martes, 23 de octubre de 2018
Ecosistema Actuarial Digital. Conferencia Alumnis Actuariales UC3M
Ecosistema Actuarial Digital. Conferencia Alumnis Actuariales UC3M
2018-10-23T19:50:00+02:00
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jueves, 11 de octubre de 2018
Novedades en el estudio y comportamiento de la supervivencia humana
Introducción
El estudio continuo de la supervivencia humana nos aporta
novedades que deben contribuir a un mejor conocimiento de los modelos que miden
y proyectan la longevidad. Presentamos tres aportaciones recientes que por su
relevancia, confirman la necesidad de que la industria del seguro privado
actualice sus hipótesis técnicas sobre las que establece las métricas del
riesgo biométrico.
Desaceleración en las
tasas de mejora de la supervivencia
El proceso de mejora continua de la longevidad observado en
la segunda mitad del siglo XX, parece que ha iniciado una senda de
desaceleración de las tasas de mejora en los últimos años de esta segunda
década del presente siglo. Este fenómeno que ha sorprendido a los demógrafos se
ha comprobado en 2017, tanto en los Estados Unidos como en Gran Bretaña con
conclusiones similares.
En un trabajo de fin de Máster de julio de 2018, de Ciencias
Actuariales y Financieras de la UC3M, realizado por Teresa Alba Junge, hemos
realizado un estudio en el que proponía analizar si para en España se ha producido
un fenómeno similar. En los cuadros siguientes elaborados en el trabajo podemos
verificar este comportamiento, analizando la mejora de la supervivencia en dos
series temporales, 2000 a 2010 y 2010 a 2016.
Vemos que la desaceleración alcanza a los dos géneros y a
todas las edades por encima de los 60 años edad, llama la atención que en el
caso de las mujeres en la cohorte de edad de 60-69 años la disminución de la
mejora es del 2,53%.
Para explicar este fenómeno, inédito en las sociedades occidentales
desarrolladas, los demógrafos se han preguntado si detrás está la crisis
económica o alguna explicación de origen médico.
En este segundo aspecto, el análisis causal de las tasas de fallecimiento
nos corrobora para España lo que ya han concluido los expertos internacionales,
y es que la reducción de la tasa de mortalidad de las enfermedades del sistema
circulatorio ha disminuido su intensidad de mejora.
La justificación a este fenómeno se encuentra en los efectos
beneficiosos de las estatinas, fármacos que disminuyen el colesterol, que se
han identificado como uno de los vectores principales de la reducción esta
causa de fallecimiento específica y del total de la mortalidad. En una serie
más larga, de 1968 a 2010, el 70% de todas las mejoras de la mortalidad se
puede atribuir al caso de las muertes por enfermedades circulatorias, de hecho,
las tasas de mortalidad por enfermedades circulatorias han disminuido alrededor
de una cuarta parte del nivel de hace 40 años, según The Actuary agosto 2017, Mortality
improvements in decline
Este efecto de reducción en las tasas de mortalidad debido
al uso generalizado de las estatinas parece que ya se ha producido, y todo
indica que las mejoras del sistema circulatorio tomarán una senda de mejora
similar a la del cáncer.
Los cuadros siguientes confirman estás conclusiones, y
llamamos la atención al comportamiento de las enfermedades del sistema nervioso
y trastornos mentales que presentan tasas de mortalidad creciente.
F:Teresa
Alba, TFM 2018, MCAF-UC3M
El otro gradiente que puede explicar la desaceleración de
las tasas de supervivencia pudiera ser la crisis económica que tiene su fecha
más reconocible la de septiembre de 2008. Sabemos que el nivel de renta tiene
una correlación fuerte con la esperanza de vida en España, todo indica que, en
efecto, detrás de la crisis económica pudiera estar detrás de la perdida de
mejoras de las tasas de supervivencia, y tal vez la inequidad social, agravada
en la crisis, puede haber desacelerado de manera distinta la esperanza de vida en
la población.
