medir.
Nos referimos a lo que se empieza a denominar como Behavioral Risks.
Hablemos de ello, los estudios desde el ámbito académico  intentan explicar y medir el proceso de toma de decisiones en sus dos componentes el consciente y el inconsciente ,este último se estima que es el responsable del 80% de las decisiones. Los primeros trabajos en este campo se deben a Daniel Kahneman en 1970, en sus trabajos sobre los sesgos cognitivos en la toma de decisiones, que por cierto consiguió el premio Nobel de Economía en el año 2002.
En el campo que nos ocupa, el seguro, el actuario tradicionalmente se ha ocupado de medir el riesgo, con Behavioral risks, damos un paso más pues tratamos de medir la incertidumbre, donde intervienen sesgos que están originados porque el consumidor actúa con elementos subjetivos en un ambiente en ocasiones  incluso de miedo. La medida del riesgo es objetiva, y en la incertidumbre intervienen elementos subjetivos sobre la percepción del riesgo.
Los primeros estudios de esta nueva técnica vienen de  Clutter y Zeckhauser en 2004, nos dicen que el comportamiento del consumidor  es una anomalía que afecta a los estándares racionales de decisión del riesgo. Algunas de estas anomalías de alguna manera son conocidas por la industria del seguro ,las más relevantes son el riesgo moral y la selección adversa cuyos primeros estudios que datan de 1976 corresponden a   M. Rothschild y J. Stiglitz quienes advirtieron que los riesgos más altos no deben tomar ventajas y que por el contrario los mejores riesgos o subcompran riesgos o directamente no compran coberturas de seguros.
En algunos estudios sobre esta nueva visión del riesgo-incertidumbre, señalan que la medida de behavioral risks es la diferencia del precio de un contrato sobre el benchmarking del perfil de riesgo. De entre los expertos del análisis de riesgo nos hablan de Return to the average , es decir todo debe volver la media.
 En un libro sobre esta materia Insurance & Behavioral Economics de Howard C. Kunreuther ,M.Pauly y S.McMorrow publicado en 2013, cuya lectura recomiendo, se identifican las llamadas anomalías en la demanda del seguro, están son:
        Caída de la protección cuando la probabilidad de riesgo es muy baja.
        Mayor   propensión de compra de seguros después de un desastre.
        Cancelación del seguro después de un tiempo sin pérdida.
        Preferencias de pólizas con reembolso o cash back. 
        Preferencia por franquicias muy bajas.
        Deseo de no tener siniestros por encima de la franquicia pues la prima puede subir.
        Tendencia a mantener el status quo.
        Disminución de precios de reaseguro de catástrofe después de un largo periodo sin siniestro.


Ahora, nos queda definir  desde la ciencia actuarial como afrontar esta nueva medida del precio
del seguro basada en la incertidumbre y no en el riesgo en sentido estricto.

     El planteamiento no es fácil, de hecho desde las civilizaciones más antiguas se ha debatido la diferencia en valor y precio, y en estas diferencias intervienen las dos partes que se deben encontrar el generador de la demanda y la oferta. Esto es, el actuario también influye en la medida de la incertidumbre en tanto  que observa la relación económica contingente que quiere medir y detrás de ella siempre hay una relación personal y social.
El reto se debe acometer desde la técnica actuarial combinado eficientemente modelos predictivos avanzados con técnicas estadísticas de diseño de experimentos bien en trabajo de campo o bien con trabajo de laboratorio.  De manera muy incipiente en ámbitos muy concretos y avanzados de la industria internacional del seguro y del mundo académico comienza a estudiar esta nueva forma de entender el riesgo, donde el comportamiento humano sesga la medida del evento.
Y es que cuando se violenta una forma tradicional de acometer la medida del riesgo surge la innovación en los negocios, en este caso sabiendo que no todos lo fenómenos de comportamiento serán comprensibles y por lo tanto medibles desde la incertidumbre. Pero este reto tan complejo solo está al alcance de unos pocos actuarios, requiere elevadas capacidades cuantitativas y finura en la toma de decisión.

Resumen escrito de la conferencia Behavioral Risks que he pronunciado en la sesión de presentación del Master en Técnicas Cuantitativas aplicada al seguro celebrada en el Campus de Getafe ( Madrid) Universidad Carlos III de Madrid. 17 de junio de 2014

           
             José Miguel Rodríguez-Pardo.