lunes, 31 de enero de 2011

El envejecimiento no es un fenómeno biológico, sino biográfico.


Escribe Joseba Barriola, licenciado en Antropología en http://www.rebelion.org "En el conflicto de las pensiones está en juego el modo de vida" su visión sobre el aumento de edad de jubilación a los 67 años.Reproduzco alguna de las ideas expresadas en dicho artículo y que invitan a la reflexión desde la bioética del envejecimiento.

José Miguel Rodríguez-Pardo del Castillo.

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¿Cómo queremos un envejecimiento sano si durante toda la vida hemos sido esclavizados, angustiados, contaminados y despojados de capacidades personales? Sabemos de envejecimientos sanos. Los de una minoría. Hay condiciones para extenderlo a todos. Lo que hace falta es otro modo de organización social, desde el nacimiento hasta la muerte.

Para tener una vida libre necesitamos que los cuerpos, deseos, pensamientos y sentimientos y las relaciones que los crean sean libres. Pero la alimentación del cuerpo, los espacios y los tiempos, la definición y el ordenamiento de la salud, las invitaciones al consumo, el control de la formación del pensamiento y la manipulación de los sentimientos y la jerarquización y subordinación de las relaciones están en manos o al servicio de la propiedad privada.

La vida es una celebración, y no una competición regida por el cálculo de acumulación de capital entre trabajadores obligados a encontrar empleo y mantenerlo. El trabajo es un elemento de la celebración de la vida. El derecho a tener una vida digna está por delante de los beneficios del capital: salario digno universal ―trabajando o sin trabajar―. La vida surge de la propia asociación, no de la competición. Debemos elaborar mecanismos sociales de solidaridad, alejados del continuo conflicto entre todos por la búsqueda del beneficio