Nos queda por reflexionar si las proyecciones a largo plazo
de la longevidad recuperarán los mejores comportamientos pasado o se asemejarán
más al comportamiento de los últimos años, este debate necesita tiempo para ver
si hay cambio de tendencia. En todo caso para la industria del seguro privado
de rentas vitalicias se presenta un escenario de menor incertidumbre en el
subriesgo de tendencia de longevidad, lo que debería contribuir a un mayor
apetito al riesgo biométrico.
Nuevos datos que
confirman el comportamiento de la supervivencia de las edades extremas.
Tan solo a finales del siglo pasado cuando los registros
demográficos poblacionales empezaron a disponer de datos de personas fallecidas
en edades extremas, se pudo evidenciar un comportamiento singular en la forma
en la que evoluciona la supervivencia humana en sus últimos tramos de la vida.
Así la primera evidencia que se dató fue observando a la población de mujeres
de Suecia, esta singularidad se ha visto corroborada con los registros
mundiales de supercentenarios (más de 110 años de edad) que mantiene de forma continua
el GRC
( Gerontology
Research Group) de los Ángeles en los Estados Unidos.
La dificultad de modelar actuarialmente las edades extremas
se pone de manifiesto con el siguiente dato, en la actualidad tan solo 36 hay personas vivas en el mundo,
de las cuales 34 son mujeres, que hayan superado la edad de 110 años, con una
edad media de 113 años y 91 días.
Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista
científica Science el 29 de junio de 2018, nos aporta nuevos datos y
ciertamente relevantes. El equipo del profesor Kenneth Wachter profesor emérito
de demografía y estadística de la Universidad de California en Berkeley,
sostiene las tasas de mortalidad se aceleran hasta los 80 años, se desaceleran,
y luego se estabilizan entre las edades de 105 a 110.
Según el estudio, a los 105 años las probabilidades de
sobrevivir a tu cumpleaños número 106 están en el 50%. Y lo mismo ocurre a los
107, y otra vez a los 108, 109 y 110.Por lo tanto se confirma la existencia de la
meseta de mortalidad entre las edades de 105 y 110 y según recoge el gráfico
adjunto, publicado en la Revista, continua más allá de los 110 años. El gráfico
publicado en el artículo referenciado así lo demuestra.
Por otra parte, la forma que adopta la curva de
supervivencia se ha mostrado similar en los registros biométricos de los fondos
de pensiones de Estados Unidos y de Gran Bretaña, este estudio se publicó en el
Working Paper número 85 del CMI en 2015
Entender el comportamiento de la supervivencia humana en
forma de meseta al final de la vida, que también se ha verificado en animales,
permite afinar los modelos actuariales de longevidad lo que elimina
incertidumbre de riesgo de error en el modelo en la industria del seguro
privado. Todo sugiere que la tasa de mortalidad humana que se desacelera a
partir de una cierta edad, por tanto, se aleja del modelo propuesto por
Gompertz a principio del Siglo XIX y que constituía una definición canónica de
los modelos actuariales utilizados hasta la actualidad.
La edad máxima de vida.
Dos son los estudios más recientes acerca del límite máximo
de la vida humana.
Estadísticos de las universidades de Tilburg (sur)
y Róterdam analizaron los datos de las últimas tres décadas sobre una
muestra de unos 75.000 holandeses, registrando la edad en el momento de
fallecer, concluyendo en 2017 que la máxima edad alcanzable para un ser humano
seria:
Mujeres… 115,7 años
Hombres…114,1 años
Estas conclusiones no coinciden con la propuesta que se
publicó en el trabajo Many possible maximum lifespan trajectories de la Revista
Nature 28 de junio de 2017 que dibuja
distintos escenarios de máxima vida probable en proyecciones al año 2300 que
varían desde 115 -120 años hasta un máximo 150 años. El trabajo que ha generado
mucha controversia en la comunidad científica, podría cuestionar a falta de más
datos estadísticos el consenso tradicional de que la máxima esperanza de vida
de los seres humanos es "fija y sujeta a restricciones "
Otros estudios como
el que ha utilizado datos de longevidad similares de Japón y países
occidentales recopilados por el Instituto Max Planck de Investigación
Demográfica, rechazan la noción de un límite estricto para la vida humana. El
estudio determinó que sería posible en el próximo cuarto de siglo que alguien alcanzase
la edad de 128 años.
