Artículo que he Publicado en el diario Teinteresa.es el día 27 de enero de 2013
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Son numerosos los estudios que han demostrado la relación directa entre el estado civil y las tasas de longevidad. Comenzaremos con un informe reciente de la Universidad de Louisville (EEUU) publicado en el 'Journal of Health and Social Behavior's que concluyó que las posibilidades de fallecer a lo largo de toda la vida son un 32% más elevadas para los varones solteros en comparación con los que conviven en pareja. Una cifra que es del 23%, en el caso de las mujeres.
Otro estudio, en este caso de la Universidad de Harvard en los Estados Unidos realizado entre los años 2004 y 2008 concluyó que el apoyo social de los cónyuges impulsa una mejora de la supervivencia. El estudio determinó que los pacientes no casados o viudos presentaban un 17% más de probabilidad de desarrollar metástasis que el paciente casado y aun más, tenían un 53% menos de probabilidad de recibir el tratamiento adecuado.
En cuanto a los efectos relacionados con el estado civil son diferentes según el sexo y así en los hombres se producen cambios más acusados que en las mujeres por el cambio del estilo de vida que ocurre cuando el estado civil se modifica.
La importancia del estado civil en la longevidad se considera como un factor de valoración de un seguro de renta vitalicia en determinados mercados del seguro y así la diferencia de renta que percibe el cliente puede ser significativa según sea casado o soltero.
Relacionado con la influencia del estado civil en la longevidad, se encuentra el síndrome lonley heart –corazón roto- que se considera como un factor de riesgo de mortalidad, así lo confirman investigadores del hospital Johns Hopkins que han descubierto que el estrés emocional repentino puede provocar debilidad muscular cardíaca severa pero reversible que imita un ataque al corazón clásico.