La longevidad humana se explica en una 25% por la genética de cada persona y en un 75% por factores externos donde el estilo de vida saludable juega una papel principal.
Sobre los efectos cuantitativos que el estilo de vida tiene sobre la supervivencia humana hay innumerables estudios, pero si tuviéramos que poner una cifra de consenso, podemos cifrar este efecto entre 12 a 15 años.
Esto quiere decir que nuestra edad biológica, medida del grado de envejecimiento personal, puede diferir hasta en 15 años de nuestra edad cronológica, esto es, la de nuestro cumpleaños.
Y es por lo anterior que desde la biomedicina e incluso desde los modelos utilizados por los expertos en medir la longevidad humana conocidos como bioactuariales, se propone medir mediante la edad biológica el grado de envejecimiento personal, de esta manera las terapias de la medicina preventiva y personalizada para abordar determinados padecimientos serán mas efectivas. En este mismo sentido, la entidades de seguro de vida empiezan a consideran variables de estilo de vida para afinar y ajustar su forma de determinar el precio del seguro.
En la medida que se extienda su uso, las personas que adopten un estilo de vida saludable podrán recuperar edad biológica e incluso hacer que esta sea menor que su edad cronológica. En efecto, dentro de los diferentes hábitos de vida saludables, adoptar algunos de ellos pueden revertir el reloj biológico, este sería el caso del ejercicio físico o la dieta saludable. Este hecho se podido verificar mediante el análisis de determinados biomarcadores de longevidad como es el de la longitud de los telómeros.
Artículo que he publicado en http://www.teinteresa.es/ 5 de marzo de 2014