Por último, en 2016,
los investigadores del Colegio de Medicina Albert Einstein argumentaron en
Nature, sobre la base de datos de longevidad de 40 países, fijó un límite
máximo de alrededor de 115 de edad.
A la vista de los estudios citados, la comunidad científica
no ha alcanzado un consenso sobre el limite máximo de la vida humana, este
punto tiene su relevancia habida cuenta que en este siglo ser centenario dejará
de ser noticia para ser algo cotidiano.
De hecho la mayor incertidumbre en la medida del riesgo de
longevidad se sitúa en la llamada “cuarta edad”, o lo que es lo mismo el
comportamiento biométrico de las edades extremas.
José Miguel Rodríguez-Pardo
Novedades en el estudio y comportamiento de la supervivencia humana
2018-10-11T11:16:00+02:00
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martes, 2 de octubre de 2018
Efectos de la digitalización en el sector asegurador
XXXVI Encuentro Intereuropeo de Reaseguros 3, 4 y 5 de octubre 2018
Los próximos 3, 4 y 5 de octubre tendrá lugar el XXXVI Encuentro Intereuropeo de Reaseguros, en él se darán cita aseguradores, reaseguradores, corredores de seguros y reaseguros y, en general, técnicos y profesionales vinculados con el mundo del seguro y el reaseguro. El evento, que estará compuesto de diferentes conferencias, mesas redondas y exposiciones, tendrá lugar en el Hotel Hesperia, Pº de la Castellana, 57. El profesor Dr. José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo, Profesor del Master en Ciencias Actuariales y Financieras de la Universidad Carlos III de Madrid. intervendrá en el mismo con la conferencia "Efectos de la digitalización en el sector asegurador". Esta conferencia tendrá lugar el día 5 de octubre a las 9:00 horas y será seguida de un coloquio.
bds 8-10-2018
De la cobertura
de riesgos a la prevención
“El seguro va a dejar de ser adonde llamamos cuando se produce algo malo
para convertirse en aquello que sirve para que no ocurra”, declaraba José
Miguel Rodríguez-Pardo, profesor del Máster de Ciencias Actuariales de la
Universidad Carlos III. Así, indicó que la frecuencia de Autos se reducirá un
80% en 2040, a la par que las casas y ciudades inteligentes permitirán reducir
las reclamaciones un 43% en 2025. Además, las tecnologías médicas añadirán un
año de esperanza de vida en 2029. De este modo, predijo que el seguro se
transformará, prestando servicios de prevención de riesgos, en lugar -o a la
vez- de asegurarlos, convirtiéndose el propio asegurado en el principal
mitigador del riesgo.
Reconoció la innovación que aportan al sector las insurtech, que se están
centrando especialmente en distribución, pricing y producto. “Las aseguradoras
pueden perder al menos el 20% de su negocio por la irrupción de las insurtech”,
anotó. Por otra parte, dijo que es un error establecer un ‘sandbox’
regulatorios para las insurtech.
También se detuvo en el uso de la analítica de datos, que puede llegar a
incrementar un 20% las primas y un 30% la eficiencia. Sin embargo, apuntó que
una tarificación distinta para cada cliente puede comportar un problema ético,
ya que podría suponer un tratamiento discriminatorio, además de intensificar el
proceso de desmutualización del riesgo, debido a la eliminación de las
subvenciones cruzadas de riesgo al hipersegmentar la tarifa. De este modo,
afirmó que los clientes con peores perfiles de riesgo pueden abandonar el
seguro por el precio, debilitando la función social del seguro.
Efectos de la digitalización en el sector asegurador
2018-10-02T09:10:00+02:00
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