Elaboración propia. José M. Rodríguez-Pardo
La representación gráfica de la curva de la supervivencia humana está adoptando una forma que se denomina como de "rectángulo", es decir la tasa de supervivencia es prácticamente constante hasta llegar a una edad donde la mortalidad se concentra en torno a una edad modal.
En el caso español la última estadística del INE nos dice que en caso de las mujeres la edad más común de fallecimiento es la correspondiente a los 88 años de edad, con una desviación típica sobre esta edad es de cuatro años
Es cierto que la curva de supervivencia está adoptando la citada tendencia de rectangularización como se puede verificar en el segundo cuadro, Ahora bien, proyectar la curva más allá de mitad de siglo además de ser una tarea difícil, está rodeada de incertidumbres.
Nos interesa más que conocer las tasas de supervivencia de cada edad , la forma visual que puede adoptar la curva,
Para logar este propósito hay que realizar varias hipótesis.
- Proyectamos hasta 2020 la tasa de supervivencia de las mujeres españolas con métodos actuariales tomando como base los datos del INE con una serie histórica desde 1960.Proyecciones estadísticas a más largo plazo pueden ser difíciles de medir y evaluar.
- Las mejoras calculadas a 2020 las mantenemos constante hasta 2050. Aquí entramos en un ejercicio de imaginación, pero la hipótesis nos sirve para nuestro propósito.
- Para las edades extremas tomamos como referencia la experiencia mundial de supercentenarios en mortalidad y las teorías de la cinética de la mortalidad
Todo lo anterior nos lleva a concluir que hasta los 65 años es constante y cercana a uno.
La edad modal de fallecimiento superará los 95 años de edad, superior a los 88 de la actualidad,esta hipotesís no es muy fuerte pues de hecho las mujeres japonesas ya han alcanzado los 92 años de edad
La mortalidad de edades extremas al ser constante hace que para un millón de personas que nacen 1 persona alcanzará los 140 años de edad, si bien es cierto que la curva nos muestra una forma casí asintótica con respecto a la edad llegando a ser cero ( con una precisión de 10 decimales) a los 165 años de edad.
Lo más relevante, es que más que una forma rectangular, al observarse una cola hacia la derecha de supervivientes centenarios, tal vez
la forma de la curva de la mortalidad humana tienda hacia una Función sigmoide.Si en el primer y último decil de supervivencia se extiende por un periodo de unos 30 años no ocurre lo mismo con los siguientes deciles acumulados.
Este tipo de curvas sigmoides que se observan en procesos de aprendizajes, guardan relación con las teorías de la fragilidad que también son aplicables a seres vivos y que se han observado en distintos animales. Es decir si eliminamos las causas de fallecimiento accidental y nos remitimos a la evolución de los fallecimientos por causas de desgaste biológico, vemos que el hombre puede llegar a vivir hasta edades que se relacionan con el límite medio biológico y a partir de esas edades los que superen esos tramos pueden tener una vida muy prolongada. Por lo tanto la representación de la supervivencia humana tomada desde la demografía tiende a comportarse con la observación de la supervivencia humana desde la evolución biológica natural.
Para llegar a adoptar una forma sigmoide precisa, donde la tasa de mortalidad/supervivencia de 0,5 se alcanzaría a la edad de 95 años o incluso superior, es necesario que se extienda el límite de la vida de manera muy considerable, para lo cual la tasa de mortalidad de las personas supercentenarias no deberían superar el 25% anual, donde la supervivencia "cero" con 10 decimales se alcanzaría pasados los 180 años de edad y con una tasa de 20% alcanzaría los 190 años de edad límite. Para que se cumpla esta situación tenemos que reafirmar dos supuestos, uno que la tasa de mortalidad en personas muy mayores es constante y que esta no sea superior a ese 25%-20%, cifra inferior a las hipótesis que se manejan en la actualidad del 30-35 %.
En la actualidad es más factible que se cumpla el efecto meseta en la parte "joven" de la tabla, que la meseta inversa en la parte " centenaria" de la tabla, pero estamos haciendo hipótesis a muy largo plazo y es verdad que algunos expertos en biomedicina creen que pronto se podrán rebasar los 130 años edad, llegando en algunas estimaciones a los 150 años,, este escenario especulativo es ambicioso teniendo en cuenta que las proyecciones demográficas más recientes, tomadas eso sí datos del pasado, sitúan la máxima supervivencia en mujeres en los 117 años.
Veamos por último la representación gráfica de una función sigmoide, tomada de Wilkipedia, en este caso representaría las tasas de fallecimiento.
Reiteramos que el ejercicio de imaginación consiste en entender la forma de la supervivencia humana.
José Miguel Rodríguez-Pardo.
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