La Organización Mundial de la Salud, define el
envejecimiento activo como el proceso de optimización de las oportunidades de
salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a
medida que las personas envejecen.
En las sociedades actuales del llamado primer mundo la persona que envejece todavía mantiene una expectativa de vida muy
elevada, con lo que el sentido de la urgencia vital del anciano propia de
épocas pasadas queda sustituido por nuevos espacios que abarcan desde lo
económico ,lo social y lo espiritual.
Debemos pensar que una persona que se jubila a los 65 años
tiene una expectativa de vida por encima de los 20 años ,de los cuales más de
la mitad serán con buena salud, por lo tanto la percepción social que se
atribuye al anciano como carga económica o simplemente como un problema carece
de todo sentido. Le corresponde a la persona que ha alcanzado la vejez reivindicar
activamente su papel en la sociedad del siglo XXI donde lo normal será ser
anciano y lo excepcional será ser joven.
En definitiva el envejecimiento activo es reconocer que esta
etapa de la vida no tiene menores capacidades de las vividas anteriormente, los
ancianos centenarios de la isla de Okinawa
en Japón creen que en parte el secreto de su longevidad es tener siempre
un propósito por el que vivir
Publicado en Teinteresa.es